Partida Rol por web

 Un escalofrío recorre la espalda de Jan. No es que le dé miedo una criaja fantasma o lo que quiera que sea. Es que no le hace ninguna gracia que algo a lo que no le puede partir la cara se ría de ella, y menos cuando sospecha que su querido compañero ha podido sufrir algún daño por culpa de esa niñata. Esto lo va pensando mientras se dirige a la escalerilla, que no tarda ni dos segundos en alcanzar.

-Como le haya pasado algo al Skarmory te voy a quitar las ganas de reírte a hostias, gilipollas.

Comprueba la firmeza de la cuerda y a continuación trepa por ella ágilmente.

Jan sube por la escalerilla con una agilidad singular. En poco tiempo ya estaba arriba, y se dio cuenta que estaba en la azotea de la casona. Se podia dar cuenta de ello, porque las ventanas circulares coincidian con las mismas que se veian desde afuera de la casa. Pero era extraño, algo no coincidia, sin embargo, a sus pies aun no se podia vislumbrar aquel cuarto blanco. Con los años que llevaba para el Equipo Rocket, un pensamiento paso por su mente fugazmente. ¿Seria esa una base secreta de algun tipo de organizacion?. Pero eso de nada importaba en ese momento. Lo unico que merecia la pena y era de suma urgencia era encontrar a Skarmory.

Jan miro alrededor para saber bien donde se encontraba. No era mas que una azotea. Llena de polvo, telas de araña, suciedad, cajas viejas, el marco de un espejo de pie sin vidrio alguno, y una silla de meser. No podia ser que luego de tanto, ese lugar no llevase a ningun lado. Algo debia de estar escapandosele.

 Jan titubea a la entrada de la habitación. La habitación se parece a la que acaba de ver por la pantallita, y eso tiene sentido, pero en la pantalla se veía una figura moverse mientras que allí no hay nada, y eso no tiene sentido.

Trata de hacer memoria, ¿lo visto en la fachada de la casa realmente coincide con el interior? No sería la primera vez que se encontrase habitaciones ocultas en una mansión abandonada. Podría acercarse en un momento a la ventana y comprobar si hay algo raro, pero antes quiere hacer otra cosa: observa detenidamente el suelo - se trata de una casa muy vieja y ya se ha hundido un suelo una vez. Quiere ver si parece firme, si hay alguna otra trampilla... y más cosas. Si hay marcas de algún tipo, sean en el polvo o rayaduras en la madera. Si le falta luz saca la pokénav y utiliza la luz de la pantalla como apoyo. Apenas se mueve de donde está, y si no alcanza a ver bien algo, se mueve lateralmente pegada a la pared que está detrás suya, donde el suelo tiene menor riesgo de desprendimiento, tanteando con cuidado primero y sin avanzar por la habitación. También escudriña el resto de la estancia en general.

Hay algo en todo esto que no le da buena espina y recela de absolutamente todo. Y le es imposible olvidar que su máxima prioridad es encontrar a Hike, sin el cual ha de reconocer que siente una desagradable sensación como si se hubiera quedado manca.

-¡Hike! ¡¡Hike!!- llama al aire, deseando que su amigo pueda oírla.

Jan llega a la habitacion, pero algo, intuicion tal vez, le hace ir con precaucion. Ella misma sabe que no actuaria de esa forma en otras circunstancias. Andaria a diestra y siniestra dando patadas y piñas, aunque su adversario fuese una nube de gas burlona. Pero algo ese dia cambio en Jan. Quizas se trataba de que su mas fiel compañero se encontraba en peligro. O tal vez seria algo mas. Lo cierto es que alli estaba, mirando con atencion y cuidado, para evitar un movimiento en falso. Se le ocurrio acercarse a la ventana para verificar que se encontraba donde creia, pero no tenia mucho sentido, ya estaba alli. En verdad, mientras observaba el lugar, si consiguio advertir algo fuera de sitio.

Si miraba atentamente al frente, donde se encontraba la silla. Podia llegar a vislumbrar una silueta... ¿femenina?, sentada en ella.

-¡Hike! ¡¡Hike!!- llama al aire, deseando que su amigo pueda oírla.

Y en ese momento un graznido corto el silencio, segundos roto por ella misma. El Skarmory le estaba respondiendo. Y se escuchaba fuerte y claro. No deberia estar a mas de un metro de distancia. ¿Pero porque no podia verlo?.

