Partida Rol por web

En cuanto la barrera cae, mientras Tharion sale disparado a reunirse con su colega, Blake se coloca junto a Shiert con gesto ostentoso, ignorando la herida sangrante que tiene en el costado -de todas formas, en comparación con Shiert y Tharion, no tiene de qué quejarse- y exclama con voz potente:

-¡Esta batalla ha acabado, retiraos! -Se dirige a los Sadik, aunque el mensaje tampoco sobra para los Rocket y ciudadanos alborotados todavía presentes.

Fusn se coloca al otro lado de Shiert, mostrando claramente su apoyo ante su familia.

-¡E-eso! -apostilla Blanca, que había estado un poco al margen del encontronazo con los Sadik y que no parecía saber muy bien a qué atenerse con respecto a Astrid, Shiert y Blake, se decide por tomar partido por este grupo, entendiendo que si van con Tharion y Charlotte y por lo que ha visto, tienen que ser "los buenos".

Y el hechizo se rompe.

La multitud aún reunida en el claro, que parecía contener el aliento como un único ser ante el espectáculo de los unown, Celebi, Suicune y demás, estalla como la pólvora. Algunos se lanzan directamente con pokémon, botellas rotas o piedras contra los Sadik... mientras que otros se ponen de parte de estos últimos. El caos vuelve a cundir.

Evren Sadik grita intentando poner orden. Su marido se reúne con ella. Una masa de unonw los rodea protectoramente.

Tiendo mi mano hacia Fusun en un intento de coger la suya, no tengo claro que vaya aceptar agarrar mi mano, pero al menos lo abre intentado.

- BASTA YA - Grito ante el tumulto que monta la gente en un intento de que todo esto termine - Esta guerra a terminado y Celebi no quiere ver mas muertes, ni vuestras ni de aquellos a los que consideréis vuestros enemigos, los Sadik pueden irse, esto a terminado -

Tharion se dirige hacia Aysaç con lai ntención sacudirle con el brazo sano un puñetazo en la boca del estómago al musculitos

Blanca avanza hacia la multitud. Su chándal corto blanco y sus coletas pelirrojas la hacen fácilmente identificable, casi resplandecen bajo el sol del verano.

-¡Eh! ¡Ya habéis oído a Shiert! ¡Venga, chicos, todos a casa!

Voces de protesta se elevan de entre la multitud.

-¡Eeh! –Otra cosa no, pero Blanca no es una chica que se amilane fácilmente. Por algo es líder de gimnasio-. ¡¿Es que no tenéis una ciudad que reconstruir?! ¿Nadie a quien ayudar? ¡Vamos! ¡Vamos!

De una manera u otra, poco a poco los conduce, aplacando a unos, animando a otros, y los convence para que dejen los ánimos beligerantes y se disuelvan.

Tharion se ha lanzado hacia Aysaç, pese a las heridas, pero no le da tiempo: John y Charlotte lo agarran y exclaman, a la vez:

-¡Ni se te ocurra!

John casi suena suplicante mientras lo agarra por el brazo sano.

-¡Tharion, no! De verdad, está bien… Por favor… No quiero causarte más problemas… Estoy, bien, de verdad. De verdad.

Charlotte es más directa:

-¡Que te crees que te voy a dejar pegarte con nadie en ese estado! ¡Ya has hecho bastante hoy! –A Tharion no le queda muy claro si ese “ya has hecho bastante hoy” quiere decir “ya has sido de mucha ayuda hoy, descansa” o “ya la has liado lo bastante parda hoy, estate quietecito”-Si hay que partirle la boca, ya nos encargamos Kira y yo… Pero no merece la pena-. Añade, mirando a Aysaç con desprecio, a quien, por otra parte, no podría importarle menos.

Su madre se coloca ante él, separándolo de Tharion, aunque están a unos cuantos metros de distancia aún. Parece muy cabreada por el comportamiento de su hijo. Dirige una mirada de aprensión a John, como si quisiera disculparse en nombre de Aysaç. Los unown del arqueólogo hacen piña a su alrededor, como si quisieran protegerlo.

Por su parte, Fusun retira la mano, impidiendo que Shiert se la coja y sin molestarse siquiera en mirarlo, pero se mantiene firme a su lado. Su mirada se dirige con determinación al resto de miembros de su familia.

-Panda de mocosos. No sabéis lo que hacéis. –Aslan Sadik habla en la lengua común por primera vez. Su voz es grave y sonora. No parece amenazador, solo serio. Enfadado, quizá, pero preocupado más que nada-. Habéis dejado escapar a esa criatura. Bien. No os haremos daño. Como ha dicho mi mujer, no sois nuestros enemigos. Decís que dialogaréis con ella, que llegaréis a un acuerdo. Rezo por que así sea- No parece el tipo de persona que cuando tiene un problema se siente a rezar. Más bien el tipo de persona que agarra al problema por los cuernos y lo acaba haciendo llorar por su vida-. Porque si no, habréis condenado a toda la humanidad.

