Partida Rol por web

Todos veis como Peter, con celeridad, va a por el bichero y sacándolo por la barandilla, pilla una de las cajas. Sin embargo, la caja parece pesar mucho y es imposible que un sólo bichero la pueda alzar al barco.

Ahora, simplemente la tiene cogida, y la lleva a un costado arrastrándola por el agua.

El doctor se lanza rápidamente a por una red, intentando echar una mano a los hombres bajo la lluvia calida del Caribe.

- ¡Ya lo tenemos! ¡Arriba con la caja, Español!

Ahora la caja está asida por el bichero y además, por la red que ha lanzado el buen Doctor Spade. La caja está segura, sin embargo, todavía no es posible levantarla...

Faltaría una persona más... ¿pero quién irá a ayudar?

Veo que rodrigo y el doctor estan tratando de subir una caja, me acerco con intencion de ayudarles en lo que pueda

- ¿puedo ayudaros? - trato de ir lo mas rapido posible para no hacerles perder el tiempo

Elisabeth reposa en la hamaca, agotada, aunque bastante incómoda por lo que ahora iba a ser su nueva cama... Empieza a dar vueltas en ella, no acabando de encontrar la postura y gimiendo cada vez que la fracturada costilla recibía algún golpe o tirón de más.

No podía dormir... tenía que mantenerse despierta y pensar. Además, ni siquiera sabía si era muy oportuno dormir en las estancias de unos desconocidos... aunque la hubieran rescatado, sólo había tenido el "placer" de conocer a 2 miembros de la tripulación y en casa, se habían llegado a oir muchas estrafalarias historias sobre aquellos que se atreven a surcar los mares... muchas de ellas mitos o leyendas, otras en cambio, quizá eran ciertas. Mejor estar alerta...

Me situo junto a ellos y trato de hacer con precision lo que me piden, obviamente no tenia la misma fuerza que ambos pero estaba segura de que mi ayuda era mejor que si no se tenia.

¡¡¡Madre del Amor hermoso!!!

¿De dónde ha salido está chica?

¡Parece que tiene la fuerza de mil hombres!

María se acerca, toda pequeñita ella, junto a su nuevo maestro, el Doctor Spade y con sus suaves manos, intenta ayudarlo a levantar la caja. El tirón de la niña es tan fuerte, que la caja sale volando por los aires y aterriza junto a todos en el medio de la cubierta con un sonoro "clank"...

¿Qué podrá contener esa caja?

Stan está asomado en su puesto, observando el rescate de la caja.

-¡Vamos! ¿Es que no la vais a abrir?- grita a sus compañeros desde lo alto.- ¡Que me teneis en pascuas!

La examinó, pensando para sí misma.

Hum...Sigo sin quitarme de la cabeza ese maldito pirata supremo.... Miró de reojo su tripulación. No quiero que se preocupen por ello...pero yo sí ando preocupada en parte... espero que esto no dificulte mis planes... Suspiró Por otra parte.. Miró a Markus. Negó con la cabeza y siguió examniando la caja, intentando abrirla.

La capitana acudió al rescate de la caja. Observó a sus chicos y sonrió.

Buen trabajo, chicos. Miró a Maria Bueno, y chica. Empiezo a no arrepentirme de haberte acogido en nuestro barco...

Se acercó a la caja y la examinó, intentando abrirla con cuidado, pero sin decidirse. Algo le roía el pensamiento, y andaba distraída.

Raven permanecía en su sitio sin perder detalle de lo que abajo ocurría. El rescate de la caja fue todo un éxito gracias a los esfuerzos de sus compañeros y de la "novata".

¿Qué será? ¿Habrá merecido la pena subirla? jaja lo mismo solo son ropas... Pensó divertido al ver que la Capitana se disponia a abrirla.

¡Wooooooo! - grita al ver que ese cofre sale despedido hacia arriba para terminar en medio del barco. - ¡Abridlo yaaaa! Jajaja! - se motiva y empieza a dar vueltas alrededor de este.

La capitana lentamente ábre la caja utilizando una palanca que encontró por allí. Lentamente, la tapa se va abriendo y todos asomáis la cabeza para ver mejor el interior, ahora oscuro. Sin embargo, a medida que entra la luz dentro de la caja todos asomáis más la cabeza cuando de repente...

- Cruuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaa -, grita el pajarraco mientras sale volando asustando a todos los que estaban con la cabeza metida en la caja.

Después, da dos o tres vueltas en círculo alrededor de los piratas, y se posa en el hombro de la capitana.

La Capitana miró de reojo un instante al loro.

.  .  .

Permaneció así apenas un segundo y tras acariciarle la cabeza sin decir nada, se agacho y observó la caja. Se la pasó a María.

Toma, guarda esto con el resto de provisiones. Tomó el arcón y lo miró. Vaya, 10 cuchillos pequeños... Alzó la mirada y contó a su tripulación.

Bien, somos nueve. Quien lo desee, puede coger un cuchillo. Ella tomó las dos que quedaban si cada uno de su tripulación tomaba uno.  Volvió a mirar al loro, indecisa, seria.

...Hola. Saludó al loro, indiferente.

- Cruaaaaaaaaaaa... hola, hola, hola... -

Como todos, he permanecido atento a la apertura del cofre. Y cuando es abierto por la capitana, lo primero que veo salir es un loro.
¡Un puñetero loro!. ¿Y va a estar dando el coñazo por todo el Berenice?. Si queréis, me lo cargo. Quizá pueda servir de segundo plato en la comida.
Mas en ese momento también me percato de los saquillos de café y suspiro aliviado. Por lo menos, el esfuerzo a valido la pena.
Y cuando la capitana nos ofrece uno de los cuchillos que también hay en el cofre, me aproximo y, agarrando un lo sopeso.
Bien equilibrados y bien afilados. Si. Son sin duda armas arrojadizas.
Y el cuchillo no tarda en desaparecer en la caña de mi bota derecha. Engancho su empuñadura en el borde de la misma y compruebo que permanece firme.
Bueno. Al final, creo yo que el esfuerzo mereció la pena.

Al salir el loro del baúl, Vargo pega un salto hacia atrás casi cayendose de culo al suelo - ¡Hijo de..! - el lo único que se lo ocurre decir en ese momento, aunque pensándolo bien.. ya tenían algo con que distraerse.. Se acerca a la capitana y coje su respectivo cuchillito. - Wawww.. bonito si que és, desde luego.