Partida Rol por web

Paz y Ego

7. Manualidades

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09/06/2014, 01:38
Sir Seve

Clarisa se dejó hacer, concentrada como estaba en proteger su pelota. Seve le dio un puntapié a la otomana donde estaba sentada y le chistó.

-Niña, que no te la va a quitar. -Se incorporó y bostezó sin molestarse en taparse la boca-. ¿Qué Ensueño, qué dices? ¿Estás fumada?

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09/06/2014, 01:39
Amaia

-Ni un poco. ¿Te hace o no te hace? Tengo que ir a hacer un encargo para Liliana y he pensado que podías mover el culo. Menudo caballero, el caballero de la pelota. Venga, vamos a darnos una vuelta. Coge unas flores para tu Lord si te apetece. A ver, no te voy a mentir; me da un poco de canguelo, así que si vinieras me harías un favorazo. ¿Te vienes?

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09/06/2014, 01:55
Sir Seve

Seve se inclinó hacia delante y apoyó los codos en las rodillas, muy interesado. Mientras Amaia hablaba él miraba hacia el fondo de la sala, donde estaba la recia escalera de caracol que llevaba a las estancias superiores. Se pasó la lengua por los labios y se levantó para sentarse al lado de Clarisa, que saltó al sofá ahora desocupado cuando el caballero intentó rodearle los hombros con el brazo.

-Hhhhhmmm. ¿Ahora mismo? No puedo dejar sola a Clarisa, que me tira la torre abajo.

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09/06/2014, 01:57
Amaia

-Pues que alguien más la cuide, caballero-niñera -dijo Amaia poniendo los ojos en blanco-. Tío, esta mierda es seria. Lo necesito de verdad. Te deberé un favor. O dos. Venga, échale la cría a otro y acompáñame. Por faaaa...

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09/06/2014, 02:10
Sir Seve

-Mucho trabajar para Liliana pero aquí no te he visto coger un plumero, eh. Vaya morro que tienes. -Resopló de manera muy exagerada, se volvió hacia la pared del fondo y puso los ojos en blanco-. Venga, vale. Si es tan importante para ti, entonces me apunto. Pero dándonos un poco de vida, ¿eh? Que no tengo toda la tarde. Clarisa, que me marcho. Piérdete un rato.

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09/06/2014, 02:12
Clarisa

El pooka se inclinó para darle un beso en uno de los chichones de la frente, pero Clarisa se zafó a empujones y salió corriendo a una velocidad que incluso Amaia hubiera tenido problemas para alcanzar.

-¡Déjame! -chilló, furiosa, mientras desaparecía por el pasillo.

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09/06/2014, 02:14
Sir Seve

A Seve se le quedó cara de tonto, y siguió a Clarisa con la mirada con aire dolido. Sin embargo, se puso en pie de un salto y se estiró sin decir una palabra al respecto.

-Tú dirás.

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09/06/2014, 02:14
Amaia

-Porque soy parte de la defensa del feudo, imbécil. Si no hay guerra no tengo curro.

Amaia le apretó el brazo y tiró de él para bajar por las escaleras a toda prisa.

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09/06/2014, 14:31
Director

Seve cogió su plumas y las llaves del coche de Lord Marcel (aseguró muy vehementemente que al Conde no le importaría) y se pusieron en marcha. Seve resultó ser peor conductor aún que Blanca, pero donde la troll era temeraria, él era prudente en exceso y no parecía entender muy bien la diferencia entre limpiaparabrisas e intermitentes. Aparte de cuando se caló el coche mientras cogían una curva montaña abajo Amaia no tuvo demasiados motivos para temer por su vida.

En Pozoverde les recibió una quimera, que les abrió la puerta y desapareció a toda prisa. El salón de audiencias estaba vacío, salvo por una gran serpiente amarilla que dormitaba en el trono de Lady Remedios y la Meneos observando desde el quicio de la puerta. La primera les ignoró, mientras que la segunda se marchó a toda prisa en cuanto la vieron. En el centro de la estancia estaba el Paso que daba nombre al Ducado, un estanque de aguas verduzcas a través de cuyo fondo, en teoría, se accedía al Ensueño.

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09/06/2014, 14:33
Sir Seve

-¿Ahora qué? ¿Puedes abrirlo? -preguntó Seve sin quitarle la vista de encima a la serpiente.

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10/06/2014, 23:00
Amaia

-¡Anda, dile a todo el mundo que estamos aquí!-gruñó Amaia a la sluagh cuando la vio escabullirse-. Pues... no, ni puta idea. ¿Tú?

