Melvin llegó cansado al interior de la jungla, aunque el ambiente de aquel lugar era ligeramente más ameno al de la playa. La arena calentaba sin piedad y el sol no era un aliado en ese momento del día (aunque el cáncer de piel fuera la menor de sus preocupaciones). El corpulento hombre aprovechó que el hippie estaba planteando la situación de la comida para sentarse un momento y dejar que el hombro de Alistair descansara unos segundos.

 Con su ya repetitivo tono heroico, Melvin ladeo de lado a lado la cabeza.

- Yo me ofrezco a no comer para que los demás se puedan nutrir. Ustedes están más sanos y ágiles que yo. Si las pocas personas que están sanas no comen, entonces no van a poder cargar con los que estamos chuecos, heh heh... *You get what I'm saying?*

 Les dedicó una sonrisa de confianza a Mitch y a Alistair, como reafirmándoles que podían comer tranquilos.

Alisson se encontraba un tanto mas animada cuando miró que Mitch había logrado bajar aquellos dátiles, pero cuando este dio aquellas raciones tanto a ella como a su hermana, no pudo evitar sonreír ampliamente, completamente agradecida por ese acto. —Muchas gracias Mitch... En verdad— Comentó tomando su ración y como era obvio en esos momentos, comenzando a comer sin dudarlo, estaba hambrienta pero al menos gracias a ese acto de Mitch, podía llenar su estomago y con mucho gusto, esperaba que su hermana hiciera lo propio también, despues de todo en su condición, seguramente al comer algo comenzaría su cuerpo a recuperarse de una mejor forma, algo que sin duda era necesario en esos momentos. Escuchó también como el hippie tenía mas alimento al menos como para alimentar a dos mas de ellos, algo que miró con una amplia sonrisa, miró a Melvin cuando este dijo aquello y se negó a comer una de las porciones, no era nadie para decirle que debía comer o no, pero si que estaba herido y lo suyo sería que aceptara, igualmente el plan era en esos momentos, conseguir mas comida que solo aquello.

Cuando miró el cuerpo de Luis, no pudo evitar recordar el poco tiempo que lo había visto con vida, pero de igual forma mas que el impacto de la primera vez, se puso alerta y miró a los alrededores, estaba en una zona que con luz, la confianza que tenía en ella para moverse por el lugar se incrementaba al menos un poco solamente —Debemos estar atentos, si algún carroñero nos atrapa desprevenidos sera algo feo de contemplar, ese cuerpo puede atraerlos en algún momento, lo mejor sera que nos alejemos un poco de el— Comentó rápidamente, para que asi al menos todos tuvieran un poco la vista en los alrededores y estuvieran alerta.

Se aseguró de llevar primero a Ava junto con Melvin, por si su hermana quería descansar un poco de igual forma, para despues comenzar a mirar alrededor, no era de noche por lo que su visión estaba completamente integra como para poder comenzar a revisar la distinta vegetación del lugar, esperaba poder identificar la mayor cantidad de plantas y arboles posibles, al menos aquellas que pudieran ayudarles a sobrevivir, algo como un baobab o arboles de la misma especie sería grandioso, aquellos que podían almacenar agua en su interior.

Melvin había asegurado que prefería ser el que se quedase sin comer, y el hippie sabía que en cierto modo tenía razón, pues si Alistair, Alisson y el propio Mitch eran quienes se encargaban de portear a los demás, necesitarían recuperar energías para poder cargar con los heridos la mayor distancia posible.

-Como quieras, tío -dijo el hippie, encogiéndose de hombros-. Doc, ¿usted quiere un coco? -Esperaba que Alistair aceptase comer el coco, pues necesitaban al médico en sus plenas capacidades por si encontraban a alguien que estuviese herido-. Ya me apaño yo con el restante.

Mitch tomó entonces uno de los cocos, lo golpeó hasta conseguir abrirlo y comenzó a tomar su contenido, evitando observar el cuerpo sin vida de aquel hombre que yacía muerto cerca de su posición.