Entonces, volvio a escuchar la misma voz de antes, pero mucho mas nitida: "Concentrate. Tu puedes encontrarlo. Verlo. Sentirlo. Y a mi tambien. ¡Ayudalo!"

 Jan se queda parada un momento, confusa. Por una parte, su corazón late con fuerza al escuchar a Hike, y sólo quiere salir corriendo a encontrarse con él pero ¿correr hacia dónde? Y entonces escucha esa extraña voz, que le habla como si su amigo estuviese delante de sus narices pero ella fuera tan idiota que no pudiera verlo. Esto es de locos.

-¿Quién eres?-pregunta, nerviosa, dirigiéndose al aire pero mirando a la silla, donde puede vislumbrar que hay algo...-¿Y dónde está Hike? ¡Hike!- llama de nuevo. Quizá esté debajo de ella. Antes ha caído, y tendría bastante sentido que el Skarmory estuviera justo debajo de aquella habitación... o no, porque ya nada tiene sentido. Escucha atentamente la respuesta de su compañero para tratar de adivinar de dónde viene.

Hay algo que se le escapa... todo. Quiere desesperadamente poder comprender esta locura para ayudar a su amigo. Lo que empezó como un divertido día de excursión se ha convertido en una pesadilla. Fuerza su mente por encontrarle sentido, sospecha que hay más de una fuerza y más de un interés entrelazándose en este lugar.

-¡¡Muéstrate y deja de jugar conmigo, joder!!- grita a la figura de la silla, bastante alterada.

-¡¡Muéstrate y deja de jugar conmigo, joder!!- grita a la figura de la silla, bastante alterada.

Ni bien Jan dice esta frase, puede sentir como de la boca de su estomago un inmenso calor crece. Una fuerte rafaga de viento sale de forma circular de donde ella misma estaba parada, y un humo lila que hasta segundos no habia visto, se disipa por completo.

En la silla mesedora ahora Jan ve con toda claridad una mujer bastante joven, apenas unos años mas grande que ella, de cabello lasio y largo, por abajo de los hombros, de un negro azabache. Unos ojos bordo oscuros profundas acompañan a un rostro palido sin expresion alguna, que desentonan con una semisonrisa, casi macabra. En frente a la mujer, se encuentra la niña riendo por lo bajo. Ahora que la bien, Jan se da cuenta que se trata de una muñeca de porcelana. La muñeca tiene la mano extendendida, apuntando a un Alakazam que flota estatico en el aire. Una de sus cucharas brilla con una luz violeta y apunta al techo, donde inmovil flotando de forma extraña se encuentra Hike. El mismo tiene las alas retorcidas, una de las patas en un angulo muy raro, y hasta el pico doblado en forma de L.

En el suelo, a menos de un metro de distancia, un joven de cabello rubio y bufanda lila se encuentra inconciente, junto a un Gengar completamente derrotado.

La mujer se levanta de la silla, y da un solo y sordo aplauso. "Muy bien. Has llegado. Aunque un poco tarde, debo decirte. Lo siento. Hike se mejorara, estamos seguros de ello. Cuando vuelvas, no dudes en contactarme y ... ten cuidado de las sombras negras y las mascaras de plata, pequeña".

Acto seguido la mujer desaparecio. El Alakazam tambien. Solo quedo la muñeca quien con gracias rio de forma escalofriante y te saludo con una manito tan blanca como el marmol, para luego desaparecer ella tambien.

En cuanto los tres extraños personajes abandonaron el sitio, Hike fue liberado de sus invisibles y psiquicas ataduras y cayo con total brusquedad. Sin haber podido lograr recuperar el movimiento, el Skarmory se precipito cayendo hacia el viejo suelo de aquella habitacion rompiendolo por donde chocaba. Al menos, caeria en la sala alcolchonada, o eso es lo que Jan pensaba.

Por fin la situación se muestra ante ella, y Jan no puede evitar que un débil gemido escape inconscientemente de sus labios al ver el estado en que se encuentra su querido compañero. Pero antes de que le dé tiempo a salir de su asombro y hacer nada más, la mujer que acaba de aparecer ante sus ojos desaparece con la misma rapidez, junto con la niña y el Alakazam, y Hike se precipita al suelo. Jan se abalanza hacia adelante como para cogerlo, en un acto reflejo, -¡No!- grita, pero se contiene a tiempo - nada positivo podía salir de tirarse debajo de casi 70 kilos de metal. Consigue detenerse apenas ha dado un paso, viendo con desazón como Hike se estrella contra el suelo, lo rompe y sigue cayendo al siguiente piso.

