Partida Rol por web

- "Y si mi itiqui lligui intis qui il tiyi..." - Repetí en voz baja, imitando su voz. Puede que acabase de descubrir cómo funcionaba ataque rápido... ¿Pero tenía que usar únicamente ese ataque? Casi parecía trampas poder atacar primero y me preocupaba que Torchic resultase gravemente herido. Yo por supuesto era un gran entrenador y mi estrategia era impecable.

El tercer ascuas consecutivo de Torchic logró acertar al Bunnelby y este cayó al suelo. Miré con gran expectación al Pokémon caído en el suelo, esperando que se levantase, pero no. Bunnelby estaba debilitado. - ¡Genial! - Exclamé con una sonrisa mientras daba un salto de alegría.

Me apresuré a tomar a Torchic mientras mi oponente devolvía su Pokémon a la Pokéball y luego tomé el dinero que el joven me entregó. - Guau... ¡Mira, Torchic! - Le dije mientras le acercaba las monedas para que pudiese verlas de cerca. - ¡Nuestra primera recompensa por victoria! - Guardé el dinero en el bolsillo como si fuese mi mayor tesoro. Eran las primeras monedas que habíamos ganado y esas serían las más especiales. - Podría usarlas para hacernos una foto a Torchic y a mi y mandárselas a Chizu y a Mamá... aunque aún tengo que conseguir mucho más. -

Por el momento las guardaría. Eran el principio de lo que pronto sería un montón de monedas en mi bolsillo. No podría volver sin el dinero suficiente. - Oye, quiero que sepas que me lo he pasado muy bien y que Bunnelby y tú habéis combatido genial. - Le tendí la mano derecha mientras aguantaba a Torchic en mi brazo izquierdo. - ¡Muchas gracias por el combate, he aprendido mucho! -

-¡Gracias! - dice el niño, estrechando tu mano y sonriendo pese a todo al ser felicitado por Chikawa. - Tu Torchic es muy fuerte, pero si me lo permites te daré un par de consejos. - aunque el niño es más joven que tú, parece también más experimentado. - ¡No ordenes simplemente ataques! Torchic se ha quedado ahí plantado recibiendo los ataques de Bunnelby... y creo que podría haber esquivado alguno si se lo hubieras dicho. - se encoge de hombros. - Los combates Pokémon no se limitan a un intercambio de movimientos, también hay que tener en cuenta el terreno y las circunstancias. Y por cierto, tu Torchic ha vencido, pero ahora parece bastante tocado. No deberías hacerlo combatir más hasta que se recupere en un Centro Pokémon. - termina aconsejando. Lo cierto es que aunque Torchic es un Pokémon travieso e hiperactivo, ahora mismo no parece tener demasiada energía de sobras.

Tras unos consejitos y despedirse con la mano, el niño se marcha.

Definitivamente no se me daba bien convencer a los pokemon para que se uniesen a mi equipo, cada vez tenía más claro que yo iba a tener que ganármelos combatiendo, lo otro se lo dejaría a mis compañeras. Suspiro y miro a Charmander.

- ¿Preparado? 

Espero que sí, aunque me daba "cosa" pedirle de nuevo que luchase por mí, ¿estaría cansado?, quizás fuese mejor esperar un poco, ya habría más Bellsprout más adelante , ¿no?, aunque quizás si se lo pregunto...

Me acerco a mi compañero y me pongo en cuclillas para hablar con él.

- ¿Estás cansado? ¿Necesitas comer o algo así? Quizás sea mejor dejar la lucha para más tarde...

El chico se marchó tras darme un discurso y yo me quedé mirando como se iba con cara de bobo. - ¿Esquivar? ¿Terreno? ¿No se solucionaba todo con una patada ígnea y ya está? - Definitivamente River se había guardado bastantes cosas para sí. - Puede que quisiera que lo aprendiese yo mismo... - Miré a Torchic, que estaba en mi brazo y parecía un poco cansado.

- Torchic, ¿Tú puedes esquivar? ¿Cómo es que no me habías dicho nada? - Pregunté de nuevo, esperando una respuesta que no iba a comprender.

Deduje que la capacidad de evitar ataques dependería de lo ágil que fuese un pokémon, y que algo así podría ser entrenado. Solo necesitaba poner a prueba lo que el chico me había enseñado y buscar una forma de mejorar esa habilidad. - Hemos aprendido mucho de nuestro primer combate, ¿Verdad, pequeño? -

Coloqué a mi pokémon junto a mi pecho, cogido con ambos brazos y orientado hacia delante, para que pudiese ver bien. Y comencé a caminar.

