Partida Rol por web

LAS CUATRO Y MEDIA.

HANGAR DE LA ESTACION:

- Ruso y Pelirroja llegan al hangar. El lugar está casi completamente a oscuras y no hay nadie.

- Aquí y allá se aprecian marcas de disparos. Signos de una lucha encarnizada.

- Ruso localiza un rifle de plasma chamuscado y algunos cargadores en el suelo por ahí tirados.

RUSO:

- Está todo a oscuras, pero si puedes subirte a la cabina de la lanzadera puedes iluminarlo todo con las luces de la "Slut Star".

Quizá por primera vez en toda mi vida me siento tan abrumado que no sé que decir o hacer. Permanezco silencioso y aún aturdido, lleno de estupor dado que lo que oigo me resulta casi incomprensible. 

Farsight . . . Doombringer . . . ¡Traidores! ¿Es posible? Ha podido deberse a una confusión. Quizá lo de Doombringer sería más comprensible, su especie nunca aceptó bien su situación pero ¿Farsight? Y Krouss . . . ella también.

Anonadado por la magnitud de la infiltración miro a Reynolds sin saber que postura adoptar con él.

Si lo que descubrió al principio de su investigación fuera cierto mucho de lo sucedido a partir de ese momento cobraría sentido pero necesitaríamos pruebas de que sus suposiciones eran correctas.

Me cuesta bastante asimilar lo que está sucediendo pero cuando logro aceptar la situación enderezo los hombros para hablar por fin.

Oficial Leonard, a la luz de los últimos acontecimientos no me queda más remedio que ponerme bajo su custodia junto con estos soportes de seguridad que contienen una copia de la investigación . . . probablemente la última copia.

Una mirada a Jack aún muestra cierto resquemor ante su fracaso a la hora de demostrar el grado evolutivo en que se hallan los objetos de nuestra investigación. Si no hubiera perdido esa información ahora podría dar una respuesta más contundente.

Desgraciadamente no podemos afirmar sin dudas razonables que los zort sean una especie sintiente debido a la carencia de pruebas en que nos ha sumido el sabotaje. Esa simple palabra logra dejarme un amargo sabor de boca ahora. Pero si logramos llegar a un lugar seguro y estudiar todo lo que hay aquí podríamos emitir un veredicto provisional con todo el peso y autoridad que me confiere mi estatus.

Eso debería ser suficiente para trazar un curso de acción inmediato.

Luego me llega el ignominioso momento de admitir mi desconocimiento respecto al funcionamiento técnico de gran parte de la estación. Agachando la cabeza unos segundos trato de recordar algún dato útil.

Desgraciadamente Doombringer y Krouss se ocupaban del funcionamiento del generador y del mantenimiento, me temo que podrían haber cometido cualquier tropelía sin ser detectados. El lugar más neurálgico es la sala de comunicaciones donde estaba la catyr cuando la vi por última vez.

Una reflexión, un chispazo, una oportunidad quizá.

Sin embargo . . . en mi despacho privado hay una mesa de control que . . . quizá deberían echarle un vistazo si pueden suministrar energía. Nunca supe sacarle todo el partido pues no necesitaba profundizar en ello pero ustedes podrían estar interesados.

No había nada que pudiese apetecerme más que ponerme bajo la custodia de mercenarios entrenados para enfrentarse a situaciones como esas, pero no, aquello no iba a funcionar, no podía funcionar.

- ¿Y cómo van a saber si Zentraedi ha tenido éxito o a muerto? ¿Cómo vamos a saber si estamos seguros o no si las comunicaciones han sido saboteadas y no podemos hablar a distancia entre nosotros?- pregunté prácticamente a gritos-. Mejor no separarnos. Ella conoce la base mejor que todos vosotros-. Luego miré a Talbot. Él poseía la última copia de la investigación, la única prueba de nuestro trabajo. Había dejado de temblar de miedo pero seguía aterrorizado, aun así no tenía intención de ser menos que ese... anciano.

- Debemos…-. Tragué saliva sin creer lo que iba a decir-. Esto… necesito que alguien me acompañe. Tengo que ir a mi habitación un momento. Quizá quede algo más de la investigación- dije dirigiéndome a Equis- Algo además de eso- añadí señalando los soportes de seguridad de Talbot.

PASILLO PRINCIPAL:

- Corriendo a toda velocidad, Zentraedi desaparece por las oscuras escaleras, subiendo a piso de arriba.

MINELVA KROUSS:

- Hay un ominoso silencio.

- Lo peor es no saber qué bandos estaban implicados en el tiroteo, ni quién ha resultado vencedor.

Ruso se adelanta con la única fuente de luz, la de su casco, dando la espalda a Dalira.