Rápida, mantiene el equilibrio y se dispone a saltar tras él, a lo que espera sea la habitación acolchada -Al menos habrá caído en blando, piensa, aunque es más bien una esperanza que una certeza-, pero de repente recuerda al muchacho y al gengar inconscientes. No puede dejarlos allí, porque no tiene intención alguna de volver, y quizá sea peligroso para ellos. Además, quizá el pueda decirle algo de toda esta locura.

De modo que Jan se asoma al borde del agujero, con extremo cuidado de que el resto del suelo no ceda bajo sus pies, para comprobar el estado de Hike y decirle que enseguida está con él, y a continuación se acerca al joven inconsciente, para tratar de reanimarlo.

-Eh, eh, despierta- le dice, mientras lo sacude un poco y le da unas palmaditas en la cara.

Antes tal extraña y horrorosa situacion, Jan consigue controlar sus impulsos. Se acerca al hoyo por el cual Hike cayo, y al mirar se da cuenta que es otra la habitacion la que se encuentra abajo, supone que continua a la celda alcolchonada. No consigue ver bien, pero parece una especie de laboratorio, aunque la unica luz que queda, es una lampara de tubo colgando de un lago y titilando con repidez, no parece que fuese a durar mucho.

Preocupada por el otro chico y su Gengar, se aproxima con cautela, e intentan de reanimarlo. Lo mueve un poco, y se da cuenta, que el chico esta bastante golpeado, incluso le sale un poco de sangre de la nariz y tiene el labio superior partido. Casualmente observando al Gengar, aparenta los mismos sintimas. Sangre en la nariz, labio superior ligeramente cortado.

 Nerviosa, Jan saca de su mochila la caja pequeña de cerillas que lleva, y de ésta, una cerilla, que enciende y coloca bajo la nariz del muchacho, tratando de hacerlo reaccionar con el olor a quemado. 

-Vamos, despierta, despierta- masculla entre dientes, sosteniéndole la cabeza y mirando a su alrededor con aprehensión. Lo único que quiere es salir de ese lugar con Hike... y con los dos caídos, qué remedio. Las heridas que presentan son, cuanto menos, curiosas, pero prefiere tratar de encontrar la causa lejos de allí, antes de que la causa pueda encontrarlos a ellos... Y también le preocupa Hike. Lo llama a través del agujero, -¡Socio! ¿Bien por ahí abajo? ¡En un segundo estamos ahí, compañero!-  sólo para cerciorarse de que sigue allí y al menos está consciente. Le bastará con un graznido para tranquilizarse un poco. Se ha quedado horrorizada al ver su aspecto. Si al menos pudiera contar con su ayuda... pero no tiene ni idea de cómo va a sacar ella sola de ese lugar al joven, el gengar y encima al enorme skarmory. Ahora, que esta se la van a pagar. Ya se encargará de crujir los huesos que hagan faltan hasta que queden como la coraza del pobre bicho.

Cuando Jan le avisa a Hike que pronto estara con el, no recibe ninguna respuesta. Preocupada pero aun con la cabeza donde corresponde, se acerca al joven e intenta de reanimarlo. Al sentir el humo, el mismo despierta bruscamente, tosiendo un poco. Limpiandose la sangre del rostro y llevandose la mano a la cabeza, parecia que no sabia donde se encontraba. Tardo unos segundos en reacomodar sus ideas. "Gen... Gengar...". De subito, se paro y mirando sobresaltado a su alrededor, pregunto desesperado: "No... ¡no! ¿Donde esta? ¿Se ha ido? ¡Maldicion!" Apretaba el puño con recelo e impotencia. Parecia que habia fallado en algo. Saco de su bolsillo una pokebola, y regreso, cabizbajo a su Pokemon Fantasma.

"¿Y tu quien eres? ¿Que haces aqui? Debemos salir cuanto antes, este lugar podria venirse abajo en cualquier momento. ¡Vamos!" El joven, extiende la mano a Jan, con el rostro serio y cansado, como el que alguien tiene cuando es derrotado.

 Jan lo mira entre desconcertada y curiosa, alzando una de sus rubias cejas.

-Vaya, por fin alguien vivo.

Se levanta con un rápido impulso, en un único balanceo sobre la suela de sus botas, le coge la mano y tira de él para ponerlo en pie*.

