Partida Rol por web

Los rayos de sol llegan al ocaso. Fue a primera hora cuando abandonaron la posada del Gran Venado donde el joven Adham Dannett se encargó de informar a todos los que quisieran escucharle de la deslealtad de la Casa Swanriver. Por el camino se iban viendo cada vez mas transeúntes conforme se acercaban a Desembarco del Rey, todos juraban venganza por las injurias cometidas contra la Casa Dannett.

La puerta de los Dioses se encuentra situada a las afueras de Desembarco del Rey. Una larga cola aguarda pacientemente su turno de entrar en la capital de los 7 reinos.

La comitiva además del Joven Adham se encontraba su hermano menor Edrick. Ambos escoltados por Ser Galdar Ríos y Booker Dewit por orden del señor de la Casa Dannet consciente del peligro que sufrían sus únicos herederos tras la mala acción de la Casa Swanriver. A la comitiva además del Maestre Ferris para tratar las lesiones del torneo y el ruidoso bribón Nacon, se unió tras mucho insistir Ruben Piper, el prometido de Iris Dannet, acompañado de su escolta con la esperanza de encontrar a su novia fugada, nervios por la boda tal vez...

La voz altiva del heredero no tardó en llegar. -Vamos para allá. -Ordenó-. No olvidéis que debemos preguntar por la explanada del torneo para montar las tiendas de campaña. Estoy seguro que los Swanriver no tardarán en llegar así que tendremos que estar preparados. Allí también buscaremos a mi hermana y solicitaremos audiencia con el Rey para reclamar justicia.

- ¿Va a seguir haciendo este maldito calor toda la vida? Puaj- escupió el pequeño salvaje que se iba apoyando en su lanza a cada paso que daban. 

- ¿Vamos a esperar aquí con el resto de los arrodillados? Menuda perdida de tiempo, esto es una mierda- termino el pequeño mientras se rascaba la entrepierna por debajo del taparrabos. El señor Dannett había insistido varias veces en que se vistiera como era debido... pero era imposible, no por desobedecer al señor que tan bien se estaba portando con él, pero es que ir tan tapado tan al sur... es que era de imbéciles, aunque por lo que había visto hasta el momento, se ve que al otro lado del muro estaba plagado de ellos. 

Allí también buscaremos a mi hermana y solicitaremos audiencia con el Rey para reclamar justicia.

"Ñeñeñe, para reclamar justicia... soy un niño mimado blablabla, soy tan blando que como me rompa una uña iré llorando hasta papá, ñeñeñe... deberíamos ido a ver a los Swanriver y haberlos matado en su propia casa eso les hubiese enseñado una buena lección a esos idiotas..."

Durante el viaje Booker hizo poco más que mirar la crin de su caballo. Aunque pareciera absorto en realidad solo estaba distante, era casi imposible para el no estar en alerta constante, pero prefirió no interferir mucho en las conversaciones y los encuentros que tuvieron, muchos clamaban justicia y venganza, y posiblemente la justicia tuviera que ser impartida por él, aquello era serio, no iba a divertirse en el torneo, además Ser Alfric le pidió proteger a su simiente, y el aceptó, tenía que cumplir su palabra.

Entonces el chiquillo empezó a ponerse nervioso, extrañamente el salvaje le caía bien, sabía cuidarse por su cuenta, no parecía un inútil y solía saber cual era su lugar. -Tranquilízate rapaz, no estamos en nuestras tierras, ten cuidado con tu lengua, nos podría meter en problemas- lo dijo sin maldad ni desprecio, no pretendía darle una lección ni un escarmiento, simplemente le señalaba lo inoportuno que podía ser ofender a un guardia o a un caballero.
Después miró a Adham para, con un movimiento de cabeza, indicarle que lo había entendido. Dejaría las objeciones y consejos a Ser Galdar y a Ruben, su misión no era sacarle las castañas del fuego al joven heredero.

Mirando al resto, se apoyó en la empuñadura de su espada. Habían viajado muchas leguas sin ningún problema, pero sus pantorrillas ya estaban doloridas de tanto cabalgar.

- Desembarco del Rey. Un lugar en el que habría más enemigos a su alrededor que en una batalla. Perfecto.

