Partida Rol por web

-Mencionar a Clea de esa forma me parece una jugada sucia -dije finalmente al cenizo al ver lo tensa que se había puesto la situación- y, dicho sea de paso, nada propia de un filósofo de su talla, señor. De hecho, hasta ahora no lo hemos escuchado esgrimir argumentos de calidad. ¿Qué pasó con el Karyu que debatía tan sabiamente con nuestro camarada, el señor Haim?

Kayru se sobresaltó cuando Yangol entró del todo interpelando.

-"¿Haim?" - parecía extrañado, y durante unos segundos pensativo - "¿Haim?" - finalmente pareció caer en la cuenta, pero seguía con cierta actitud de extrañeza - "¡Ah!, el esqueleto con armadura que les acompañaba la primera vez. No recuerdo que tuviéramos una discusión particularmente interesante, incluso diría que fue con todos ustedes a la vez y más un interrogatorio con intercambio de opiniones generales, algunas tal vez un tanto teóricas. Pero tanto como discusión filosófica..."

Hizo una pausa, retomando su rostro sonriente y paciente.

-"Pero, en cualquier caso, disiento de su apreciación. La salvación de ésta pobre alma no puede calificarse, en modo alguno, de sucia. El argumento es inequívoco: ésta vida es un cúmulo de sinsabores porque es un purgatorio, como experimenta ahora mismo el buen Svenn."

Se dirigió de nuevo al esqueleto.

-"Medita en lo que hemos hablado, y vuelve sólo cuando estés listo para seguir hablando de ello. Ahora no es momento, pero no lo eches en el olvido."

Al ver como Yangol se precipita sin siquiera avisarnos, abandonando nuestro escondite e interpelando al supuesto Kayru, me limito a lanzar un suspiro de resignación. Luego de un breve instante eligiendo las palabras que diré, le hago una señal a Zolgren para que me siga la corriente y me acompañe, e inmediatamente entro a la sala, colocándome junto a mi compañero gith aunque no sin antes apoyar mi mano en el huesudo hombro de Svenn para así hacerle reaccionar y además apartarlo con sutileza y hacer que se coloque detrás de nosotros.

-Bravo... bravo... -intervengo con sorna mientras doy unos pausados aplausos- Un argumento sin lugar a dudas convincente: Svenn debe acabar con su existencia y arriesgarse a sufrir eternamente en los Planos Exteriores solo porque tu dices que le espera otra vida en la que podrá reunirse con Clea... incluso cuando en la última visita que te hicimos fuiste incapaz de confirmar que estuviera "muerta". Dime ¿que harás si en algún momento Clea regresa? ¿Le dirás lo mismo, que Svenn está en "la otra vida" y que le espera? Los dioses y poderes pueden llegar a ser mezquinos y manipuladores pero nunca tan hipócritas -hablo mirando fijamente a "Kayru" y con una sonrisa burlona en los labios- ¿Sabes que? Me recuerdas a unos vendedores de mi tierra. Cuando surge un brote de peste en una ciudad o en un pueblo, estos "honestos comerciantes" aparecen vendiendo un remedio milagroso que no solo protege sino que cura la mortal enfermedad y los lugareños hacen cola para comprarlo ya que es mucho más barato que pagarle a un clérigo, lo cual es comprensible ¿acaso no "merece la pena" ver si tienen razón y así salvar a sus seres queridos, ahorrando también parte del dinero que tan duramente les costó ganar en toda su vida?... Luego de un par de días, estos vendedores se marchan ¿y sabes que es lo que pasa a continuación? Pues que unos pocos les están agradecidos porque no se vieron afectados por la peste, curiosamente los que también les pagaron a los clérigos o tomaron las medidas necesarias, mientras que la mayor parte de los que les compraron el remedio contraen la enfermedad y terminan muertos, además se descubre que la "cura milagrosa" solo era una simple mezcla de hierbas, un timo para robarle a la gente... Al final, los que se salvaron están convencidos de que la cura funciona, los muertos no pueden quejarse y los vendedores viajan al siguiente asentamiento, donde podrán continuar con su engaño con la tranquilidad de saber que nadie vendrá a reclamarles nada -digo esta vez con un tono serio- Tú eres igual que esos comerciantes, vendes una esperanza en la que no solo no crees sino que sabes que es falsa y estás tan tranquilo porque nadie regresará de la muerte para decirte que eres un embustero...

