Partida Rol por web

      Hooo ya veo~ya veo, con que para eso era ese botón... - mientras veía a Arion manejarse mucho mejor que yo con ese cachivache electrónico - entonces le doy a aceptar y queda registrado ¿ no ?..., ¡listo!- exclamaba al comprobar como la pantalla se iluminaba y debajo de los contactos del profesor y del asistente aparecía uno nuevo con el nombre de Arion. Durante todo esto, igual me iba comentando su hipótesis al respecto- Haaaaa... ya entiendo - parecía que era cosa de un Pokemon y que no era el único caso de gente inmortal ... y yo que pensaba que lo mas extravagante que se podía ver entre los pokemon eran los que cambiaban el clima... , aunque con su risa final no comprendía si todo esto era parte de una conspiración mayor o no ... ¿ quien mas esta metido en todo esto ?...

      En cuanto escucho el comentario de Cobalto - Concuerdo con Arion en este punto, depende mucho del comportamiento del mismo para saber cual le beneficia mas, aunque en casa preferimos el hacer Pokochos... son un poco mas lentos, pero les llena el estomago sin tener que estarle dando tanto sabores intensos - a la vez que me inflaba el pecho pensando que mi método era mas efectivo ... los cubos tienen mucho sabor en porciones pequeñas... llenar a un pokemon de una sola sentada con esas cosas, solo les provoca dolor de estomago...

    Las palabras de tener un combate me produjo sentimientos mezclados, por un lado quería probar lo que era un combate real, llevaba la vida entera entre pokemon's de granjas, pero un combate real pocas veces había presenciado y jamas participado como combatiente... pero por otro lado, no quería que la primera experiencia de mi nuevo compañero fuera demasiada intensa.

   E-esta bien Arion... pero ambos usemos al nuevo y detengamos el encuentro si alguno de los dos empieza a mostrar flaqueza... que la idea tampoco es exigirles apenas salir del laboratorio... ¿ trato ? - le preguntaba al chico mientras tomaba la pequeña bola y guardaba el Pokenav ... igual debería revisar que tiene el resto del Kit...

Rió un poco ante el comentario de Rick y asintió. - Ya, mi madre tenía sus razones. No solo eso si no que encima dio en el clavo hablando de Red. -Sí bueno, ese tipo es la causa de que mi madre no quiera que me acerque a los pokemon, el muy idiota se fue de aventura y dejó de mandarle cartas a los 2 años y medio. Hizo una pausa y apretó su puño con decisión y una sonrisa. Pienso traerlo a rastras aunque sea de la oreja hasta casa. No pasaron ni cinco segundos después de hablar que le sonó de nuevo el móvil. - ... Esto va a ser largo... Ahora vengo, ¿Me guardáis el sitio? Se despidió con la mano y se apartó para responder al teléfono, sabía muy bien lo que quería decir la llamada, problemas. - ¿Ahora qué pasa? ---- ¿Que? ¡No, no te lo puedes pensar! ------ ¡NONONONO Yo ya estoy en la cola. ¡Me niego! ------- No hagas pucheros...----- ¡No pienso volver a casa ahora! ------ No, no me he dejado nada, lo juro. ------ Se pasó la mano por la cara, medio exhasperada antes de volver a responder. -Oye... Yo no desapareceré, lo traeré de vuelta para que puedas volver a confiar, de verdad... ----- Sí, yo también te quiero. ----- ¡No! Como vengas me sentiré avergonzada. ¡Ya nos despedimos! ----Sí, sí. Luego hablamos, sí, lo prometo. 

Esperaba que se hubiera ido lo suficientemente lejos como para no dejar mucho al oído ajeno aunque con tanto ruido alrededor sería difícil que se escuchara bien nada así que se quedó algo más tranquila al volver con una sonrisa. - Perdón y gracias por guardarme el sitio. ¿Eh? ¿Donde están Arion y Levy? Se habían ido ya a combatir por lo que no le dio mayor importancia y sonrió a Miu quien estaba delante de ella. -¿Has venido de muy lejos?

Obediente, Miu mostró el papel con el número de Miaka a los interesados. Estaban pasando demasiadas cosas a su alrededor y tanta actividad la estaba perturbando. No sabía adonde mirar y las piernas le empezaron a temblar. La tal Ruby le provocó un sobresalto al gritarle a su pokenav. Miu se encogió, rogando para que la bufanda la cubriera por entero y la hiciera desaparecer. O hiciera desaparecer los sonidos y la algarabía.

