Partida Rol por web

Pasos en la ciénaga

Capítulo 2: Un camino largo y fatigoso

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28/08/2017, 10:16
Grimrow

Las sombras de la noche y la intranquilizante quietud de las ciénagas generaron dudas en la mente de Grimrow que, no obstante, mantuvo su posición mientras avanzaban siguiendo las supuestas huellas de los enanos perdidos. 

Era la única pista que tenían así que bien valía la pena seguirla, aunque atisbos de duda empezaban a conformarse en la trastienda de su mente, apenas imperceptibles todavía como para suponer un problema.

Aquella era una nueva ruta, con lo que todo lo que había planeado no servía de mucho. Ni siquiera pensaba que tuvieran que adentrarse en aquella zona, no obstante hizo lo posible por intentar que el avance fuera lo más rápido y seguro posible, aunque todo parecía ponerse en su contra.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Un punto de corrupción al canto.

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01/09/2017, 18:50
Cuidoron "Arcoderoble"

Cuidoron notaba como el lúgubre lugar en el que se encontraban hacia que sus corazones se encogiesen. No era miedo, pero si un sentimiento de desconfianza y pesar que se apoderaba de todos.

La noche había llegado, la oscuridad del lugar, y el tiempo en que pensar, hicieron que Cuidoron tratase de investigar un poco. Las huellas encontradas, y el tratar de mantenerse ocupado durante la guardia, empujo al elfo a fijarse en las pistas que habían dejado allí.

- Tiradas (2)
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06/09/2017, 01:19
Mungo Bolger

Mungo sentía escalofríos en aquella densa oscuridad. Trató de distraerse pensando en el calor de su hogar y en los pasteles de su madre, pero el remedio fue peor que la enfermedad. La nostalgia y la repentina certeza de saberse tan lejos de La Comarca lo sumió en una profunda amargura.

Tampoco había dormido demasiado bien a pesar del agotamiento del viaje. Los crujidos y gemidos de la ciénaga lo mantuvieron despierto y apenas había podido conciliar el sueño unas pocas horas. Era aquel lugar, notaba había algo malvado en aquellas lúgubres tinieblas. Aunque quizá solo fuese su morriña y las ganas de tumbarse en una buena cama, con almohadones rellenos con plumas de ganso y las mantas tejidas por su abuela.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo recordar que tengo un punto de fatiga por el viaje remando, pero no recuerdo si afecta de momento a mi tirada.

Primer punto de sombra al canto. Todavía no entiendo cómo me salen unas tiradas tan malas :/

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06/09/2017, 18:29
Krölin

Krölin se mantenía junto al grupo atento a los alrededores. Algo podría estar allí fuera esperándolos para emboscarles. Pero Krölin, medio inconsciente de la vida fuera de las cuevas enanas, se pensaba que sería como una pelea en un bar o una trifucla callejera. Mientras a sus compañeros se les veía mas apesadumbrados y cansados, Krölin mantenía la llama en sus ojos y la cabeza en su sitio. Además, no podía estar tranquilo sabiendo que habían unos compatriotas perdidos por aquellos lares, se centró en encontrarlos.

Observando el suelo y las rocas del entorno, le pareció encontrar una pista... -¡Ehh! Creo que he encontrado algo.

- Tiradas (2)
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07/09/2017, 16:23
Director

La mañana llegó con un nuevo día pero daba la sensación de que el Bosque Negro y aquella neblina que dominaba el lugar habían tragado toda la luz del sol. La lóbrega ciénaga les mantenía el corazón atenazado, encogido en el pecho con una sensación de que la sombra que reinaba en el lugar comenzaba a afectarles. Las dudas pasaron tenuemente por sus mentes mientras caminaban por donde podían. Lo hacían junto a la orilla para poder tirar de los botes en busca de otra pista o rastro que les permitiera determinar cuál era la ruta que habían seguido los dos enanos desaparecidos. Los pies se les hundían en el barro y había zonas por las que no pudieron seguir más allá sin quedar enterrados en el lodazal, por lo que se vieron obligados a volver a los botes y mantener los ojos bien abiertos mientras remaban por la quietud de las aguas cenagosas. Observar la orilla y los alrededores mientras avanzaban en los botes no fue tarea fácil, sobre todo con la sensación de pesar que les infundía aquel territorio oscuro. Incluso Grimrow parecía algo perdido en aquella tierra y les guiaba algo desorientado, tratando de mantenerse lo más pegado a la orilla que podía.

