Partida Rol por web

Pese a que ejecutar a Gnarl fuera lo único presente en su cabeza, de reojo pudo observar como un artefacto incandescente se dirigía hacia su posición. Bruscamente se apartó de su trayectoria, sin embargo no pudo evitar sufrir daños debido la explosión.

En el ultimo momento el capitán se aparta, evitando parte del daño de la bomba. Acto seguido ejecuta un tremendo golpe contra Taldgrim con su hacha.

Faysal esquivó como pudo la bomba pero no le dejó mucho equilibrio como para golpear bien.

El capitán esquiva el golpe de Faysal. Aún con sus heridas es un adversario formidable, y no planea dejar de combatir hasta acabar con vosotros.

-Esta vez no correras la misma suerte
Apunto con la ballesta al capitán, pero resulta difícil dado que se encuentra en combate con mis compañeros. Creo ver una apertura para disparar, pero cuando voy a apretar el gatillo un aliado se cruza y me veo obligado a desviar la ballesta para no dañarlo
-¡Pero que clase de brujo nos ha echado tal mal de ojo, no se puede tener tan mala suerte!-mientras decia esto cargaba un nuevo virote en su ballesta a la par qu refunfuñaba por no acertar sus anteriores disparos.

Qyeo'd, temeroso de impactar en sus compañeros, toma demasiadas precauciones y falla el disparo.

Apuntando con cuidado de no acertar a mis compañeros, tenso la cuerda del arco. Espero acabar con esto de una vez. Me concentro y suelto la flecha.

A pesar del riego de ser alcanzado, Taldgrim se aprovechó de la posición de Faysal para conseguir asestar un golpe a la criatura mientras ésta se batía con él. 

El capitán no pudo reaccionar. El hacha se hundió en sus costillas provocando una hendidura que hizo que el gnarl se desplomara como un castillo de naipes: miembros se separaban del cuerpo a la vez que caían.

Un resoplido de cansancio terminó la pelea.

El capitán creia que aquel anciano no era una amenaza. Creyó mal. Antes de que pudiera darse cuenta, el hacha de Taldgrim estaba cortando su cuerpo, y no podía apartar la mirada de esos ojos... Vacíos, sin vida, sin sentimientos.
Quizás en su siguiente vida tenga menos en cuenta las apariencias. Pero ahora ya era tarde.

Enhorabuena, pathfinders! Habéis conseguido rescatar a la señorita antes de que el barco zarpara, y tenéis pruebas suficientes para encarcelar a Pardu. Aquí concluye vuestra aventura, si queréis podéis darme vuestro correo electrónico y numero de la sociedad para que rellene las crónicas y os las envíe por correo.