Por eso tardó en responder a la pregunta de Ruby. Parpadeó varias veces antes de responder, con la mirada huidiza. Y lo hizo sin hablar, simplemente asintiendo con la cabeza.

Solo sonreí a la afirmación de Oak sobre sus inicios, tomandolo como una anécdota que no buscaba respuesta.

¿si tenemos una emergencia vendrá él en persona a buscarnos?, ¡que guay!, seguro que papá ya sabía esto y se lo había dicho a mama. Pensaba, Consultaré la prensa a diario, y te llamaré si tengo algún tipo de problema, aunque estoy bien protegida. Miraba a mis dos pequeños pokemon jugando debajo nuestro.

Después escuché atentamente la información del rotomdex, ¿de verdad hay un pokemon aquí dentro?¿le gustará?, tal vez pueda preguntarselo en algún momento.

Ya era una entrenadora, Mientras Green me acompañaba a la salida Oak optó por darme una última palabra de ánimo, Así lo haré, cuando vuelva a pueblo paleta le contaré que he descubierto con la pokedex, papá dice que nunca se acaba de descubrir este mundo, pero que usted lo intenta.

Cogí a Vulpix antes de salir y metí a Buneary en la pokeball, después habría tiempo para conocernos, no quería que el resto tuviera que esperar más por mí, al profesor le quedaban un montón de niños que seguro que estaban impacientes. Le llamaré algodón, espero que le guste.

Muchas gracias, daré todo de mi para ganar la liga, y haré muchos amigos por el camino. Y después seguí a Green al exterior, ahora le tocaba a Miu, parecía nerviosa y seguro que estaba deseando que la tocara.

      Al ver que Arion no tenia problemas con mis condiciones para combatir pues con un simple movimiento de cabeza había quedado claro que nuestro desafío se iba a llevar a cabo, tomamos un poco de espacio para tener en donde nuestro pokemon se pudieran mover y para no importunar al resto de chicos que estaban esperando su turno en entrar ... la idea tampoco es estresar a nuestros Pokemon ... 

     Mientras nos movíamos, el aparato de la chica volvía a sonar y se alejaba por un lado distinto al nuestro, a la vez que a lo lejos se podía escuchar como la puerta del laboratorio volvía a abrirse, para que uno de los restante niños se hiciera con su compañero de aventuras - ¡Suerte al que le toque entrar...!, ¡nos vemos luego! - pues aunque me interesaba saber mas de los otros chicos, tenia un combate que no se podía dejar esperar mas ... tal vez mas y mas van a querer combatir... y esta calle se va volver un campo de batallas de un momento a otro...

.....................................

      Bueno Maggie...- mientras buscaba el botón central de la esfera - ven aquí - y acto seguido lanzo la pequeña esfera al aire, para que de la misma saltara un rayo de color rojizo directo al suelo , el cual se iba expandiendo hasta mostrar la esponjosa figura de mi compañera.

       Una esponjosa Mareep comenzaba a dar pequeños movimientos con sus patas de un lado a otro a la vez que su pelaje soltaba pequeñas chispas que parpadeaban cada tantos segundos . Acercándome para luego agacharme a su altura, le iba diciendo - Se que es un poco temprano pequeña... ¿ pero te animas a un combate ?, te prometo que va ser un ejercicio ligero... - un tanto curioso al no saber como ella, iba a reaccionar a un combate ... ¿ habrá sido la conflictiva o la dócil de su camada ? ... miraba a mi contrincante, expectante de saber cual seria el pokemon que el profesor le habría pasado para iniciar.

    Dejando un poco mis preocupaciones de lado, me alejo un poco de mi compañera y esperando a que Arion estuviera preparado, iniciamos con el combate.

   - Maggie usa... -

    Primera vez haciendo esto y aunque aun no hacia ni siquiera el primer movimiento, podía sentir las emociones recorriendo por  todo mi cuerpo , a lo que me veo obligado a agitar un poco la cabeza y palmear me el rostro buscando tranquilizarme.

  Lo-lo siento... la emoción - decía un tanto avergonzado.

    No tenia claro el como reaccionar ante lo que había lanzado Arion, pero confiaba en mi pequeña Maggie y lo poco que me habia explicado el profesor de ella, por lo que opto de momento, por un combate mas seguro.

  - Maggie,  ¡¡Gruñe'le !!- mientras apuntaba al otro pokemon, para que mi oveja supiera a quien afectarle con su movimiento.

