Partida Rol por web

Después de los disparos parecía, por lo que escuché decir a Equis, que todo había acabado. Me puse en pie todavía sin poder creérmelo dispuesto a seguir al in’valiano, pero a medida que trabajábamos sin percances en la reparación de los generadores me fui calmando.

- ¿Ese tipo de juego de palabras? ¿Por quién me toma?- repliqué con una sonrisa, todavía un poco tensa, a la broma que Equis había hecho-. Tiene muy mal concepto de mí.

A continuación habíamos subido a mi habitación donde finalmente había conseguido recuperar mis archivos. También cogí mi portátil y alguna que otra cosa más, entre ellas ropa y mudas.

- No le culpe por la confusión, Equis. Muchos se han perdido en mi dormitorio, aunque lamentablemente nunca en este- dije exagerando el tono de decepción-. Ahora Leonard, ha pedido un consejo y yo se lo voy a dar. Bueno, es más bien una petición. Se lo ruego, de veras, si quiere me arrodillo: por favor no me haga dormir en la misma habitación que el doctor Talbot. Pueden poner cámaras, pueden ponerme con cualquier otro miembro de su tripulación, al fin y al cabo no tengo nada que ocultar, es más, de algunas cosas estoy muy orgulloso-. Yo mismo me di cuenta después de aquello que toda la tensión que se había acumulado a lo largo de las últimas horas la estaba liberando a través de bromas- Pero por favor, no con el doctor Talbot.

Si necesitan trajes pueden indagar en la vieja lanzadera para emergencias. Ahí podría haber algo aunque es un aparato que salvo alguna ocasional revisión no se toca para nada.

Subo a la lanzadera y me siento donde pueda, asegurando los contenedores de datos a mi lado. Mi cabeza cae y me siento apesadumbrado, pensando en el desastre que supone esto. Y ha habido muertes.

El Consorcio de Mundos Civilizados tendrá que abrir una investigación, los burócratas lo complicarán todo, las acusaciones de sabotaje levantarán mucho revuelo.

Tardarán años en resolver el caso y es posible que entretanto nos tengan a Reynolds y a mi en dique seco. Nuestra muerte profesional.

HORA SEPTIMA.

SITUACION:

1) Hangar: Ruso ha terminado de preparar la lanzadera. Talbot descansa en la lanzadera. Pelirroja monta guardia con su pesada pistola de cartuchos de plasma en la mano.

2) Reynolds está en el primer piso, listo para encaminarse al Hangar.

3) Equis y Leonard se encuentran ante la entrada de la Sala de Comunicaciones y se cercioran de que no hay nada que salvar, todo está destruido. Equis puede certificar que Krouss está realmente muerta.

4) Zentraedi está terminando de registrar la habitación de Krouss.

HABITACION DE MINELVA KROUSS:

ZENTRAEDI:

Encuentras lo siguiente:

- Una bata blanca de laboratorio colgada de un colgador en la pared.

- Ropa elegante y unos buenos zapatos en el armario ropero. También hay unos cuantos monos de trabajo, muchos de ellos blancos.

- En la mesita de noche está su cartera con 10.000 Créditos. Su documentación de identidad y nacionalidad parece en regla. Así como su acreditación de experta en robótica y técnico de mantenimiento.

- Hay una computadora de bolsillo muy simple y básica.

- Junto a la mesita hay una caja de herramientas de precisión y un destornillador eléctrico.

Has destrozado la cama y los muebles en busca de más cosas sin encontrar nada raro.

Lo único en la habitación que no te termina de cuadrar es una horrorosa y primitiva escultura de piedra perteneciente a alguna bárbara cultura alienígena. Es muy pesada y parece sólida. Mide unos dos metros y medio largos de alto, por un metro de ancho y un metro de profundidad.

MENSAJE DE TEXTO ENTRANTE:

SEÑAL POTENCIADA POR UNA FUENTE EXTERNA.

_Preacher on. Situación en órbita controlada por Preacher. Objetos tres. Alfa: Consorcio: bloqueado y controlado. Beta: Imperio: bloqueado y controlado. Gamma: Imperio: Ojivas aire-aire, aire superficie: Bajo control Preacher. Extracción inmediata. Coged todo y salid de allí. Preacher off._

Esa estatua es extraña, tomo los creditos y con mi vibrocuchillo comienzo a romper la escultura. En la tierra era comun que parte del contrabando se metiera dentro de supuestas obras artisticas, por la abriré completamente para ver que es lo que tiene dentro.

Luego seguiré con la habitación que más me importa, que es la del Silhouette.