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11/06/2014, 01:12
Sir Seve

-Ni idea. Se me ocurre que podrías lavarte la cabeza, ya que estamos aquí -sugirió Seve, y se encogió de hombros como intentando sacudirse un escalofrío.

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11/06/2014, 01:12
Roque

Un hombre llegó trotando por el pasillo por el que la Meneos se había marchado. Era Roque el Heraldo, sudando, resoplando y con un papel arrugado en la mano. Miró a Amaia, a Seve y de nuevo a Amaia mientras intentaba recuperar el aliento.

-Buenas. -Un resoplido-. ¿Qué tal? Me manda Liliana. ¿Estáis aquí por Liliana? -preguntó, mostrando el papel que llevaba.

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11/06/2014, 01:14
Amaia

-Y tú podrías lavarte el ojete. Te lo huelo desde aquí y apesta a gabacho -espetó Amaia, que consideraba la idea de lanzarse al pozo sin más y esperar aparecer en el Ensueño.

Por suerte llegó Roque y la salvó de hacer el ridículo.

-Sí. ¿Nos abres tú el Paso o qué?

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11/06/2014, 15:17
Roque

Seve respondió con un expresivo gesto del dedo corazón, y Roque asintió mientras tironeaba el cuello de su camiseta para airearse.

-Sí. Liliana... perdón, Lady Liliana me ha prometido que le echa un vistazo al camión. Vais al Ensueño, ¿eh? Vaya viaje más raro, tan de repente. ¿Os vais de Búsqueda o algo?

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11/06/2014, 15:21
Amaia

-Vamos a buscar las bragas de Lady Aurora -dijo entre dientes-. ¿Nos abres?

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11/06/2014, 17:00
Roque

Roque dio un paso atrás, muy indignado, pero no dijo nada. Poca gente estaba dispuesta a encararse con un redcap sin una buena razón, menos aún un boggan. Carraspeó y se sacó algo del bolsillo del pantalón. Era una piedra negra, lisa y redondeada, del tamaño de un huevo de codorniz. Rodeó el estanque y dejó caer dentro el guijarro.

La piedra se hundió sin ninguna onda ni salpicadura, y de inmediato el fango verdoso se disipó. La parte de Amaia que había despertado mientras huía de la ertzaintza se agitó en anticipación, y desde el fondo del Paso, ahora de aguas cristalinas, se dejaba sentir el Glamour, cálido y brillante como el primer rayo de sol después de un largo invierno.

-Ya sabéis cómo va esto -dijo Roque, ahora hostil-. No os salgáis de la Senda de Plata, no hagáis caso a nada de lo que veáis u oigáis, cuidado con los flirchis y que no os maten. Saltad al fondo.

Seve miró a Amaia y obedeció soltando una risotada alegre. El chapuzón salpicó a los otros dos changelings, pero cuando las aguas se asentaron el pooka había desaparecido.

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11/06/2014, 17:05
Amaia

-Hey tío, perdona. No quería sonar borde.

Pero tampoco quería decirle a qué iba. Si le contabas cualquier cosa a un boggan, al día siguiente lo sabía hasta tu madre. Sobre todo tu madre.

Levantando una mano a modo de despedida, Amaia saltó al pozo. Era la segunda vez que iba al Ensueño, la primera que lo hacía sola, y acojonaba. Vaya que sí. Por suerte, sólo iba a buscar un poco de piedra y nada más.

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11/06/2014, 17:41
Director

Lo único que sintió durante un instante fue ingravidez, la sensación de estar suspendida en el vacío. A su alrededor no había más que un vacío verde; las paredes del estanque habían desaparecido. Sólo un momento después una fuerza invisible la arrastró hacia el fondo, y antes de que le diera tiempo a sorprenderse estaba al otro lado, seca y deslumbrada por el sol. Hacia un calor asfixiante, y empezó a sudar de inmediato.

A su lado estaba Seve, y detrás de ellos, en el suelo, se abría un túnel que descendía hacia la oscuridad. Estaban en un secarral que se extendía en todas las direcciones, hasta donde alcanzaba la vista. Delante y detrás de ellos estaba la Senda de Plata, que no era sino un camino de hierba seca aplastada, que alguien parecía haber pintado de plateado.

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11/06/2014, 17:41
Sir Seve

-Qué calor, joder -se quejó Seve mientras se quitaba la chaqueta-. Bueno, ¿qué estamos haciendo aquí?