Partida Rol por web

El rey de Arquiona, Orbus II, está triste. En su palacio de veraneo, en el Valle de Ann, empiezan a ocurrir sucesos extraños. Ya casi no quedan perdices salvajes para que pueda cazar, y varios sirvientes han aparecido muertos... Les faltaban los ojos y el corazón. Debido a la gravedad de los hechos, encarga la investigación de los asesinatos a sus más valientes hombres. El tema de las perdices, de menor importancia, se la encarga a un joven y prometedor cabo, aún con mucho por demostrar: Darius Balzar. Se le ha asignado un cazador para buscar las perdices, un elfo llamado Mindo Striker.

El inicio de las investigaciones demostró que las perdices fueron depredadas. No se encontraron sus cuerpos, pero sí manchas de sangre en el suelo del bosque, junto a las que Mindo identificó como plumas de perdiz. También había huellas de animal. Una manada. Bípedos, tres dedos en cada pata. Por la profundidad y tamaño de las huellas, criaturas del tamaño de un hombre. Tal vez de algún ave o algún dinosaurio de una raza que el batidor elfo no supo reconocer.

La situación era delicada. Las huellas seguían más allá de la frontera de Arquiona, al reino vecino de Velvetia, con el que han estado en guerra ya en dos ocasiones. La última, la Segunda Guerra Lanar, terminó a penas hace cincuenta años. Y no solo eso, ahora mismo Velvetia está en un momento de inestabilidad política bastante grave. La isla de Farcúberith, bajo soberanía velveta, se ha alzado en armas contra su rey buscando la independencia. En este clima de beligerancia, llevar tropas a Velvetia supondría un auténtico acto de guerra.

La decisión del rey ha sido infiltrar a un grupo reducido de hombres: Darius y Mindo. Sus órdenes son acabar con las alimañas que comen sus perdices, sin identificarse nunca ante las autoridades extranjeras como servidores de Arquiona.

Lleváis una semana caminando hacia el sur por montañas y zonas pedregosas. Y salvo algún rastro ocasional, no hay noticias de los depredadores. Eso también es una mala noticia. Significa que el área de caza es muy grande. Demasiado para cubrir con solo dos personas. Acaba de amanecer, vuestro octavo día...

 No me puedo creer que nos hayan enviado a seguir a esos, bichos lo que sean, buff!! - resopla Darius indignado - no hubiera sido mas facil constatar que se perdieron en las montañas de Velvetia y que les aprovechen a los Velvetios y hacer guardias por nuestras tierras por si vuelven... por todos los dioses que asco de mision!!

Con cara de frustracion se vuelve hacia Mindo

Mindo, podras encontrar algo comer hoy?

 Mindo escuchaba atentamente a su compañero enojado y frustrado como elfo sabia que podía perjudicar eso en las acciones de el por lo que toma su tiempo para contestar y lo hace con su voz suave y tranquila.

 Darius esta misión debe y es media incoherente en todos sus sentidos pero te digo algo, sino lo hacemos pasaremos por peores cosas y sabes que no podemos negarle al rey una misión, sabes como se pondría, con el tema de los Velvetios tienes razón pero no solo infiltrarnos nos hará de saber si tienen lo que buscamos, sino que podremos llevar información para luego tener ventaja sobre ellos, con respecto a la comida espera que buscare.

Gracias a las raciones que el soldado Balzar "tomó prestadas", los dos primeros días avanzabais rápido, pero después se terminaron, dejándoos con vuestra propia comida. Mindo trató después de forrajear, mostrando buenas cualidades. Ayer, quizás por la orografía montañosa del terreno, los alimentos que os suministraba la naturaleza escaseaban. Aún así pudisteis pasar el día de ayer con las sobras de anteayer. Pero la carne de la caza está en mal estado, y hoy tendréis que echar mano de las insulsas raciones de vuestras provisiones si no encontráis comida pronto.

Antes de que el elfo pudiera ponerse a buscar, un ruido suena en las cercanías. Una especie de gruñido animal.

GRRRRRRRRRR...

Las altas cornisas de las montañas hacen reverberar el sonido, amplificándolo, pero también lo convierte en un sonido muy difícil de ubicar. Sin embargo suena distante. Ni Mindo ni Darius parecen ser los objetivos a los que la bestia está gruñendo.

 Siguiendo la animada conversacion mañanera....

Crees que no lo se, pero refunfuñar me ayuda a sobrellevarlo -  dice darius sonrriendo a su compañero - parece mentira que todavie te tomes en serio mis gruñidos despues de tantos dias jejeje

Mientras Darius pronuncia gruñidos  ¡¡¡GRRRRRRRRRRRRRR!!! y la cara de este pierde la sonrrisa para dejar paso a la estrañeza.

Me doy la vuelta sobre mi mismo y trato de ubicar el sonido, embrazo el escudo que llevo colgando a la espalda.

Pero parece que el ruido del escudo no me deja oir nada xD

 Mindo con su oído de perro intenta ver de donde proviene el sonido del animal, mientras sonreía por lo que decía Darius, Mindo estaba prevenido porque sabia que había algo que en si no era para cazarlos a ellos sino para alguien mas.