Acercándose tras las palabras del señor, lo miró con una sonrisa y, mirando al resto, dijo:

-Sería prudente de momento centrarnos en encontrar alojamiento, y después seguir adelante. Si nos cruzaramos con algún Swanriver, deberíaimos templar nuestro ánimos y no ponernos a su altura. La venganza se sirve en un plato frío señor, paciencia.

Siguieron adelante, siempre escoltado con sus mercenarios, y cuando el salvaje empezó a hacer de las suyas, se acercó a él, sonriendo, y le dijo algo al oído.

-Nacon, deja de hacer de las tuyas, aquí nadie va a tener el más mínimo aprecio por tu vida, y con cada descortesía tuya propicias la vergüenza a esta Casa y a su reputación. Haremos una cosa, no abrirás tu boca, y si por algún casual, ofendes a alguien, te encerraré en una jaula para perros con los perros dentro. -golpeándole en el hombre suavemente y siguiendo hacia adelante.

Esa ciudad huele como una puta vieja.Desde diez millas te llega el hedor. Demasiadas tentaciones para muchachos tan verdes. Aún están por templar.

- Recordad que los ojos de los Siete Reinos están puestos en este torneo. Es el momento de demostrar vuestro temple, pero también vuestra cortesía y honor. Cualquier gañán con una clava de carnicero puede matar, pero sólo alguien con coraje y honor puede ser caballero.

A Nacon:

- Y tú ten una conducta decente o te echo al Aguasnegras para que se te pase el calor, ¿estamos?

Una forma muy apropiada de hablar Ser Galdor . Estamos aquí para demostrar que la casa es fuerte , y eso implica ser caballerosos inclusos entre los enemigos ; reiterando las palabras de Ser Galdor , cualquiera puede matar , pero solo un caballero puede convertir a un enemigo en aliado , y en Desembarco del rey todos son enemigos a los cuales hay que demostrar que podemos ser aliados , es la mejor manera de evitar derramamiento de sangre imnecesario . 

Al fin y al cabo , si no es lo bastante fuerte como no necesitar ayuda , no merece ser nuestro aliado ; así te aseguras de estar siempre entre los mejores , y en presencia de ellos es mejor medir las palabras pues una pequeña muestra de debilidad y se arrojarán sobre ti como bestias hambientas . 

Así es Desembarco del rey .

Fue diciendo con tranquilidad el joven Danett el cual ansiaba a ser un gran caballero pero que aún le quedaban muchos años de aprendizaje , aunque ya no era un escudero bien podría decirse que lo sería en el torneo para su hermano mayor , quien mejor que alguien de la familia para un trabajo tan delicado en un torneo tan importante . 

Tras un tiempo en la cola, el heterogéneo grupo al fin llegó a la puerta. Un puñado de grupo de Capas Doradas les da el alto y su capitán habló.

-Soy Simonen, capitán de los Capas Doradas, encargado de velar por el Destino de Desembarco del Rey y leal al Rey Robert desde el inicio de la guerra. Identifíquense- Tras ello hizo una señal a sus dos acompañantes para que iniciaran el registro de lo que llevan los recién llegados.

- Capitán, mi señor Adham Dannett, heredero de su noble casa, ha venido a participar en el torneo juntos con sus acompañantes. Recibimos la invitación de su Majestad el rey Robert. Yo soy ser Galdar Ríos.

El Piper viene a darme la brasa y a decirme que si blablaba y bleble... y se va tan campante. 

- ¿Pero lo vas a hacer tú solo o vas a llamar a tus prostitutas Piper?- dijo refiriéndose a sus mercenarios. - No os preocupéis intentaré solo ofenderos a vos y a nadie más, ¡jajaja!

- Ei, ¿no me mireis así haceis lo que sea por dinero no? Podeis ser mercenarios o putas, jajaja- Los rudos mercenarios en persona le habían enseñado muchas de esos símiles, no eran mala gente... pero se vendían muy baratos. Si no fuera porque estaba ese ímbecil de Ruben se estarían partiendo el culo. 

- Va me portaré bien, ya sabes tú que lo haré- refiriéndose esta vez Booker guiñandole un ojo. 

- Por fin la puta puerta, ¿que llevamos aquí todo el día? Me voy a hacer viejo a este paso, ¡ja!- entonces ese tío tan serío disfrazado de amarillo nos pregunta por nuestras identidades "preguntale a tu puta madre quienes somos, seguro que ella lo sabe", me hubiese encantado decirselo a Ser Palo por el culo... pero bueno, supongo que tampoco le importaba quien era yo, y que si hiciera falta algún ser tengo una verga en la boca lo diría por mí. 

