Partida Rol por web

El gnomo responde al mediano:

-Tu amigo de piel oscura me acaba de preguntar lo mismo, pero no tengo ni idea cof, cof, es verdad que las últimas que me han vendido estaban bastante paliduchas.-

Tras un rato de descanso, Zak se comienzo a plantear que es lo que está haciendo en este lugar "La gente no vale nada. Si los leñadores son parecidos, no me molestará eliminar a alguno. Sea que tengan que ver con la plaga... o simplemente que se beneficien con ella"

Recostado en el pasto, con su espalda apoyada en un árbol, un pensamiento se abre paso en su cabeza - Los barriles - exclama en voz alta mientras se golpea la frente "serán esos de los que debía averiguar su marca?" se plantea mientras e pone de pie, acomoda sus bártulos y se prepara para volver al pueblo

"Con suerte, los barriles tienen alguna indicación del origen" sigue pensando mientras se acerca a la taberna y verifica si hay alguien cerca de los toneles antes de intentar acercarse para revisarlos

- ¿y hace cuanto que vio que le habian vendido la primera de esas fatas palidas? - pregunto mientras voy pagando todo lo que acabo de comprar - parece que tiene una tos preocupante, deberia ir a ver al herbolista.... - atentamemte voy guardando mis nuevas adquisiciones mientras observo a Khyron - y una ultima pregunta ¿quien le vende esas hadas? nos gustaria hablar con el...

La verdad es que están en mitad de la calle apilados contra la pared de la taberna. No habría ningún problema en que te acercaras y les pegaras un vistazo.

La primera me la trajeron hace unos cinco días, pero respodiendo a su otra pregunta, todo el mundo sabe que yo compro hadas... no me acuerdo de quien me las trajo en particular...

Bah... ya se pasará esta tos y palidez, la herborista es una inutil, si tuvieramos aquí un buen clérigo de Asmodeo... otro gallo nos cantaría.

- muy bien amigo... me anoto su interes en las hadas, quizas podamos traerle alguna ... supongo que tambien estaria interesado. Discupa la interrupcion Kyrion, puedes continuar con tu charla.... - me voy haciendo un gesto con la mano a modo de disculpa, por si acaso habia interrumpido algo...

Casi sin darse cuenta, el mediano avanzó hasta lo barriles e intentó descubrir alguna marca en ellos que le diera una pista de quien los comerciaba "Solo espero que sean estos los barriles que busco" se planteó mientras sus ojos verificaban las marcas en las duelas

Tras una larga conversacion con la gente de la otra taberna que me ha conseguido mucha informacio y que el plan haya salido como debido en el momento que pude generar la distraccion salgo de la taberna con una sonrisa en el rostro y me dispongo a dar una vueltilla por la zona que parezca mas cuidada de la ciudad a ver si veo algo mas

Los barriles están marcados con el símbolo de una estrella de nueve puntas dentro de un triángulo equilátero.

El burdel/casino es un lugar bastante deprimente con los juegos amañados donde algunas campesinas venidas a menos intentan ofrecerte sus encantos para conseguir su cuota de monedas diarias, vigiladas en todo momento por sus chulos.

Eres bastante solicitado, con lo que deduces que serías una mejora en aspecto sobre los clientes habituales, sin embargo no logras obtener ninguna información sobre la plaga o sobre las hadas, pero no notas que se guarden nada, simplemente no lo saben.

Sin embargo cae la noche pronto y te parece que es el momento de poner en práctica tu plan.

El mediano observó con cuidado la marca y la registró en su mente, esperando que ese símbolo fuera el que el pasha le había solicitado. Una vez que registró el dato en su cabeza, elevó la vista y buscó el sol. No tenía demasiadas ganas de compartir nada con la gente de ese pueblo, no con la forma de pensar que, parecía, era la habitual del lugar

El sabía medir el tiempo y sabía que lo esperaban cuando se pusiera el sol, así que era solo cuestión de ver si ya debía volver o volvería a tirarse bajo los arboles. Hasta donde era capaz de imaginarse era la mejor forma de pasar el tiempo en un lugar como el que estaba.

No falta mucho, tu rato debajo del árbol te ha sentado muy bien y el tiempo se te ha pasado volando...

Acudo a la posada para cambiarme. Intento pasar desapercibido, si es posible, incluso sin salir por la entrada principal, cubriendome con puertas, esquinas y sombras. No me cuesta demasiado llegar a la casa de la Herbolaria. Antes me he asegurado de meter en la mochila todo lo que pudiera necesitar, la cuerda con gancho y los pergaminos, tinta y pluma para copiar la receta y llevar a cabo mi mision.

Vigilo uno minutos para comprobar el trafico de la calle, y aprovecho para comprobar cual es la mejor manera de subir a la chimenea. Mis ropas oscuras recien estrenadas me permiten moverme con mas soltura por las sombras.

"Colgare el gancho de la chimenea y descendere por la cuerda" pienso antes de subir. "Una vez dentro espero no tener muchos problemas para encontrar lo que ando buscando" y antes de ponerme a "Trabajar" reviso una vez mas que no hay nadie por los alrededores.

La expedición nocturna empieza en el callejón cercano mientras trepas al edificio, no observas a nadie por las calles mientras te introduces por la chimenea dejando sabiamente una cuerda con garfio para poder trepar después.

Gracias a tu cuidado no caes en el caldero que está encima de las brasas de la chimenea.

Una vez dentro enciendes una luz tenue que no puede ser vista desde fuera y registras la herboristería; al principio te desesperas un poco y luego te desesperaas más entre miles de potingues, hierbas y raíces, además ninguno de los papeles que ves con recetas es la que buscas.

Un objeto llama la tu atención, es un enorme libro que pasas a examinar, es un libro de recetas, escrito en un idioma (o clave) que no entiendes, pero lleno de anotaciones de otra persona; imaginas que es de la herborista y que es ella quien hace las anotaciones para traducir las recetas.

Empiezas a pasar las páginas desesperado por encontrar la receta ya que no la ves por ninguna parte, al cabo de bastante tiempo la encuentras apuntada en la contraportada, (con una anotación que es un tipo de antiveneno y que se lo dio a los caballeros águila de Andoran)

Sin embargo está en clave (o en un idioma antiguo).

Me muevo con agilidad por el herbolario, buscando solo aquello que me han mandado, loa formula, aunque mi curiosidad casi me obliga a llevarme alguno de aquellos frasquitos de colores (que no tengo ni idea de para que pueden servir), prevalece las ordenes que he recibido de Taldor. Asi que por una vez, una de la spocas de mi vida, me aguanto y con la receta en mi mochila, me largo por donde he venido...

Una vez en mi habitacion, reviso la receta con la esperanza de encontrar algo, antes de que el sueño me venza.... y descanso placidamente hata la mañana siguiente

Khyron sale tras el duque, no sin antes despedirse del gñomo.
De acuerdo...tenemos un trato eh? Te traeré todas las hadas que encuentre.

Una vez afuera, corre hasta dar alcance al duque...