-Sí, mejor nos largamos -dice mientras se vuelve al agujero y escudriña con el ceño fruncido en busca de Hike y para para calibrar la distancia y el estado del suelo. -y dejamos la charla para cuando estemos fuera. Me llamo Jan.-contesta a su pregunta sin mirarlo- ¿Puedes saltar?- Y salta sin esperar contestación.- Si no, tengo una cuerda. -Se oye su voz desde las profundidades del agujero.

Quizá no me he explicado bien, repito la situación detalladamente ^^. También a ver si he entendido yo todo bien:

El chaval se despierta (a propósito ¿cómo es? ¿edad? ¿está bueno? describe un poco, porfa ^^). Estaba tirado en el suelo, y Jan en cuclillas a su lado (no lo dije, lo di por sobreentendido) así que imagino que se incorpora un poco, mira a su alrededor y habla: Gen... Gengar..." (...) "No... ¡no! ¿Donde esta? ¿Se ha ido? ¡Maldicion!" y guarda a su gengar en la pokéball.

Comentario de Jan: Vaya, por fin alguien vivo. y al ver que el otro está consciente se pone en pie

Luego él me habla a mí: Quién eres, vámonos, bla bla bla, y me tiende la mano

Yo, que estoy de pie, se la cojo y tiro de él para levantarlo (impulso todo el peso de su cuerpo hacia arriba con mi brazo)

Jan: habla, se presenta y mientras tanto:

-se va hacia el borde del agujero, mira 1) a ver si ve a Hike 2) a ver qué habitación hay debajo 3) a ver a qué distancia está el suelo y a de qué material es, para ver cómo caer. He tirado percepción porque he supuesto que estaba oscuro y porque quizá no se viera muy bien a través del agujero, no sé, ha sido un poco gratuito, si no te parece ignora esa tirada

-salta por el agujero (le pregunta al chaval si puede saltar, pero no se espera a ver si le contesta o no, que es Jan)

¿Supervivenvia para qué? Yo tiro, pero no entiedo para qué, pienso que un salto desde una distancia así, teniendo en cuenta que es un pj acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, y que lo ha hecho con cuidado... Bueno, vale, a ver si me tuerzo un pie o algo, pero no me pongas mucha dificultad xD

Jan salta por el agujero con toda facilidad con los pies bien parados, para su sorpresa sobre un pegajoso charco. Abajo costaba distinguir las cosas, un poco colgaba del techo prendiendo y apagandose intermitentemente, lo que lejos de ayudar, molestaba bastante a la vista. Lo que Jan nota, es que estuve a unos 30 centimetros de seguir cayendo. Al parecer Hike habia seguidos largo al menos unos dos o tres pisos. ¿Como era posible que ese deshabitado lugar tuviese tantos pisos?.

Desde arriba oyes la voz del joven: "Descuida, me tomara un momento. Enseguida estare alli abajo". Oyes como se aleja, direccion a la puerta escotilla por la que subiste, o al menos eso es lo que supones.

De repente, Jan comienza a sentir un fuerte olor quimico y algo de calor proveniendo de debajo de sus pies. Si mira al suelo, notara una sustancia verdosa que de a poco quema la suela de sus botas.

 -¡Mierda!-exclama, levantando rápidamente los pies del suelo. Pero como no puede levantar ambos a no ser que le salgan alas, no tiene más remedio que irse ¡y rápido! ¿Qué coño es esta cosa? ¿Y qué coño es este lugar? Y el chaval ese, parece que se ha largado... Ahora baja, dice. Sí, sí. Más le vale. Sin perder un segundo, Jan mira a su alrededor, a ver si hay un lugar seco, y por el siguiente agujero ¿podrá saltar hasta alcanzar a Hike?

-¡¡¡¡Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiike!!!!-llama. Joder, parece que no he hecho otra cosa en todo el día que llamar a este puto bicho, piensa, aunque realmente está más preocupada que molesta. No parecía en buen estado, tendrá que bajar y sacarlo... Aunque intuye que el problema no va a ser bajar, si no volver a subir. Suerte que al menos cuenta con la pokéball, si tuviera que sacar de allí en brazos a ese armatoste no salían de allí.

Busca a su alrededor algo donde atar una cuerda*. Aunque tiene que tener cuidado de que no roce el extraño líquido, porque no tardaría en corroerla. Por cierto ¿de dónde estará saliendo?