Balmut había perdido el rastro que encontrará anteriormente y no dio con ninguna nueva pista que les hiciera saber que iban en la buena dirección, por lo que comenzó a sentirse descorazonado. Incluso el elfo, Cuidoron, se veía vencido por las circunstancias y la pesadez de lo que le rodeaba. Aquella zona del Bosque Negro no era como su hogar. El hechizo de protección del Rey Elfo quedaba demasiado lejos como para sentirse a salvo, conocía los peligros atroces que ocupaban buena parte del bosque aún a pesar de la reciente victoria en la Batalla de los Cinco Ejércitos. Sabía que esa zona del bosque era oscura y malvada. 

Fue Krölin, bien avanzada la tarde y con las sombras de la noche ya cayendo de nuevo, quien se encaramó a un lateral del bote en el que iba y creyó ver algo junto a los árboles. Los ojos de los enanos eran penetrantes aún incluso en la oscuridad de las cavernas, y él había estado bajo tierra en cuevas donde había que luchar por cada bocanada de aire, por lo que el ambiente del Bosque Negro no le habían afectado ni lo más mínimo. Llevaron los botes a la orilla y siguieron al enano hacía el lugar donde había creído ver algo. Krölin les llevó hasta una pequeña parcela de tierra seca que se alzaba junto a los árboles del bosque. Unas huellas como las que Balmut había visto anteriormente se encontraban también allí. Krölin las siguió y descubrió que se internaban en un pequeño recoveco que formaban los árboles. Un lugar protegido y cubierto, perfecto para acampar. Todavía tenían algún tiempo para echar una mirada alrededor antes de que la oscuridad cayera por completo.

Notas de juego

Todos salvo Krölin sumáis un puto de Sombra (ya os lo apunté en la ficha).

Para los exploradores era necesario superar una acción prolongada de 4 tiradas con éxito, pero como Balmut en la anterior y ahora Krölin han logrado grandes éxitos se da la prueba por superada (cada gran éxito equivale a dos tiradas con éxito).

Haced ahora una tirada de Buscar.

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11/09/2017, 20:32
Krölin

Krölin se abría paso torpemente entre las ramas del bosque, pero sus andares no se detuvieron. - ¡Huellas! Alguien ha acampado aquí. - El enano dió un rodeo entre los árboles. Parecían haberse puesto ahi para hacer una cobertura perfecta a la zona. Sería un lugar seguro para acampar la segunda noche. - Al parecer mis compatriotas pasaron por aqui también, vamos por el buen camino. ¿No es fantástico?

Es una zona cubierta por estos árboles. - Con una sonrisa de poder acampar de forma segura el resto de la noche, el enano parecía relajado, al contrario que sus compañeros. - Vamos, empecemos a buscar leña para la hoguera. En esos matojos parece que se puede dormir mas o menos acolchado. - El enano parecía no gastar la energía.

- Tiradas (1)
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15/09/2017, 01:59
Mungo Bolger

Mungo miró extrañado a Krölin. Miraba hacia donde el enano había señalado, pero no era capaz de ver ninguna huella ni rastro. Sin embargo, lo achacó a su propio cansancio, y agradeció enormemente que encontrasen un sitio medianamente despejado donde pasar la noche. 

Me parece una idea estupenda, amigo mío —dijo el hobbit —, y también lo de preparar una buena hoguera con la que calentarse. Me pregunto si habrá conejos en esta zona del Bosque Negro. Después de tanto tiempo en ese bote, nada mejor que una buena cena caliente. 

