Partida Rol por web

  Uffff.... c-con cuidado... s-solo un esfuerzo más... -  mientras intentabamos meter por la puerta a la esponjosa Maggie que por la estática acumulada hacía un tanto complicado el que no se quedará atrapada con el marco de la puerta.

  Por suerte, la voz de la razón de la señorita Erika me ayudó a pensar mejor - T-tiene razón- sacando con algo de pena mi pokeball ... preferiría tratarla de modo más cómodo... - Entra Maggie... hiciste un buen trabajo allí afuera...- mientras el Lazer de color rojizo envolvía a mi oveja y está era transportada al interior.

  E-esta bien... - dejando la cápsula de mi compañera para que su salud fuera mejorando con el tiempo.

 S-si... pe...pero aún nos falta mucho por qué mejorar... el trueno que alcanzó a mi Maggie la aturdió en un solo toque... aunque los combate nunca han Sido mi prioridad... - a la vez que iba tomando asiento - mientras Maggie se vuelva grande y felíz, yo estaré contento por ella.

Esto es malo, pensaba mientras veía al pokemon de Green lanzando estrellas, no era una experta en combates pero suponía que rizo defensa no le daría resistencia contra esas estrellas. 

Aún así, Algodón estaba a punto de llegar a su límite de resistencia, y los ataques habíamos demostrado que no eran suficiente. 

Algodón! Lanza el último rizo defensa! Y ve al árbol por si usa esas estrellas! 

— Así que eso era…bueno, debo aceptar que Venusaur y Charizard quedan mejor con los nombres de Green y Red, respectivamente, y más todavía teniendo en cuenta que Blue tiene a un Blastoise — respondió tras la oportuna aclaración; claro que habían cosas que ella no podía saber sobre los entrenadores más reconocidos de todo el mundo pokémon, pues más allá de datos legendarios, muchas veces idealizados, Connie no tenía relación alguna con ellos…

— En eso tienes un punto — a lo del Fearow reconoció, más que nada porque sabía de la diferencia en las velocidades y no tanto por conocer el hecho de que uno era inestable y el otro no; desde su experiencia solo podría opinar de los Honchkrow como aves de vuelo y bueno… digamos que lo de esa especie no era la velocidad extrema ni tampoco la ligereza al volar. — Puede ser, sería algo hermoso si logro encontrarlo, eso sí, aunque haga falta caminarme todas las cuevas del mundo pokémon — aseguró levantando un dedo — por suerte tampoco es que los Pidgey sean escasos ¿no? — el ave de tipo normal era muy común en Kanto, según ella, quizás hasta más que los dichosos Spearow…

Luego escuchando la explicación del entrenador, la cara curiosa de Constanza se apagó para volver una de desilusión, es decir, era genial que un pokémon salvaje ayudara de esa forma a un niño necesitado, creando de paso un vínculo que a todas luces se veía fuerte, sin embargo a una loca del tipo de Connie le resultaba varias veces más genial un ratón eléctrico poseedor de fuerza inimaginable…si, bastante extraño ¿verdad? pero qué se le iba a hacer…

— Awww — miró alternadamente a entrenador y pokémon acompañante — ahora entiendo por qué parecen tan unidos, sin duda debió haber sido toda una experiencia — y finalmente agregó — la verdad yo no esperaba algo como lo que me contaste, así que comprendo a lo que te refieres y de paso también debo decir que Nebbia me ha sorprendido para bien — recordó la escena de la Gastly imitándola frente al espejo — … aunque quizás no de forma tan extrema — volteó a ver a su pokémon — ¿tú me arrastrarías si me desmayara? — sin embargo la Gastly se giró casi 180° en el aire con expresión de no haber entendido…

Estaban entrando ya en el interior de la casa, no sin dificultad cuando Erika hizo acto de presencia con su voz. - ¿Se puede meter en la pokeball cuando están así? Entonces cayó en que pasó algo parecido con los Spearows y se sonrojó bastante por sentirse tan tonta. Dejó que Levy metiera a su Pokemon en la pokeball y entró en la casa agachándose para acariciar a Midori antes de mirar a Cobalto y sonreírle. - Hola. ¿Como estás? Entonces Erika volvió a hablar y Ruby después de reír un poco por el último comentario, no dudó en asentir y salir corriendo de nuevo hacia afuera. 

