Partida Rol por web

Arlanzor se acercó al mapa e intentó entender lo que ponía.

Por cierto, se me pasó comentarlo...Umok es una ciudad de gnomos a lo largo del noreste del borde de la madera de chitter. Los gnomos aquí a menudo chocan con las tribus locales goblin. Con el fin de disuadir los ataques de los goblins, la ciudad ha prohibido el fuego a menos de 500 metros de la ciudad. Luz mágica y alquímica reemplazan la necesidad de llamas abiertas y por último, los animales locales son amigos o encantados con ayudar a defender el asentamiento. Aunque amigable con los gnomos, luchan ferozmente para defender a Umok y sus habitantes de forasteros hostiles.

Sí, yo también había escuchado algo parecido. Pensaba que ya lo había comentado... mmm...

Se quedó pensando que, o bien estaba más distraida, o bien se le estaban empezando a olvidar cosas.

En cualquier caso, vayamos a donde ha dicho Valalla, ¿No? Con cuidado de provocar a los animales, por favor.

-Pues en marcha -dijo Arlanzor en alto apremiando a sus compañeros con ganas de comenzar una nueva aventura.

-Habrá que tener cuidado de no hacer fuego y de no meternos con los animales. Vega, ¡al turrón!

Adelante pues...

Os sigo, compañeros! - Gliss se contagia del entusiasmo de Arlanzor, dispuesta a recorrerse la montaña entera para encontrar de dónde salieron los goblins.

Thiran no se pierde la oportunidad de volver a cercenar goblins

Yo abriré el camino

Tanto Valalla como Gliss parecen encontrar algunas pistas sobre la ubicación del antiguo campamento, junto a algunas preguntas al gnomo carnicero, que sugieren que la ubicación de la base debe estar al este de Umok, en las estribaciones de las montañas Aspodell.
 

Os poneis de camino, animados, pero tras unas horas os encontrais con un terreno abrupto y dificil.

Stryga había oido muchas historias y conocido mucha gente y sus conocimientos eran amplios. Por eso, cuando llegaron a terreno difícil, se paró y, confiada en los dones de Irori, pensó a ver cuál sería la mejor forma de actuar.

Curro se encontraba en su terreno. Los sitios abruptos y de difícil acceso del monte, ideales para las emboscadas que realizaba antiguamente como bandolero.

Los sentidos del pícaro no empezaron en buena forma, y "viendo" lo espeso que estaba Kiko aquel día, decidió echar una mano en la exploración  a Valalla.