 Darius creo que ese no eres tú... Aunque creo que estamos cerca de encontrar al animal del cual provino ese rugido, mantente alerta y no hay que meternos o Será peor de lo que parece.

 Mientras se ponía precavido y sacaba su arco y flecha. Espero que esa cosa no este esperando a más personas o de lo contrario tendremos que pelear.

Mindo apuntó con su arco en la dirección desde la que creía que venía el gruñido. Hasta podría jurar que la criatura estaba a unos trescientos pies, detrás de aquella agurpación de rocas.

Parte de la tierra de la pared vertical que estaba a la derecha había sufrido algún derrumbe hace algunos eones. Esa tierra formaba ahora un talud natural por el que se podía ascender andando sin ninguna complicación a pesar de la pronunciada pendiente. La altura a la que se podía llegar por esa rampa bien podía alcanzar los 30', y aún así quedaba pequeña en comparación de las montañas que había en todas direcciones.

Por otro lado, a la izquierda de las rocas que ocultaban el origen del sonido, el camino era llano, hasta bordear el cúmulo de peñascos.

Aún más a la izquierda, una montaña escarpada tapaba el horizonte.

 Mindo se intenta ocultar para pasar desapercibido, y luego intenta ir despacio para que nadie lo oiga, esperando que sus movimientos y su cuerpo no lo hagan hacer mucho ruido empieza a ir hacia donde escucho el sonido del animal.

 Despacio Mindo, tranquilo, siempre adelante, que sera esa criatura que tanto llama la atenciòn sera algo raro, o que?.

GRRRRRRRRRRRRR...

Cuando Mindo ya ha recorrido la mitad del camino, el gruñido cesa. ¿La criatura habrá escuchado a Mindo? ¿O tal vez le habrá olido?

Aún queda una formación rocosa que bordear antes de poder ver la zona de los gruñidos, pero que haya cesado de golpe da mala espina. Y más habiendo dejado a Darius tan atrás.

Darius sigue junto al fuego apagado que les calentó la última noche, viendo las espaldas de su guía a unos cien o ciento cincuenta pies. Ojalá pudieran comunicarse en estos momentos sin tener que alzar la voz. Podrían ponerse de acuerdo en si seguir o no.

 Me quedo quieto viendo como el batidor avanza, - Es mucho mas silecioso que yo, que con esta armadura soy un sonajero... - Por todos los dioses, esas peñas no estaban tan lejos - Maldita sea como he podido calcular tan mal -  bueno si ...  no, no Mindo por la rampa, flanquealo no sigas defrente....

Susurrando: Maldita sea... alla voy

Me intento acercar a Mindo aunque solo sea porsi algo le salta encima, al fin y al cabo, si me oyen no repararan en el, eso espero xD 

 Mindo miro para atrás para ver a su amigo Darius que venia hacia el, sonreía puesto que el se movía mucho y hacia mucho ruido, en cambio el no había hecho nada y si los rugidos habían parado porque capaz que lo habían escuchado a el, entonces con Darius ya se hubiera ido, igual Mindo espero a que lo pase, cuando estaba relativamente cerca le susurro.

 Espero compañero que en futuros no hagas mucho mas ruido que este jeej. Pasa adelante.

Más adelante, torciendo la agrupación de rocas, un lobo se sacude de manera convulsiva.

Su pelaje está descolorido y presenta numerosas "calvas" en las que no tiene pelo. Un hilo de baba se deja escapar desde sus mandíbulas.

Junto a este particular lobo, hay dos detalles especialmente relevantes. Uno es una mancha de sangre tiñendo el suelo, de un par de pies de diámetro. La otra es una cadena. Sus eslabones terminan en un extremo enroscándose alrededor de una pesada roca de unas 300 libras de peso, y la otra punta de la cadena reposa sobre la tierra sin ninguna ligadura.

Los temblores del lobo continúan.

Al llegar a su altura le susurro:

 Mindo, sube por la rampa y echa un ojo desde arriba a ver si lo que fuera sigue ahi.

Yo me quedare aqui cubierto, si algo dobla la esquina y me salta encima - guiñando un ojo - conviertelo en un alfiletero.

 Cuando vuelvo  la vista al camino....

Pero que coño...

El lobo deja su tembleque. Parece aturdido, mirando a su alrededor intentando reconocer lo que le rodea.

Por su parte, Mindo ya ha tomado la cima. El barranco que cae a sus pies tiene unos veinte pies de alto. Lo suficiente como para mantenerle alejado de las mandíbulas del lobo. También le permite vigilar la posición de Darius, quieto más abajo, a la izquierda del elfo.

 Mindo como siempre saca su arco y lo carga con flecha y espera a que el lobo ataque a Darius, sabiendo que el lobo lo ataque, este reaccionara haciendo que tire de su arco y que salga la flecha, esperando también lo que hará Darius.

 Espero que no lo mate o que no lo dañe mucho, intentare cubrirlo lo más posible.