Partida Rol por web

Pavel asiente ante las palabras de Mark y se apresura a obedecer.

Tras Roberto salta él y procurando hacer exactamente lo mismo con el fin de no liarla.

Para sorpresa suya el salto lo hace particularmente bien, mas por mirar lo que hacían delante que por habilidad propia, pero consigue no desmerecer el salto del marine.

-Que poco me gusta esta clase de asaltos-piensa para si-mucho tengo que mejorar con esto

Siguiendo la estela de sus compañeros Malta regresó como una exhalación a la seguridad de la Valkyria. Esto todavía no había acabado, pero cuanto pudieran dañarlos antes de entrar en la nave más fácil lo tendrían para recuperar lo que pudieran de la nave.

Menuda mierda de abordaje, seguro que al volver vuelvo a flotar en el vacío, pensó Darko tras oír las órdenes de Malta. Esta vez intentaría prestar más atención. Era imposible hacerlo peor que a la entrada, y tenía tal cabreo que estaba ansioso por trinchar a alguno de los tripulantes de aquella nave. 
Pero tendría que esperar a otra ocasión. Siguió a Roberto y Pavel e intentó imitar sus movimientos, con bastante más suerte que antes, y pronto estaba de nuevo en la nave. Aunque no se relajó, tal vez aquello no había acabado...

Los marines volvieron por el túnel con mucha más coordinación que a la llegada, sin ningún problema y con rapidez. Al cruzar de nuevo a su propia esclusa comenzaron a recoger el túnel de abordaje, cerraron la puerta exterior y presurizaron la sección. En unos momentos podrían abrir la puerta interior y volver a entrar en la nave.

Mientras tanto, Inovaz recibió las indicaciones de los sensores. A pesar de los intentos de la nave de bloquear el escaneo, Inovaz obtuvo información más que interesante. Había dos personas trabajando en una de las torretas láser, posiblemente tratando de repararla, tres personas en el puente y otras tres agazapadas a medio camino entre dicho puente y el lugar por el que habían intentado entrar Pavel y los marines.

Pero, y esto era aún más significativo, había tres personas avanzando por el casco exterior de la nave mercante (si es que lo era), en dirección al túnel que las había estado conectando hasta hace unos segundos. Solo unos minutos más y habrían llegado hasta allí, irrumpiendo en el Harrier mientras Malta y su equipo aún estaban en la otra nave. Los sensores visuales indicaban que llevaban trajes de vacío de asalto y armas láser pesadas. Desde luego, no era el equipo habitual de unos simples comerciantes.

El Harrier comenzó a alejarse de la nave, mientras cargaba sus armas.

- Posiciones enviadas a todos los puestos y comunicacores. Esperaba que todos pudieran ser concientes de la escena situacional táctica y pudieran ver en los problemas de los que nos habíamos zafado por muy, pero por muy poquito. - Esos hijosdeputa por fuera. Esos no son ningunos novatos. Todo lo contrario. A ver si tienen suerte, porque son unos miembros, que a pesar de que pudieran servirnos mucho, no creo que se pasen a nuestro bando, pero algo pagarán por unos tios con semejantes pelotas. - Recomiendo destrucción total de artillería estructural y disparios ocasionales a los "asaltanes".  - Además, con eso ya liquidaremos a los técnicos que quieren ponerla en marcha. - Luego podremos destruir impulso y reducir a chatarra esa carcasa.

Mira que había trabajado como Oficial de Operaciones cuando fue nombrada "Segundo" de un crucero, pero, no esperaba regresar a esos quehaceres. Aún así, lo estaba disfrutando. Le hizo un gesto al Renzio para que se le acecase.

Su voz estaba cargada de cuerta ironía, pero también de una alegría contenida. Tal vez emoción por encontrarse en otro "fregao": - Jefe, los marines esos de fuera son la repanocha. No creo que se amilanen por un par de disparos de pacotilla, así que ... a pesar de que serían unos fabulsos fichages, no creo que se pasaran a nuestro bando....aunque puede ser que sean unos buenos ... trofeos y paguen rescate por ellos mismos. - No imaginaba que una armada pagase por prisioneros de guerra o gente capturada. Eso si acaso lo hacían los gobiernos, y con la burocracia que había, habrían muerto de viejos para cuando esos planes se consolidaran.

- Recomiendo artillería, motores, marines, puente ... en ese orden. Sabía que lo que estaba diciendo era una sentencia a muerte de esa gente, pero eran o ellos o nosotros.

Renzio escuchó a Irina unos segundos. Luego asintió, sin más, con el rictus levemente descompuesto. Efectivamente, eran o ellos o nosotros. Se dispuso a dar las órdenes pertinentes.

Renzio escuchó las palabras durante unos segundos y luego, con rictus muy serio, se dispuso a lanzar órdenes:

-Scharhorst, alejémonos lo justo para poder disparar a esos cabrones a una distancia segura. Maniobre para buscar línea de fuego favorable para nuestras armas, y no pierda de vista las baterías enemigas, igual ya han arreglado el otro láser. Artillería, ataquen con todo, vamos a demostrarles que no somos de los que llevan bien las encerronas. Objetivos prioritarios, sus puntos de artillería, motores y, si pueden, a esas sabandijas que querían entrar en nuestra nave a nuestras espaldas. Sensores, atentos a cualquier novedad en la zona. No me extrañaría que hubiesen pedido ayuda a algún "amiguito" escondido por las cercanías y nos llevemos otra sorpresa adicional. 