Mientras terminaba de hablar, sacó su arco, una daga y unas flechas para prepararse. Oteó los alrededores en busca de alguna zona por la que internarse entre la maleza. Cuando estuvo listo, se dirigió a la beornida:

¿Te vienes, Ella?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hice una tirada de caza por ir adelantando, pero dejo a tu criterio si la utilizo o no.
(¡Mi primer éxito! Como dijo nuestro querido amigo en las Dos torres: "¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!")

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16/09/2017, 13:39
Cuidoron "Arcoderoble"

El elfo siempre había sido un tipo alegre y vivaracho, incluso en los peores momentos. Él vivía en el bosque negro, pero no en aquella zona si no mucho mas al norte, donde su oscuridad no era tan patente. Pos supuesto que conocía el hecho de que la sombra habitaba en aquel lugar, de que el mal había enraizado carcomiendo la voluntad de arboles y animales de aquella parte. Una gran pesar atenazaba el corazón de Cuidoron, cuya sonrisa perpetua parecía disiparse con la niebla de la ciénaga por la que navegaban.

Al fin, un buen rato antes de que el sol se apagara, el enano creyó encontrar de nuevo el rastro de sus paisanos. Al parecer y siempre siguiendo las creencias del naugrim, habían acampado no muy lejos de donde arribaron con el bote.

Los ojos del elfo estaban acostumbrados a la luz de las estrellas, a ver mas allá de la oscuridad del bosque. El elfo se sentía cómodo entre la naturaleza, los frondosos arboles, los arroyos y los seres que vivian en la foresta. Busco alguna pista mas, por si podía aportar algo.

- Acampemos aquí - dijo mirando al cielo - Pronto anochecerá, disfrutemos una ultima vez de La Bóveda antes de internarnos en el bosque. - decía sin dejar de mirar arriba - Menelvagor* será visible, encomendémonos a su fuerza para que todo vaya bien  - dijo imaginando que ya había llegado la noche que estaba por venir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Menelvagor: Constelación de Orión, el guerrero.

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16/09/2017, 19:40
Director

Krölin se encontraba realmente excitado, tras un par de duras jornadas sintiendo que daban palos de ciego al fin encontraban algo que les era realmente de utilidad. No le cabía duda de que sus dos paisanos habían utilizado ese camino al igual que ellos y que se habían instalado allí, tal vez incluso pasaran la noche como se disponían a hacer ellos. El enano echó una ojeada al lugar antes de que todos entraran en tropel y descubrió que efectivamente, tal y como se imaginaba, quedaban en aquel pequeño recodo entre los árboles se encontraban los restos de un campamento montado hacía unos días, aunque no pudo determinar con exactitud cuantos.

Aquellos nuevos hallazgos y pistas les hacía tener la sensación de que iban en el buen camino. Efectivamente, los dos enanos desaparecidos habían cruzado ese camino no mucho antes que ellos y ahora sabían que no estaban desencaminados en la tarea de hallar su localización. Aunque todavía quedaban muchas cuestiones por resolver, como qué les había ocurrido o por qué no habían llegado a su destino en el Nido de Águilas. Algo o alguien les retenía en ese bosque oscuro cargado de malicia, y si no les encontraban pronto podrían hallarse en peligro.

Pero ahora nadie quiso pensar en cosas tan funestas, desde luego. Mungo, acompañado de Ella, fue por los alrededores en busca de algo que cazar y regresó poco después con un conejo ensartado en una flecha. Podrían encender un fuego y asar algo de carne para variar su menú. El cram de los hombres del Lago era nutritivo y muy útil como aprovisionamiento para largos viajes. Pero su sabor insípido y la dureza de aquel bizcocho comenzaba a cansarles los paladares.

Pero además del conejo, Ella y Mungo traían novedades. Un poco más adelante, un arroyo de aguas oscuras y cenagosas que parecía descender desde las Montañas del Bosque Negro desembocaba junto al río Rápido. Por la descripción que ambos dieron de él a Cuidoron no le quedó ninguna duda de que se trataba del río Podrido, cuyas aguas exudaban un hedor pútrido incluso en los meses más fríos del año. Un lugar que los elfos evitaban debido al mal olor. Cerca de allí Mungo había encontrado un trozo de tela rasgado en las espinas de un zarzal mientras seguía la pista del conejo que más tarde cazaría con ayuda de su arco. Sin duda los enanos habían ido hacía allí, pero la zona estaba oscura y tendrían que esperar a las luces del nuevo día para investigarlo. Pero entretanto, tendrían carne asada de conejo para llenar sus tripas.

