Partida Rol por web

El elfo y yo parece que hemos tenido la misma idea...es posible que alguno de los impostores haya dejado alguna pista de su identidad o procedencia .Registro los camastros y los petates para ver si han dejado algo olvidado o que se les haya caído .Pero de repente caigo en algo.¿Quien se iría sin sus petates ? Con lo que tienen que seguir aquí.. comento pensativo

El pasillo termina finalmente frente a una estatua de chacal con un orbe blanco en sus brazos, y otra estatua de chacal que no lleva nada encima.

Entre los petates encontrais cosas cotidianas, como mudas de ropa (casi todas sucias), dinero, libros mal conservados... Cosas sin valor en general. Nada identificativo.

Sigo al goblin a cierta distancia para evitar que alguna trampa de area nos lleve a todos por delante y ya de paso les comento a los demás para que hagan los mismo y no nos apelotonemos .Es mejor separarse un poco por si nos cae una bola de fuego

Donde ha quedado el pequeño hombrecito? Me muevo justo atras de Tork.

Tork veíá que los piernas largas no se acababan de decidir por qué puerta entrar, así que aburrida decidió abrir la que tenia delante!

Vamoz patazlargaz! Hay que encontrar a loz impoztorez!

¡Hey! ¡Espera hombrecillo! Para que se paran tanto, el factor sorpresa al final lo vamos a mandar al garete...

Con semblante recto volvió hasta sus compañeros. Le podía el investigar, pero la paciencia no era su fuerte.

Voy tras vosotros compañeros.

¿Quiénes sois? ¿Cómo habéis entrado aquí? ¿¡¡Habéis acabado con los guardias, inmundos rufianes?!! - Dice, mientras desenfunda una ballesta de mano de su cinturon. - ¡Explicáos ahora mismo!

Los otros dos se levantan y empuñan un pico y una pala, preparados para defender su vida si fuera necesario

Me quedo algo extrañado de su reacción   ya que parece que de verdad se preocupan por los  guardias ..y sí de verdad  son lo dicen ser ?Levanto las manos para indicar que no busco pelea .Si fuéramos bandidos somos mas y no tendrías mucho que hacer .Digo intentando razonar con ellos antes de que la cosas se salgan de madre .Ademas  deberías de temer a alguien capaz de acabar con los guardias sin presentar señales del combate .Sonrío de manera  abierta .Por suerte , como he dicho somos gente de bien y no asquerosos bandidos. 

Argolyn se sorprendió bastante por las palabras del que se suponía que era un impostor.

-Somos agentes Pathfinder, maldito impostor! Nosotros tenemos ESTO- dijo sacando la wayfinder. ¿Qué teneis vosotros? Rendíos y soltad las armas! No queremos matar a nadie.

Oh! Sois... pathfinders? - La actitud del hombre cambió radicalmente. Despues de decir unas palabras en Osirio a sus compañeros, guardó la ballesta y se acercó a Argolyn. Con calma, sacó una brújula dorada que tenía colgada al cuello por una cadena- Nosotros tambien! Bueno, en realidad solo yo... Ellos son trabajadores que ha contratado el capitán de Ventura para que me acompañen. No sabía que habían mandado a más agentes, realmente no hacéis falta aquí. ¡Estamos terminando lo poco que nos queda! - Sonríe, intentando bajar la tensión - Siento mis modales, en serio. Con vosotros aquí, esto será coser y cant.... Espera, ¿QUE ES ESO?

Horrorizado, el hombre señala en dirección a las baldosas del suelo. Una mano esquelética, rodeada por vendas podridas y amarillentas había levantado la losa más de un palmo, y ya se podía apreciar el cráneo de aquella horrorosa criatura y, trás ella, cuatro seres más pequeños, pero con apariencia similar...

Los mineros sueltan sus herramientas y salén corriendo hacia la salida, gritándo presas del verdadero pánico (De vosotros depende dejarles pasar o no).

Esto sucede gracias a que gente incompetente se dedica a "investigar" o sepan los Dioses lo que estuvierais haciendo aquí dentro. Suspiró. Para su suerte. Golpeó de nuevo al monje con el hombro, confidente. estoy... Estamos aquí como expertos cazatesoros.

Ávido como un rapaz, descolgó el arco de su hombro y dirigió su mano izquierda hacia el carcaj que portaba en su cintura. Adelantándose un paso, fijo su mirada en la momia tratando de vislumbrar algún punto débil, tensó el arco y liberó dos flechas contra el cadáver.