Partida Rol por web

Las palabras volaban como dagas dentro de la sala opacados por los colores de una música tenue y el murmullo de la gente que se encontraban en el lugar, la furia parecía estar haciendo amigos mientras otros se encontraban en silencio.

Algunos enumeraban cosas y sonreían, otros se presentaban como nobles  y muy pocos habían prestado atención; la muisca comenzó a mermar y la visión de todos los cachorros comenzó a nublarse como si algo que hubieran ingerido comenzaba a reclamar el control de los sueños de los mismos; minutos después todos estaban dormidos e inconscientes.

El tiempo parecía no pasar o eso creían…. Pero donde estaban? El suelo arrido y un sonido blanco se dejaba escuchar en aquel lugar que parecía un desierto…. A lo lejos una Gran montaña con algo en la cima que no se alcanzaba a vislumbrar, sombras… calor y frio. Los labios resecos dejaban ver que había pasado un buen tiempo desde que estaban allí, la suave brisa de este lugar les había despertado…. Pero al ver a un lado y al tratar de desperezarse para aliviar los músculos tensos se dieron cuenta que estaban  junto a un compañero…..

Donde estaban los demás? Porque estaban solos allí?

Con zumbidos que aturdian sus timpanos, Mikail comenzo a recobrar el conocimiento. Todo se sentia extraño y fuera de lugar donde estaba. Peor aun, no recordaba haberse ido a dormir por lo que se sobresalto un poco.

Pero al instante lo rocordo! Habia sentido sueño y cansancio en la sala. Ya no sentia el frio de antes, es mas... su torso estaba desnudo y aun asi sentia un agradable calor. Cuando quizo estirarse sientio carne a su lado, solo al girar la cabeza comprobo que no estaba solo.

El joven con arapos que previamente habia visto en el campamento, se encontraba junto a el y parecia despertar tambien.

Todo era muy extraño, observo a su alrededor y comprendio lo que estaba sucediendo.

-Estas bien.. Vatsa, no??-

Abro los ojos de pronto, casi agresivamente, y quien esté a mi lad puede escucharme gruñir como un lobo acorralado, dispuesto a abalanzarme sobre lo primero que franquee la línea que había impuesto como límite. Por suerte para mí, la Rabia aún no conseguía dominarme del todo, y yo, podía controlar mejor mi Impulso Primario, de todas formas, Crinos era una forma que me encantaba, pero de la que no me gustaba abusar... Así que como mucho, mi compañero, pudo ver cómo mi cuerpo se convulsionaba en busca de una transformación que no se llegó a producir. Finalmente vuelvo en mí. Inspiro y expiro profundamente, mientras las palabras de Mikail acuden a mis oídos. Me giro lentamente hacia él, a medida que me reincorporo, esgrimiendo una alegre sonrisa. Es más, hasta se me escapa una pequeña carcajada. Qué divertido... ¿Pero él que me enseña a mí? Ya lo descubriré. - Vaya, jamás pensé que la pipa generaría este resultado, ¡Jajaja!... Sí, sí, estoy bien... Mikail - Lo pienso unos instantes - ¿Mikail era tu nombre, no? Disculpa si me equivoco - Apoyo mis manos en el suelo, que aunque de apariencia frágil son enormemente resistentes, debido al tipo de vida nómada que he llevado, las pocas comodidades de las que he disfrutado y los callos que a lo largo de todos estos años han ido cubriendo las distintas partes de mi cuerpo, aunque no se noten a simple vista por la oscuridad de mi tez, y de un impulso me pongo en pie. Sacudo la nieve de mis ropas, mirando a mi alrededor. Me froto las manos, para entrar en calor, aunque mi sangre hirviera por dentro por el mero hecho de ser un lobo, como mero gesto social. - Bueno, parece que el Rito ha dado comienzo. Será un placer afrontar esta parte contigo. Seguramente, más tarde acabaremos uniéndonos a los demás... No quiero pensar en quién se tiene que estar arrancado ya las pieles por orgullo, por suerte para nosotros, ese no será nuestro principal problema. ¡Jajajaja! Veo que conoces mi nombre, vaya... Encantado, encantado. - Y el silencio acude de nuevo a mí, como poseyéndome. Sin más miro a mi alrededor, quiero saber dónde estamos, si en lo alto de una montaña, si en la base de una montaña, si en un bosque nevado, cerca de la ciudad, sobre un lago helado, todas esas cosas era importante saberlas. Me abstraig ligeramente, olisqueando el aire, agudizando los oídos, y afinando la vista. Toco el suelo, quito algo de nieve, para ver si es agua helada (podría ser, me digo). Además, siempre he tenido sensibilidad para los espíritus, siendo capaz de sentirlos, saber si están a nuestro alrededor... Así que me concentro ligeramente, liberando también esa innata percepción extrasensorial. A los ojos de Mikail, puede parecer que esté haciendo el tonto, sobre todo ahora que estaba parado en silencio, con los brazos semialzados y uniendo el dedo pulgar con el dedo anular, pero estaba meditando. Eso sí, mi visión transmitía calma, paz y tranquilidad.

