Partida Rol por web

-Adelante- Astrid asintió, no parecía que el hombre tuviese otro médico. Le miró con cautela, pero sin desconfianza. Estaba convencida de que haría su mejor esfuerzo.

El Dr. Greenhilt toma una de las balls que le tiende Shiert, la conecta a un aparato bastante curioso mediante unos cables, y este a una de las balls blancas y a un ordenador y, tras teclear unas cuantas cosas y unos tensos segundos de silencio, el botón central de la honor ball brilla de color rojo, emitiendo el mismo sonido quedo que cuando atrapa un pokémon. El hombre desprende la reluciente pokéball blanca y libera al pokémon.

El rayo rojo enseguida se transforma en un hoothoot que parece muy aturullado.

-¡Hu-hú! -La regordeta ave aletea dando tumbos alrededor de sus cabezas, divisa a Shiert y enseguida se dirige a él a picotearle la ropa o el pelo, molesto, aunque sin intención real de hacerle daño. -¡Huhú! >:(

El Dr. Greenhilt asiente, visiblemente aliviado.

-Parece estar en buena forma, ¿no?

Seguidamente toma la otra ball de Shiert y repite el proceso. Igualmente, el botón central de la nueva honor ball luce rojo un momento y el hombre libera al hoppip, que enseguida salta contento y, tras dar unos cuantos botes de forma atolondrada por la habitación -preguntándose quizás dónde cojones está y quién es esa gente... o igual no-, repara en Shiert y el hoothoot y se dirige a ellos saltando animado con intención de saludarlos alegremente -para disgusto del hoothoot-.

Solo queda la lujo ball de Iri. El científico la toma con cuidado, sin poder evitar cruzar una mirada con Astrid. Lo hará lo mejor que pueda. Efectivamente, la conecta como las demás. Teclea. Se oye un chispazo y la lujo ball tiembla, pero unos segundos después la honor ball conectada en el otro extremo muestra iluminado el botón central un momento apaciblemente. El hombre la recoge con delicadeza y la abre.

Iri sale de la honor ball. Parece algo asustada, pero no tarda ni un segundo en localizar a Astrid y antes de que nadie pueda ni parpadear se lanza a sus brazos con un gañido cariñoso y enseguida se pone a lamerle las manos y restregar su cabecita contra ella.

No puedo mas que sentir felicidad cuando veo que hoothoot logra salir de la Pokeball y se encuentra perfectamente, no tarda ni un segundo en lanzarse a por mi a picotearme la cabeza y la ropa, esta jugando supongo que encontada de estar libre al fin.

- Hola chiquitin - digo a Hoothoot mientras dejo que me picotee el pelo - Veo que estas bien, no tengo comida encima pero en cuanto salgamos te dare algo no te preocupes -

El Doctor greenhilt no tardo mucho mas en lograr sacar de su Pokeball a hoppip que al igual que Hoothoot se lanzo a mi lado en busca tal vez de protección o de cariño.

- Hola a ti tambien, yo tambien me alegro y de que te encuentres bien - todo habia resultado bien para mi y realment me reconformataba, pero el problema era que aun quedaba lo mas dificil Iri era la prueva real si fallaba Astrid jamas me perdonaria y todo acabaria fatal, esperaba tener suerte, cruce los dedos mientras veia como la luz empezaba a parpadear en la nueva Pokeball de Astrid, pero todo salio bien al final y Iri estaba libre.

- Me alegro de que estes bien iri - dije con sinceridad.

-¡Iri! -le abrazó con bastante fuerza, al punto de que la pokemon zorro se quejó un poco.

-Lo siento muchísimo...-respiró aliviada y aflojó un poco el agarre, pero no parecía que fuera a soltarle nunca.

-Me has dado un gran susto...imagino que tienes hambre. Apenas salgamos... -dijo por toda promesa. Entonces, imitó lo mismo que había hecho Iri con ella, pero con el doctor dándole un fuerte abrazo sin mesura. Nuevamente, Iriasvyel volvió a quejarse al quedar apretada entre ambos, por lo cual se separó pronto.

-Entiendo que esta no era su función y ha retrasado sus tareas. -inclinó la cabeza- Mil gracias, y esas no serán suficientes. Por favor, tome mi numero. Sé que no es mucho, pero si hay algo que pueda hacer, cualquier cosa en la que necesite ayuda, llámeme. Hasta ahora he trabajado en un Centro de Voluntarios para pokemon abandonados. Ahí conocí a Iri y todo. -Le sonrió, y giró lentamente su foco de atención a Shiert, y conforme lo hacía su sonrisa empequeñeció, dejando una linea casi neutra en los labios.

