Partida Rol por web

- Espera Hothar, iré contigo, pero antes accionemos los dos interruptores. 

Dejadme una cuerda.

La rapidez de Ethelnir es providencial y con los dos interruptores activados, la trampa se desarma y no les ocurre nada a los valientes pathfinders.

El cuerpo del fallecido todavía tiene algunas pertenencias intactas. Entre sus posesiones hay varias anotaciones y documentos. En concreto hay unas referencias a una trampa en un pasillo y a haber encontrado un interruptor que la desarmaba.

También hay correspondencia, entre la que veis una carta con el sello del Decemvirato.

Finalmente veis otro wayfinder roto, al igual que otros de los que habéis encontrado está tallado con la forma de un escarabajo. Finalmente hay un pergamino que Clarissa no identifica.

—Afortunadamente he encontrado la trampa y el cómo desactivarla— dijo Clarissa, rápida en adjudicarse el mérito. Además que esta vez lo tenía y era algo justo, legal y necesario. —Otra vez que me debéis la vida. Poned el cuerpo aquí respetuosamente con el resto y cuando salgamos les enterraremos y rezaremos a los dioses por sus almas.

La carta supuso toda una sorpresa. —Vaya, así que el Decemvirato sabía lo de la misión. ¿Por qué no volvimos antes?— dijo con la sensación que al no volver los Pathfinders el Decemvirato había decidido dejar las cosas tranquilas. Aunque tampoco los recursos de la Sociedad eran infinitos.

—Los pobres encontraron un interruptor pero no los dos... avancemos al otro lado, veamos si podemos encontrar las gemas de los sabios.

- Me pregunto cuantos cadáveres más nos encontraremos. Esto es una tumba.

William negó con la cabeza la afirmación de Ethelnir antes de responderle.

No. No es una tumba. Es una trampa mortal. Llena de cadáveres de compañeros nuestros. Esperemos poder llevar sus cuerpos fuera y darles la sepultura que se merecen.
Y cuando acabemos aquí creo que iré a ver al Decemvirato. Es indigno que sabiendo que estaban aquí no hayan mandado a nadie a recogerles.

- Mientras no palmemos nosotros, me doy por satisfecho.

La cosa estaba siendo más complicada a cada segundo que pasaba y podíamos terminar peor de lo que ya estábamos.

- Meh - es lo único que alcanzó a decir Lorik - Vaya una manera estúpida de morir. - Lorik odiaba a los ladrones casi más que a los magos. Esos que ponian trampas y atacaban por la espalda, porque no eran lo suficientemente hombres como para tratar de combatir de cara, mirando a tu enemigo y en igualdad de condiciones.

En cuanto avanzáis más allá del pasillo con la trampa veis una enorme sala con columnas que muestra ciertos detalles que indican que contuvo lujos en el pasado, pero por lo que parece aquí hubo un gran batalla pues el techo y las paredes están calcinados y varias de las columnas y el suelo están agrietadas y machacadas.

Los restos del mobiliario están esparcidos contra las paredes y hay pilas de cuerpas en las alcobas-dormitorios de las paredes del sur y del oeste.

En el centro de la sala hay una elevación con una gran mesa redonda sobre ella. Hay tres cadáveres sentados a la misma, todos tienen ropas lujosas de seda y simulan estar charlando entre ellos. Encima de la mesa podéis ver los restos de algún tipo de cristal o gema rojizo, ¿un rubí?

Hay una suave brisa en la sala que trae unos sonidos lejanos, como balbuceos ininteligibles. Unas escaleras bajan hacia el este, pero un derrumbamiento ocurrido probablemente hace mucho tiempo impide por completo utilizarlas.

- ¿Hay magia aqui Clarissa? ¿Seran estos los sabios y esos los restos de alguna piedra preciosa?

Lorik soltó su bordería de musculitos y accedimos a una sala llena de cadáveres, estos al parecer no-pathfinders —De acuerdo— respondió a las palabras del paladín sin moverse de la entrada. —Pero tú detecta el mal en esos cuerpos, ya fuera nos hemos encontrado Muertos Vivientes y no quiero que nos pillen desprevenidos.

Así, Clarissa detectó magia en la habitación.

Es más que probable que lo que dice Ethelnir sea cierto. En cuanto Clarissa lanza su conjuro no obstante, parece que las esquirlas fueran parte de algo mucho más poderoso, pero sólo queda magia residual...

Es en ese momento cuando todos escucháis el eco de pasos y de voces viniendo de donde habéis venido vosotros. Es más que probable que alguien se esté acercando.

El paladin se concentra en los cuerpos mientras se coloca detras de la mesa y saca el arco.

- ¡Preparaos! ¡Arak, Clarissa apartaros de la puerta! ¿Cuantos vienen?

Clarissa se da cuenta de que, además de la magia residual en las esquirlas, hay magia en unos brazales que hay sobre la mesa.

—Eso fue hace tiempo una gema y... —Clarissa escuchó a distancia los sonidos de gente que se acercaba. Ya les habían dicho que tenían otros grupos interesados en lo mismo. —Cuidado... ¡Preparémonos!— comentó pasando del dicho al hecho

En cuanto William escucha el ruido de pasos que se acercan se prepara al igual que el resto. Trata de echar un vistazo y escuchar mejor a ver si puede detectar cuantos y quienes son. Luego agradece el conjuro de Clarissa y busca un lugar donde esconderse y poder emboscar con su arco a los que entren.

¿Cómo vamos a hacerlo? ¿Hablaremos o atacaremos sin más?
Es muy posible que sea el otro grupo que venía. Aunque si son ellos han llegado antes de lo que creía.

- Tal vez Arak y William podriais esconderos ... pero si son miembros del Consorcio del Aspid sus intenciones con malvadas y ningun trato podemos hacer o esperar de ellos.

Rápidamente, busco un hueco a un lado de la entrada a aquella sala, donde poder apostarme y, con suerte, pillar desprevenido a quien fuera que se acercase.

Si son del Consorcio del Aspid, son novatos muy lerdos, porque se les oye a millas de distancia. Dudo que sean ellos...