El in´valiano miró a Leonard tras escuchar el mensaje de Preacher.

-Creo que ha llegado el momento de partir. La sala está totalmente destruida, esto es cuanto queda de Minelva Krouss -dijo empujando con el pie del exoesqueleto un trozo de cráneo reconocible como de la catyr - y parece que nos esperan arriba. Confiemos en que la lanzadera esté operativa -comentó poniéndose en marcha. Cuando llegó a la escalera empezó su andadura hacia el hangar -. ¡Reynolds! -gritó -. Hora de partir. Apresúrese.

Todos preparados para abandonar el planeta, espero Ruso que hayas tenido tiempo más que suficiente. Zentraedi, te necesito de vuelta a la nave, como ya has oido las cosas no pintan bien para la base. Ya me informarás de camino a la Hidden Truth.

ZENTRAEDI:

- Golpeas la estatua una y otra vez con el vibrocuchillo.

- Al principio parece un esfuerzo inútil pues la piedra de la escultura parece sólida y maciza, pero entonces se rompe, revelando un interior hueco en el que se esconde una armadura de combate pesada con guanteletes equipados con vibrogarras, un rifle púlsar de un modelo Imperial, y una típica pistola láser ligera como la de Leonard.

- Leonard, Equis y Reynolds se reúnen con Pelirroja, Talbot y Ruso en el Hangar de la base.

- Zentraedi parece haberse quedado rezagado por algún motivo.

COMUNICACIONES POR RADIO DE LOS TRAJES:

- "Leonard, ve a la habitación de la Catyr, es la numero 4. Trae alguien para cargar peso, pues acabo de encontrar algo oculto en una estatua. Apurense y no se les ocurra no venir, pues es algo muy bello y quiero esa armadura mientras reparen la mia. Me voy a la de Doombringer, pues no me voy de esta estación sin antes registrarla."

Despues de ver eso, y mientras llamo a mis compañeros por el comunicador, corro hacia la habitación de Doombringer para poder registrarla.

"Ya sé como metieron contrabando, como el rifle que traigo en la espalda. Es momento de ver qué más escondia la sombra esa."

Entro en la habitación y comienzo a registrarla completa, vibrocuchillo en mano, destrozando todo hasta registrarla por completo.

¿Equis podrias ayudarlo?¿Ruso cuanto necesitas para salir?

El in´valiano reflexionó sobre la petición. Según creía recordar era la primera vez que le necesitaban por su fuerza. Mecánica, pero fuerza a fin de cuentas.

-Desde luego - dijo a través del intercomunicador, dirigiéndose en una rápida carrera hacia la posición de Zentraedi.

HORA OCTAVA.

TENIENTE IXVAL:

- La Habitación 4 ha sido registrada a conciencia, como evidencias los tremendos destrozos en el moviliario.

- Hay una estatua de piedra rota, en cuyo interior hueco se esconde una armadura de combate pesada con guanteletes equipados con vibrogarras, un rifle púlsar de un modelo propio de las tropas del Imperio Transgaláctico, y una típica pistola láser ligera como la de Leonard.

SOLDADO FALCON:

- Registras a conciencia la habitación del Silhouette.

- Encuentras lo siguiente:

* Ropas de científico.

* Bata de laboratorio.

* Cartera con 7000 Créditos y la documentación de identidad y credenciales del Doctor Doombringer (parece en regla).

No encuentras nada más.

COMUNICACIÓN POR TRAJE CON LEONARD

Ehm... aquí Ruso. La nave está lista. Pero las cosas han cambiado. Ahora Ruso es importante. Del ruso van a depender muchas vidas. Y tengo mis condiciones... No pienso llevar la Slut Star al espacio con Talbot y Reinolds en el asiento trasero, con mi yugular a tiro de piedra. Había un porrón bueno de saboteadores en esta central, y no me voy a jugar el cuello haciendo el pardillo si queda alguno más. Quiero elegir mis compañeros de viaje. Aquellos que se sentarán conmigo en el asiento del piloto. Le estoy comunicando esto por frecuencia cerrada, así que lo que le voy a contar puede quedar entre nosotros. Me cae bien, señor. Por eso le estoy haciendo el favor de no desafiar su autoridad en público. Sé lo que le fastidiaría Talbot si lo supiese.

¿Está dispuesto a escuchar mis condiciones, señor?

El in´valiano vio cuál era el pequeño tesoro hallado por Zentraedi y sin perder tiempo cargó con el equipo y las armas. Sonrió imaginariamente para sí pensando que lo que el mestizo no sabía era que en el saqueo, las piezas no eran para quien las encontrara sino para quien se hacía con ellas.