Partida Rol por web

Yusmy avanzó a la carrera por los pasillos y subió las escaleras con intención de salir al salón central a través del escenario, quería ver qué estaba sucediendo y de paso hacer una entrada triunfal para, ya puestos, abrirles la puertas a los nobles y localizar a uno que se ajustase a lo solicitado por su facción, noble venido a menos o funcionario.

Yusmi llegó a la sala central, donde como quince aturdidos nobles de sexo masculino, habían sobrevivido, protegiendo a como el doble de damas. 

También sabía que otras dos docenas estaban escondidos donde les habían dejado.

Entre los que contempló, más de la mitad cumplían los requisitos. Pero probablemente los que salvaron ellos antes mostraran una disposición más favorable.

Trabajo duro golpeando con el martillo, hasta hacer polvo el altar impio. No importaba lo que costase, no importaba cuanto sudor tuviera que derramar en aquella empresa. Pero aquel maligno objeto no debía continuar afectando a este mundo.

Miro de reojo al enano, agradeciendole con la mirada su ayuda.

La increíble resolución y firmeza de Toshiro, ayudado por Stilgur hace que la piedra se parta en trozos al cabo de algo menos de media hora.

La luz verde se desvanece del todo y sentís que el pesar que agarrotaba vuestros corazones se disipa.

Tras el esfuerzo subo arriba, a ver donde está el pequeño atranca-puertas y ver al resto de los nobles supervivientes.

Abandonando el pabellón central con un ¡Ya hemos acabado con la amenaza, podéis sanar a los heridos y empezar a salir al exterior!, Yusmy se dirigió hacia la sala donde se había quedado el primer grupo.

Entró con una sonrisa y sacudiéndose la mano. ¡Listo, nobles señores, los aguerridos miembros de la Sociedad Pathfinder han eliminado la amenaza! les dijo como quien acaba de sacar una hornada de pan. Si se dirigen en aquella dirección, encontrarán un camino limpio, salvo por cadaveres de zombies, en dirección a la salida.

Según empezaban a salir, agarró a uno de ellos que encajaba con lo que buscaba y le relentizó. Verá, no he podido fijarme en sus nobles ropajes y su regio porte, ¿Señor...? sin dejarle casi terminar, continuó con su retahíla. Tengo una propuesta altamente lucrativa, que es para lo que venía hoy a la Ópera, que estoy seguro que le interesará...

-Aparta mediano, ser inf... ¿Lucrativa, has dicho? ¿Cómo de lucrativa?

Yusmy sonrió al noble sin hacer caso de los insultos que el desagradecido le había dirigido. Sabía que muchos desearían clavarle repetidamente la daga en la espalda pero él no era de esa clase y siguió con su venta.

Verá, desde Andoran empezamos a tener superávit de... sacó disimuladamente una de las barritas de oro de su carcaj de materias primas. Claro, mis compatriotas están deseando compartirlas con sus amigos saca una segunda y juega con ella entre los dedos a los que no pedirían nada a cambio, ahora mismo. Si supiéra de alguien que esté dispuesto a echarnos una mano en un futuro, quizá éste saca una tercera barrita sería el primero de numerosos envíos...

Mira entonces al noble, con una mirada inocente hacia la altura del humano. ¿No conocerá usted a alguien así, verdad?

-Tengo todo tipo de contactos.- Su cara ha cambiado completamente al ver el oro...-Si hay más envíos como éstos viniendo... puedo garantizarle a usted y a quien represente todo tipo de favores y privilegios.

Después de usted. dijo Yusmy haciendo una reverencia e indicando el camino al noble.

El unico que se acordo de los caidos fue Tyr, que tambien habia sido uno de ellos. Acomodo a Vientohelado y le bendijo con uno de los dones que Asmodeus le habia dotado.

- Despierta valiente. Hoy no es tu dia para morir. Tus dioses tendran que seguir esperandote.

A continuacion reviso concienzudamente los cuerpos inertes (todos, el de la clerigo, el de el antiguo pathfinder y el de los zombies)

Ya han sido registrados y el botín está ahí, pero Tyr identifica las pociones como una de curar heridas moderadas y otra de invisibilidad.

Que si queréis tomároslas perfecto, pero nada de apuntar nada, porque ésto se vende y listo. (Normas de la sociedad).