-Padre –Fusun interviene. Se muestra firme, sin necesidad de alzar la voz-. Marchaos. Yo hablaré por la familia. Nuestro momento ha pasado. Si no sois capaces de dejar paso a otra solución, tendréis que confiar en mí… por una vez.

El padre no está dispuesto a tolerar esto, pero a la madre también se le están empezando a hinchar las narices. Si no está de acuerdo, desde luego no va a dejarlo correr.

-Aslan –lo interrumpe antes de que hable-. Nos vamos. Ya no estamos haciendo nada aquí. No somos de ayuda. No somos más que una fuente de problemas. Por una vez, haz caso a tu hija –su mirada se encuentra con la de Fusun y asiente imperceptiblemente. Madre e hija se entienden sin palabras. Confío en ti. No nos defraudes. Su hermano también parece hablarle con la mirada. Y no importa que sea su hermana, no es amable. O si no…  

En un visto y no visto, el hypno de Aysaç los recoge y los teletransporta, y en el claro solo quedan Shiert, Fusun, Tharion, Charlotte, Blake, los pokémon de estos y algunos de Astrid. John y sus unown. Blanca y algunos grupos de gente que se dispersa.

Un charco de agua como único recuerdo de que Suicune estuvo alguna vez allí.

Manchas de sangre y hojas pisoteadas.

Cristales rotos.

Por suerte para el propio Tharion lo paran justo las dos únicas personas que podrían convencerlo de no tirarse a por el matón de barrio de los Sadik, aun así lo desafía con la mirada. Cuando todo termina se sienta en el suelo con la espada contra su poloswine, suspira, y como si no hubiese pasado nada -ah... en fin... tengo que felicitaros, al final ha salido todo bien, joder, los tenéis bien puestos, da gusto tener a gente como vosotros cerca en estas situaciones, deberíamos tomarnos unas cervezas cuando esto ser normalice... y Sier? era así? hasta que él y yo pasemos por el hospital- lo dice sobre todo por John y aquellos a los que conoce desde hace menos de 24 horas 

"Fusun tan simpatica y practica como siempre" pienso para mi mismo.

La situación por fin parece normalizarse un poco y menos mal por que ahora mismo soy el unico que sabe donde esta Celebi y no es que este en unas condiciones precisamente buenas como para ponerme a luchar contra nadie y defender el secreto, bueno al menos moriria por protegerlo algo es algo.

- Es Shiert Tharion, pero me alegra de que me tengas en consideración y si, me temo que tenemos que pasar por el hospital pero creo que tengo cierta bronca por parte de Charlotte pendiente y prefiero recibirla ahora antes de ir a ningun lado - Le dedico una sonrisa sincera a Charlotte que casi de seguro no se tomara tan en broma lo de gritarme en ese instante.

Por otro lado tambien tenia una charla pendiente con Fusun otra de las que estaba seguro no sacaria nada mas que un buen guantazo, en fin mi mundo era asi de dulce y maravilloso.

- Tambien tengo que hablar contigo Fusun así que si me haces el honor -

El grupo, que ya ha quedado reducido a solo Shiert, Tharion, Charlotte, Blake, John y Fusun, se retira un poco de mitad del claro que hace unos minutos fuera el escenario de una batalla campal, refugiándose bajo la sombra de un edificio alto. Hace un sol de justicia.

-Bien. -Charlotte se planta delante de Shiert, con los brazos cruzados y el rostro serio. No le grita -por ahora-, de hecho, no se altera, pero su expresión tampoco admite bromas. Le dirige una mirada penetrante por debajo de sus larguísimas pestañas caídas. Su luxray, como de costumbre, se encuentra junto a ella y clava también su mirada en la de Shiert-. Soldado Shiert, ¿por qué no me informó de la maniobra del director ejecutivo Atlas? ¿No respondía usted directamente ante mí? Las comunicaciones están caídas, pero esto ha tenido que organizarse mucho antes de la hora en que dejaron de funcionar, y no he tenido comunicación alguna de su parte. ¿Formaba usted acaso parte de esta operación? Una operación que no solo se salta toda la jerarquía de nuestra organización sino que además es un acto de traición y una puta locura propia de un sociópata-. Está cabreada. Es indudable que está cabreada. Pero está esperando a la respuesta de Shiert para decidir si le arranca la cabeza o no.

Si alguien más tenía algo que decir, da igual: todos se han quedado callados, con los ojos muy abiertos, sin atreverse a intervenir.