-¡Hey! Quien no vaya terminando se queda sin comer. ¡Aviso de Erika! 

Y así como salió volvió al interior de la casa aprovechando para coger entre sus manos a su Spearow y lo miró pensativa sentándoose en el sofá . - ¿Debería ponerle un nombre?... 

Vaya... no hacía falta ser un experto en notar las emociones de las personas... para ver que a Green no le había gustado mucho mi estrategia. Sobretodo me lo dejó claro cuando empezó a reconocer que este combate lo podría haber ganado en un segundo... eso no me gustaba para nada. Empezó a hablar de los ataques que las evoluciones comparten y demás... pero ahí en esa explicación había una pequeña excepción -Si, lo de la evolución y los ataques lo entiendo... pero esa logica con un Eevee que cambia de tipo a su antojo no se si se aplica; porque cambia de ataques a su antojo y no se sabe que ataques comparte y cuales no- dije... sonando un poco preocupado de por donde iba el entrenador.

Inocuos decía que eran sus movimientos, cuando cualquier ataque suyo nos podía derrotar fuera efectivo o inefectivo... en ese momento de la explicación ya estaba yendo corriendo hacia mi pokemon, pues ya me estaba esperando lo peor -¡Leaf no!- exclamé, pero ya era bastante tarde... el pokemon de Green ya había hecho su Rapidez, impactando por completo y a bocajarro en mi amigo.

Obviamente mi pokemon quedó fuera de combate -No Leaf no... amiguito...- lo abracé con fuerza triste de tenerlo así... y claramente enfadado miré a Green -¡¿Y SI PODÍAS APALIZARLOS A TODOS DE UN ATAQUE PARA QUE HA SERVIDO ALARGAR ESTE COMBATE?!- le tuve que preguntar enfadado levantándome llevando a mi cabra entre mis brazos y con lagrimones en los ojos -Yo solo quería saber lo de Vee... ¡no combatir! ¡Gracias por machacar a mi pokemon y hacer algo que detesto!- terminé diciendo al entrenador enfadado, yéndome dentro de su casa queriendo que lo sanaran cuanto antes.

No pude evitar sentir temor cuando Green mencionó que su Pokémon conocía el ataque Rapidez, el cual era inevitable. Eso significaba que nuestro tiempo estaba contado. Observé cómo el ataque golpeaba al Pokémon de Rick, y éste lo tomaba y le reclamaba a Green por su actitud. En parte entendía al chico, él no quería combatir y encima lo habían humillado y jugado con él. No supe qué hacer en ese momento, aunque por suerte, Ruby anunció que la comida ya estaba lista y debíamos ir.

-Drake, regresa.- dije sacando la Pokeball de mi compañero y regresándolo a esta con pesar. Lo cierto es que había perdido parte de mi espíritu de lucha al notar la tristeza y la molestia de Rick -Me voy a comer, puedes considerarlo mi derrota si quieres.- le dije a Green algo cabizbajo. No quería que nadie se sintiera mal con éste combate, aunque a veces era algo inevitable.

Sin esperar una respuesta, me alejé del campo de batalla en dirección al interior de la casa. Estaba contento con el desempaño de mi compañero, seguro que había aprendido mucho combatiendo contra un Pokémon experimentado como Vee. Por mi parte, ahora sabía lo fuerte que eran los Pokémon de alto nivel, y tendría que entrenar mucho para alcanzarlos. Mi estómago rugió, recordándome que todavía no había comido. Sonreí y me olvidé de los combates, lo primero sería comer.

Green se quedó un tanto sorpresivo con las reacciones de cada uno. A fin de cuentas los tres mostrasteis reacciones muy diferentes, tanto que no supo como reaccionar previamente.