- Vamos, busquemos un centro pokémon donde puedan curar tus heridas. - 

-¿Chic? - el pequeño Pokémon polluelo ladea la cabeza, dando a entender que él tampoco sabía que era capaz de esquivar los ataques. ¡Qué locura! - Torchic, Torchic, Tor. - concluye el Pokémon, siendo sujetado por su entrenador. "Sí, hemos aprendido mucho con este combate, Entrenador. Eres el mejor entrenador del mundo. Me parece bien lo de buscar un Centro Pokémon"... Sí, seguro que ha querido decir eso.

Buscar un Centro Pokémon probablemente deba ser tu prioridad ahora mismo, ya que aunque realmente Torchic tampoco ha salido tan mal parado de los combates sí que ha tenido bastantes emociones en su primer día como tu Pokémon. ¡Se merece un descanso! Y tú también, ya empiezan a dolerte las piernas.

El camino hacia el sur de la Ruta 35 transcurre sin incidentes y al final, a lo lejos, comienzas a divisar la caseta de guardia que seguramente actúa de frontera entre la Ruta y Pueblo Horizonte. ¡El Centro Pokémon está cerca! Pero cuando crees que ya no harás nada más en esta ruta...

-¡Torchic, Torchic, Tor! - te avisa Torchic. ¡Hey, hay un Pokémon parado en medio del camino, mirándote fijamente!

-¡Charmander! ¡Char, Char! - ante la sugerencia de su entrenadora de que tal vez Charmander debería descansar y dejar la lucha para más tarde, el Pokémon de Tipo Fuego desvía la mirada de la humana y comienza a correr hacia el Bellsprout que se aleja tambaleándose. Parece incluso ofendido de que Akane haya sugerido que no es capaz de seguir combatiendo.

El Bellsprout escucha los pasos acelerados de Charmander acercándose, pero aunque se gira hacia él no es capaz de anticiparse al ataque que se le viene encima.

Mientras corre, Charmander echa la cabeza hacia atrás durante un momento, para después liberar el fuego que acaba de acumular en su boca en forma de una gran multitud de pequeñas chispas ardientes que acaban impactando contra el desconcertado Bellsprout.

¡Charmander está luchando por su cuenta!

El Bellsprout salvaje, a pesar de haber recibido un daño considerable por el Ascuas de Charmander, todavía sigue en pie. ¡Y parece realmente enfadado y dispuesto a dar guerra!

Tras echar una de sus manos-hoja hacia atrás y luego hacia adelante, de Bellsprout surge una liana inesperadamente larga que azota directamente a Charmander en la cara. ¡Parece que el ataque le ha dolido al Pokémon de fuego, a pesar de ser resistente a él! Y parecen dispuestos a seguir luchando...

La Fennekin de Lina se queda mirando la mano que le ofrece Raine y la olfatea sólo durante unos instantes... después de eso, simplemente no se aleja. Ni tampoco hace nada especial. No muestra ningún tipo de afecto, sino que permanece junto a su Entrenadora y observando el combate entre Bellsprout y Charmander, pero por lo menos no se ha alejado, eso ya es algo.

Zigzagoon sigue correteando alrededor de las dos chicas sentadas bajo el árbol.

Sentía como poco a poco podía conversar con mi pokémon y entenderle, o al menos me alegraba de pensar así. Estaba haciendo migas con Torchic, y en un solo día había aprendido mucho sobre los combates pokémon. Pero todo no puede ser fiesta y diversión. No hacía mucho desde que había llegado en avión a la isla, y luego estuve corriendo hasta el laboratorio, y luego otra caminata por las diferentes rutas. Agradecería tener una silla y quería que Torchic recibiese cuidados.

Cuando vi la caseta a lo lejos pegué un salto de alegría que seguramente sobresaltase a Torchic. - ¡Ey, fíjate! Es una caseta como la que vimos antes, Pueblo Horizonte debe estar aquí al lado! - Las ganas de llegar ganaron un poco al cansancio y aceleré el paso hacia la caseta. Pensaba que pronto llegaríamos al centro pokémon pero Torchic empezó a piar algo alarmado.

- ¿Qué pasa amigo? - Le dije al detenerme en seco. No sabía muy bien qué es lo que pasaba hasta que vi a un pokémon parado frente a nosotros. - Vaya, tú no me suenas del cartel. - Saqué la pokédex con una mano mientras sostenía a Torchic con la otra. Cada vez me arrepentía más de no haber comprado ninguna pokéball, encontraba un pokémon salvaje que podría ser inusual y no podía hacer nada.

- Mira, pequeño. Voy al centro pokémon, que seguramente haya alguna tienda cerca. Descansamos un ratito, compro unas cositas, y vengo a por ti. ¿Vale? - Le comenté al pokémon mientras la pokédex hacía su trabajo.

