Partida Rol por web

El muchacho atiende con cierto nerviosismo, no se había dado cuenta cuan a la ligera se estaba tomando la misión. 

-Ehmmm yo... no aun estoy en Ciudad Fuchsia. Capture un Rhyhorn para no tener todos Pokemon de Agua en mi equipo y levantar sospechas. Y pensaba pelear en el Gimnasio para entrenarlo y que no pareciera recientemente capturado. Pero luego de eso partiré rumbo ciudad Carmin. 

-Oh, no creo que tenga que preocuparse mucho por eso, soldado. Según la (escasa) información de que disponemos, el Team Rocket no está siendo demasiado exigente a la hora de contratar novatos y no ponen pegas si traen sus propios pokémon, es más lo prefieren, al igual que nosotros. Es solo cuando no tienen pokémon cuando les proporcionan pokémon fáciles de capturar como rattatas y zubats. Hágalo como quiera, pero... Bueno, uno de nuestros hackers ha detectado movimiento en la división de Johto del Team Rocket, aunque según dice, su sistema informático es casi impenetrable y no ha conseguido acceder más que a esa información antes de ser descubierto. En cualquier caso, es posible que estén preparando algo y me gustaría tener unos ojos y unos oídos dentro cuando lo pongan en marcha.

-Bien comprendo. Gracias por la información, si necesito algo me comunicare lo antes posible. 

Joe termina la comunicación y se queda pensativo. Tiene deseos de entrenar a sus Pokemon antes de llegar al Equipo Rocket, pero es cierto que no es tan necesario. 

Hmmm lo mejor sera ir directo al Barco, y tal vez una vez a bordo, pueda entrenar ahí mismo. 

Caminando de regreso a la ciudad Joe estaba inquieto. Había capturado dos Pokemon, ambos de tipos que nunca antes había entrenado, refiriéndose a la parte Psíquica del Slowpoke. Y no sabia si estaría o no al a altura de un Líder de Gimnasio, pero con quedarse allí pensando no se daría cuenta. Por lo que esta vez se encamino dirección a la izquierda donde de lejos ya se podía ver la fachada de aquel recinto lleno de Pokemon Venenosos. 

Es casi la hora de comer y el calor es aplastante, pero el gimnasio está aún abierto. Es un edificio muy grande, de estilo tradicional.

No se ve a nadie, pero las puertas están abiertas. En cualquier caso, dentro, con los árboles, debe de hacer algo más de fresco.

Respirando hondo y asegurándose el cinturón donde lleva ahora cuatro Pokebolas, el muchacho ingresa al Gimnasio de Ciudad Fuchsia. Es su primera batalla oficial y esta cuanto menos, nervioso. 

-Hola, buenas tardes. Quisiera una batalla con el líder de este lugar. 

Joe entra en el gimnasio con la mencionada frase en los labios, pero se encuentra con que el gimnasio aparece totalmente vacío.

Se trata de una especie de dojo muy amplio con suelo de madera. Hay todo lo necesario para entrenar artes marciales y pokémon venenosos, pero no se ve ni un alma.

Al no encontrar a nadie en el lugar Joe se pone algo nervioso. Sabe que allí se enseña el arte ninja y eso lo hace ponerse en alerta. Camina con cuidado mirando a todos lados y de tanto en tanto esboza un "hola" o "hay alguien aquí" que no parece obtener una rápida respuesta. 

Esto ya no me gusta nada...

Caminando con cautela, Joe mira a todos lados moviendo lentamente la cabeza y permitiéndose analizar su al rededor. Algo no anda bien, lo presiente y aunque lo ponga en guardia no deja que los nervios lo alteren. 

Haciendo gala de la presencia de ánimo y astucia que lo caracteriza, Joe escruta metódicamente el espacio a su alrededor. A la derecha... a la izquierda... arriba. Pegada al techo hay una chica con traje de ninja negro y el pelo oscuro recogido. Cuando sus ojos se encuentran, esboza una sonrisa de ekans y, de un ágil salto, se planta justo detrás de él.

-Has estado agudo. A la mayor parte de los que entran en el gimnasio podría matarlos dos veces antes de que se enterasen siquiera.

Al alzar la vista el joven se sobresalta ligeramente, aunque unos segundos después no le sorprende ver un ninja allí, aunque si lleva rápidamente su mano derecha a la cintura donde puede acariciar con la misma mano y sin cambiarla de lugar las Pokebolas de Oup y Nor. Haciendo caso omiso al comentario de matar a alguien, el muchacho saluda a la chica.

-Vaya, entonces era cierto que aquí se entrenan ninjas. Es impresionante. Aunque en verdad para lo que he venido es para una batalla Pokemon. Mi nombre es Joe Baun y quisiera retar al líder de este Gimnasio.  

Sonríe. Tiene una pokéball en la mano.

-Está bien. Iba a cerrar para ir a comer, pero me has causado buena impresión. Colócate allí -señala un extremo de la sala donde se encuentran, para quedar ambos a una distancia razonable como para que los pokémon puedan pelear. -Reto aceptado. Por cierto, yo soy Sachiko. Tengo el orgullo no solo de ser la líder de este gimnasio, sino de ser la hija de Koga, que ostentó el título antes que yo, antes de convertirse en parte del Alto Mando de la Liga Pokémon -añade con tono solemne. -Te demostraré por qué mi familia se ha mantenido a la cabeza de este gimnasio y del noble arte del adiestramiento ninja durante generaciones. Empecemos.

El titulo honorifico de Sachiko le impresiona. Si es hija de un Alto Mando debe ser mejor que un Líder de Gimnasio. Esto no sera nada fácil y no se si podre depende de Rhyhorn y Slowpoke. 

Mientras camina hacia su lugar Joe piensa en la clase de Pokemon Venenosos que conoce y se percata que algunos de ellos también son Insectos. Pero luego se da cuenta que desconoce algo fundamental.

-Entonces... ¿sera una batalla simple? Pregunta con cierta incomodidad por no saber algo tan básico como eso. Es después de todo su primera batalla oficial. 

-¿Simple? No creo que te resulte nada "simple". -Sonríe. Ha entendido al chico perfectamente, pero no puede contener ese pequeño juego de palabras. -Y, bueno, creo que de uno en uno ya es bastante complicado. Elige pokémon. Empezaremos a la vez.

Ignorando la pequeña burla de la lidera, ya que supone que es una forma mas de evaluarlo, Joe decide ir esta vez con su Pokemon gaviota. 

-¡Ve! ¡Nor! La Pokebola se abre a medio metro de su cabeza luego de arrojarla a los aires y de ella de entre una halo de luz blanca una figura se forma y se eleva hasta rozar el techo para regresar en un semicírculo hasta donde su entrenador ya esta listo para empezar. 

-Oh, esto va a ser interesante. ¡Adelante, Venomoth! -exclama, mientras lanza la pokéball que tenía en la mano.

Y seguidamente, antes de que a Joe le dé tiempo a reaccionar, ya está dando la orden a su pokémon, con la seguridad en sí misma de quien tiene claro lo que tiene que hacer y lo ha hecho mil veces:

-¡Tóxico!