Luego de hacer una breve pausa, continuo hablando.

-Aunque llevo poco tiempo en Sigil, me he enterado que los Cenizos son gente con la que se puede tener un verdadero debate y lamento comprobar que quien dice ocupar el lugar de representante de la orden ante las Naciones no es un sabio a la altura de su reputación sino alguien que deja mucho que desear. Ja, si hasta se podría llegar a decir que no pareces un verdadero Cenizo sino alguien que ha usurpado el lugar -aunque la mayor parte de mi argumento lo digo con seriedad, la última frase la pronuncio entre risas, como quitándole hierro al asunto- Es una verdadera pena que tus argumentos demostraran ser tan débiles y que mis amigos perdieran el tiempo probándote -digo mientras le doy unas palmaditas en la espalda a Yangol y le dedico una mirada cómplice- Teníamos la esperanza de que fueras lo suficientemente sabio como para ayudarnos en la investigación y nos explicaras con más detalle en que consiste "el escepticismo amplificado de la deva Asiriel aplicado a la filosofía de la mutación predecible de los slaad", la "Vinculación de la Regla de Tres con cada individuo" y la "Doctrina del muro y la condenación eterna" pero por lo visto, esos temas te quedan demasiado grandes... aunque ahora se explica porque esos filósofos del foro terminaron pasando de ti...

La frialdad de los ojos del Cenizo, que parecían no tener alma ni acompañar a su sempiterna sonrisa, no varió en toda la argumentación ni durante la provocación de Mattheus. Tampoco cuando contrargumentaba, sin recurrir nunca a conocimientos filosóficos, su única aportación parecía algún que otro apunte, mas eran sólo destellos que mostraban una mente brillante, pero para nada cultivada.

-"¿Los Poderes no son hipócritas? ¿sus clérigos son mejores y ofrecen mejor solución que los timadores? No me hagas reír" - aún así su actitud tampoco era burlesca o zahiriente, no variaba - "¿Y a mi me acusas de argumentos falaces y débiles? ¿tú que defiendes los intereses de quienes sólo buscan perpetuar a las almas en un estado de purgación eterna sin dejarles evolucionar? Hasta esos buhoneros que dices sirven mejor que tú, tus Poderes y tus clérigos al interés común, con la muerte de esos crédulos, aunque por motivos falaces, ayudan a su avance en la existencia."

La sonrisa, un ligero tono siseante en la voz y los ojos vacíos eran el complemento de sus palabras, pues no hacía aspavientos, ni inflexiones para expresar humor u otros sentimientos habituales ante una discusión, pues los términos del contenido habían superado lo que podía llamarse debate.

-"Vosotros sois quienes habéis promovido, con vuestras idas y venidas, el considerar que Clea está muerta, sin no está en las Naciones, poca alternativa queda. Y, si no lo estuviera, igualmente sería valido lo que digo. Pues ésta vida sigue siendo un purgatorio y sólo avanzando se puede llegar a la Auténtica. Sólo trato de ayudar a Svenn."

La pulla de Mattheus sobre su incapacidad para la filosofía tampoco alteró especialmente al Cenizo.