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18/09/2017, 01:50
Mungo Bolger

Bueno, parece que vamos por buen camino, señores —dijo Mungo mientras removía el asado —. Y lo mejor de todo es que hoy podremos cenar como es debido. Lástima no tener unas buenas patatas y zanahorias para acompañar este delicioso conejo.

El mediano estaba bastante más animado que antes. Por suerte, nunca salía de casa sin su olla de latón, una sartén de tamaño medio y su fiel cucharón de madera. Para todo hobbit, la comida era tan importante como cualquier otra seña de identidad cultural. Hasta Cuidoron, que tenía aspecto de estar acostumbrado a comida mucho más elaborada, iba a relamerse con aquel asado de conejo. Y eso que no llevaría ni la mitad de los ingredientes de los que habría podido disponer en La Comarca.

Ese río olía peor que mi despensa cuando me olvido de tirar los huevos podridos de la estantería, pero me alegro de que hayamos encontrado esto —dijo señalando la pieza de tela —. Espero que podamos encontrarlos pronto, sanos y salvos.

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18/09/2017, 04:02
Farald, hijo de Farnmann

Farald se sentía inquieto y hasta cierto punto desanimado, estaba acostumbrado a viajar por diversos lugares pero el ambiente opresivo y sombrío de las ciénagas le afectaba, y por lo visto también a algunos de sus compañeros. Aun así, continuó adelante y se animó un poco cuando Krölin encontró no solo el rastro de los enanos sino también un lugar seco donde pasar la noche que pronto se echaría sobre ellos.

Tras haberse dedicado a ayudar a montar el campamento y a juntar las pocas ramas secas que podían servir para hacer una fogata, el bárdido se alegró cuando Mungo y Ella regresaron con los frutos de la caza pero su satisfacción no tardó en disiparse con la segunda noticia, la cual hizo que su mente empezara a elaborar teorías sobre lo que le podía haber pasado a los mensajeros enanos.

-Aun sin patatas y zanahorias, ese conejo es más que bienvenido -le respondió Farald a Mungo- El cram puede ser muy nutritivo pero mis dientes ya están cansados de tanto masticar.

Aunque no le apetecía ser quien fastidiara el breve momento de calma del grupo, Farald sabía que lo mejor siempre es ser precavido y por eso continuó hablando aunque esta vez para todos.

-Aunque este parece ser un lugar seguro para acampar, manteneos siempre alerta. Ese trozo de tela señala que los enanos se marcharon con rapidez, puede incluso que algo les persiguiera. Además, hemos encendido una fogata en un lugar donde reina la oscuridad y no sería raro que tuviéramos invitados no deseados -le comentó el hombre a sus compañeros- Por eso, os sugiero hacer guardias dobles, podrá parecer excesivo pero lo mejor será no correr riesgos.

Mientras esperaba a que sus compañeros analizaran su propuesta, el hombre de Valle clavó su mirada en la oscuridad que los rodeaba en busca de cualquier cosa relevante.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hice las dos tiradas porque no sabía cual se aplicaba. Además, no había llegado a hacer una tirada de Buscar en el turno anterior.

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18/09/2017, 09:51
Balmut

Balmut se mostró satisfecho ante el descubrimiento de Krölin. Era importante no perder el rastro de sus camaradas, no sabían cuán urgente era su situación. Tendió un brazo para acariciar el pelaje de su compañero canino. A él también se le habían pasado por alto las huellas y creyó que estaría inquieto por culpa de sus inquietudes y temores. Intentó transmitirle tranquilidad con el contacto. No podían permitir que la Sombra nublara su juicio. 

- Estamos deseando probarlo. - respondió cuando se anunció la cena y mostró una leve sonrisa. Pese al sombrío entorno, y su asfixiante presión, le gustó ver que el grupo empezaba a movilizarse. 