-Vee vuelve - fue lo primero que dijo haciendo que su pokemon volviera siendo que lo cambiaría a Eevee una vez estuviera a su lado. - Quería saber de lo que sois capaces... No siempre se puede evitar una lucha, y en dicho momento, es mejor estar preparados - dijo mientras Rick iba hacia su casa.

Por otro lado al ver a Arion abandonar suspiró - Te entiendo. No pasa nada - Finalmente se acercó a Miaka cuando el segundo chico ya se hubiera ido para hablar con ella más en privado. Ante de que con una mano, la obligara a parar por un momento y fuera directo a casa para ya comer todos juntos

-Dime una cosa Miaka, en caso de haber continuado el combate... ¿Que hubieras hecho? No parabas de aumentar la defensa de tu pokemon aún sabiendo que solo un ataque podría derribaros por la diferencia de nivel - Preguntó de forma curiosa Green explicando su razón de por qué preguntar. - ¿Por qué?

Antes de que los demás fueran entrando Erika sonrió ya a los que estaban dentro - Bueno, siempre está bien saber que puedes contar con la ayuda de tu pokemon para todo. - Tras ello se percató de la pregunta de Ruby ante la cual rió con inocencia - Pues claro. De hecho guardandolo en la pokeball logras que descansen un poco. Es la mejor forma de que tus Pokemon puedan descansar y recuperarse aunque de una forma muy ligera. Las enfermeras o este tipo de maquinas, se encargan luego de devolverles su vitalidad.

Poco a poco fuisteis entrando uno a uno, y Erika, dentro, os pidió a todos vuestras pokeball con vuestros pokemon. Justo al entrar Rick acarició la cabeza de este - No le tengas rencor Rick, Green puede ser un poco duro a veces... A fin de cuentas, su pasado fue más dificil que el de la mayoría de niños de hoy en día. Por eso cree que todo el que inicie su aventura debe saber que no todo es facil en este mundo. Puede ser duro pero es bueno te lo prometo. - dijo segura y confiada a este antes de poner el resto de pokeball en una maquina donde parecía estar curandose todos los pokemon.

Justo entonces entraron Miaka y Green siendo que este último se mantuvo un poco más atrás dejando que todos os sentarais alrededor de la mesa con comodidad. Tras ello Green ayudó a Erika a servir la comida para todos y cuando al fin estabais comiendo, suspiró de manera profunda viendo como Erika le echaba miradas amenazadoras e inquisitivas.

-Vee es un pokemon con el cual experimentaron una antigua facción terrorista del territorio de Kanto. El Team Rocket. Querían hacer un experimento con un pokemon cuya familia, o en su caso evoluciones, fueran de diferentes tipos para ver si podían convergerlos en un unico pokemon muy poderoso. Su objetivo final era uno muy diferente, pero en aquel entonces probaron con Vee y lo lograron, creando así al primer y único pokemon, capaz de cambiar entre sus evoluciones.

Tras explicar todo aquello os miró expectante, como si esperara algún tipo de mirada mala o extraña - Erika lo sabía, y mandó a Red a salvarlo, creyendo que era un miembro del Team Rocket... Años más tarde Red no podía apenas encargarse de cuidar de Vee, y le ofrecí un intercambio cuando encontré las piedras elementales eternas - dijo entonces mostrando su pulsera. - Solo encontré cuatro de ellas, y tras pasar por Johto sentí que fue un desperdicio intentar robarlas de donde estaban sepultadas... Pero años más tarde comprobé que el experimento que le habían hecho a Vee se había regulado gracias a estas piedras. Vee no sufre cuando evoluciona, aunque si lo hacía cuando no podía controlarlo. Ahora vive feliz y tranquilo y deseoso siempre de ayudarme cuando lo necesito. - dijo finalmente acariciandolo con una sonrisa.