-"Lamento que penséis así, podéis hablar de la deva Asiriel y su escepticismo con los slaad con Agamenón, el filósofo, hace un tiempo vino a verme con esa misma mandanga; os digo lo que le dije a él, los slaad, como habitantes de un Plano Exterior que son, nos aventajan a nosotros en el camino de la Vida, y una deva, como ajeno que es igual que ellos no sabe más, pues está en el mismo lugar..." - se le vio pensar un momento, con un chispazo de astucia en los ojos, que era lo único que mostraba que detrás de ellos había alguien comprensible - "como bien ha dicho Svenn hace un momento, lo que deberían hacer es centrarse en fusionarse con su plano y Nacer, en lugar de meterse en cómo han de vivir los demás su transición."

Siguió sin cambiar el tono educado y tranquilo.

-"Los otros dos temas, reconozco que no estoy instruido en sus bases. No sabría opinar sin más información."

Zolgren salió de su escondite viendo como la situación no avanzaba y seguían charlando con el supuesto Kayru.
Observó con atención el entorno de la sala, por si había algo fuera de lugar y dejó que fueran sus compañeros los que siguieran con la conversación.

El cuarto no había cambiado en nada, aunque Zolgren aguzó su vista para tratar de ver algo más sospechoso, al fin y al cabo, ahora tenía algo muy claro que buscar, una pista de que Kayru no fuera Kayru.

El jergón parecía ser usado de vez en cuando, aunque ahora el camastro estaba estirado y preparado para el próximo sueño. La jarra tenía agua fresca, pero no era raro pues se habían cruzado con el cenizo hacía poco camino a la laguna. Los libros de la estantería estaban muy usados, pero eran igualmente viejos, el estante estaba polvoriento aunque siendo tres tampoco podía considerarse raro.

Lo que más llamaba la atención era el escritorio, los útiles de escribir no habían sido usados en algunas semanas o, al menos, bastantes días. En cambio el grueso cuaderno de notas que había en la mesa, demasiado desparejo para llamarlo libro y que más parecía un diario hecho de hojas sueltas, sí parecía haber sido abierto recientemente, no tenía nada de polvo encima ni tenía el cordón de cuero atado.

Matteus expresó sus sospechas al Cenizo, pidiéndole someterse a un conjuro que garantizase la veracidad de sus palabras. El hombre, por una vez, mostró un cierto disgusto en su rostro, torciendo el gesto y la boca en gesto despectivo.

-"Igual de sospechoso que yo os pueda resultar a vosotros me resultáis vosotros a mí, y vuestro titiritero Hargrimm no menos. Me he sometido de buen grado a vuestro interrogatorio, incluso cuando a menudo vuestras preguntas eran impertinentes. Esa petición rebasa todos los límites de lo apropiado, es un absoluto insulto, bajo ningún concepto. Sólo alguien falso hasta la médula haría una propuesta semejante, con vuestra petición mostráis vuestro auténtico rostro."

Dado que Kayru se rehusaba al conjuro, miré con asco la bolsa donde habíamos guardado la cabeza. No quería ver esa cosa de nuevo, pero el sujeto no parecía habernos dejado otra salida.

-Odio admitirlo pero... tendremos que mostrarle.

El cenizo miró la cabeza ahumada y abotargada, enarcando una ceja, como gesto facial era lo más expresivo que le habían visto hacer.

Se acercó mirándola con cierto gesto de repulsa y la cogió por los pelos, acercándosela aún más, pasando entre el grupo sin dejar de mirarla por un lado y por otro.

Se giró de nuevo hacia ellos, tendiéndosela.

-"Diría que tiene un cierto parecido a mí. ¿Verdad?"

El por qué será quedó distorsionado cuando Kayru se, literalmente, fundió y creció, convirtiéndose en algo aberrante delante de sus propios ojos, mientras su cabeza se abría en tres, le salían brazos extra que se deformaban en garras, su cuerpo se agusanaba, su piel se hacía gomosa y verde y crecía hasta casi dos metros y medio.

En unos segundos entre Yangol y Zolgren y la salida se interponía una monstruosidad aberrante como nunca habían visto.