-No creo que vaya a venir ningún carroñero, Alisson -indicó, aunque en ese momento lo que planteaba era más una teoría que un hecho probado-. Ya han pasado dos días desde que estamos en esta isla. Es raro que no se le haya acercado ya algún animal para alimentarse. Aún es pronto para darlo por hecho, pero creo que en esta isla no hay mucha fauna. Aun así, deberíamos estar alerta por si acaso.

El hippie ignoraba si aquella zona dispondría de recursos suficientes, pero tal vez era un buen momento para intentar buscar más alimento para que Melvin también pudiera comer. Dirigió una mirada a su alrededor, intentando discernir si había algún fruto cerca del que se pudieran alimentar.

Ava le quería hacer un altar a Mitch, había logrado agarrar los dátiles y además tenía cocos, ahora solo faltaba encontrar comida para uno más y el agua, habían logrado superar la mitad de sus problemas en poco tiempo. Con paso constante habían logrado ir a la jungla y el cambio de ambiente fue bienvenido. Fue caminando junto a Alisson hasta que todos se detuvieron y aceptó la ración de dátiles con una sonrisa, comiéndolas lo más lento que podía con el hambre que tenía, para no sentir que se los había terminado de un solo mordisco. Aquel alivio para su estómago fue magnifico. —Gracias Mitch — le sonrió, estaba convirtiéndose en algo así como su héroe, pensó divertida.

Al poder olvidarse por unos momentos del hambre, no pudo dejar de mirar el cadáver. Tuvo una arcada ante la vista, pues realmente no había visto muchos muertos en su línea de trabajo y siendo que los últimos muertos que había visto eran a sus padres no ayudaba. Se alejó rápidamente sintiéndose mal y queriendo no devolver lo que acababa de comer, que no sabían cuando volverían a comer y le sonrió a Allie lo mejor que pudo para sentarse junto a Melvin, mientras el resto comía y revisaban la zona. Había sido un milagro que no hubiera visto más muertos desde que cayeron allí, más que no reconociese a la persona allí muerta. Hubiera sido mucho peor de haber sido el caso.

El médico después de atravesar las primeras capas del follaje que lo llevaba al interior de la selva, esperó al resto junto a Melvin. Esa vez parecía no permanecer demasiado en un mismo lugar. Si iban a quedarse en esa isla tendrían que encontrar un refugio o crearlo con sus propias manos y hasta lo que duraran. Porque sinceramente, no pensaba que vivirían demasiado tiempo.

El murmullo de algo le hizo girar la cabeza, donde encontró un cadáver de insectos. No volvió el rostro en ningún momento, necesitaba saber quién era y egoístamente se sintió afortunado, no era nadie que conociera. Le afectó, pero no fue tan duro a cuando se encontró con el de Antonio.

Mith encontraría al doctor masajeándose las sienes para mostrarle lo que había conseguido. Alistair tardó unos momentos en recomponerse y aceptó uno de los cocos, pero no se olvidaba de Melvin pues sería a él a quien se lo diese. — Estás débil pero con posibilidad de sobrevivir. No te he operado para que ahora mueras de hambre. — Usó cualquier cosa para abrir el coco, alguna roca cercana, o el mismo suelo de encontrar su superficie lo suficientemente dura con cuidado de que no se derramase demasiado el agua de su interior. Se lo entregó para que comiera.

— Todavía me siento con fuerzas. Hazme caso, Melvin. — Escuchó en silencio lo que hablaban Alisson y Mith sin intervenir. No quería alarmar a nadie más, suficiente tenía con alarmarse a sí mismo. Era demasiado extraño. ¿Una isla tan poblada de vegetación, sin fauna? No tenía sentido. — Cuando todos estéis listos, continuamos avanzando.  

 Parecía que Alistair tenía una actitud incluso más sacrificada que el orondo hombre. Melvin poco pudo rebatir a la insistencia del doctor, admitiendo silenciosamente que traía buenos puntos a la mesa. Tomó el coco abierto y se dispuso a comerlo modestamente; como si no quisiera parecer un muerto de hambre (que lo estaba).

- *All right, all right*... pero que conste que no quería, ¿eh?