-Ninguna persona querría un pokemon tan antinatural, yo simplemente le di un nuevo hogar igual que comenzó a hacerlo Red y un nuevo proposito al ver su pequeño potencial oculto. Obviamente tiene sus pros y sus contras como lo de los ataques... Tiene su truco. Vee solo conoce cuatro ataques. Tres son comunes entre todas las evoluciones, el cuarto depende de su forma. Lo que lo deja restringido a una buena estrategia por parte de su entrenador. Siento haberoslo ocultado... y forzado a un combate sin sentido. - dijo al final un tanto reticente.

Tras al fin toda la historia donde por lo menos, Erika se quedó tranquila justo en las últimas palabras. Esta junto las manos y lanzó una pregunta al aire - Entonces vuestro siguiente destino es Ciudad Plateada ¿Verdad? Teneis que tener mucho cuidado cuando paseis por el Bosque Verde. No por los pokemon salvaje que os podais encontrar, sino también porque es un laberinto. ¿Alguno lleva brujula?

Dudaba ante la pregunta de Green, la respuesta estaba clara, no podíamos ganar, y tampoco conseguiría nada atacando, mi único plan era hacer a Algodón una roca para poder defender a mis compañeros de tus ataques.

 Quizá no sea la mejor estrategia del mundo, y que tú no querías hacernos daño, pero ayudar a que nadie sufra es mejor que todas las medallas de todas las regiones juntas, sonreí, aunque eso no significa que algún día vuelva a retarte, en ese momento seré mejor entrenadora. 

¿Vamos a comer?, me ha gustado mucho este combate, deberías ser menos serio, se ve que solo quieres ayudar a los nuevos, pero, me acerqué y susurré a los que no te conocen como Ruby o yo les podrías resultar intimidante o inaccesible, y eso es malo si quieres enseñar. Le dije mientras caminaba dentro a su lado. Estaba segura de que Green había formado parte en mi pequeña aventura con Oak y mi padre, al fin y al cabo mi madre no se habría fiado solo de su marido y un científico adicto a los pokemon. 

-Ya veras que si lo encuentras. Y si, los Pidgey no son tan escasos, al menos en Kanto. Los zubat por otro lado da igual donde vayas, siempre encontraras uno en las cuevas minimo - explico con ahinco con una seguridad como de quien ya lo hubiera comprobado con anterioridad - Pero bueno, la paciencia es una virtud de los buenos entrenadores. - de nuevo aseguro con aquella sonrisa caracteristica suya

Jade continuo acariciando a Spike mientras tu hablabas con con Gastly. Sin embargo, aunque esta no entendio que decias, no tardo en acercarse a ti rodeandote con su gas, para forzarte a dar un par de vueltas tras las cuales te alzo unos pocos centimetros del suelo. Obviamente estaba jugando, pero ahora sabías mejor de lo que era capaz.

-Bueno, vamos al bosque anda, es mejor que nos pongamos en camino o tardaremos mas de un dia en llegar a Ciudad Plateada.

Finalmentr os pusisteis rumbo hacia alla, entrando primero a la espesura del bosque que separaba ambas ciudades. Era increible como al simplemente salir de la ciudad, todo el ambiente urbano acompañado del espeso sonido de los coches y demas transportes que viajaban por carreteras apartadas de las rutas, se silencio por completo dando paso a un ambiente casi salvaje y calmado lleno sobretodo de sonidos producidos por pokemon

-Bienvenida a la cuna de los pokemom tipo bicho en Kanto... El bosque Verde. - dijo Jade nada mas entrasteis con una grata sonrisa cruzando su cara - Un dia de viaje nos separa de Ciudad Plateada... Mientras tanto, podemos decidir que hacer en el trayecto

No obstante y aunque realmente pudierais decidir que hacer, no tardo en sonar un quejido de un pokemon a traves de los arboles que os rodeaban. Pikachu se puso en guardia y Jade levanto un brazo delante tuya para protegerte - ¿Que ha sido eso? 

