Nataly se da cuenta de que no es conveniente explorar con aquella oscuridad, tal vez lo mejor que podían hacer era descansar para intentar recuperar fuerzas. Sin embargo también era consciente del estado de Ava, la pobre no había alanzado a comer nada hasta que ocurrió el accidente así que prefirió que ella tomara el primer descanso:

-Creo que deberíamos descansar mientras esperamos a Mitch, pero estamos perdidos en una playa desconocida en el medio de la nada, así que no me parece sensato que las dos durmamos despreocupadamente al mismo tiempo, yo me pasé un buen rato desmayada, aparte alcancé a comer algo, ¿te parece si tomo la primera guardia y te despierto cuando ya no aguante más?

Se sorprendió por las palabras de Mitch, pero realmente no quería pensar en ello. No todos decidían ayudar a los demás en una situación así y más bien ella agradecía que esas personas no la hubieran dejado a su suerte, otros si lo hubieran hecho. Le asintió al hippie mientras lo veía irse para luego voltearse hacía Nataly que le hablaba. La noche caía sobre ellas y un nudo apretado se ponía en el estómago de Ava, no por el hambre que pudiera tener, sino por los prospectos que veía en su futuro y además, por aún no saber nada de Allison ¿Estaría bien? Realmente, la preocupación la estaba matando.

—Está bien. Mejor que tu vigiles durante el principio, no creo que durante la noche cerrada yo pueda ser de demasiada ayuda — dijo tratando de aliviar un poco la tensión que sentía en sí misma. Igual, miró agradecida a la castaña y se recostó lo mejor que pudo en la arena, haciendo muecas por los dolores y esperando con esto poder descansar lo suficiente para sentirse mejor en un par de horas cuando le tocara a ella. Si regresaba a casa iba a mejorar su condición física, no volvería a caer en algo como eso. Con esos pensamientos un tanto tristes, pero positivos para ella, cerró los ojos para tratar de dormir.

Lunes, 5 de agosto del 2019.
Noche, temperatura 24ºC
Hora Local: 22.00; 
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Acompañado por Vanesa, Mitch regresó a la zona de la playa en la que había dejado a Nataly y Ava. Era ya de noche, por lo que suponía que Ava ya estaría descansando.

-Como prometí, estoy de vuelta -dijo el joven hippie, al llegar junto a Nataly, hablando en voz baja. Se volvió hacia Vanesa-. Nataly, esta es Vanesa, la novia de Nivard. Vanesa, ella es Nataly. He encontrado un grupo de supervivientes al norte de aquí, junto a la columna de humo. Son bastantes, así que cuando se haga de día, nos dirigiremos hasta allá. Nataly, ¿te ves con fuerzas para cargar con Ava mañana? Yo sé que podría con ella, aunque después de todo el esfuerzo de hoy estoy exhausto.

Nataly se alegró mucho de ver a Mitch acompañado, mientras mas9 supervivientes existieran, mayores eran las probabilidades de que pudieran salir de allí. Cuando le contó que eran muchos más se llenó de esperanzas, tal vez pudiera encontrar a su esposo allí. La idea de cargar a Ava no la animaba mucho, siempre había sido de contractura débil 6 esmirriada, pero las situaciones extremas requieren soluciones extremas, así que estaba dispuesta a hacer lo posible por contribuir, después de todo lo que había hecho el joven, se sentía en deuda con él. Seguramente si descansaba un poco antes de iniciar la faena del día siguiente podría cargar con Ava hasta el grupo de supervivientes.

-Nunca he intentado cargar a una mujer adulta, pero puedo intentarlo. Sólo necesitaré dormir dentro de una o dos horas más para recuperar energía.-

Vanesa observó con decepción en el gesto que Nivard no estaba, así que se dejó caer en el suelo, cansada.

- Sí en cuánto amanezcas deberíamos volver con los demás.

Le tembló un poco la voz, por un instante quiso echarse a llorar de nuevo, tanta mezcla de emociones resultaba devastadora, la esperanza de verlo, la idea de haberle perdido, volver a ver que no estaba allí. ¿Y si había pasado algo más? ¿Y sí se había perdido? Tragó, tratando de engullir todas aquellas emociones

- Yo os ayudaré, ahora tendríamos que tratar de descansar un poco.

-Descansa, Nataly -le pidió el joven hippie a su compañera, admirado por la entereza que había demostrado la mujer-. Este día ha sido una completa pesadilla. Mañana llevaremos a Ava junto al grueso de supervivientes y nos encargaremos de buscar a tu marido -se volvió hacia Vanesa, agradecido de que hubiera accedido a acompañarle-, y también a Nivard. No puede estar muy lejos.

Mitch se tendió entonces sobre la arena, se colocó de lado y trató de descansar.

-Buenas noches -dijo, con un ligero bostezo, mientras se disponía a dormir.

Un noche sin sobresaltos acababa de dar lugar a un hermoso amanecer. El problema es que no había ni rastro del Equipo de Rescate. Habían pasado 24 horas desde el accidente, y que no hubieran visto un solo barco o avión no pintaba nada bien. Quizá debían empezar plantearse la supervivencia en la isla, hallar alguna forma de huir de allí por su propios medios, o quizá investigar el lugar para saber ¡dónde leches se encontraban!