Observan el lugar.... arido y desertico, a lo lejos una Montaña se hace visible pero algo no esta bien..... esta parece moverse con cada parpadeo,Vatsa se sumerge en su mente.... primero es el silencio de la brisa y luego una voz.... una voz le habla en su mente.

Que hacen aqui?.......dudas, orgullo y desden les acompañaan en este trayecto..... mas solo ustedes conoceran las respuestas.... No moriras de sed.... no eso no.... Dijo la voz para finalizar.

No sabias como pero de tus propias manos comenzo a brotar agua.....

Se puso de pie y escucho con alegria que su compañero se encontraba bien, esto significaba de buenas y finales que el rito habia comenzado y por alguna extraña razon ellos dos habian sido separados del resto.

Mikail observo como el Roehuesos habia comenzado una serie de movimientos que hasta parecian un baile lento. Por respeto no lo interrumpio, no deseaba perturbarlo, por lo que espero a que el termine para hablarle.

Lo observaba atentamente y con una sonrisa en el rostro, es que no podia evitar hacer externa su alegri y felicidad por todos los hechos que habian tenido cabida en estas ultimas semanas. Y mas aun, en los ultimos dias, en los que habia conocido a otro Garou... Cada uno de ellos era unico y distinto. Y esto encantaba a Mikail quien ansiaba compartir con ellos.

Una vez que Vatsa concluyo con lo que estaba haciendo, Mikail apoyo una de sus manos en los hombros de Vatsa.

-Mira... aquella montaña tiene algo extraño. Siento en mis adentros que alli es donde debemos dirigirnos- Los ojos de Mikail se posaban en la montaña. Su mirada parecia lejana, o quizas solo parecia pensativa.

-Tu me diras, compañero si estas de acuerdo.-

Me tambaleo y caigo al suelo, impresionado. Por un momento, chorreo a mi compañero, ante el desconocimiento del manejo de ese Don, y finalmente, consigo reducir el volumen del agua, generando dos pequeños charcos en las palmas de mi mano. acto seguido, el agua, desaparece, deslizándose entre mis manos. Miro a Mikail.

- Vaya... Increíble. - Ahora le miro a los ojos, con remordimiento - Perdona por haberte mojado... pero, pero como ha dicho...como ha dicho ese espíritu, no moriremos de sed. - Observo mis manos, aún bastante fascinado. Me da mucho que pensar, pero no hay tiempo, miro a Mikail. - Bien, no soy ningún Ahroun, ni ningún Ragabash, así que no te declararé la guerra, y por tatno, nos será más fácil trabajar juntos, líder. Creeré y seguiré las palabras que pronuncies como las más sabias, aunque no dudaré en rebatirte si lo creo necesario. Jamás lo tomes como ofensa, Mikail. Y dicho esto, debemos emprender la marcha... ¿Pero hacia dónde? - Mis ojos pasan de los ojos del Philodox, a nuestro derredor, a la espera de alguna nueva señal, o algún acontecimiento que nos lleve a nuestro destino. Si estábamos en un Rito, tendrían que guiarnos, imagino...

Sorprendido tras el episodio acuatico Mikail sonrie a Vatsa. -Bien, bien... si quieres pelear podemos usar los metodos antiguos, no hacen falta estas cosas!- Luego de una cargajada lo observa con mas seriedad -No te preocupes que es solo una broma, veo que ya estas familiarizado con los dones que la madre nos regala.-

Mikail veia lo que Anthoan le habia dicho sobre la progenie resultante de un romance entre dos Garou, un pecado que lo pagaba la cria. La Furia habia dejado en claro su posicion al respecto y ese desprecio que sentia por el. Mikail sin embargo era un cachorro que poco tiempo habia tenido para acostumbrarse a todas las tradiciones de este mundo y Vatsa... Vatsa en este momento era su compañero y no pensaba en el como menos que eso.