Sabiendo que nos jugábamos mucho en este primer ataque y que Holderlin no era un experto en disparar con el láser pensé en ayudarle un poco mandándole a tiempo real la posición de los asaltantes por el casco y de los técnicos de reparación junto a su visor de disparo para que pudiera apuntar mejor. Holderlin, los puntos rojos son nuestros enemigos, por si quieres causar más daños. En ese momento no pude evitar pensar en la avalancha de ventanas en la consola de Inovaz de hace un rato. Espero que esta vez sirva de algo.

La anergía oportuna ya estaba redireccionada y lista, los motores ya estaba preparados para impulso, así que solo era cuestión de tiempo. - Ejecutando desplazamiento lateral a distancia segura para artillería de a bordo. Imaginaba que con unos cientos de metros los atilleros no tendrían problema para hacer blando y los escombros y chispazos que saltasen no les alcanzarían. Intentó quedar a poco más de un kilómetro de distancia. Así se podría ver la nave, incluso con sistemas de puntería visuales, se podría hacer fuego sin demasiados problemas y seguro que no sería mucho "meneo" para que nuestros "apuntadores" disparasen sin dificultades.

8 (Dados) +1 (destreza) +4 (Pilotar) = 13 (Sin contar penalizaciones)

Al oír la orden de Renzio me pongo a cerrar ventanas de las posiciones en la nave y empiezo a mandar señales hacia las inmediaciones del espacio donde nos encontramos. Sí, capitán. Enseguida estarán, capitán. Lo siento, capitán. Y hundo un poquito la cabeza entre los hombros mientras tecleo frenéticamente. Se me acumula el trabajo.

Ini, mientras este se autohumillaba por pleitesía le dijo: - Estate quieto que ya lo hago yo. Tras la pifia que había cometido antes no le dejaría hacer otra igual. - Mejor monitoriza las situaciones de los nuestros.

- A sus órdenes, capitán. – indicó Irina que de repente había perdido su habitual tono rebelde. Puede que la noticia de que un comando se dirigía hacia la nave le había quitado la tontería de una vez consciente de que si hubieran entrado poco habrían hecho contra ellos los que quedaban en el puente.

La próxima vez haré esto con el maldito traje de vacío… pensó antes de disparar el cañón contra la torre laser enemiga tal y como había ordenado Renzio.

Mientras estaba concentrado en la consola de disparo e intentando recordar lo que aprendió sobre el tema escucho a Lenín como le ina guiando en los disparos.

Stefan no era un tipo orgulloso, no al menos en ese caso, y cualquier ayuda era bienvenida.

-Artillero recibiendo indicaciones, control de fuego-dijo en voz alta y clara-Muchas gracias Lenín-dijo mucho mas baja para no molestar al resto con algo tan poco marcial.

Solo esperaba no pifiarla justo en el momento en que parecía que su ayuda podía servir realmente de ayuda.

21:48 - 180-1097

Scharhorst comenzó a maniobrar la nave para alejarse del mercante que acababan de intentar asaltar. La Ikurdagur comenzó a realizar sus propias maniobras de alejamiento: sus ingenieros debían haber parcheado sus dañados motores de impulso mientras estaban esperando el abordaje.

Lenín estaba enviando lecturas de sensores a Holderlin para ayudarle en el disparo cuando recibió la orden de mirar los sensores. Agobiado por tener que hacer varias cosas a la vez, no logró determinar correctamente si había algo en el exterior. Inovaz se adelantó y operó los sensores. Envió la información a las consolas de los demás: los tres marines que estaban andando por el casco de la nave mercante habían saltado para tratar de subir al casco del Harrier. Por suerte, Adriana estaba ya alejándose de ellos a gran velocidad y no había manera de que llegaran a alcanzarlos; se iban a quedar flotando en el espacio.

Inovaz se dio cuenta de que la Ikurdagur intentaba de nuevo romper el bloqueo de comunicaciones y se quedó en la consola de Lenín, manteniendo el bloqueo. Esta vez estuvo a punto de no lograrlo: era una última maniobra desesperada de la otra nave, y habían puesto toda la carne en el asador. Por desgracia para ellos, no fue suficiente.

Adriana comenzó a maniobrar el Harrier para ofrecer un puesto estable de disparo. Se habían alejado a 500 kilómetros de distancia en apenas tres minutos, y los cañones de la nave tenían una perfecta línea de fuego. Irina comenzó a disparar con el cañón de partículas, centrándose en el único arma que aún quedaba operativa en la nave enemiga. Su disparo no llegó a desactivarla por completo, pero la dosis de radiación en esta ocasión se expandió por todo el interior de la nave; eso tenía que haber dolido, aunque tuvieran armaduras o trajes de vacío. Y, por suerte, Holderlin le apoyó con los disparos del cañón láser (ayudados por las lecturas de Lenín). La segunda torreta láser de la Ikurdagur reventó sin posibilidad de ser reparada.

Desde la nave mercante llegó un mensaje. - Aquí el Teniente Comandante Sir Wilheim Amuiinzier, de la nave Ikurdagur de la Armada de Pourne. Nuestras armas están destruidas y tenemos varias bajas. Nos rendimos incondicionalmente. Repito, nos rendimos incondicionalmente. Rendimos el puente, cesen el fuego.

La Ikurdagur cesó los intentos de romper el bloqueo de comunicaciones. Se podía pensar que, finalmente, se habían dado por vencidos, pero hasta el momento lo habían intentado todo para engañar a los corsarios, por lo que ni esto era seguro.