Lina iba a comentar algo respecto al comportamiento de sus pokémon, pero el combate entre Charmander y Bellsprout le llamó la atención. Al parecer, el pokémon de Akane había decidido luchar por su cuenta. Eso sí era... inesperado.

- Hay muchas formas de hacer amigos- respondió a Raine, señalándole el combate-. O eso parece.

Por su expresión, parecía que aquello no le gustaba mucho, pero observaba a los dos pokémon con interés. ¿Por qué Charmander había empezado a luchar por su cuenta? ¿Acaso tenía ganas de hacerlo?

- Vaya, ese Bellsprout ha resistido bien el ataque...- comentó sorprendida de que un pokémon de tipo planta no lo hubiera pasado muy mal ante una llamarada.

Tal vez no era tan simple como le habían enseñado...

Asi que mi joven compañero de aventuras había decidido atacar por su cuenta, interesante, solo esperaba que si en un momento yo le decía que parase me hiciese caso, pero de momento, ¡al ataque!

- ¡Bien hecho Charmander! Ya veo que me equivoqué al pensar que estabas cansado, ¡vamos allá!, ¡utiliza ascuas de nuevo, tú puedes!

De verdad confiaba en él, sabía que podía hacerlo y que podíamos conseguir que Bellsprout se uniese a nuestro equipo.

Miré al Charmander, sorprendida por su actuación sin ninguna orden. Sin duda era algo extraño en un pokemon ir por delante de su entrenador. Aunque por otro lado, más me sorprendió el Bellsprout por resistir tanto a un ataque que le debería de haber hecho daño - Ya veo... Ese Bellsprout - comencé a comentarle a Lina mientras insconcientemente mi mano empezaba a acariciar a su Fennekin, y la otra a mi Cyndaquil - es extraño. Ha aguantado muy bien ese ataque. Si después de otro ascuas sigue en pie... seguramente será un pokemon planta muy valioso. - dije sin pensarlo demasiado.

Tras ello simplemente dí una pequeña risa - Seguro que si lo captura tendremos a un pequeño con ganas de pelear todo el rato en el grupo ¿No te parece Lina?

Bellsprout logró aguantar el primer ataque Ascuas de Charmander, pero cuando el Pokémon de Akane vuelve a abrir sus fauces para lanzarle una nueva tanda de chispas el destino del Pokémon salvaje queda sellado. Las distintas chispas lanzadas por Charmander impactan en el fino cuerpo y las hojas de Bellsprout, haciendo que el Pokémon suelte un gritito antes de caer al suelo de espaldas, propulsado por el ataque de fuego.

Con Bellsprout en el suelo, Charmander se sitúa delante de su enemigo derrotado y adopta una pose orgullosa, llegando a soltar algunas chispas de su boca hacia el aire. Luego se gira hacia Akane.

-¡Char, Charmander! - le dice, mirándola fijamente a los ojos. ¿Es el momento de lanzar la Pokéball?

-Ese Charmander parece un poco agresivo, ¿no? - sin que os deis demasiada cuenta, un joven con sudadera azul se ha acercado al árbol bajo el que estáis resguardadas y está observando el combate de Akane contra el Pokémon salvaje. - Los Pokémon de Tipo Fuego pueden ser muy orgullosos. Si ese Charmander siente que su entrenadora no consigue sacar todo su potencial, es posible que empiece a desobedecer... - comenta, justa antes de sonreíros a las dos. Zigzagoon se acerca y menea la cola mirándolo, mientras que Fennekin y Cyndaquil lo miran desde la distancia. - ¡Hola! ¿Sois entrenadoras novatas? ¿Qué tal un combate?

- Está claro que es duro de pelar...- respondió a Raine sonriéndole.

Charmander volvió a quemar a Bellsprout, quien ya no pudo resistir el ataque y cayó soltando un grito. Lina se estremeció un poco pero sintió alivio al ver que el Pokémon estaba bien, dentro de lo posible. Tal vez ese era el momento oportuno para lanzar la pokéball y dejar que se recuperase. ¿Sentiría rencor el Bellsprout por haber sido atacado?

Pero entonces apareció un chico bastante joven y comentó acerca de la actitud de Charmander para luego ofrecerse a combatir contra alguna de ellas. Lina arqueó una ceja, sorprendida por la repentina proposición, y miró a Akane. Ella le parecía más dispuesta a aceptar un combate, aunque ahora sus Pokémon tal vez estarían algo débiles. Luego miró a Raine y esperó a ver cómo reaccionaba ella.