Quizas estuviera rompiendo una tradicion, estuviera actuando en desacuerdo a lo que sus antiguos mandan... pero el se encontraba bien actuando de la manera en que lo hacia.

-Espera, espera Vatsa... aqui todavia no hablemos de lideres- Era muy pronto aun para Mikail, asumir una responsabilidad como esa. Por mas bien que sonara, en estos momentos el no se sentia superior a Vatsa en ningun aspecto. -Tengo una propuesta para ti: Que te parece "Compañeros"? Y quizas, cuando todo esto termine... Hermanos. Juntos decidiremos cuales seran nuestros siguientes pasos y en todo momento nos apoyaremos, yo deseo aprender de ti amigo, como espero poder tener algo que enseñarte a ti.- Guiño el ojo a Vatsa. Parecia como si todavia fuera un joven que apenas esta empezando a vivir.

Luego comenzo a caminar hacia la montaña a paso rapido -Ven, veamos que nos espera...-

Vatsa y Mikail comenzaron a caminar a paso rápido hacia la montaña que se encontraba allí a lo lejos, quizás a tanto kilómetros que les tomaría días llegar….. La brisa ahora parecía ser un cuchillo caliente al pasar por la piel y el sol refulgía en esplendor como la armadura de un caballero. Todo era un vasto desierto y cada vez que posaban la vista sobre la montaña esta parecía moverse……

Como se orientarían?.... donde estaban los demás?

Hacia cuanto tiempo que ambos cachorros estaban caminando? Y como es que la montaña parecia alejarse permanentemente?

Estas dudas invadian la mente de Mikail, quien no podia evitar pensar que esto tenia una razon de ser. -Vatsa... creo que esto es justamente una parte vital del rito. No creo que podamos llegar a la montaña por medios convencionales.-

Dejo de caminar y se hecho sobre la arena. Estando sentado comenzo a preguntarse sobre esta incognita y como era posible sortear el problema.

-Cada vez que observamos la montaña esta parece alejarse. Sera que debemos avanzar, sin posar nuestros ojos en la misma? Simplemente dejar que nuestros instintos nos guien?-

A lo largo del camino, he permanecido en silencio, más atento de nuestro entorno que de nuestro objetivo. Intentaba buscar parecidos con alguno de los lugares que habría podido visitar a lo largo de los años en mis viajes. No, nada se parecía a esto. Y además la montaña se movía, como bien acababa de decir mi compañero. Frunzo el ceño, dejándome caer junto a Mikail. - Lo que dices es interesante. Mucho. ¿Planteas que nos han hecho caminar de lado y nos han dejado aquí? ¿O que tenemos que pasar por la Umbra para alcanzarla? Otra opción es que el calor, la sed, y el hambre nos estén engañando y estemos viendo un espejismo. Que no sea una montaña sino una duna reflejada por los rayos de Sol y la densidad del aire por las altas temperaturas... - Miro a nuestro alrededor, en busca de algún lugar con sombra, o algún oasis. En realidad, una mera roca lo suficentemente grande para abarcar medio cuerpo de cada uno, me parecía bien. Vuelvo los ojos a Mikail. - No comprendo que no nos hayan dado indicaciones, aunque, desde luego, esperan que actuemos por nosotros mismos. Quedarnos parados no agradará a los Ancianos, pero la temeridad tampoco será de su agrado... ¿Te parece que hagamos un pequeño parón, nos abastezcamos un poco y retomemos energías? Que aclaremos nuestras mentes. ¿Qué dices? - Pregunto a Mikail, mientras le miro a los ojos, esperando algún comentario inteligente, o más bien, una decisión. Respetaría su cargo, además, su estirpe también significa en cierto modo... un lugar, un lugar que los míos no poseíamos.

Mikail se encontraba de lo mas extrañado ante la situacion, y hasta podia sentirse ligeramente frustrado. La idea de Vatsa no era mala y de hecho Vatsa podia llegar a ser lo unico en todo aquel lugar, que fuera verdadero.