 Dice esto último con una sonrisa en su cara y un poco de sorna. En realidad no le causaba mucha gracia estar en aquella situación de debilidad y dependencia; pero el humor siempre fue el mejor mecanismo de defensa para Melvin. El humor, y el pensamiento idealista de que su pierna se curaría y en el futuro él sería el que guiará al grupo. O las cosas que hicieran los supervivientes en las películas que miraba los sábados a la noche.

Melvin llevaba más de un día y medio sin probar bocado, o al menos sin probar nada que le saciase lo suficiente. Necesitaba ingerir algo pues el dolor de su estómago empezaba a ser demasiado intento y el sonido de sus tripas atronador.

Alisson no reconoció ninguno de los árboles que había en la jungla, pero sí que tenía claro que los frutos que pudieran encontrar allí serían ricos y suculentos. No parecía que hubiera nada venenoso entre todo ello, así que si encontraban algo podrían alimentarse sin ningún temor.

Además, pudo ver que las raíces de los árboles seguían una clara dirección, parecía que un poco más al sur podrían encontrar una fuente de agua dulce donde saciar toda la sed que habían acumulado durante los días perdidos.

Mitch encontró un par de frutos colgados de uno de los árboles que había por ahí cerca. El problema es que su aspecto no era excesivamente apetitoso y además era desconocido para ella. ¿Sería comestible?

Ver a Luis había sido la gota que colmó el vaso. Alistair no creía que la isla se hubiese cobrado otra vida más y aquello empezó a volverle más loco de lo que ya empezaba a estar.

Miércoles, 7 de agosto del 2019.
Mañana, temperatura 27ºC
Hora Local: 12.00; 
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-¡Ey, doc! ¡Ahora ya no tiene excusa para no comer! -exclamó Mitch, de pronto.

El hippie había estado rebuscando entre las ramas de los árboles cercanos y ahora se volvía hacia sus compañeros, portando en sus manos dos peculiares frutos amarillentos cuyo aspecto no lucía especialmente apetitoso. No obstante, la sonrisa en la expresión del veinteañero hacía pensar que hubiera encontrado un tesoro.

-¡Están en los árboles! Si buscáis, puede que encontremos más -dijo, instando a que Alistair y Alisson echasen un vistazo por si localizaban más frutos como aquel-. Nunca había visto una fruta como esta hasta hace dos días. No sé lo que son, pero cuando estaba solo con Ava y Nataly, encontramos dos de estas. ¡Me comí una para comprobar que no era venenosa y estaba buena! -El hippie lucía de lo más entusiasmado-. Son comestibles. Podemos detenernos un rato y buscar por si encontramos más.

Al ver que Mitch lograba encontrar mas comida en esos momentos, sonrió al instante, al menos ahora si podían todos estar comidos lo suficiente como para seguir aguantando. Ella por otro lado estaba agachada mirando las raíces de los propios arboles, tan pronto se puso de pie, soltó un suspiro de puro alivio —No parece que nada sea venenoso en estas zonas, asi que si encuentran otro tipo de frutos, diferentes al de Mitch, pueden tener confianza de que seran comestibles— Comentó primeramente, era bueno saber que no debían de cortarse en nada al menos por el momento, la confianza de poder tomar lo que aquella zona estaba ofreciendo era sin duda asombroso. Por su parte también hizo lo mismo, mirando ahora si alrededor para ver si podía encontrar mas comida, tener raciones de sobra era importante despues de todo.

—Y por otro lado, las raíces siguen en una única dirección— Comentó con una sonrisa, apuntando al sur, justo como las mismas raíces direccionaban —Si continuamos un poco mas encontraremos agua dulce— Terminó de decir, mirando a Ava despues de esto para poder ayudarle a levantarse, solo debían aguantar un poco mas y podrían recuperar todos esos días que habían pasado ya sin agua, estaba completamente segura.

A pesar de que Mitch había dicho aquello respecto a los carroñeros, Alisson aun se encontraba bastante intrigada de no haber visto aun fauna, no siempre las regiones tenían faunas de gran tamaño, podían ser insectos y animales pequeños, pero que a veces podían ser tan peligrosos como el depredador mas grande en tamaño, no diría nada por el momento, mas bien se dedicó mientras iba a por Ava a analizar un poco aquella región en la que se encontraban, ahora en su fauna, no quería dejar ningun espacio en blanco, no cuando estaban avanzando demasiado en esos momentos.