Entré acompañado de Green, sentandome en la mesa dispuesta a comer, tenía tanta hambre. Algodón no había recibido ningún ataque, por lo que estaba plácidamente sentado en mi hombro agarrado a mi cabeza con un equilibrio propio de ese tipo de pokemon. 

Oh, es verdad, busqué en mi mochila un pokecubo, y se le dí a Algodón, te lo prometí ¿verdad?, dije poniéndoselo delante de sus pequeñas manitas, para que bajara y se lo comiera. 

Dejé la mochila al lado de la silla, para que Algodón se sentara a comer su pokecubo y me reincorporé a la mesa. 

Creo que entrenaremos un poco en el bosque verde, aún no se si estoy preparada para el primer gimnasio, ni siquiera se quien es el líder. Decía con la mano en la barbilla dudando, ¿será como Green o Erika?, comentaba al aire. 

Cuando Green nos contó la historia de su pequeño eevee, solo pude bajar la cabeza, era difícil pensar que alguien hacía mal a los pokemon solo para sacar beneficio, me negaba a pensar aquello, quería creer que lo hacían por un bien mayor, aunque estuvieran equivocados. 

Alomejor no eran malas personas, sólo que nadie les ha dicho que eso estaba mal. Si me les encuentro se lo diré. Dije recuperando una sonrisa, algo decaída. 

   Llevaba casi un tercio del plato vacío cuando el resto de mis compañeros se incorporan al interior de la casa.

... m-me imaginaba que podía ser algo así... gente... malvada...

   No solo en Kanto... -​​​​​​-mientras dejaba un poco de lado mi cuchara para tener las manos desocupadas -  E-en mi ciudad y en el resto de Jhoto hace años igual estuvieron haciendo de las suyas... lo que los adultos más nos recuerdan con dos grandes fiestas " día de acariciar a un Slowpoke" y " el festival para apaciguar a la cólera roja"... fiestas... donde nos hablan de lo malvada que puede ser la gente cuando quiere pasar por encima de la naturaleza o solo quiere aprovecharse de la misma...

  Pero eso fue hace años... N-no creo que debiéramos preocuparnos demasiado de ellos ahora jaja...- comentaba alfinal a modo de no poner demasiado tensó el ambiente, el cual ya se veía ciertamente griss ... Creo que Maggie no fue la única que la paso mal con los trucos de aquel eevee...

— ¿Has viajado mucho? — no pudo evitar preguntar, curiosa — yo por suerte no soy una “entrenadora”, pues sufro de poca paciencia… pero a cambio poseo la cabezonería y la inquietud típica de una artista, jujuju… — así como la falta de modestia, visto lo visto, sin embargo el par de elementos descritos también eran imprescindibles a la hora de buscar criaturas específicas, al menos según su teoría y personal visión de la vida…

Claramente sorprendida Connie “voló” gracias a la propulsión gaseosa de su compañera, recibiendo clara respuesta pese a las obvias barreras del lenguaje — Así que de hecho puedes levantar “cosas” aunque sea por poco… — comentó a Nebbia — interesante… ahora habrá cosas que querré probar — sin embargo para ello esperaría un poco más, quizás a desarrollar su vínculo con la Gastly.

— Exageras… ¿verdad? — respecto al tiempo para cruzar por el bosque dijo — aunque bueno, podría ser educativo — sin embargo al poco tiempo rectificó, incluso asumiendo un pose como de soldado para así “marchar” hacia el bosque — al fin y al cabo montones de Weedle esperan entre los arbustos ¿no? — diciendo eso le brillaron los ojos.