-Detangamosnos pues, pero dime... tienes hambre o sed?- Pregunto -Ya que yo no siento ninguna de las dos.-

Niego a Mikail. - El hambre es una de esas cosas que casi no padezco... la frugalidad me guía, pero tal vez descansar, refrescarnos, nos ayude a pensar mejor... A estar menos confusos. Los descansos, son necesarios, de nada servirá avanzar hasta extenuarnos... Y acabar pereciendo en nuestro propio Rito de Iniciación. - Me callo, tras lo cual, presto un poco más de atención a nuestro entorno, que a él.

Vatsa recorrio con la vista el lugar hasta que a unso 500 metros pudo divisar algo entre la arena, parecian pilares qeu antes no habian visto..... tras contarlos por un momento parecia que habian 13 pero uno de ellos estaba roto... caminaron hacia alli, frente a ustedes estaban los pilares de gran tamaño desafiantes.... y entre ellos un orbe de color azul radiante sobre la arena.

Me detengo ante los pilares, dubitativo, intentando descifrar el sentido de aquellas visiones. Echo la mano a Mikail, indicándole que nos quedemos fuera de los pilares, que observemos antes de actuar. - Esto tiene un significado. Antes no estaba aquí. Los trece pilares, no sé... algo me dice que tiene que ver con las trece tribus, pero una de ellas, está quebrada... Eso no termino de comprenderlo. Y el orbe... El orbe da que pensar. - Me siento, fuera del círculo, con las piernas cruzadas. Apoyándome ligeramente sobre la arena, contemplo, en silencio. E intento comprender qué pasa.

Mikail caminaba junto a Vatsa hasta alcanzar los pilares. Aquella vision era simplemente majestuosa... en medio de un desierto, 13 pilares se eregian y un orbe en el centro.

Vatsa lo habia frenado, para que no ingresara al circulo... el no pensaba hacerlo, pero era todo un agrado saber que su compañero cuidaba de el.

Recorria los pilares de lado a lado observandolos maravillado, este orbe... protegia a los pilares? Los alimentaba? Velaba por ellos? O era acaso a la ioversa? Estos pilares podrian haberlo tenido atrapado todo el dia... sino fuera porque el tambien presentia que representaban a las 13 tribus y su corazon se llenaba de tristeza y miedos al ver como uno de ellos se encontraba roto.

-Vatsa, amigo... Tu tambien lo ves verdad? Podrian ser las 13 tribus? Y aquel orbe? Gaia? Nuestra madre? Siento pena por aquel pilar, que no se erige orgulloso como los otros... no se encuentra en este momento en su esplendor. No, se quebro y descansan sus restos en la arena. Que querran enseñarnos los maestros?-

Mikail tomo asiento al lado de Vatsa para reflexionar junto a el.

Vuelvo la vista hacia Mikail, asintiendo. - Sí, parece que hemos sentido lo mismo. - Me quedo en silencio, pensando sobre lo que ha dicho mi compañero. Tal vez, tenga razón. Puede que sea nuestra madre y debamos restaurarla... ¿Pero por qué azul? - En realidad, lo que más me confunde es el color del orbe. Es un color pacífico y atrayente, pero ambiguo a su vez. Ese pilar roto... Podría ser la tribu que desapareció, los Croatanos... ¿no? Aquellos que se sacrificaron por los suyos. Qué poco me gusta esto... Me quedaría una noche intentando averiguar qué sucede, pero hace horas que andamos por aquí, y... No he visto que el Sol se haya desplazado, así que tal vez no se haga de noche... - Mis ojos se posan en él. - ¿Crees que deberíamos entrar ahí y ver qué pasa? - Mi pregunta era asertiva, no indecisa.

Mikail escuchaba las palabras de Vatsa e intentaba unirse a sus pensamientos, comprender lo que veian.

-No lo se Vatsa... son 13 pilares y en estos tiempos somos 13 tribus y eso es lo que mas miedo me da, sera que alguna de las tribus de nuestro tiempo ha caido?-

Al haber escuchado la oferta de Vatsa, Mikail se puso de pie -Es arriesgado, permite que yo ingrese al circulo-. Y camino hacia dentro del circulo, buscando estudiar con profundidad al orbe y a los pilares.