Por cierto, el fearow que trajera Astrid mira a todas partes, graznando un par de veces al aire con su pico partido y, al no verla, levanta el vuelo y se pierde en la distancia, sin molestarse en dirigir su atención a nadie más. Quién sabe adónde irá...

Blanca también se ha marchado.

"Bueno al menos aun no me habia gritado a pleno pulmon mientras trataba de asesinarme" pense mientras Charlotte hablaba.

- Pues...- la verdad es que aquello era dificil de explicar - Intente detener a Atlas en la base cuando se le ocurrio esta demencia, pero no consegui hacerlo sobre todo por que habia un grupo de idiotas fanaticos mirandome con cara de querer matarme, bastante similar a la que estas poniendo tu ahora pero con menos ganas de querer escuchar mis palabras, así que sencillamente me aleje de ellos y me dedique a asuntos mas importantes como Celebi, es cierto que no te avise, pero digamos que tecnicamente e muerto unas 3 veces en lo que va de semana, me a explotado una casa a mi espalda, un alto mando del equipo casi pide mi cabeza frente a gritos de alegria, tenia cientificos retenidos contra su voluntad que liberar, ocuparme de Astrid y de su demencia, hacer que celebi comprendiera que su plan no tenia que ser destruirlo todo y que al menos respetase hospitales y lugares así - Pare para tomar aliento ya que habia dicho todo aquello casi de corre prisa y en un tono que realmente no era muy propio de mi, me faltaba respeto por mi jefa, un respeto con el que yo siempre solia hablarle pero que ahora apenas si se notaba.

- Lamento no haberla informado, pero sencillamente no encontre el momento para hacerlo, aceptare el castigo que me quiera imponer sin rechistar como siempre, tanto de este tema como de cualquier otro asunto del que considere que merezco un castigo -

Si bien nunca me meto en "esos" asuntos, esta vez tenía algo que decir que ayudase a Shiert a salir de esta -bueno... en favor de Shiert debo decir que sí te has enterado gracias a él, solo que de manera indirecta, porque yo me enteré gracias a él- 

Charlotte inspira profundamente, con el ceño fruncido y los brazos aún cruzados, clavando la mirada directamente en la de Shiert. Luego expulsa el aire con una espiración rápida y sonora.

-Así que no se trata de una traición, sino de un mero descuido. En el mejor de los casos llegaría a insubordinación. Está bien. -Relaja el ceño-. Al verte aquí, en un principio temía que hubieras venido con las tropas de Atlas -El cambio de "usted" a "tú" de nuevo hace que Shiert se haga la idea de que no va a llevar a cabo una ejecución sumaria allí mismo-. Pero en cuanto vi la disposición de la batalla me di cuenta de que era probable que se tratase de lo contrario. En cualquier caso, tenía que asegurarme. Bueno. Ya sabes que soy partidaria de que las recompensas y los castigos no se anulen mutuamente. Tendrás tu recompensa por los servicios realizados y tu castigo por tu error, pero... -Relaja un poco la postura, y también la forma de expresarse- uff, como ves, se ha montado un lío de tres pares de narices que, como de costumbre, me toca a mí deshacer. Si lo hubiera sabido antes, le hubiera parado los pies a Atlas antes de que pusiese un pie en esta ciudad. Podría aplicarte un castigo físico, pero eso no me reportaría beneficio ni placer alguno. Me parece justo que tu "castigo" sea simplemente trabajar conmigo lo que haga falta para volver a meter las cosas por vereda -dirige a Shiert una mirada seria y penetrante, a la que por otra parte ya está acostumbrado. Su jefa es directa y dice lo que piensa, no es mujer de andarse por las ramas. Siempre que su posición se lo permite, claro.

Se vuelve a Tharion.

-Por supuesto, el que te lo haya dicho a ti ha sido una suerte, porque nos ha permitido llegar hasta Blanca antes que Atlas y evitar una situación mucho peor e incluso algunas muertes estúpidas, pero me hace pensar lo estupendo que es que este señorito vaya por ahí contándole a gente ajena las cosas de la organización antes que a su propia jefa. Pero, en fin, bien está lo que bien acaba, mejor dedicarse a lo práctico. Y, bueno, ya veo que os lleváis bien... En el fondo eso me inspira confianza, así que no insistiré más. Oh, solo una cosa...

Vuelve a dirigir la mirada a Shiert, pero es una mirada extraña.

-Has dicho que tenías que liberar a unos científicos retenidos en contra de su voluntad... -Al oírla, Blake se pone tensa-. Sabrás, soldado, que es práctica común en nuestra organización quedarnos con el capital humano de las instalaciones técnicas que controlamos. Quieran o no. -Habla despacio, con un rostro que no denota emoción, sin apartar sus ojos azules clarísimos de los oscuros de Shiert-. Son parte de los recursos tecnológicos. Nos pertenecen por derecho, ya que solo bajo nuestro mando pueden ponerse al servicio de un bien mayor, para mayor gloria del Team Rocket. Liberarlos puede considerarse acto de traición.