Mientras Melvin comía, Alistair se quedó sentado bajo un árbol intentando aclarar los pensamientos que se agolpaban en la cabeza, la cual le dolía tanto que creía que le iba a estallar en cualquier momento. De pronto, la voz de Mitch le hizo volver en si con tal brusquedad que le dio un vuelvo al corazón. Sus ojos estaban ligeramente enrojecidos por el cansancio.

Se fijó en los frutos que llevaba en la mano y aunque parecía algo asqueroso no dudó en coger uno y partirlo en dos para empezar a comerlo con necesidad. Sus labios y parte de su mejilla se volvieron brillantes por el jugo del fruto. Cuando casi se lo había acabado, alzó la mirada hacia Melvin para ver si ya se había acabado el coco, pero entonces vio algo tras su espalda.

Ese rostro, esa sonrisa, y su mano saludándole fue que le impulsó a levantarse de su sitio y tirar las cáscaras del fruto. Su mujer. “Alguien” había traído a su mujer en la lista, ¿pero cuando? ¿Fue en otro avión o es que estaba escondida en el mismo? — ¡¡Daphne!! ¡¡Daphne!! — Nadie más que él logró  verla a tiempo pues como si fuese un juego, la mujer con la tripa hinchada debido al avanzado embarazo, volvió a meterse entre la maleza de la selva y el doctor fue corriendo tras ella.

Observó cómo iban comiendo cada uno y un nuevo grito de Mitch la sobresaltó levemente, pero la hizo mirar hacia su persona. ¡Había encontrado más de esas frutas! No habían sabido que era, pero recordaba perfectamente las mismas —¡Las recuerdo! Ahora todos podremos comer algo — dijo bastante aliviada, si conseguían más frutas como esas por el lugar, podrían tener suficientes reservas para un rato hasta que encontraran algo realmente sustancioso, que en aquel lugar raro e en el cual no parecía haber animales, era algo difícil de hacer.

Miró a Alisson cuando dijo, aquello, asintiendo entonces para levantarse con cuidado y ponerse poco a poco a su lado. —Si dices eso, entonces nuestro camino es el sur, aunque no me gusta la idea de adentrarnos tanto, aún tenemos varias horas de luz para poder conseguir agua —dijo mirándola, iba a comentar algo más cuando vio a Alistair, quien había terminado de comer las frutas, empezar a gritar por alguien. Abrió los ojos sorprendida, viéndolo correr hacía lo que fuera que veía de repente —¡Alistair! ¿Qué haces? — trató de llamarlo sin éxito, para luego mirar a los otros —Algo raro pasa, pero no podemos simplemente seguirlos ahora, no me gusta nada esta situación.

 Melvin se termina de comer el coco con gran devoción cuando ve que el doctor empieza a alejarse del grupo con dirección hacia el sur de la isla; siguiendo a una tal "Daphne" que hasta el momento Melvin desconocía.

- ¡AL! ¡Al! ¿A donde vas, tío?

 Sin decir mucho más, Alistair sigue su camino hacía la espesura de la selva sin tener demasiada consideración por lo desconocido. "Un verdadero aventurero", pensó Melvin. Pero era un peligro que aquel hombre se fuese solo. Sin mencionar que era posible que fuese víctima de una alucinación o algo por el estilo. Melvin, sintiéndose más vitalizado por su pierna sana y habiendo podido comer, se incorpora y mira detenidamente el terreno hacia el sur.

- Esto no me gusta nada... si quieren, ustedes pueden ir a buscar agua. Yo iré tras el doc; no sé qué es lo que le pasa. Ya me siento un poco mejor para caminar.

 Y de a poco, el corpulento hombre fue caminando detrás de él.

Alisson encontró un fruto colgado de uno de los árboles que había por ahí cerca. El problema es que su aspecto no era excesivamente apetitoso y además era desconocido para ella. ¿Sería comestible?

En aquel lugar solo parecía haber pequeños insectos, mosquitos o alguna araña, pero nada que resultase comestible o venenoso.