-Gracias. Creo que con esto quedamos...casi a mano. Pero es suficiente. -se notaba que seguía no muy contenta, y que tampoco olvidaba fácil lo hecho en particular contra sus pokemon. Y peor aún, mas contra su Iri. Eso le había dejado una marca permanente. -Creo que no hay nada mas que hacer aquí, nos vamos si nadie objeta nada.

Cuando Astrid lo abraza, el Dr. Greenhilt la rodea con los brazos, devolviéndole el gesto. Ser abrazada por el Dr. Greenhilt es como ser abrazada por un ursaring. Un ursaring amable y protector vestido con una bata blanca.

Sin embargo, al oír sus palabras, su sonrisa afable da paso a una expresión sombría.

-No lo entiendes, niña. Me da igual el proyecto. Ojalá... se fuera al garete... aunque me costara la vida. Al principio no quería ayudarte porque pensaba que eras una Rocket y bastante hago ya por esta puta panda de asesinos. -Tras decir esto no puede evitar echar una mirada insegura, casi temerosa a Blake, que ha estado observando toda la escena con las manos metidas en los bolsillos de la bata, y a Shiert. Quizá espera que lo reprendan o lo amenacen por lo que acaba de decir, pero la científica, al menos, solo se muerde el labio inferior y aparta la mirada, con un reflejo no de culpabilidad pero sí de una cierta compasión. Greenhilt entonces continúa: -No me sirve de nada que me des tu número de gear, no se me permite llamar por...

Flic.

Sin previo aviso todas las luces se apagan y la habitación subterránea se vuelve totalmente negra.

-No os preocupéis -dice Blake-, el sistema de emergencia se habrá atascado un poco, pero seguro que se enciende en 3, 2, 1... -Nada. Oscuridad y silencio. Los segundos pasan y la negrura sigue.

-Huhú.

Se oyen tumbos al otro lado de la puerta que da al laboratorio principal, que al poco se abre y se oye la voz enfadada de Johnson.

-¿Qué habéis hecho ya?

-Por supuesto, todo tiene que ser culpa nuestra ¿no? -Blake traga saliva. -Señores, no me gusta ser alarmista, pero la puerta es electrónica y me parece que nuestro querido amigo Johnson echó el cierre de seguridad cuando aquí la señorita afirmó no pertenecer a nuestra organización... y aun sin contar con eso, en el camino de aquí a la superficie hay unos cuantos teletransportes electrónicos... Es... la primera vez en la historia de esta base que todos los sistemas de emergencia fallan a la vez...

La oscuridad le cayó de sorpresa, y aunque de inicio le fastidió, comenzó a maquinar rápido. La verdad quería hacer mas preguntas al doctor y llevárselo de allí, ya que aparentemente era muy infeliz en lo que estaba haciendo. Quizá el corte de luz no fuese tan malo, no había forma de que le vieran. Si tan solo tuviera una forma de salir mágicamente y directo... Sintió que el pulso le subía a la garganta, era una maniobra muy a lo "solo se vive una vez".  Sujetó una manga del doctor, y con la otra aferró a Shiert de un brazo, sabiendo ya donde estaba porque lo tenía a la vista antes de la oscuridad. Se acercó a este, y susurró con premura.

-¡Saca el abra y transportanos fuera de aquí! ¡Ahora! -por supuesto, luego de plantear esto, se preguntó si realmente era buena idea depositar sus intereses en él. No pudo pararse a pensarlo bien, sus brazos se cerraron en forma de candado con los brazos de Greenhilt y Shiert, dejando a Iri en su hombro bien aferrada con sus patitas para no caer, era un sitio que frecuentaba. Era obvio que abra iba a llevarse al segundo, pero tenía intención de llevarse consigo al Doctor a como diera lugar. La luz podía volver en cualquier momento.

Comprendia perfectamente las palabras de Dr. Greenhilt, yo tampoco estaba muy de acuerdo con la forma actual de llevar el Team Rocket cuando yo me uni a etsa organización Giovani tenia grandes planes y ayudaba a la gente, es verdad que era un criminal y hasta mataba si era necesario, pero sus objetivos eran mucho mas que solo destruirlo todo y matar por matar, actualmente la cosa habia cambiado tanto que ya no tenia muy claro a donde pertenecia.

Le dedique una sonrisa al Dr. Greenhilt, no podia decirle  mucho mas pero esperaba que comprendiera lo que queria decirle.