Martes, 6 de agosto del 2019.
Alba, temperatura 23ºC
Hora Local: 7.00; 
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Mitch fue el primero en despertarse esa mañana, con un ligero bostezo. Sentado sobre la arena, observó el mar extendiéndose frente a él en la playa y se dibujó en su rostro una expresión de amargura, sabiendo que se encontraba atrapado en aquella isla, a saber por cuánto tiempo.

-¡Chicas! -se dirigió a sus tres compañeras para intentar que se despertaran. Su tono se había vuelto repentinamente enérgico. Era un nuevo día, y el joven hippie esperaba poder invertirlo lo mejor posible, reuniendo a todos los supervivientes junto al avión y buscando alimento suficiente-. ¡A levantarse! Llegó el nuevo día y tenemos que reunirnos con el grupo del avión! Hablaron de una Alisson y un tal Melvin. ¿Os dice algo alguno de esos nombres? -preguntó a Nataly y Ava, pensando en si podrían tratarse de personas a las que sus compañeras pudieran conocer-. Hay más supervivientes de los que pensaba, un pequeño grupo junto a los restos del avión y al menos dos o tres personas más.

Cuando Vanesa despertó se sintió renovada, echó un vistazo a la plaza en silencio, pensó en bañarse un poco, seguro que aquello la hacía feliz, pero recordó las horas que había pasado nadando hacia la orilla y pensó en dejar pasar algo más de tiempo para enterrar aquel recuerdo amargo de su amado océano.

Con una excelsa sonrisa miró hacia los demás y asintió a lo dicho por el chico.

- ¿Necesitáis que os ayude? Yo iré y volveré aquí por si Nivard viene aquí. ¿Alguna puede decirme por dónde fue? Me gustaría intentar seguirle, tengo que encontrarle.

Mitch no era un hacha oriéntandose, eso estaba claro, pero intentó hacer memoria de dónde había encontrado por primera vez a Nivard, Manjit y al otro hombre y, después, donde se habían separado.

-Pues si no me falla la memoria, Nivard estaba en una playa al sur de aquí -explicó el joven hippie, señalando hacia la jungla de la zona sur, si bien la playa tendría que estar aún más al sur de lo que veían-. Desde ahí, él y yo subimos hacia el lugar donde habían quedado Nataly y Ava y, allí, él decidió irse al oeste y nosotros al este. La idea era buscar alimento en la zona, pero esta playa está totalmente yerma. Por tanto, si quieres buscarle, lo mejor es tomar la dirección oeste. Aunque a saber dónde puede estar ahora. -Mitch recordaba que, pese a sus heridas, Nivard era un hombre con buenas capacidades físicas, por lo que probablemente podía haberse desplazado a cualquier parte de la isla. "Es un negro fortísimo" eran las primeras palabras que se le venían a la mente cuando pensaba en él-. Vanesa, ahora mismo tal vez lo mejor sería que ayudaras a cargar con Ava hasta el grupo del avión. Ella no puede levantarse, creo que se partió las piernas o algo así.

La voz de Mitch llenó su mente y la despertó. Sintió la energía recorrerla y al mismo tiempo, el hambre en su estómago volvió con fuerza. Suspiró sonriéndole al muchacho cuando vio que había vuelto y volvió a agradecer que no la dejara abandonada, pues si no hubiera regresado cada vez, no sabría cómo hubiera sobrevivido.

Sin embargo, lo siguiente que dijo la hizo tratar de moverse, recordando de inmediato que no podía levantare —¿Dijiste Alisson? ¿Sabes si está bien? Es mi hermana — comenzó a preguntar de inmediato, olvidándose de la sed y el hambre. Saber que Ali estaba viva era lo único que la podía hacer seguir sobreviviendo, si no, ya no le quedaba nada en el mundo.

—Si Nivard se fue hacia el sur. Quizás regrese luego si encuentra más sobrevivientes — le respondió a la chica recién llegada, demasiado feliz por ver caras nuevas cerca de ellos. Eso significaba esperanzas para los demás. —Mitch ¿Sabes si tienen algo de comida? — preguntó un poco apenada.

Martes, 6 de agosto del 2019.
Alba, temperatura 23ºC
Hora Local: 8.00; 
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Nataly los escuchaba a todos en silencio, reflexionando. Mitch dijo que había muchos más sobrevivientes de lo que él  creyó en un principio, ella no reconocía ninguno den los nombres mencionados pero aun cabía la posibilidad de que su esposo se encontrara entre los demás sobrevivientes. Ya había recuperado gran parte de sus fuerzas y se sentía mucho mejor que el día anterior, tal vez había logrado al fin digerir la situación en la que se encontraban, ahora solo faltaba responder por el futuro, ver cómo salir de la isla y crear un campamento por mientras estuvieran allí. Pero primero lo primero, había que reagruparse con los demás:

-Yo creo debemos ir hacia donde están los demás supervivientes, entre más seamos más pronto volveremos a la civilización, de allí podremos decidir que haremos después-

Mitch se sintió sorprendido al escuchar que la tal Alisson era la hermana de Ava. Intentó recordar qué le habían dicho los otros supervivientes, especialmente Alistair, que era quien se había mostrado más hablador de aquel pequeño grupo.

