Partida Rol por web

(jadeando) -Señores-  (vuelve a jadear) -Hay más horrores en ese pasillo - (jadeo) -Parece que asesinaron a muchos mineros cruelmente, et algunos han* muchas ganas de levantarse et matar a los vivos. Tendámosles una celada aquí en la apertura del pasillo, que ellos sólo puedan venir de uno a uno et nosotros podamos atacarles todos a una.

Escupo al suelo y me encojo de hombros-ea-me coloco a un lado de la avertura y espero que salgan-quizás tendría que atraerlos slguien-

Al pensar nuevamente en estas aberraciones,  un escalofría me recorre el cuerpo, asintiendo al caballero

Tienes razón, no podemos dejar libres semejantes aberraciones.

Quizás podamos hacer algo de fuego, no sabemos si esas cosas le temen, o no, al fuego. Quizás Pacu podría prender alguna antorcha y que Gaizka los mantenga con el fuego mientras vosotros les cortáis en pedazos

   Gémidos y gruñidos vienen del fondo, nubes de moscas preceden un chapoteo y un minero aparece con el pico en alto y se dirige recto hacia el caballero. Tras él se distinguen ruidos y formas oscuras que se aproximan.

Aún estaba impactado por lo que acababa de ocurrir. Enfréntame a numeras bestias en el pasado, pero aquello? Aquello no tenía nombre. Ni en las leyendas contarme nunca nadie igual a aquello. Solo le podía a pedir a Dios que mi hijo no viera que pasar por nada semejante. Mi esposa... razón llevabas de que no debierame alejarme de los montes nuestros.

En esas estaba cuando el caballero me sacó de mi cabeza y mis montes de nuevo. Más había? Una jauría de lobos pareciome ahora un cuento de niños comparado con aquello.

No había tiempo para pensar en el pasado. Mire a Aritz intentando darle valor y me puse al frente junto al grandullón de nuevo.

Avanzar u mori

Apreté los dientes, aquel mordisco en la pierna dolía como un demonio.

No tenía claro que el resto tuviera, aunque cualquier que saliera a recorrer los caminos debería de llevar un pedernal y un yesquero, pues siempre tenías que hacer noche por los caminos y un fuego era bienvenido.

¡¡¡PASCUUU!!! tienes que recuperarte, ayudar en lo que puedas. Saca tu yesquero y pedernal y enciendo una antorcha. Si no tienes, ayúdate del cándil. 

Señora, por favor, ayude a Pascu a encender la antorcha mientras mantiene el cándil por encima de la cabeza. Los de ahí delante necesitan toda la luz que podamos darles.

Acto seguido, me coloco por detrás del caballero, que se había colocado en el medio y, con la cruz en la mano comienzo a santiguarme. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Me pongo a la vera de mis compañeros y espero a que los muertos vivientes aparezcan.

Cuando lo hacen descargo mi hacha al pecho del primero.¡Vamos!-grito para darno ánimos.

Teodoro esperó a que llegara el ser y le tiró dos rápidos espadazos* con poco éxito.

-Vamos con todo, antes de que hayan de llegar sus compañeros del infierno

¡Primer asalto!

   Con un gran gemido aparece tambaleandose en la bifurcación el minero, a pesar de que graves heridas y tajos muestran sus intestinos y parte del cerebro, se mueve hacia vuestra dirección. Más no preocuparse de este primer embite vuesas mercedes, no se sabe si es por rabia o por ser el primero que vió, que se lanza enloquecido en pos del caballero pico en alto. Ver a un minero que debería estar muerto y siendo pasto de gusanos caminando es una gran impresión que hace tambalearse lo que creían algunos saber de la vida y la muerte.

   Poco dado a metafísicas y cosas de pisapapeles, Goyo se adelanta y da un tremendo hachazo en el pecho al minero, abriéndolo casi en canal, chorrea sangre y parte de las entrañas pero tras tambalearse un par de pasos hacia atrás avanza hacia Don Teodoro.

   El caballero lanza una estocada que en la débil luz falla, no pierde el tiempo y lanza otra estacada, pero tampoco consigue alcanzarle en esta ocasión y el minero alza el pico.

   Más no lo baja porque Gaizka es más rápido y da un tremendo tajo en diagonal a la altura de la cintura del minero, con gran potencia, desgajando de cuajo la pierna y mandando hacia atrás los restos del minero que cae al suelo para no volver a levantarse ya más.

   No ha terminado el asunto, pues otro minero se recorta en la entrada del tunel y avanza hacia vosotros.

 ¡¡¡PASCUUU!!! tienes que recuperarte, ayudar en lo que puedas. Saca tu yesquero y pedernal y enciendo una antorcha. Si no tienes, ayúdate del cándil. 

Señora, por favor, ayude a Pascu a encender la antorcha mientras mantiene el cándil por encima de la cabeza. Los de ahí delante necesitan toda la luz que podamos darles.

   Pascu, con calma, saca una antorcha de su morral y un yesquero con ayuda de Lady Jimena prende fuego a la antorcha.

El hachazo en el aquel desgraciado me sentó como comilona en ayunas. No era yo muy dado a mancharme de sangre, lo mio es más distante, pero se puede decir que disfrute. Estaba tan alterado que al ver la cara del grandullón apuntó estuve de soltarle un hachazo. El cabron era más feo que aquellos bichos. Resople y doble la cabeza, lo último que querría es perder a nadie allí.

Volví a mi sitio, allí venía otro...

Yo seguía a lo mío. Repartiendo hachazos a los no muertos y cubriéndome de sangre. Esta vez descuidé mi defensa....sólo esperaba que el bastardo no muerto fallara.

En estas veo a Gaizka mirándome, pongo una media sonrisa.....entiendo su satisfacción al liquidar al no muerto, pero aquí quedan muchos más.

¡Segundo asalto!

   Pasando por encima del cadáver del minero muerto abatido, aparece otro minero con terribles heridas y pico en alto que se lanza contra el caballero. Al pasar al lado de Goyo le da un tremendo tajo con su hacha en la espalda, un golpe que habría matado en el acto a una persona normal pero que no detiene al minero. Gaizka intenta rematarlo pero está mal situado y su golpe pasa lejos.

   Por ventura el hachazo de Goyo desequilibra al minero que falla el golpe asesino sobre el caballero, Don Teodoro se prepara para contraatacar.

   Detrás de este, se ve como al fondo se perfila otro minero que se se acerca pico en alto.