Atenta a la vez que cautivada por la indicación de Jade, la respuesta a la cuestión sobre cómo utilizar sabiamente el tiempo del que disponían se le antojó obvia, sin embargo al parecer el ambiente se estaba adelantando — Será… ¿la voz de la naturaleza? — dado que no era una guerrera como el otro, instintivamente se mantuvo detrás de aquel “muro” humano, sin embargo por el mismo impulso Constanza no pudo evitar el inclinarse un poco con tal de ver por debajo del brazo levantado de Jade, curiosa de lo que pudiera estar allí como para hacer que Spike se alertara así. Por su parte Nebbia sonrió con tétrica expectación…

— Si supura veneno, me lo pido — advirtió quizás demasiado ansiosa…

Se sentó en la mesa tras haber aprendido algo más sobre los pokemon, satisfecha por ello. Estaban ya empezando a comer cuando Green habló, cosa que hizo sentir un vacío en su estómago muy fuerte. Escuchar hablar así de su padre era demasiado... ¿Duro? ¿interesante? Ella no le conocía en absoluto y sentía ese nudo estomacal a causa de haber visto a su madre siempre tan afectada cuando preguntaba por el. ¿Sería por eso que aún sin tener relación emocional con el se sentía de ese modo? No era una mala persona si fue el primero en acoger a Vee en su casa para cuidarlo como uno más de la familia. ¿Entonces por qué abandonó a la suya propia? ¿De verdad las abandonó? decenas de preguntas se pisaban unas a otras en su cabeza provocando mareo y palidez, dejó con cuidado el tenedor sobre el plato intentando tragar esa ínfima parte de información. 

Bebió agua, miró a Midori y entonces entendió algo. " ¿por eso me dio al hijo de Vee? ¿Porque era... familia de papá? " Eso le hizo sonreír un poco, al menos una de sus preguntas podía tener una respuesta completamente dulce sin nada amargo de por medio. Entonces tomó valor, viendo como su pokemon le devolvía una tierna mirada que le contestó finalmente con un guiño de ojos antes de volver la mirada a Green.

-Si he tomado la decisión de seguir sus pasos es porque quiero encontrarle para llevarlo a casa... Aunque sea a rastras. Le daba igual si había huido de casa, si había sido secuestrado o cualquier cosa, ese hombre debía volver a casa para pedirle disculpas a su madre. Y a ella. Bueno, y a todos, porque Green y Erika también se preocupaban por el.  Cogió el tenedor de nuevo pasando su vista al plato, para tomar un poco de la comida.
-¿Sabes qué estaba haciendo la última vez que hablásteis? Eso debió ser... Hace casi 14 años. ¿no? Más o menos... 

Al entrar a la casa, le entregué la pokeball de Drake a Erika, quien las estaba colocando en una máquina de curación. Lo cierto es que Charmander no había recibido daño, pero igualmente le vendría bien descansar para recuperarse de la fatiga del combate. Miré la máquina con cierta curiosidad, siempre me había llamado la atención su funcionamiento, pero no le di más importancia y fui a sentarse en algún sitio que estuviera libre.

Cuando los anfitriones sirvieron la comida, cogí un poco de cada cosa y di gracias por la comida, para después empezar a comer con apetito. Llevaba medio plato engullido cuando un suspiro de Green me hizo levantar la mirada con curiosidad. El Oak comenzó a explicar el origen de Vee, y yo no pude evitar sorprenderme al saber que el Eevee era producto de la experimentación con Pokémon de un equipo malvado. Sentí algo de pena por él, pero era un alivio saber que había acabado en manos de un entrenador que lo cuidaba bien. Escuché los comentarios de los demás antes de dar mi opinión.

-Me alegro de que acogieras a Vee, Green. Creo haber leído información sobre el Team Rocket, pero nada relacionado con Vee. Supongo que se encargaron de que no saliera a la luz.- dije suponiendo que eso era lo que había ocurrido, y no porque realmente lo supiera.

-Por cierto, Erika, quería saber si podrías ayudarme con algo. Estoy buscando un Pokémon de tipo planta para mi equipo, y me vendrá bastante bien contra el primer gimnasio, ¿podrías ayudarme con eso? He visto que tienes muchos Pokémon de ese tipo.- esperaba que, como experta en el tipo planta, ella dispusiera del Pokémon que yo estaba buscando. No sabía si querría regalármelo, o cambiármelo siquiera, pero no perdía nada por preguntarle.

