Partida Rol por web

Una nueva mañana iluminó el día de tres jovenes, tres jovenes que esperaban convertirse en entrenadores pokémon, las palabras del Profesor Adebul habían sido "nos vemos a las 10am en mi laboratorio", pero los minutos pasaban y el científico no apareciá por ningún lado, incluso sus ayudantes no podían decir nada sobre él.

Al parecer el hombre solía irse a hacer trabajos de campo y se olvidaba de la hora, por lo que los tres empezaron a caminar por Villa Raiz en espera de que el despistado científico aparezca.

Alexander esperaba al tardío profesor juntos con los otros dos potenciales entrenadores, suspirando con exasperación cada vez que levantaba la vista para buscar a Abedul y no lo encontraba. Sin otra cosa que hacer que impacientarse pensando en su futuro Pokemon que en estos momentos ya tendría que estar junto a el, Alex decide entablar conversación con sus compañeros para distraerse.

-¿Así que... cuales son vuestros planes cuando tengáis vuestro pokemon inicial? -pregunta mirándolos inquisitivamente- ¿Vais a ir directamente al gimnasio mas próximo, a entrenar vuestro pokemon y capturar otros nuevos, o ignorar completamente la liga pokemon a favor de hacer otras cosas?

Tom escucha a Alex pero cada palabra por medio mira por arriba del hombro del chico, estando atento por si ve aparecer al profesor a lo lejos.

Yo creo que lo más importante de ser entrenador es conocer el mundo, me encantaría ganar muchas medallas y competir en la liga, pero ya viajar y conocer muchos pokémon es un premio.

Luego mira al chico de pelo celeste.

¿Tu que opinas Cyan?

-Pues a mí no me interesa únicamente tener medallas ni ganar la liga, lo que me mueve verdaderamente es descubrir misterios, tener aventuras y aprender más sobre los pokemon- digo alzando mi entusiasmo l al saber que mi propia aventura está a punto de comenzar.

-El profesor Abedul es un despistado, siempre se olvida de sus citas cuando está trabajando. ¿Qué os parece si vamos a buscarlo?

-Por mi encantado -responde Alex a la sugerencia de Cyan-, porque si no a este ritmo se nos hará la hora de la cena antes de que vuelva. El problema es que no sabemos donde podrá estar y sus ayudantes creo que tampoco sabían nada, así que puede que lo único que hagamos sea dar vueltas como tontos.

De repente un grito los hace saltar parecía venir del camino de arriba y seguido de esos gritos unos gruñidos de un lobo, al llegar al lugar ven a 3 pocheena ladrando a un árbol donde el profesor se encuentra.

-Ustedes.. Ayudenme a bajar, utilicen los pokemon que tengo en la mochila Señala su mochila cerca de ustedes.

Alex se queda momentaneamente sorprendido al ver una escena tan ridícula, pero en seguida reacciona y se acerca lenta y silenciosamente a la bolsa intentando no llamar la atención de los pochiena.

-Un profesor de su categoría atrapado en un arbol sin pokemon encima para defenderse... no se puede ser mas despistado -murmura para si mismo el futuro entrenador pokemon-.

Llegando a la bolsa y sacando de ella tres Pokeballs Alexander vuelve junto a Cyan y Tom mientras los pochiena siguen ladrando al árbol, tras lo cual les tiende dos de las tres Pokeballs quedándose la tercera para si mismo.

-Señores, este es el momento que hemos esperado durante años -dice Alex con falsa solemnidad y una sonrisa en la cara-. Empecemos nuestra aventura.

Oigo a Alex murmurar algo, supongo que riéndose de la situación tan cómica que estamos viviendo. La verdad que no es para menos.

-Yo me pido a este- Dijo alargando velozmente mi mano para coger la segunda de las tres Pokeballs que el Doctor nos ha ofrecido y dejando sin opciones de escoger a Tom. -Aquí el que no corre, vuela.- Pienso mientras vuelvo a mirar al profesor y sus atacantes.

-Vamos a ayudarle y de paso nos dirá para qué nos había reunido hoy en su laboratorio-

Tom se había quedado atrás, pero al ver la necesidad de ayuda agarró la pokebola que quedaba y se preparó para el combate.

Cyan no importa para que nos reunió, lo primero es evitar que se convierta en comida de perro.

Con la mirada de decisión apuntó a los Poochyena y se preparó para luchar.

Apretando el botón, Alex expande la Pokeball y la lanza al aire.

-¡Adelante! -grita mientras una luz roja sale disparada de la bola y forma la silueta de un Pokemon- ¡Treecko, ataca a los pochienas!
 

Tom apunta y tira su pokébola con fuerza, el momento en el que aparece la forma del pokémon la sangre de Tom empieza a correr con fuerza, una vez que se da cuenta que es un Torchic se aferra al suelo y grita.

Torchic, necitamos ayudar al profesor. ¡Arañazo contra el Poochyena!

Tenía tanta prisa para coger mi Pokeball, que en cuanto tuve la bola en la mano me olvidé por completo de la situación. 

Cuando desperté de mi eterna ensoñación vi que un Torchic y un Treecko estaban en el campo de batalla, decidí sacar al que me había tocado.

-¡Allá voy!- Digo mientras estiro mi brazo, lanzando la Pokeball, de la que sale un Mudkip de un color azul fantástico.
-¡Adelante, Mudkip! ¡¡¡Utiliza PLACAJE!!!-