Blake interviene, sin poderse aguantar.

-Jefa, yo...

-No estoy hablando contigo, doctora comotellames -le espeta Charlotte, interrumpiéndola, sin apartar la mirada ni variar la expresión ni un ápice. Tanto John como Fusun están en tensión, sin saber qué hacer o a qué atenerse. Charlotte continúa hablando con Shiert: -¿Y bien? ¿Puedes explicar por qué has liberado motu proprio a alguno o algunos de nuestros valiosos rehenes?

" Y yo que pensaba que me ejecutaría por no avisarle, en fin morir sera una gran aventura"

- Sinceramente y con todos mis respetos - Digo con el mayor tono de despreocupación del que soy capaz - Esos cientificos estaban retenidos por Atlas quien es considerado un traidor y atento contra la estabilidad del equipo, ademas retenía a estos agentes para la creación de un arma de destrucción masiva que pretendía usar en contra de esta ciudad, su liberación fue un acto de apoyo para el Team Rocket y no una insubordinación por mi parte -

Dicho esto tenia claro que no que Charlotte no se conformaria con estas palabras, aunque igual si pudieran servirles yo tenia claro que ella necesitaba algo mas y tenia exactamente lo que creia preciso.

- Ademas tengo que recordar que en nuestra ultima reunión usted expecifico que hiciera lo que fuese necesario aun si los altos mandos del equipo no estaban de acuerdo para conseguir detener a celebi, la liberación de estos cientificos entra dentro de esta categoria y usted entra dentro del alto mando del Team Rocket, así que acate su orden directa de la forma mas literalmente posible, no obstante no voy a huir ni oponerme a ti, si deseas castigarme por mis actos como dije antes asumire el castigo sea cual sea -

Charlotte no deja de clavar la mirada en la de Shiert mientras escucha sus explicaciones, con los brazos cruzados. Cuando acaba, pone los brazos en jarras y:

-¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! -Se echa a reír abiertamente. Su risa es franca y sin atisbo de ironía o crueldad. -Así que usando mis propias órdenes contra mí... Ja, ja. ¡Bien hecho, soldado! -le dirige una amplia sonrisa. Por alguna razón, parece visiblemente satisfecha. Y divertida. Fusun, John y Blake la miran con ojos como platos. Pero enseguida vuelve a ponerse seria. -Cuando todo esto termine, volveremos a hablar. Con más calma y... en un lugar más tranquilo. Pero ahora tenemos otras cosas más acuciantes, ¿qué es eso de un arma de destrucción masiva? -pregunta, con el ceño fruncido, ligeramente alarmada. Pero esta vez no mira a Shiert, sino a Blake.

-¿Qué arma de destrucción masiva? No hay ningún arma de destrucción masiva; se te va la olla, chaval -contesta la doctora, dirigiendo el último comentario a Shiert, como es evidente-. Lo que estábamos haciendo cuando llegaste era... -echa una mirada a los "civiles" y, tras una breve pausa, se encoge de hombros y prosigue- solo una versión modificada de un virus... con efectos beneficiosos para los pokémon. En teoría solo debería hacerlos más fuertes y no tiene efectos secundarios, pero como aún no está lo suficiente probado y muta muy rápido, en la práctica podría hacer cualquier cosa. Por eso me negué a que nadie sacara ningún pokémon allí: si los hubierais sacado y luego les da cáncer, o se les va la cabeza o se convierten en tiestos de petunias, no me hago responsable. Siento desmontarte el discurso, te había quedado, así, muy heroico.

Tharion se revisa los vendajes, para alguien que le conozca, sabría que lo hace para mantenerse a propósito al margen de la conversación, de hecho, evita deliberadamente mirar a Charlotte a los ojos, está claro que no le gusta lo de los rehenes, mas que por lo que ha dicho Charlotte por el hecho de haberse enterado. Por eso trata de abstraerse, no debería saber eso.

-Ah. Pero eso ya lo sabía. Ese proyecto estaba aprobado en junta. 

Charlotte vuelve a dirigir la mirada a Shiert.

-Has errado. Y eso podría haber sido un error fatal.

-Si me lo permite, jefa -interviene Blake-, no creo que la ausencia del Dr. Greenhilt resulte en un golpe letal ni al proyecto ni a la organización. Eso suponiendo que el proyecto siga teniendo algún sentido o que siga siendo realizable siquiera, o que a alguien le importe un carajo. Con todos mis respetos.

-Lo sé -Charlotte no parece molesta. Ni siquiera preocupada. Y no aparta la mirada, seria, de Shiert-. No todo lo que hace un traidor es traición. No lo olvides.

Con esto, da por acabada la conversación.