Mientras iba dentro, escuché las palabras de Green... las cuales no me aliviaron para nada, sino que me molestaron -Siempre hay más opciones que pelear... por algo quiero ser ranger y no entrenador- le respondí a Green, mostrando clara mi opinión. No me gustan los combates pokemon... y si me encuentro en un problema, poner en peligro a cualquier pokemon siempre será mi última opción.

Cuando entramos, Erika nos pidió las pokeballs con nuestros pokemons, seguramente para curarlos... así que abracé fuerte a mi pokemon antes de meterlo y dárselo a la líder de gimnasio. Entonces noté su mano en mi cabeza, y escuché sus palabras... no es que me aliviaran mucho, pero al menos me hacían entender a Green -Lo intentaré...- le empecé diciendo sobre no guardarle rencor. No me gusta guardarlo... aunque motivos tengo -Ya se que las cosas no son fáciles, me lo enseñaron mis padres, y entiendo que él quiera enseñárnoslo... pero él podría habérmelo demostrado sin necesidad de un combate pokemon cuando no me gustan... No todo son combates pokemon cuando se tiene uno- le terminé diciendo a Erika. 

A la hora de comer, me senté lo más alejado posible de Green y lo más cercano de Erika que pudiera... también teniendo a mi amiga Angie al lado -Gracias por la comida- les agradecí aunque se me notase aún seriote... pero era lo menos que podía hacer por hacerla. Y empecé a escuchar la historia de Vee y su condición de pokemon multi-evolución. Vaya... desde luego era una historia triste... el pobre pokemon siendo víctima de los experimentos del horrible Team Rocket... ¡esas cosas son las que quiero evitar siendo Ranger! ¡Que los malos se salgan con la suya haciendo daño y jugando con la naturaleza con los pokemons! Al menos la historia tiene un final feliz... y Green se disculpó por habernos obligado a combatir para decirnos aquello -...- en principio me quedé callado terminando de comer -No pasa nada... perdón por gritarte ahí fuera...- terminé diciendo, aceptando las disculpas y pidiéndolas yo por haberle gritado.

Cuando escuché a Erika pedirnos cuidado con perdernos en el bosque, yo sonreí un poco -No hay que preocuparse Erika. Yo prácticamente he vivido en bosques... yo me encargaré de que nadie se pierda- dije convencido de mi mismo y recuperando un poco los ánimos... ¡los bosques no son nada para mi!

Entonces escuché a Arion y también me animé más -¿Necesitas ayuda con pokemon tipo planta? ¡Yo te puedo ayudar con eso!- le dije, aunque me rasqué la nuca al darme cuenta de a quién preguntaba él -Bueno, seguro que Erika es mucho más experta que yo... ¡pero te aseguro que de pokemon de mi tipo favorito te puedo ayudar mucho una vez estemos allí!- le propuse, ya pensando en cual sería el pokemon perfecto que poder buscar para él si es que había -Ojalá haya Lotads... son geniales y a ti te vendría de perlas para los combates de ese gimnasio- terminé diciendo.

Angie había metido a Pollo, su Torchic, en su Pokéball y se lo había entregado a Erika para que cuidara de él, y por eso mientras la peliverde estaba sentada en la mesa, comiendo con el resto de sus compañeros, sus piernas no dejaban de balancearse adelante y atrás con algo de nerviosismo, incómoda por estar separada de su Pokémon aunque fuera solo un rato. Después de todo, el pobre Pollo había recibido aquel ataque que había llenado sus plumas de barro y lo había debilitado... ¡estaba deseando achucharlo y decirle que todo estaba bien, darle cariño y cepillarlo...!