No me noquees por detrás con un golpe en la nuca, ¿de acuerdo, Pelirroja? Lo digo por si tu también eres una traidora.

Atravesó el gigantesco hangar y tocó el casco de la Slut Star con la palma de la mano. Luego abrió los brazos y los moldeó a la curvatura del casco, como un abrazo a algo demasiado grande para abarcar.

Mpfh... Ya pasó, cari. Tu macho ya ha vuelto.

...

Perdón, cof-cof... Mejor me pongo a trabajar.

Tras el emotivo reencuentro, siguió el perfil de la nave hasta la exclusa lateral de la cabina y pulsó el interruptor para abrirla.

El in´valiano miró a Leonard y pese a la inexpresividad de sus facciones, logró transmitir un frío desprecio. Indudablemente, el humano mostraba su habitual antropocentrismo, sordo a cuanto se le decía o demostrando con hechos su absoluta incomprensión oral, deseando imponer un criterio absurdo e irracional pese al peligro existente y que parecía ser el que motivaba sus absurdas peticiones.

- Leonard -dijo con una calma absoluta -. Le expondré el tema con claridad. Primero, no sabemos si la lanzadera está en condiciones de volar. Dos, Minelva Krouss está encerrada en una habitación cuyo acceso está vetado salvo que pongamos en marcha los generadores auxiliares. Tres, nuestra única forma de asegurar el éxito de la misión científica es recabar todos los archivos e informes existentes. Cuarto, la única forma de proteger a los doctores Reynolds y Talbot es obrando con inteligencia. Ello exige varias cosas: restaurar la energía y devolver la luz a esta estación salvo que sean capaces de moverse y desenvolverse en la oscuridad, recuperar los estudios de Reynolds -su mirada se dirigió entonces al científico. Parecía que el alumno había aprendido del maestro -, recuperar todos los discos duros, matar a la catyr, aunque prefiriría que fuera reducida para poder ser interrogada y saber para quién trabaja y salir del planeta. Espero haberme expresado con claridad. Leonard, usted podría hacerse cargo de esa mesa de control, aunque preferiría que Talbot le acompañara hasta ella pues podría instruirle en su manejo. Reynolds puede acompañarme. Tanto usted como yo estamos armados ahora. 

Dicho aquello y a la luz de la cabina de su exoesqueleto, se volvió hacia Reynolds.

-Primero, al laboratorio. Quiero esos geiger y si es posible, alguna linterna, además de recuperar los discos duros del ordenador principal. Después, al sótano, donde intuyo estarán los generadores auxiliares. Señores, Leonard -concluyó al tiempo que se ponía en marcha y se alejaba con paso firme hacia los cercanos laboratorios -. Ah, y comprobaré si nuestro sistema de comunicaciones interno sigue sufriendo interferencias -se le oyó decir -. Pelirroja, Ruso ¿me escuchan? -dijo al tiempo que activaba su comunicador.

¿Están seguros que pueden manejar a la catyr? Ella conoce la instalación perfectamente y ha tenido mucho tiempo para disponer trampas o controles alternativos.

Aprensivo miro la mancha oscura, aún no estoy convencido que el silhouette haya muerto.

No dudo de sus capacidades pero quizá ella tenga ventajas que no conozcan ni puedan valorar.

De todos modos sigo a Equis sabiendo que lo que no puedo hacer es quedarme solo.

Leonard se gira hacia el In'valiano. Contestare a su intromisión contestando dada su incapacidad, probablemente debida a su degenerativa extinción de los hechos y de su soberbia. Uno. Ruso estará evaluando los daños de la lanzadera. Dos. El hecho de que este encerrada es cosa sabida, que no hay energía creo que es más que evidente, quizas a ud. se le ha pasado por alto, pero llevamos 2 horas a oscuras. Tres. Otro hecho que se la habrá pasado a ud. pero yo recuerdo muy bien las ordenes, usted no. Cuatro, si les llevamso a la lanzadera la única vía de entrada puede ser vigilada por 4 personas armadas, Ruso, peliroja y nosotros dos. Zentraedi ha salido a cazar y le aseguro que no se parará a ver si esta viva para ser interrogada o no, la matará y así ahorrará futuros problemas. Las motivaciones o aliados que esta pudiera teneer no se andaran con nimiedades para destruir esta investigación y cualquiera que sepa algo. Y si no tiene nada valioso que aportar, le ordeno que vaya a la maldita lanzadera, así Zentraedi solo tendrá que preocuparse en disparar y no mirar a quien

Si el in´valiano oyó lo que Leonard decía mientras avanzaba a buen paso hacia los laboratorios, no tuvo respuesta alguna, salvo seguir avanzando y recorrer los pocos metros que le separaban del primero de los laboratorios y cruzar sus puertas.