Finalmente Levy aceptó tener un combate contra mí, aunque con la condición de no presionar mucho a nuestros Pokémon, lo cual acepté. Caminé con Levy hasta alejarnos un poco del grupo, no creía que fuese buena idea entablar un combate en mitad de la fila. Por el camino me fijé en que Green había vuelto otra vez del laboratorio, esta vez con Miaka, y al parecer era el turno de Miu. No le di mayor importancia a eso y decidí centrarme en mi combate, debía concentrarme si quería ganar. Una vez nos alejamos lo suficiente cogí al esfera que contenía a mi nuevo amigo y pulsé el botón de la cápsula. Un rayo rojo anunció la aparición de mi Pokémon, que poco a poco tomó forma.

-Hola amigo, acabas de salir del laboratorio pero vamos a tener nuestro primer combate, vamos a darlo todo.- dije mientras acariciaba su cabeza para infundirle ánimos. Me fijé en el Pokémon de mi oponente. Los Mareep son Pokémon lentos cuyo punto fuerte son los ataques especiales, espero que al estar recién salido del laboratorio no conozca ninguno. En otras circunstancias Sandy daría cuenta fácil de este combate, pero tengo que usar a Drake.

-Escucha amigo, debemos aprovechar tu velocidad para atacar y esquivar, ¿de acuerdo?- tras esperar un asentimiento por parte de mi Pokémon miré a Levy -Ya estamos listos.- anuncié para dar inicio al combate. Tras pensarlo apenas un segundo decidí que movimiento usaría.

Teniendo en mente la idea de aprovechar la diferencia de velocidad entre mi Charmander y ese Mareep, decidí dar mi orden rápidamente y tomar así la iniciativa.

-Drake, corre en zig zag hacia él y usa Arañazo.- dije esperando que mi ágil Pokémon lograra confundirle con esos movimientos. Mientras tanto miré el campo de batalla, buscando con la mirada algún objeto o alteración que pudiera usar en mi beneficio.

Devolvió el papel a Miaka de camino a su encuentro con Green. No hizo ningún comentario. Pese a que Pueblo Lavanda era considerado un lugar pequeño, no se atrevía a adivinar a quién se podría referir. Además, no lo consideró asunto de su incumbencia. ¿Qué le iba a decir? Le siguió obedientemente con la cabeza algo gacha, sintiendo las miradas del resto de entrenadores en la nuca hasta que las puertas del laboratorio se pusieron en medio.

Allí dentro olía muy bien. A producto de limpieza, a ozono y a máquina nueva. A hurtadillas, desvió la vista para acapararlo todo y sus nervios se esfumaron al comprobar que entre ella y el resto de la gente había espacio suficiente para respirar. Relajó los hombros y saludó al profesor Oak con una educada inclinación. Uno de los extremos de la bufanda se escurrió hacia adelante con el movimiento. Se dispuso a colocarla de nuevo en su sitio, pero cuando el profesor reveló sutilmente que sabía de la existencia de la mancha, la dejó donde estaba.

Un adulto, y más ese adulto, no la iba a recriminar por eso. Solo había que escuchar el tono con el que se dirigía a ella. Aceptó la pokeball extendiendo las manos unidas y alzó la cabeza para observar al pokemon recién salido de la máquina. Ladeó la cabeza. Las palabras de Oak se difuminaron y pasaron a un segundo plano. Lo único que existió durante ese lapso de tiempo derretido fue la unión de miradas entre pokemon y aspirante a entrenadora. La corriente de empatía que discurría entre los dos. O al menos, la que ella sentía hacia él. No era la primera vez que veía un Gastly, pero sí a ese Gastly. Fuera de su ambiente. Como ella. Había visto los pokemon de algunos de los chicos que esperaban fuera con ella y estaba segura de que ninguno lo elegiría. Pokemon como ese nunca eran los protagonistas de las series que salían en la tele, o las películas del cine, o los libros. Solo de pesadillas y escalofríos.

Así que abrió los brazos para darle la bienvenida. A través de la bufanda asomó una sonrisa sincera.

—¿Quieres venir conmigo, Gastly?

Charmander y Mareep se lanzan al ataque en cuanto sus entrenadores le dan las acciones a realizar. Como dice Arion, Charmander empieza a caminar en zigzag dirigiendose hacia Mareep para propinarle un arañazo que daña a Mareep. Sin embargo al entrar en contacto Charmander con Mareep por su ataque, este traslada su electricidad estatica a Charmander dejandolo paralizado

Mareep en respuesta, lanza un gruñido para intimidar al rival y que su ataque merme un poco

Sonreí satisfecho al ver que Drake había golpeado al otro Pokémon de forma exitosa, pero no duró mucho mi alegría. Después de entrar en contacto con su enemigo, unas chispas rodearon a mi Pokémon, lo que indicaba que la habilidad de Mareep se había activado. Maldije mentalmente mi mala suerte, ya sabía que esto podía suceder pero no esperaba que fuese tan pronto. Era por ese motivo que quería enseñarle cuanto antes a Charmander algún ataque especial, pero ya nada podía hacer. Por si aquello fuera poco, Levy le había ordenado usar a Mareep el movimiento Gruñido, lo cuál disminuiría la fuerza de Charmander. La situación pintaba bastante mal, ¿debería pemsar en rendirme? No, aún es muy pronto.