Al final caminaba al lado de Booker, parecía ser el único que no tenía la cabeza enajenada por su posición. 

El chico soltó un par de pullas más antes de parar, aunque por suerte parecía que no estaba interesado en lo que estuviera tramando Ruben. Al final acabó a su lado, inquiero, pero a mano, le pareció lo mejor así que lo dejó estar.

Finalmente en la puerta el viejo caballero tomó la palabra, confiaba de sobra en la correcta actuación de los Dannet así que se quedó mirando de reojo a los guardias que registraban sus cosas, por si les podía la tentación.

-Te lo voy a decir de otra manera, a tu modo, los que tu llamas arrodillados son los amos de esta ciudad, a los cuáles, les importa una puta mierda tu vida, es más, seguramente pregunten porque cojones no te abatimos en cuánto llegaste a nuestras tierras, haz lo que te venga en gana Nacon, pero a nada que te pases, te colgarán, alegando que eres un salvaje. Cuando haya problemas, querrás que mis putas estén cerca.- mirándolo fríamente.

Después, cuando se acercaron a la puerta, esperó a que les dejaran entrar, con los brazos cruzados.

-En efecto como muy bien ha apuntado el Castellano de la Casa Dannett. Soy Adham Dannett y hemos venido para participar en el torneo y para reclamar justicia al Rey.

-¿La casa Dannett? Me suenan unos Dandolt con los que peleé en Vado Ceniza por nuestro señor el Rey, pero... -En ese instante uno de sus subordinados se acerca y le susurra algo al oído, su rostro cambia-. Ah, es cierto ya sé de que me suenan. Pasen, pasen.

- ¿Este tío no se cansa nunca de hablar no?- preguntó para que todos se enterasen, pero la pregunta iba dirigida a Booker Dewit. - Si quieren mi vida que la cojan, solo tienen que hacer eso, cogerla, puuaj- volvió a escupir de nuevo al suelo y despues se limpió con la muñeca, estaba cansado de gastar saliva. Aún así el Piper seguía hablando, "que si tendríamos que haberte abatido que si blablabla... pero menudo tío más pesado. Si tuviera una espada en la lengua estaríamos todos muertos" - ja, ja- reí ante mi estúpida broma que nadie sabía.

- ¿Oye Dewit, y aquí donde se caza?- preguntó ingenuo al ver las enormes murallas de desembarco del rey. 

Después volví a dirigirme al grupo - ¿Oye no teníamos que preguntar no se que mierda de un emplazamiento o algo así? ¿El sitio para cagar era no? ¡Ja, ja!- Nacon parecía muy contento, a pesar de ese maldito calor, conservaba el ánimo, al fin y al cabo al otro lado del muro o conservas el animo o solo eres otro espectro vagando por el hielo. 

El silencioso maestre acabó perdiendo la paciencia y dedicó una suave reprimenda al salvaje, sabía que no servía de mucho así que trató de adaptarlo a un consejo.

-Nacon deberíais calmaros un poco por aquí, y ni se os ocurra practicar la Caza por aquí pues es considerado ilegal y por ello os cortan las manos. -Tras calmar al salvaje, o así lo creyó se dirigió a su señor.

-Mi joven señor Dannett. Deberíamos preguntar cuanto antes por la explanada del torneo para montar las tiendas. Y mañana cuando despunten los rayos de sol deberíamos marchar a inscribiros en el torneo cuanto antes. Se pueden formar colas muy largas y debemos buscar a vuestra hermana.

Las 'putillas' por su parte hicieron caso omiso a sus comentarios mientras admiraban la entrada a Desembarco del rey, era su primera vez en aquel lugar.

-Mansel, todo esto es más a lo grande que en cualquier lugar que hayamos estado, fijo que las putas también lo tendrán a lo grande, buenos senos y buen uso de su boca.

-Bufff tienen pinta de que van a chupar bastante y no solo de la cartera... jajajaja- Con ello se rió de su propio mal chiste

Ruben levantó una ceja y pasó, con sus dos mercenarios detrás, mirando al Capitán de la Guardia.

No se que tipo de basura se piensa que somos, unos vasallos Targaryen...-pensó mientras entraban por la puerta

- Maestre, porfavor, recuérdele a nuestro pequeño acompañante lo que puede y no puede hacer aquí.