Partida Rol por web

Elisabeth alza las manos con el cuchillo, a la manera de psicosis, y lo hunde con fuerza tanta que le duelen las manos al hacerlo pero el cuchillo se hunde en la cuenca del ojo del zombi y se va clavando cada vez más profundo mientras el globo ocular reventado y algo de sangre negruzca se escurre por las mejillas ensangrentadas del tipo. Al fin deja de moverse. Tornes hace lo mismo, quizás mostrando algo más de técnica pero aquel tipo, pese a recibir un corte en el cráneo no parece una persona normal. Se revuelve y trata de agarrar y morder al soldado pero este logra apartar la mano lo suficientemente rápido.

El policía trata de salir para sacar a Nutty del coche pero los brazos de aquel tipo tratando de agarrarle para comerselo vivo le hacen replantearse la situación.

A pesar de tener incrustado en la cabeza un cuchillo de combate, aquel tipo seguía moviéndose e intentado atacarle. Tornes aprovechó que estaba clavado y sujetándolo con una mano para que no se saliera, puso su otra mano sobre el final del mismo y volvió a empujar para terminar de atravesarle la cabeza.

Arrancando el cuchillo del moribundo zombi, Elizabeth volvió a utilizar el cuchillo a dos manos para golpear bajo la barbilla al zombi, justo despues de que Tormes golpease con su cuchillo

Entre Eli y Tornes lograron acabar con el segundo zombi y Claus salió hacia el coche. Abriendo la puerta sacó a Nutty, que seguía inconsciente y lo llevó hacia el interior de la tienda, por suerte la valla no había cedido por lo que seguía siendo un buen refugio. Lo tumbó en el suelo y miró a la doctora como pidiendola ayuda para que hiciese algo por el soldado. El sol ya había bajado lo suficiente y los edificios llenaban la calle de sombras, no tardaría ni media hora en ser de noche y todo aquello parecía venírles grande.

Tras quitarse como pudo la sangre de las manos para no infectar al soldado, Elizabet intentó reanimarlo sin éxito alguno. Los escasos materiales que había allí no parecían servir para sus propositos y el stres se iba acrecentando. Con un gesto, pidió ayuda a Tormes para que le ayudase con el soldado. Algo tenía que saber el de medicina o de primeros auxilios y ella era más ducha en coser heridas de otros tipo, no de disparos ni de guerra.

—Sigue respirando...Pero necesitará un médico.—dijo con voz entrecortada y algo abatida por las circunstancias. En los momentos donde más se necesitaba alguien con una ínfima base de conocimientos del cuerpo humano ella no era capaz de hacer nada. — No alguien cuya máxima habilididad sea cortar un cerebro humano en laminas de medio milimetro

Claus ayudó a la doctora como pudo, aunque no tenía mucha maña con ello trató de seguir las indicaciones que la mujer le decía.

-Vamos doctora, si este tipo se nos muere aquí estaremos en un lio. Tenemos que tratar de salir vivos de esta.

Tornes sacó el cuchillo de aquel desgraciado y lo limpió como pudo. Después de asegurarse de cómo se encontraba Miller, examinó el vehículo para ver si les serviría para salir de aquel lugar lo más rápido posible.

La biologa, ayudada por el policia local, quien paraba la hemorragia, comenzó a desinfectar al herida y a coser con cuidado los puntos de sutura. Tenía tiempo, no debía ponerse nerviosa. Finalmente, cuando hubo terminado con lo que ella consideraba una carnicería, pellizcó al soldado para reanimarlo y que, al menos fuese recuperando la consciencia.

El coche estaba hecho mierda contra la valla, salía humo del motor y estaba en su interior lleno de cristales.Incluso puede que estuviese peor de lo que parecía pero al menos no estaba en llamas. No sería problema conseguir otro coche como ese, de igual manera pero conducir de noche por una ciudad llena de  accidentes, cristales y zombis no era la mejor idea del mundo.

Señor Statfield...creo que va siendo hora de que me conste a unas cuantas preguntas— dijo cuando se aseguró que el soldado respiraba dificultosamente pero con normalidad— ¿Donde empezó el brote? ¿Cuando? ¿Pasó algo los días previos? Cuenteme todo lo que sepa. Cuanta mas información me dé mejor sabremos como defendernos de esto.

Estoy bien, señor. Podría correr una maratón ahora mismo.- Aunque dado el penoso estado del soldado esa afirmación parecía bastante fuera de lugar.

¿Puede hacer palomitas mientras escuchamos la historia del poli?

-Claro, les contaré lo que sé pero será mejor que defendamos este lugar y nos ocultemos de la vista de esas cosas, ¿no creen? No me gustaría acabar aqui atrapado y que esos zombis empezasen a entrar-dijo mirando a su alrededor- como les decía antes-dijo sobre el cuerpo aún inconsciente de Nutty- la culpa es de los militares. Todo por la maldita guerra fría...