-Drake, usa Arañazo de nuevo.- ordené confiando en que mi Pokémon pudiera aguantar la parálisis.

Aunque el Balido parecía haber echo efecto en el pequeño lagarto, su rápido actuar y escurridizo movimiento no impidieron que le dañaran parte del morro a mi compañera la cual no esperaba tan afiladas garras.

¿ Estas Bien Maggie?, ¿ Puedes continuar?- - le preguntaba un tanto preocupado a la oveja y hasta con intenciones de detener el encuentro para ver su estado, pero sabiendo que esto podía molestar a los presente y al orgullo de Maggie, proseguimos como si nada.

Vamos Maggie, ¡¡ Empuja!! - a lo que mi compañera entendía como que debía golpear con todo su cuerpo al lagarto, el cual aún se veía un tanto desconcertado por la parálisis que estaba sufriendo, lo que daba la sensación de que sería un golpe limpio si no pasaba nada raro.

Mareep tardó un poquito en entender que significaba el "Empuja" de Levy, pero en cuanto lo razonó, se fué directo a placar a Charmander el cual fue empujado un pequeño trampo pro el impacto.

Aunque algo más lento el Charmander fue a responder a la oveja pokemon lanzandose de nuevo con sus garras y hacer daño en la primera parte de su cuerpo que pillara

Al principio me quedé un poco descolocado ante la orden que Levy le había dado a su oveja, y por la cara de ésta creo que ella también. Al final su Pokémon pareció entenderla y embistió a mi Charmander. Mi compañero se levantó y, superando su parálisis, logró conectar otro ataque a esa oveja.

-¡Buen trabajo, Drake!- felicité a mi amigo para motivarlo. El combate no estaba del todo perdido, aún tenía la posibilidad de ganar.

-Ataca de nuevo con Arañazo.- le ordené de nuevo. Con un poco de suerte podría hacer un crítico y acabar este combate.

Cualquiera que me conociese, aunque fuera de vista, pensaría que yo debía estar en el centro del combate. Animando a ambos participantes pokémon de la forma más escandalosa posible, o acosando a los entrenadores que salían con sus nuevos compañeros pokémon. ¡Incluso estaba pasando por alto que algunos estaban compartiendo sus números de contacto! Por una vez, estaba siendo todo lo calmada y sigilosa posible con un solo objetivo. Tras pasar cerca de cada uno de los que estaban en la fila desaparecí de la vista de todos como si hubiese usado excavar.

Aprovechando que Rick me estaba guardando el sitio, me había acercado a la zona del laboratorio y ocultándome con mi poco llamativa capa violeta acechaba a Green medio escondida tras unos arbustos, acercándome cada vez más a él. Ni si quiera estaba prestando atención al orden que estaba siguiendo para que entrasen, solo saltaría si escuchaba el mío. En mi punto de mira estaba uno de los entrenadores más famosos del mundo.

Entre las pocas cosas que había tenido en mi ciudad, una de ellas era la televisión. Siempre que salían reportajes de personas famosas yo escuchaba con atención y apuntaba en mi cabeza su nombre, creando una lista de personas a las que quería conocer cuando saliese. No había tenido mucha suerte, a pesar de tener un gimnasio al lado nunca había visto a nadie conocido allí y ahora que tenía la oportunidad no podía desaprovecharla.

Me tiré al suelo metida en mi papel de no ser descubierta, arrastrándome para poco a poco avanzar hacia su lado, manteniendo la vista fija en él como si se tratase de un pokémon legendario al que capturar. Mi mirada era tan intensa que casi podía escucharse. Y el ruido que hacía al moverme era lo bastante llamativo para que quien estuviese cerca me escuchara sin problemas. En aquel momento era imposible que no se me viese.

- Green... - Dije desde el suelo con una boba sonrisa. ¿Qué debía preguntarle primero? Seguro que había viajado por todo el mundo y había conocido pokémon impresionantes. No habría lugar alguno que no hubiese visto.