-No estoy muy seguro de qué pasó con Alisson, pero ella está bien -le confirmó el joven hippie a su compañera, sabiendo que eso aliviaría a la chica-. Aparentemente había un hombre herido, creo, un tal Melvin, y Alisson se había quedado con él. Cuando llegué ayer era ya de noche, puede que Alisson y los demás ya hayan puesto a salvo a ese hombre. -Mitch escuchó la pregunta de Ava sobre la comida, y no supo qué responderle.

Aparentemente disponían de comida, e incluso el chico que había dejado solo a Nivard estando malherido había asegurado haber encontrado quince cocos. El hippie había llegado incluso a delirar en poder llevar los cocos a sus compañeras, pero la realidad, ahora que lo pensaba, es que aquel muchacho no le había enseñado coco alguno.

-Creo que hay comida dentro del avión -indicó, dirigiendo una mirada a Vanesa, por si ella podía confirmar o desmentir lo que había pensado a través de los comentarios de los otros supervivientes-. Deberíamos dirigirnos allí cuanto antes. Alguien tiene que cargar con Ava y no sé si yo podré hacerlo de nuevo. -Miró a Vanesa y a Nataly, a la espera de que alguna de las dos se ofreciera para cargar con la muchacha malherida. A una mala, él también podría intentarlo, si bien no estaba seguro de poder lograrlo por sí solo.

- Alisson estaba perfectamente, se fue hacia el sur con Melvin, dijo que vendrían hacia la columna de humo en cuanto se reuniera con una chica y un chico más que no recuerdo como se llamaban – sonríe hacia la chica morena – tenía algo de comida, dátiles que pudimos recoger, la volverás a ver, tranquila.

Luego suspiró y miró hacia el oeste pensativa, tenía que encontrarlo.

- Sois dos, creo que podréis con Ava; hay un médico al lado del avión, Alastair, seguro que puede ayudarte. Yo me iré hacia el sur a buscar a Nivard. En cuanto logre encontrarlo el punto de referencia será el avión, como para todos. Allí dentro hay muchas cosas aún que podemos utilizar y queda comida y agua embotellada. Gracias por orientarme, si veis a Nivard antes que yo, por favor que se quede cerca del avión, yo volveré si no doy con él.

Suspiró apesadumbrada mirando la jungla, le habían dado dos indicaciones, el Ostese, que solo había mar, y la jungla hacia el sur. Decidió la Jungla sin pensarlo muy bien, el tiempo corría y si él caminaba rápido le costaría encontrarle.

Se alegró mucho de que Alisson estuviera viva y bien durante el momento que Mitch la vio, el alivio que le llegó fue insuperable y no se había dado cuenta como el miedo y la preocupación por su hermana la había estado llenando. —Gracias por la información — le dedicó una sonrisa muy sincera, ahora tenía esperanzas de encontrarse con su hermanita, lo único que le quedaba en el mundo.

Frunció el ceño al escuchar hablar de cargarla y luego suspiró. Su inutilidad salía a flote nuevamente. —Realmente lamento los problemas que les causo — les dijo, para luego escuchar a Vanesa informar un poco más e irse por Nivard hacia la jungla nuevamente. Evitó una mueca que quería ir a su rostro y luego vio a los otros dos un tanto avergonzada. —Bueno, estoy en sus manos — estúpidos árboles húmedos de la selva.

Martes, 6 de agosto del 2019.
Alba, temperatura 24ºC
Hora Local: 9.00; 
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-No te preocupes. -El hippie sonrió, intentando infundir ánimos a su compañera-. Ya has oído a Vanesa. Hay un doctor, un tal Alistair que parece buen tío. Cuando te vea, podrá atenderte y curarte. Pronto podrás andar por ti misma. Vamos, debemos movernos cuanto antes.

Mitch sabía que debían desplazar a Ava cuanto antes hasta los restos del avión, donde se habían reunido varios de los supervivientes. Una vez que la chica estuviese junto con los demás integrantes del grupo y en manos del médico, podrían comenzar a buscar alimento con el que calmar su hambre y sed.

-Nataly, necesitaré tu ayuda -dijo, mientras se disponía a cargar con Ava para empezar a moverla-. Échame una mano con Ava. No creo que pueda solo.

Suspiró aliviada al escuchar aquello del doctor. Sinceramente se sentía un peso muerto y ya le iban a poner el apodo de costal de papas o algo por el estilo ya que la movían cual saco de un lado al otro. Realmente esperaba que pudieran sanarla lo suficiente para ser más útil y poder comer algo o tomar agua, era lo que más le interesaba. (Apartando el hecho de que Alisson podría estar allí).

Mitch volvió a cargar con ella y casi automáticamente volvió a acomodarse contra el chico lo mejor que pudo para no estorbar, esperando que Nataly también ayudara mirándola con agradecimiento también. Estaban cada vez más cerca del resto y eso la llenaba de emoción.