Se esfuerza por ver estas cosas a su alrededor; si no puede enciende un fósforo para alumbrarse.

Si bien las botas de Jan fueron precisamente diseñadas para resistir lo que sea, la joven bien sabe que ese liquido quimico tardo segundos nada mas para empezar a derretir la suela. No tiene tiempo que perder. Mira a sus lados, y con la escasa luz que hay, salvo en el otro extremo de la sala, no ayuda demasiado. A su derecho hay una mesa, larga, como de metal, con varias piletas y canillas. Detras suyo el hueco por el que seguramente cayo Hike. Delente un de ella un inmenso armario metalico, como si de una heladera de cocina de restuarante se tratase. Y a su izquierda, adornan las paredes estanterias de cristal, con varios recipientes y articulos extraños, juegos de quimica, utensillos y demases. Sin lugar a dudas se encuentra en un laboratorio. Al parecer, cuando Hike cayo, rompio ciertos frascos, que al parecer son bastantes potentes.

Jan busca sin exito, pero sabe que la mesa no esta nada lejos, podria subir a ella con toda facilidad y tambien luego podria saltar de ella por el hueco, evitando la sustancia quimica que tambien chorrea por la parte donde se encuentra.

 Sin pensárselo dos veces, Jan se sube a lo alto de la mesa, y de ahí se inclina para observar por el hueco a ver si ve a Hike.

-¡¡Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiike!! ¡¡Contesta, maldito pollo metálico!!- Se dispone a saltar, pero se le ocurre algo y se detiene. Observa a su alrededor a ver si hay un frasco que no esté roto con un poco de esa sustancia verde que pueda coger. Y, ahora que está segura en la mesa (o al menos relativamente), se decide a curiosear un poco el armario metálico.

Si alcanza a abrirlo desde la mesa, lo abre. Si no, mira a ver si junto al armario el suelo está lleno del ácido, se baja y lo abre. Si no hay forma de llegar sin bajarse del ácido, mira a ver si hay algo con lo que pueda enganchar el pomo, o alguna silla o algo que haga de intermediaria. Si no, también puede empujar la mesa hacia el armario, bien bajándose a un sitio donde no haya ácido o bien apoyando el pie en una pared.

Subida a la mesa, Jan empieza a pensar en varias alternativas. Le intriga saber el contenido de aquel armario metalico. El mismo parece poseer un mecanismo de cerradura electronico, y con tanta seguridad seguramente guarde algo de valor.

Sin embargo preocupada por Hike, asoma la cabeza por el hoyo. Poco consigue ver. Incluso los ojos le empiezan a arder un poco, producto de los quimicos y gases que se van condensando en el ambiente.

Mira un poco mas lo que la rodea, y sin llegar a encontrar de pura utilidad o al menos que ella comprenda para que sirven. Lo unico que verdaderamente llama su atencion es que donde estaba hace segundos nada mas, ya no hay ningun tipo de acido.

Se queda como tonta mirando el piso, intentando entender que estaba pasando cuando un sonido, proveniente del techo la hace alarmarse. "¡Muuuukk!"

 Mirando hacia arriba, la chica frunce el entrecejo mirando la plasta que se le viene encima con aprehensión. Mierda. Y nunca mejor dicho, piensa, con los dientes apretados. Se coloca las gafas para protegerse los ojos. Por una parte, se muere de curiosidad por saber qué hay ese armario, pero... tiene que tener en cuenta que esa criatura parece haberse formado de la sustancia que hace dos segundos estaba derritiendo sus botas tochas. No quiere saber lo que le hará a su cuerpo si le cae encima. Si tuviera una coraza metálica sería otra cosa. Por un momento, la imagen de Hike retorcido y abollado cruza su mente. Ruega para sus adentros que haya sido un efecto óptico, aunque en el fondo sabe que no es así. ¿Y el idiota del gengar? Ya podía haber vuelto a ayudar un poco.

Visto lo visto, pasa de volver a intentar que Hike o el chico del gengar la escuchen. Sin perder de vista un momento al muk, salta por el agujero del suelo, aunque esta vez se agarra del borde donde sea más firme. Con un poco de suerte, se quedará colgando del techo de la próxima habitación. Aunque no le guste, enfrentarse a un montículo tóxico viviente no es una opción. Si, llegado el caso, no le quedara más remedio... bueno, quizá tenga aún algún as en la manga... aunque prefiere no apostar la vida a esa carta.