El descubrimiento de la tela era importante. Ya sabían que los enanos estaban en peligro y cuanto antes descubrieran que les había sucedido más oportunidades tendrían de rescatarlos a tiempo. El hombre del bosque se sintió tentado de explorar en la oscuridad, pero sería más peligroso que útil. Debían mantenerse a salvo hasta el nuevo día para poder ser de ayuda a los desaparecidos. 

Notas de juego

Lo de las guardias dobles no sé si es posible con el reparto de roles que hay en este juego. En caso de que sí, Balmut se presta y apoya la idea. 

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19/09/2017, 22:49
Ella

Ella había pasado estas últimas horas callada, demasiado callada. A diferencia de los dos primeros días, desde que entraron en estas ciénagas en el Bosque Oscuro, algo se había apoderado de su humor, algo le había mantenido alejada de sus sueños, de su Osa. Ni siquiera la noticia de las nuevas pistas que señalaban que estaban siguiendo el buen camino le animaban lo más mínimo. No para de retumbar en su cabeza las palabras del viejo Nerulf “pisad ligero y temed a la hierba del ahorcado...” , al menos esta noche cenaremos caliente ese rico conejo, pensó para ella misma tratando de animarse.

- Krölin , porque habrían entrado en el bosque negro tus compatriotas? ¿Se te ocurre algún motivo?

Sin esperar respuesta, añadió :

- Yo me ofrezco a hacer la primera guardia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He hecho una tirada de alerta por si durante la guardia observo algo raro, pero fracaso! No obstante, no sé muy bien si hice bien la tirada.

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21/09/2017, 18:39
Cuidoron "Arcoderoble"

El elfo miro el pedazo de tela, y el conejo que el hobbit traía consigo. Una buena noticia comer algo de carne. El bosque alargaba sus sombras en esa ultima parte antes de la noche. El hambre hacia aparición y junto a la presencia de aquella parte del bosque, hacían encoger el buen humor del eldar.

- Un buen fuego, y a cocinar - dijo, no tan sonriente como de costumbre, el elfo. - Comamos, ese conejo podría ser lo ultimo decente a lo que podamos hincar el diente - lanzaba furtivas miradas al bosque.

Examino el pedazo de tela sin decir nada. Era bueno haber encontrado un rastro de lo enanos, pero a la vez perturbador. Si se habían internado en el bosque por aquella parte del bosque, algo tenia que haberlos empujado. Si lo habían echo por iniciativa propia, no eran si no unos locos en busca de la muerte.

- El rio sucio, morthmen - dijo en su lengua - No es si no una pestilente abominación a la que es mejor no acercarse, su hedor proviene de la ponzoña y dicen que su solo contacto es capaz de matar un oso - dijo contando los mitos, en su voz se notaba la exageracion. En realidad nadie había probado aquello nunca y seguramente no fuera cierto. Su pueblo no se acercaba hasta allí.

- Pasaremos la noche, mantengamos una guardias minimas y mañana miremos al cielo para ver la luz por ultima vez si hemos de adentrarnos allí - señalaba el bosque. Esa parte del bosque que tanto odiaban los suyos.

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22/09/2017, 18:14
Krölin

El enano estaba devorando la porción de carne que le tocaba de conejo, una pequeña porción para lo que solía ser normal en su dieta. - Ñnmñmnp... No lo sé Ella, es el camino mas... mññnmp... grápido que pofrían hacer. - Los modales del enano dejaban mucho que desear, comiendo y hablando al mismo tiempo, sin embargo, tenía hambre y no iba a desaprovechar la oportunidad de pegar bocado a algo delicioso. 

Muy buena pieza Mungo ... Mñmñnñmm... ¡Felicidades!