-Intromisión, incapacidad, degenerativa extinción de hechos, no recordar las órdenes, nada valioso que aportar -enumeró para sí Xaar Ixval mientras recorría el pasillo y haciendo oídos sordos a la absurda intervención de aquel clon defectuoso llamado Leonard. Era evidente que la corta vida de aquella mediocre e indignante forma de vida llegaba a su fin y que su deteriorada psique, alterada por un aún más mediocre sistema hormonal, no era capaz siquiera de articular tres palabras seguidas que contuvieran ya no sentido, sino la más mínima de las sensateces. Había resistido al súbito deseo de volverse y disparar su pistola de plasma contra el deshauciado cerebro de Leonard Vance, poniendo un fin digno a aquella deplorable existencia mediante una muerte rápida e indolora, una placentera eutanasia que solo hubiera podido aportar bien al grupo y frenada por la única consideración del negativo efecto que aquella muerte legítima hubiera tenido sobre Talbot y Reynolds.

No, ahora las prioridades eran otras. Sí, recordaba las órdenes y ellas exigían recopilar toda la información acerca de los zort en un tiempo récord e impedir que aquel planeta fuera sometido a una explotación que destruyera el mismo en pro de unos intereses comerciales que parecían justificar cualquier tipo de comportamiento. Además, nadie sabía las posibles sorpresas deparadas por aquel trío saboteador, los cuales podrían haber colocado explosivos en la base, lo cual arruinaría todos sus esfuerzos. Pero aquel infame simio involucionado prefería retirarse y dejar que uno de sus hombres se dedicara a una caza que podía acabar con él. Sí, había prisa. Mucha y no podía ni debía perder su concentración.

Maldito resabido, un día de estos le dispararn y disfrutare con ello. Doctor Talbott ¿donde esta su despacho? Doctor Reynolds vaya con ese extraterrestre decrépito.

En cuanto el in’valiano había emprendido el camino hacia los laboratorios yo lo había seguido pero, nada más escuchar a Leonard y sus críticas, paré por un momento. Al ver que Equis no tenía nada que añadir no tardé en reemprender el camino y con unas cuantas zancadas conseguí ponerme a su altura.

- ¿Funcionan las comunicaciones?- pregunté, pues no había dicho nada tras hacer la prueba.

LAS COMUNICACIONES SIGUEN BLOQUEADAS POR COMPLETO.

-He tenido oportunidades de matarte si lo hubiese considerado necesario, Ruso. Hazme el favor de dejar de decir tonterias y centrarte en lo que estamos haciendo, no sabemos donde puede estar esa catyr...

Pelirroja veía perfectamente como Ruso avanzaba casi a tientas hacia la lanzadera y suspiró profundamente cuando lo vio abrazarse al casco.

-No tan centrado... -susurró para elevar la voz justo después- ¡Andando Ruso! ¡No tenemos toda la noche! Cuando pillemos a esa catyr te dejaré que estes todo el tiempo que quieras con esta monada y encima a solas. Pero ahora... tenemos trabajo que hacer.

Mientras hablaba y vigilaba como Ruso ascendía por el caso de la lanzadera, no dejaba de estar pendiente de su alrededor. El hangar era muy grande, con muchas cosas que podían esconder a alguien del tamaño de la catyr sin problemas. Sujetaba fuerte y seguramente su arma, lista para disparar.

-No, en absoluto. Siguen bloqueadas. Sea lo que sea que interfiere, sigue en marcha. Bien, empecemos. Los contadores geiger. Y pónganlos en marcha para prevenir sorpresas. Y si hay alguna linterna a la que podamos tener acceso, mejor que mejor. Después, debemos hacernos con los discos duros del ordenador. Hay que intentar salvar y recuperar lo máximo posible.

PASILLO PRINCIPAL:

- Para asombro de Leonard, Talbot y Reynolds siguen a Equis hacia los laboratorios, en lugar de seguir sus órdenes.

- Leonard se queda solo ante las escaleras.

LABORATORIO SECUNDARIO:

- Equis abre la marcha por el pasillo, iluminando el pasillo con la fría luz blanca que emana de detrás del cristal blindado que cubre el cubículo de soporte vital de su exoesqueleto.

- Con esa luz encendida, cuando se le mira de frente es más fácil ver el cuerpo arrugado, encogido y atrofiado que hay dentro del fuerte exoesqueleto mecánico. Es una cosa frágil y diminuta, sin más que huesos y pellejo grisáceo.

- Talbot y Reynolds siguen a Equis cuando éste entra en el laboratorio.

- Con la escasa luz que proporciona la cabina del exoesqueleto de Equis, Talbot logra ver el cable de corriente del terminal principal del Laboratorio Secundario, ha sido arrancado de la pared. ¿Otro sabotaje?