La culpa es de los militares.

Cuantas veces había escuchado aquello. Y como siempre sin fundamento. Si hubiera sido culpa de los militares, para qué enviar a los policías a investigar, para qué enviarles a ellos. Una fuerza de asalto podría entrar en la ciudad sin problemas. Mientras seguía escuchando las insensateces de aquel hombre examinó el lugar en busca de cómo tapar los agujeros por los que podría entrar alguien más. Estaba claro que al final pasarían la noche allí, algo lógico teniendo en cuenta el estado de Nutty y Miller.

Por la mañana nos iremos de este lugar.

La joven señaló una estantería llena de botellas de plástico, como indicando que podían utilizarlas para tapar los huecos. Mientras tanto ella se acercaba al cuerpo de Nutty y trató de reanimarlo.

Si..si...guerra fría escalada de poder y esas cosas...pero eso no es culpa de los militares sí no de los gobiernos. murmuró entre dientes aunque ella no era ninguna militar y no tenía motivos para sentirse ofendida. Continue

Claus se sentó encima de una caja entra un par de grandes estanterías llenas de cosas. Después miró hacia el otro lado del mostrador de la farmacia y negó con la cabeza, recordando el cuerpo sin vida de aquella pobre chica desnuda. Agarró una chocolatina que tenía cerca y empezó a comerla mientras les explicaba lo ocurrido.

-No se cómo a ocurrido pero se que fue cosa de lo que hicieron durante la guerra fría, maldita sea. Cuando terminó no tenían donde meter todas esas armas radiactivas y biológicas y toda esa parafernalia que al final no utilizaron. ¿ Y que hicieron con ello? ¡Llenar las minas de toda esa porquería radiactiva!

Claro, claro, eso lo explica todo- dijo Miller mientras asentía con la cabeza al policia como dandole la razón. Dió unos pasos atrás para ver que podía encontrar y cuando estuvo fuera del campo de visión del policía pero a la vista de sus compañeros se llevo el dedo indice de la mano derecha a la sien para indicarles que pensaba que el poli se había vuelto loco.

Mayor, ¿quiere que le ayude a mover alguna de estás estanterías hacía la puerta?

¡¡Pero la radioactividad produce calvicie, leucemia, hinchazon de las carnes, tumores, infertilidad, canceres diversos y cambios cromosómicos en los fetos!! ¡Lo mas novedoso y que aún no ha salido a la luz es su relación con mutaciones geneticas como la fibrosis quística, neurofibromatosis o el sindrome de Lejeune! ¡ y estamos hablando de a medio o largo plazo.

La mujer no daba crédito a aquella teoría conspiranoica, y eso que ella era fan de dichas teorías. Se creía perfectamente que algún pez gordo hubiese escondido productos radioactivos en minas pero aquello era pasarse.

Lo más parecido a esto que puede hacer es una degeneración neuronal acelerada, pero aún así se quedarían vegetales ¡no se convertirían en vulgares zombis de peliculas de serie B! El soldado Nutty parecía estable y la mujer había depositado una manta encima de el para evitar una hipotermia.

Claus tiró el envoltorio ya vacio de la chocolatina y se rascó la barba sin entender ni una palabra.

-No se que demonios está diciendo y no me importa. Esos vertidos, esas armas biológicas, llevan enterradas en las minas años. A saber que es lo que puede salir de todo eso. Lo que se es que hace una semana los muertos se levantaron de sus tumbas, empezamos a tener llamadas de ataques y actos vandálicos por toda la ciudad y cuando quisimos reaccionar ya estábamos jodidos-dijo con evidente malhumor. Estaba claro que fuese el motivo que fuese, lo que había sucedido en aquella semana había sido duro.

Ayúdeme Miller, a mover esta estantería.

Le dijo al soldado mientras escuchaba lo que tenía que decir el policía. Empujó con fuerza al mismo tiempo que el joven.

No insista doctora. Este no sabe nada.

La sospecha inicial que tenía sobre la doctora, empezaba a diluirse a medida que esta intentaba averiguar qué pasaba allí. Aunque la duda todavía se mantenía.

El policía se levanto, ya que Miller todavía estaba hecho polvo y ayudó a colocar la estantería junto con el mayor.

-Ustedes dirán lo que quieran, pero diganme si no ¿por qué han mandado una doctora con ustedes? Estoy seguro de que ella sabe algo sobre todo lo que está pasando. Si esto fuera un ataque terrorista hubieran mandado policía, bomberos y médicos no biólogos o lo que demonios sea está mujer-dijo insistiendo.