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24/09/2017, 01:17
Director

Mungo preparó un delicioso conejo con ayuda de su inseparable sartén lamentando no tener a mano muchos de los utensilios, especias y acompañamientos con los que hubiera sido capaz de agasajar al resto de su compañía. Aún así, el plato preparado por el hobbit resultaba exquisito y tan sólo lamentaron que no hubiera logrado cazar otra pieza más para poder tocar a un bocado más grande cada uno. La hoguera que encendieron sirvió al hobbit como fuero para colocar su sartén y dorar la piel del conejo hasta tener la apariencia deseada. Una vez tuvieron la tripa llena se dispusieron a descansar en el mismo recodo escondido donde los enanos a quienes buscaban habían utilizado días atrás. El lugar les resultó lo bastante sombrío como para organizar un par de turnos de guardia.

Mientras el fiel can de Balmut rumiaba los huesos que le habían dejado y otros despojos del conejo, los miembros del grupo se fueron acomodando abrigándose con mantas ante el repentino frescor de la noche para dormir y reponer fuerzas ante la dura jornada que se presentaba ante ellos. Ella fue la primera que se prestó para la guardia. Se sentó en un pequeño trozo de tierra seca de aquel lugar y se dedicó a contemplar la quietud de las aguas del río mientras repasaban mentalmente una y otra vez las enigmáticas palabras de Nerulf sobre la hierba del ahorcado que tan poco sentido habían tenido para ellos. Entretanto la respiración de sus compañeros fue haciéndose más regular y profunda conforme los sueños se apoderaban de ellos.

Notas de juego

Ella: la tirada está bien heca.

Balmut: a pesar de los roles si que podéis intercambiar tareas para momentos puntuales, y por supuesto podéis hacer guardias.

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24/09/2017, 01:37
Director

La guardia de la beórnida había transcurrido en completa y aburrida calma. Ya llegaba a su final, cuando Ella creyó ver algo entre los árboles del fondo, allá por donde había ido a cazar al conejo con el hobbit. Sus compañeros continuaban profundamente dormidos y ella había tenido que luchar contra su cansancio para no quedarse dormida. Se levantó un par de veces y caminó de extremo a extremo para vencer la monotonía de la guardia. Ya estaba dirigiéndose hacía donde los demás dormían plácidamente para despertar al siguiente cuando lo vio.

En un primer momento se quedó extrañada, pensando que eran imaginaciones suyas. Pero luego volvió a verlo y no le quedó ninguna duda de que sus ojos no le estaban engañando. A lo lejos, entre los árboles, divisó una pequeña luz temblorosa que brilló por unos segundos en la oscuridad y se apagó de nuevo. Poco después, otra luz se encendió cerca del lugar donde había lucido la primera y tras un breve instante de tiempo ésta también se apagó. Brillaron así más luces, una detrás de otra y no todas en el mismo lugar. Algunas más cercanas, otras más lejanas, unas duraban más y otras menos, pero todas se iluminaban en la misma zona cercana al río de aguas putrefactas que habían encontrado ella y Mungo.

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25/09/2017, 13:55
Ella

La respuesta del enano no le convenció en absoluto, aunque la entendía, posiblemente ni siquiera conocía personalmente a sus compatriotas. Ella no conocía demasiado la cultura de los enanos, pero sabía que vivían en ciudades enormes, subterráneas, desde luego, no creo que vivieran como ellos, los beórnidas, en poblados donde todos ayuda a todos. Sin embargo, la unidad del pueblo enano era legendaria, de hecho, por eso estábamos aquí.

Mientras terminaba de rumiar un hueso del conejo todo el grupo fue tumbándose, tapándose y acomodándose como podían para descansar del largo día. Ella permaneció sentada, al lado de los rescoldos de la hoguera aprovechando el calor, que poco a poco empezaba a atenuarse. Se envolvió en su capa y permaneció sentada, paciente, para realizar su guardia.

Poco a poco el sueño fue dominándola, cerró los ojos un momento y cabeceó, volvió a abrirlos y sin poder remediarlo volvieron a cerrársele…

… Ella corría, corría entre majestuosos árboles, corría por un bosque antiguo, lleno de musgo, lleno de verdor y de peligros.

¿Dónde estás? – gritaba sin recibir respuesta.
¿Dónde debo encontrarte? – la histeria le hacía llorar sin control.
¿Dónde te escondes? – corría sin control esquivando los troncos.

