Partida Rol por web

Maria sale corriendo de donde estaba con la naufraga con un pergamino en la mano. Al primero que pilla en su alocada carrera es a Westen y a Peter, a los cuales les enseña la carta que tiene en sus manos.

Queridos piratas de pacotilla:

Como podéis ver, el navío que acabáis de ver todo destruido, ha sido cosa mía y de mis chicos. No me gusta fardar de las cosas que hago, pero bueno, si las hago bien, las hago bien. Como veréis también, he dejado una superviviente, que puede contar con sus palabras como nos hemos encargado de cada uno de los de la tripulación y de todos los pasajeros.

Ha sido bastante divertido, salvo cuando hemos descubierto que no era el barco que buscamos. Por eso, totalmente cegados, matamos a todos los hombres y violamos a todas las mujeres. Además, la sorpresa fue doble cuando encontramos un enorme tesoro en sus bodegas… creo que pertenece a la muchacha que habréis encontrado. Ah, también tenemos a su gato… ¡Que rico el gato a la plancha!

Además, quiero que sepáis que vamos a por vosotros, no es por nada, pero creo que tenéis algo que me pertenece. Un par de trozos de mapas… los cuales, son míos.

Así que podéis hacer dos cosas, darme el mapa y morir o morir y después darme el mapa, vosotros decidís.

Firmado: El Pirata Supremo.

Y en ese momento, observo como María aparece desde el camarote de la capitana.
A ser Stanley y yo los mas cercanos, se nos aproxima corriendo por la zarandeada cubierta. Y yo me percato del grado de preocupación que delata su rostro.
Me adelanto y la ayudo a afianzarse en la borda mientras agarro con mi mano izquierda un papel que porta.
Y lo que leo, hace que ria con ferocidad.
Y aproximandome a Stanley le muestro el papelito y se lo ofrezco. Y mientras lo hago, digo en voz alta.
Echa un vistazo a esto, vigía. Al parecer, una sucia y miserable rata se cree capaz de igualarnos en combate. ¡Pobre necio!. ¿Pirata supremo?. ¡Nosotros, demostraremos quienes son los auténticos piratas supremos de este o de cualquier mar!.
Y una sonrisa de satisfacción aparece en mi rostro.
Y por lo que respecta a esos trozos de plano, espero que nuestro navegante sepa que hacer con ellos. Pues ya no me importa si es algo valioso o no. Tan solo me parece importante, obtener lo que sea que busque este imbécil antes para poder restregarselo por los morros. Un instante antes de destriparlo con mi sable, claro.

-Oh dios mio, que persona tan cruel... ¡se ha llevado a su gato! Eso no se hace...- dice Stan con semblante serio.

-Tenemos que enseñarle esto a la capitana, holandés.- dice, dispuesto a acompañar al armero a ver a Mery.

Elisabeth asiente y se sienta a descansar como le habían ordenado...

Su gato... su querido gato... El único "ser querido" que le quedaba... Y sus posesiones... lo único que tenía... aunque al menos había ganado algo impagable en oro. Su libertad. Ya no tendría que ir a casarse con el duque de Virginia... ahora tenía todo el tiempo del mundo para encontrar a ese maldito pirata y recuperar lo suyo.

Fuese en compañía de esa extraña tripulación o... sola en cuanto el barco atracase y pudiera buscar el modo.

Totalmente de acuerdo amigo mio.
Contesto a Stanley.
Vamos hacia la popa. Creo que es preciso que la capitana lo sepa cuanto antes.
Y dicho esto, me encamino hacia el castillo de popa del Berenice, manteniendo el equilibrio como puedo al andar.

Stan va siguiendo a Peter, que se las arregla más o menos. Stan en cambio va agarrándose a lo que puede.

-Yo estoy por atarme con una cuerda al mastil o algo, eh...

La capitana salió afuera, siguiendo al Doctor. Vio que algunos de sus tripulantes se acercaban a ella, así que simplemente les esperó donde estaba.

¿Que ocurre?

Stan coge la carta de manos de de Vries y se la alarga a la capitana.

-Esto es lo que ocurre. ¿Así que un pirata psicópata nos persigue por que le hemos robado su mapa?

Viendo que andaban contandoselo a la capitana, decidi ir a llamar al resto como rodrigo o el pirata de los abalorios para que tambien se enterasen de la noticia, tambien al doctor, para el tenia doble mensaje, uno el pergamino y dos que ya habia vendado las costillas de la joven princesita

 Mientras estoy trabajando María me avisa de la nota del misterioso pirata y de que se esta hablando con la capitana, dejo lo que estoy haciendo y voy con ella dinde están los demás, parece que entre divertidos y preocupados.

¿que es eso del pirata supremo? me rio supongo que con ese nombre querra infundir miedo y respeto ¿no? aumento mi risa hasta casi la carcajada a la vez que froto mis manos contra la camisa, al parecer me he hecho un pequeño corte con una astilla. No cabe duda de que es un bastardo después de lo que ha hecho con esta gente, pero tendrá que demostrar que también es un buen marino y un buen soldado si quiere hacernos frente.