Entonces la sala se quedo a oscuras de golpe y algo me decia que todo esto no era una casualiad, o bien Atla habia visto  lo que habia ocurrido aquí y habia decidido tomar cartas en el asunto o el problema del mundo se habia agrabado en esta zona y la cosa empezaba a plantearse mal, ninguna de las alternativas me gustaba demasiado pero no habia mucho que hacer si era Atlas estabamos en peligro y si era lo otro el mundo estaba apunto de destruirse.

Fue entonces cuando note la mano de Astrid agarrandome el brazo y su calido aliento mientras me susurraba que nos sacara de alli, Abra podia sacarnos eso era cierto, pero algo me decia que ella tenia algun plan mas aparte de ese, aun así la necesitaba si queria salvar el mundo así que ahora mismo tenia que darle todo lo que queria si esperaba poder pedirle ayuda.

- voy - le respondi simplemente a Astrid mientras agarraba a Hoppy con una mano y me aseguraba de que Hoothoot estaba apoyado sobre mi cabeza, no pensaba dejar a ninguno de los dos alli.

- Abra sal y sacanos de aqui, directo a mi casa - era un lugar relativamente seguro, sobre todo por que si alguien trataba de entrar forzando la puerta o cualquier de las ventanas la explosión resultante acabaria con la vida de cualquier que hubiera osado siquiera acercarse.

Todo ocurre a la vez y en solo un segundo.

Un relámpago rojo ilumina la habitación, lo justo para tomar la forma de un abra en la oscuridad.

-¡Sí, hombre...! -Sin pensárselo dos veces, la científica del Team Rocket, previamente alerta, salta y se abraza a Astrid, que en cualquier caso tiene ambos brazos ocupados y a Iri encaramada también sobre ella.

-Miii... -La voz suave voz del abra es como la de una niña pequeña, de una dulzura y timidez que desentonan totalmente con el ambiente circundante. Entre las tinieblas de la habitación, Shiert puede sentir enseguida cómo la consciencia del abra se introduce en un lugar aún más pequeño y confinado que en el que se encuentran físicamente, solo accesible para ella y para él mismo y busca ágil pero cuidadosamente entre los recuerdos de su entrenador la imagen del lugar al que se dirigen.

-¿Qué...? ¡No...! -Se oye al joven científico, desde la esquina de la sala.

El Dr. Greenhilt toma aire como para sumarse al momento de caos, pero no le da tiempo siquiera a articular palabra.

El segundo acaba.

La oscuridad cambia. Ahora en su seno se perfilan siluetas: sillas, mesas y otras piezas de mobiliario. Incluso los olores cambian: el penetrante olor a químicos y otros productos de laboratorio ha dado lugar a otro más corriente, el de un apartamento habitado.

Con solo estos datos, Shiert puede concretar que además se trata del salón de su apartamento.

-Hu-hú. -La opinión del hoothoot es categórica.

-Uhh...

Astrid comenzó a tantear buscando un interruptor de luz con cuidado.

- NO OS MOVÁIS - grito nada mas aparecer en el salon, se perfectamente que mi casa esta plagada de explosivos y no me gustaria que nadie cometiera el error de activarlos por error - Este sitio esta plagado de explosivos, esperar y yo encendere la luz -

No me cosaria mucho dar con el interruptor para encender la luz y que por fin pudieramos todos hablar y ver que demonios estaba ocurriendo.

Sin mucha dificultad, Shiert encuentra el interruptor.

La luz ilumina el salón de una casa*.

Todos los presentes se han quedado congelados en el sitio** ante la orden de Shiert. Viendo que no ha explotado, la Dra. Blake separa los brazos del cuerpo de Astrid con aire casual.

-Hu-hú.

-Vaya...¿porque esta aquí también? -preguntó con curiosidad a la mujer.

Es una casa pequeña y sencilla, consta de 3 habitaciones simples y un salon comedor, y cuarto de baño y una cocina, nada fuera de lo comun, las habitaciones apenas tienen muebles, solo alguna mesa y silla un escritorio y una cama, lo justo y necesario para sobrevivir por lo demas nada realmente destacable salvo que las puertas estan cerradas, las persianas bajadas y se pueden ver explosivos colocados en la casa por si alguien intenta entrar.

- Ya esta - digo cuando la luz esta encendida - Podeis moveros libremente por la casa pero cuidado las ventanas y puertas estan pegadas a explosivos y hay alguna otra bomba escondida por hay así que casi mejor no toqueis nada -

Demasiada personas en mi casa muchas de las cuales yo no queria saber nada, en fin Astrid habia querido salvar a mucha gente y aun tenia que hacer lo que ella queria, al menos hasta que pudiera hablar en privado para contarle las cosas.