Tropezó, la gravedad hizo su trabajo y su cuerpo cayó con todo el peso sobre el duro suelo. Sintió crujir sus costillas machacadas contra las raíces de un árbol, escuchó un rugido, fuerte atronado. Sin pensar en su dolor, se giró rápidamente. Solo pudo ver una zarpa enorme acercándose a su rostro…

…Abrió los ojos sobresaltada, qué fue eso? Ella se había dormido, había fallado al grupo en su guardia!

Se levantó cabreada con ella misma, no sabía cuánto tiempo había pasado, simplemente se estiró y anduvo las 4 zancadas que podía dar si no quería caer sobre cualquier charca. Decidió acercarse a Balmut y despertarle para el cambio de turno cuando de repente lo vio, un brillo al final del bosque, luego otro, otro y otro. Luces intermitentes que aparecían y desaparecían en la zona del río putrefacto, parecían miles de ojos espiándoles, controlándoles.

Agarró y desenfundó su hacha mientras despacio y silenciosamente se acercó hasta su compañero Balmunt, le agitó tratando de despertarle.

- Creo que tenemos visita Balmunt – digo suavemente en la oreja del explorador

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26/09/2017, 13:42
Balmut

Balmut se despertó al primer contacto de la beórnida. En su hogar entrenaban para tener el sueño ligero en extremo, no sabían cuando iban a ser atacados y necesitaban una pronta reacción de la mayor parte de la aldea para defenderse. Y ya tenía el arma en la mano. Otra de las enseñanzas impuestas en su aldea y que muchos consideraban indispensable para sobrevivir en el Bosque Negro. 

El hombre del bosque asintió mirando a Ella para confirmar que estaba preparado. Se puso en cuclillas con agilidad y emitió un gruñido intermitente apenas perceptible. Actuó de forma metódica. Con gesto serio puso la mano sobre su pecho para después señalar hacia varios miembros del grupo que aún descansaban desconociendo el peligro. Quiso indicar a la beórnida a quienes iba a despertar él y se movió hacia ellos con sigilo. Mientras se acercaba intentó localizar la amenaza, aunque en su hogar siempre fue preferible una falsa alarma que alzase la aldea que lamentar perdidas por no interrumpir el reposo. 

Inzim abandonó sus sueños tras la alerta sonora de su compañero. No había sido ajeno al entrenamiento y no tardó en deslizarse entre el grupo para intentar despertar a los más alejados en silencio. 

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27/09/2017, 17:18
Director

Balmut y Ella se encargaron de despertar al resto del grupo. Algunos alarmados por el sobresalto, otros preocupados pero dispuestos para lo que fuera; uno a uno fueron volviendo del mundo de los sueños e incorporarse a la realidad. Tal cual estaban, les costó un segundo recordar en dónde se encontraban y qué hacían allí, sus sueños les habían trasladado lejos, a sus hogares con sus familias y amigos y ahora sentían de nuevo el olor del bosque, las sombras impenetrables y la extraña quietud del aire. Tuvieron que situarse de nuevo rápidamente, pues Ella y Balmut parecían alertados. Especialmente la beórnida que señalaba con su cabeza en una dirección para que todos mirasen en silencio.

Siguiendo la línea de árboles que tenían frente a ellos, en la dirección hacía la que fluía el curso del río Rápido y el camino que ellos habían llevado hasta entonces, pudieron ver una luz temblorosa allá por donde Mungo y Ella habían cazado el conejo antes de montar el campamento en aquel lugar. La luz brilló pálida en la oscuridad cerrada del bosque y se apagó después. Otra luz se encendió cerca del lugar donde había lucido la primera, era bastante similar: una luz blanquecina y temblorosa que brilló por unos segundos antes de apagarse también. Una tras tras, pudieron ver entre las filas de árboles varias luces más que se fueron encendiendo y apagando. Unas brillaban más cerca y otras más lejanas, algunas duraban apenas unos segundos y otras lograban mantenerse durante más tiempo, pero todas se iluminaban en la misma zona cercana al río de aguas putrefactas que habían encontrado Ella y Mungo.