Cuando Stanley le pasa el escrito a la capitana, observo como esta lo estudia detenidamente. Y en ese momento, llega hasta nosotros Rodrigo.
Escucho sus palabras y enseño los dientes en un gesto que no es precisamente una sonrisa.
¡Bien dicho Rodrigo!. Esa es, exactamente, mi manera de pensar.
Al parecer, navega por estos mares una rata de la que tendremos que ocuparnos en su momento.
Ahora miro a la capitana y añado.
Quizá seria adecuado que toda la tripulación fuera informada de este asunto. Por supuesto, solo si os place hacerlo, capitana.

La Capitana lee la carta y su cara no cambia para nada. Todos sabéis que la procesión va por dentro, pero ella nunca hará notar lo que realmente siente. Mary Red ordena poner rumbo hacia tortuga, donde deben dejar el cargamento de Ron y recibir las monedas de oro que faltan del pago, sin embargo, por su cabeza pasa sólo una cosa, dar caza al pirata supremo y hacerle comer sus palabras una a una. (Además de descuartizarlo, cortarle la lengua y vaciarle las cuencas oculares)

La tormenta continúa su avance y ya se encuentra sobre el barco, sin embargo, los piratas con su maestría, logran que el barco se mueva tranquilamente por el bravo mar, sin que esto ponga en peligro a la tripulación. Todos parecen muy contentos al ver que la tormenta se calma tras unas horas, mientras que el barco se acerca al barco naufragado.

La muchacha rescatada, ya se encuentra descansando, con ropa nueva, en una de las hamacas. En realidad, la ropa que ahora lleva no se corresponde con la que lleva una dama noble, pero bueno, es lo que hay en el barco y no es de una dama ir por allí con el vestido cortado, enseñando un pecho a cualquiera... (Aunque el buen Doctor ya los haya visto con sus ojos de médico)

Finalmente, el cielo va despejando y el oleaje parece calmarse. Ya dejamos atrás los restos del naufragio y ahora, nos encaminamos hacia Tortuga para acabar nuestro trabajo.
Sentado a horcajadas sobre la recámara de uno de mis cañones contemplo el cielo y digo.
Parece que el viento amaina. Creo que ha llegado el momento de soltar un poco mas de trapo para acelerar nuestra marcha.
Miro entonces por la cubierta buscando al buen doctor y, al no verlo, alzo un poco la voz.
Y deberíamos interrogar a la naufraga si es que se ha recuperado ya. Por lo menos, para saber su nombre. Y ya que estamos, para saber con precisión lo ocurrido.

Una vez el cielo se calma Stan trepa de nuevo a su puesto para echar un vistazo más a la lejanía.

Cuando todo se calmo, me puse a mirar el mar ... era tan relajante, tan hermoso ... sentia algo de frio debido al temporal que acababamos de pasar pero lo unico en lo que pensaba ahora era en no quejarme, quizas deberia ir a las cocinas a empezar a preparar el desayuno ...

Stanley ves como la tormenta va amainando. También ves en el agua cuerpos, y demás cosas que pertenecían al barco hundido. Ves algunas cajas que se han salvado de la matanza y la destrucción, aunque no sabes que podrán contener.

-¡EH!- grita Stan desde arriba- ¡Parece que algunas cajas se han salvado al pillaje y a la tormenta!- señala con el dedo a babor, donde algunas cajas de madera flotan entre cadáveres y restos.

Suspiro aliviado al ver que la tormenta se aleja y no vamos a tener que pasar por un trago que ya daba por hecho, de pronto nuestro vigia anuncia nuevas noticias desde su puesto. Voy al lado en el que señala Stanley a ver si diviso las cajas, allí estan...

Peter,chicos... ayudarme, vamos a recuperar esas cajas a ver si contienen algo aprovechable!!

Me revuelvo en la hamaca -...si Nicole....no, tonta....jejeje....mi Ron!!!- me despierto con los ojos como platos, me cacheo con aspavientos hasta que encuentro mi petaca,la hago sonar moviendola. Con una sonrisa de alivio,al descubrir que sigue llena, le pego un sorbo. Luego miro a mi alrededor con cara de: -Me he perdido algo?-

¡¡Oído vigía!!
tras gritar, me voy aproximando a la amura de babor. Oigo entonces a nuestro oficial y cogiendo de nuevo el bichero que había dejado por proa, me aproximo hasta la amura.
A ver si tenemos suerte y logramos algo interesante.
Le digo a Rodrigo.
Me inclino sobre la borda con el bichero firmemente agarrado. Pero Miro de reojo por unos segundos hacia atrás para comentar
Atento por si fallo Rodrigo. Que sigue sin apetecerme darme un baño.
Logro agarrar una de las cajas y noto el tirón de la corriente. Pero logro afianzarme en la borda para no caer.
Rodrigo, échame una mano con esto. Pesa lo suyo este cajón.