Se había sentado junto a su amigo Rick, quien se había enfadado bastante con Green tras el combate. Angie era consciente de que al chico no le gustaban los combates, y se había sentido obligado a luchar contra el Eevee de Green... entendía su enfado e intentaba dirigirle unas cuantas miradas de ánimo y mostrarle su apoyo, aunque pronto todos escucharon la historia del Eevee, y Rick se disculpó y todo, y hasta se ofreció a ayudar a Arion a encontrar un Pokémon de tipo planta. Angie sonrió, pero sus piernas seguían balanceándose. Todo el mundo empezaba a conversar sobre una cosa u otra: el Bosque Verde, el Team Rocket, Pokémon de planta... Pero ella...

- Erika, ¿cómo crees que se encuentran los Pokémon que tenemos en las Pokéball? - preguntó, intentando no sonar demasiado egoísta preguntando solo por pollo. - ¿Estarán ya... mejor?

Erika sonrió ante la pregunta sobre el lider de Ciuda Plateada - ¿Brock? No. - dijo divertida - Yo soy muy exigente con mis retantes, y Green muy duro. Brock es un blando, a pesar de que sus pokemon sean de tipo Roca y Tierra. Ya le conocereis - Tras ello sin embargo Green se puso serio para hablar de otro tema

-No todos lo eran - respondió primero a Miaka - De hecho, hay algunos que se arrepintieron y tras expiar lo que hicieron, volvieron a hacer cosas buenas por Kanto - Paró un momento mirando un momento a Levy y concluyo la frase -, y por Johto. No obstante, también hubo otros del Team Rocket que siguieron buscando hacer el mal... Pero con el grupo desmantelado, solo tuvieron una oportunidad. Unirse con otras bandas y formar una nueva, esa es la que está ahora tratando de sembrar el terror en Kanto: Los Galaxy Trooper.

Esperó a ver reacciones - Sabemos poco, y lo que sabemos no podemos decirselo a los civiles por ahora, pero si que puedo preveniros por si notais algo raro por el camino. Es lo que tiene la Guardia de Kanto y sus normas - dijo con un suspiro final antes de cambiar de tema respondiendo otras preguntas.

-Nadie sabe lo que hizo. Lo único que nos dijo a todos, es que iba allí donde obtuvo su titulo máximo, a reunirse con alguien que quería cambiar el mundo a mejor. Pensamos que debería ser el escenario más grande conocido hasta la fecha el de la Liga de Kalos, pero no estaba allí, así que buscamos en donde solía ir a entrenar, el Monte Plateado - agitó la cabeza en una negativa - Nada. Hemos recorrido todas las regiones y siempre hemos visto gente que se ha topado con Red, pero nadie que sepa donde fue. Hasta encontramos a alguien similar a el, y no era Gold, y nada. Desde ese entonces, ni responde al telefono, ni hemos visto a Mewtwo, ni a ninguno de los otros pokemon más emblematicos que andaban a su alrededor.

Por más que explicara no había ninguna pista, salvo la que ya había mencionado al inicio.

Tomando entonces la palabra Erika, os miró poco a poco a Arion, Rick y por último a Angie. - Green, te encargas de los pokemon - con un asentir este fue a la maquina para ir a recogerlos - Por desgracia, no soy una experta de todos los pokemon planta, pero si de los que son muy puramente planta. Tengo pocos pokemon que están preparados para salir del criadero Arion, puedo mostrarte alguno pero como se suele decir, no llueve a capricho de todos. Si no tengo el que buscas supongo que podrás encontrarlo más adelante. Ven conmigo. - dijo mientras le tomaba del brazo para ir al patio.

Antes de terminar todos de estar listo, Green apartó un momento a Ruby para comentarle una cosa en privado.

Tras estar todos listos con vuestros pokemon de vuelta y Arion habiendo terminado de conseguir o no un nuevo pokemon. Erika y Green se reunieron para despediros - Id con cuidado, y Rick, por mucho que seas bueno orientandote en bosques, el Bosque Verde es muy engañoso. Id con cuidado. Tomad esto por si os perdeis*. Oh, y si veis a mi hijo, Jade, decidle que es un mal hijo por no venir a comer una vez más con su familia. - de nuevo la vena madre con ganas de regañar a quien se lo merecía

-Animo en el viaje.