Partida Rol por web

El clérigo, aún en la puerta, vio como el mago salía a trompicones de la estancia entre toses y con aspecto de haber inhalado vapores venenosos. Tras esperar que acabara con lo que estuviera haciendo, y comprobar con sorpresa que la nube remitía, le impuso una mano en el hombro acompañada de un rezo de restauración de la vitalidad perdida.

Con decisión entró al lugar, dispuesto a apoyar en la medida de lo posible al resto del grupo de aventureros. Sospechaba que lo peor estaba por venir, pero no iba a quedarse atrás esperando.

El clérigo pone su mano en el hombro de Alatar, restaurando parte de los efectos del envenenamiento. A continuación entra en el edificio, viendo la macabra escena de los hombres lobo fallecidos en el interior de un área de baldosas ennegrecidas perfectamente circular. Juraría que ha visto antes ese tipo de efecto...

Tras la disipación de los vapores nocivos, la torre queda extrañamente tranquila pues ni un sólo sonido parte de la estancia central de la misma. Al menos por el momento...

No emerge ni un sonido del interior de la torre. Cada miembro del grupo aferra sus armas y se prepara para continuar el combate, libres ya de la molestia de la nube tóxica...

Eredhir avanzó con sigilo hacia el interior de la torre. Sabía que -como mínimo- los dos cultistas del piso superior podían aparecer en cualquier momento...

Eredhir desaparece por una de las puertas laterales...

Entras agachado en la torre, donde una especie de biombo de madera divide la estancia en dos partes iguales. El techo se ha derrumbado, de tal manera que se cuela cierta luz en el interior de la estancia, pero por más que lo intentes, no ves a ningún enemigo por lo que te detienes a pocos pasos de la entrada...

Zaev, vigila el lateral este, voy a asomarme a ver que veo aquí dentro... Garin se acerca a la entrada que hay y observa precavido qué hay en el interior.

Tras una leve inclinación de cabeza hacia Garin, Zaev se esconde entre las sombras, con una flecha lista en su arco. Intenta ver el interior de la torre a través de la abertura que deja la puerta, sin perder de vista la tienda de campaña.

Garin se interna en la torre. Está inusualmente alerta y sin perder el tiempo los ve: los dos cultistas que anteriormente habían disparado a los miembros del grupo en el exterior de la torre se ocultan entre las sombras que arrojan los restos del segundo piso...

Uno de ellos le apunta con el dedo índice y un rayo de fuego pasa rozando la parte superior de su casco. Maldiciendo su mala suerte, se retira tras el biombo mientras el otro dispara su arco cuya flecha se clava inofensivamente en el escudo del enano. A continuación desenvaina una espada corta, desafiando al enano a ponerse delante suyo.

Eredhir ve a los cultistas una vez salen de las sombras para atacar a su compañero, sorprendiéndose al darse cuenta de lo cerca que se ocultaban sin que él los detectase...

A continuación, desde el segundo piso baja planeado una horrible criatura reptiliana de pequeño tamaño con alas y garras afiladas, que sale por una de las puertas y pasa volando por encima de los cadáveres de los licántropos, teniendo cuidado de tocar con sus pequeñas manos cada uno de los cadáveres antes de posarse detrás de uno de ellos...

Casi al mismo tiempo, Zaev y Garin escuchan unas palabras arcanas cerca de donde se encuentran: "¡¡Quiescet, medium homo!!". Zaev tiene una flecha preparada para esa ocasión...

Garin y Zaev pueden distinguir claramente como una silueta flota a 15 pies del suelo y luego oyen unas extrañas palabras: "¡¡Quiescet, medium homo!!". Zaev apunta con cuidado y dispara...

La construcción de la torre es robusta y salvo por el enorme agujero del techo parece todavía sólida. El tabique de madera que divide el centro de la estancia no es más que madera bastante podrida y con un buen empujón podrías derribarlo.

Hay una media escalera de caracol al fondo de la estancia que lleva a una cornisa que es lo que queda del segundo piso y también parece que podría resistir el peso de varias personas.

El clérigo vio descender a la coriácea criatura y sin dudarlo un instante invocó el poder de Pharasma para, tras concentrarlo en su mano, arrojarlo con puntería hacia el extraño ser un haz de pura luz que era especialmente dañina para no muertos. No estaba seguro de qué era aquello, pero en cualquier caso lo consideró un elemento hostil y actuó en consecuencia para cubrir las espaldas a los Eredhir y Garin que estaban más avanzados.

Eredhir! dispara a esa silueta que flota! parece que es ese el que está conjurando! Garin señala a Eredhir donde se encuentra la silueta flotando (a 15 pies del suelo), para que él pruebe de acertarle con su arco.

El rayo de luz golpea a la criatura voladora de aspecto reptiliano que intenta cubrirse con uno de los cadáveres, aunque Garv se sorprende al comprobar que sólo chamusca levemente una parte de las escamas del lomo del bichejo, que abre la boca y muestra varias hileras de afilados colmillos al clérigo con un "Hisssss" de tonalidades agudas...

Pese a las indicaciones de Garin, Eredhir no ve a quién se refiere el enano...