Cuando Bellsprout fue azotado de nuevo por aquellas llamas no pude evitar esconder mi cara tras mis manos como una niña pequeña, para luego abrir mis dedos y ver al pobre y debilitado Bellsprout - Vaya, perdió... si esta es una forma de hacer amigos, yo sin duda no la entiendo. - dije un tanto apenada a Lina, de la cual andabamos hablando de ello - Pero supongo que al igual que hay personas para todo, también hay pokemons para todo... Supongo que Akane lo capturará sin problemas.

Entonces fue que nos sorprendió un chico por detrás hablando del Charmander de Akane, en especial de lo orgullosos que son los de tipo fuego y que Charmander podría dejar de hacerle caso a Akane. - Dudo que pase eso Akane es una buena entrenadora... Acaba de empezar, pero se nota que le gusta tener a sus pokemon cerca, como a nosotras. No creo que Charmander deje de hacerle caso. - Pero entonces fue cuando soltó aquella proposición y me puse totalmente nerviosa. - ¡¿Qué?! ¿U-un combate? N-no, no no no, no. Yo no soy buena para eso no que va. - Miré con muchos nervios en el cuerpo a Lina, mandandole una mirada de ayudame, ya que Akane estaba ocupada con el Bellsprout. - ¿Qué hago? - pensé mientras miré a Cyndaquil y Fletchling también

-¡SÍ! ¡Bien hecho Charmander, lo has conseguido!

Sonrío orgullosa de él, está vez su ataque había sido definitivo y él también parecía muy contento por ello. Así que rápidamente cojo una de mis pokeballs y se la lanzo al Bellsprout. Por el estado del pokemon esperaba capturarlo a la primera, pues parecía que el ataque de Charmander lo había dejado K.O.

Tengo toda mi atención puesta en el combate, apenas si escucho de lo que hablan mis compañeras. De momento sólo quiero que ese pokemon planta se una al equipo.

Tras dejar sin sentido al Bellsprout salvaje, Akane echa mano de una de sus Pokéball vacías y la lanza hacia el Pokémon de tipo planta a toda velocidad. La Pokéball comienza a dar vueltas en el aire mientras vuela en dirección a su objetivo...

El botón de la Pokéball impacta finalmente en el fino cuerpo de Bellsprout, y éste se convierte de repente en pura energía de color rojo que entra en el interior de la esfera, que se abre por la mitad. Después de eso la Pokéball cae sobre la hierba del suelo y comienza a sacudirse mientras su botón central parpadea...

Bajo la atenta mirada de Charmander, Akane y el resto de presentes la Pokéball se sacude una, dos, hasta tres veces... y finalmente deja de moverse, al mismo tiempo que su botón central se apaga. Eso sólo puede significar una cosa: ¡Akane acaba de capturar un Bellsprout!

-¡Buen lanzamiento! - dice una voz que Akane no reconoce. Con toda su atención en el Pokémon salvaje, la entrenadora no se había dado cuenta de que un chico joven con sudadera se había acercado a sus amigas y estaba observando su captura. El chico sonríe y asiente, como aprobando la captura de Akane. Luego mira a las otras dos chicas. - Entonces, ¿de verdad ninguna quiere tener un combate Pokémon? - dice, en tono sorprendido. - Entiendo que sois novatas, pero sois entrenadoras... ¿no? En algún momento tendréis que combatir.

-Felicidades Akane - Acerté al decir cuando ví que capturó al Bellsprout, pero rápidamente el chico volvió a la carga con aquel tema...

Me mostré muy nerviosa en ese aspecto pero... una parte de lo que decía el chico era verdad. En algún momento tendriamos que convatir, y Akane ya lo había hecho dos veces. - Un momento por favor. - Me giré y miré a mi Cyndaquil y a mi Fletchling - ¿Chicos vosotros quereis pelear? No teneis porque hacerlo de verdad pero... si quereis hacerlo solo teneis que decirmelo. Puede que no sea una buena combatiente, pero... haré todo lo que esté en mi mano para haceros felices y, bueno, no perder mucho. ¿Que decis? ¿Quereis combatir o nos mantenemos al margen? - Y entonces esperé a ver la reacción de ambos pokemon

Lina aplaudió un par de veces cuando vio cómo Akane capturaba a Bellsprout. No le había entusiasmado mucho la pelea pero debía admitir que tenía mérito. Entonces se fijó otra vez en el chico que había aparecido, que insistía en tener un combate con alguna de las presentes. Ella no tenía ganas de combatir, pero igual que Raine, se planteaba si era sensato no combatir nunca.

Se giró hacia Fennekin e hizo un gesto a Zigzagoon para que se acercara. Al igual que su compañera de viaje, adoptó un tono confidencial con sus pokémon.

- ¿Qué pensáis? Yo nunca he hecho un combate pokémon, la verdad. Tampoco me interesa. Pero... si vosotros queréis, podría intentarlo- explicó a sus amigos.