Partida Rol por web

El camino de regreso a nuestro hogar se hizo corto, muy corto, seguramente por la emoción de las nuevas que teníamos que contar, era necesario ver a mi madre cuanto antes para decírselo. Aunque una vez allí parece que ya se enteraron por el tercero que falta, el chico que nos acompañó hasta el laboratorio para después salir pitando de allí a toda velocidad, se nos había adelantado. No me lo explico pero habrá tenido que correr mucho porque no tuvimos oportunidad de que nuestros caminos se cruzaran de nuevo.

- Saludos señora, así es, parece que las notcias vuelan. Si me disculpan tengo que ver a mi madre. Hasta la vista Lucca.

Una vez dicho esto, dejo a mi compañero que hable con su madre, tendrán mucho que hablar, lo mismo que yo con la mía. Así que me dirijo apresuradamente a mi hogar para tener esa charla que tengo pendiente.

La enfermera te atiende muy amable y mete las dos pokebolas en una especie de canastita.

No hay problema, serán unos minutos dependiendo de la gravedad en la que estén, pero de todas formas no va a ser mucho, si quieres no dudes en tomar algo de la heladera, o descansar un poco.

Tu madre estaba doblando ropa cuando llegaste, al verte se sorprende tanto de la emoción que suelta las prendas que tenía en la mano y se queda mirandote a ti y a Piplup.

Al cabo de unos minutos, están los 3 desayunando en la mesa.

Estoy un poco sorprendida, pero muy emocionada de que empieces un viaje pokémon, y tu pokémon parece ser muy inteligente.

En ese momento Piplup estaba agarrando unos bizcochos con la mano, moviendola con gran destreza.

Bueno Ric ¿ahora que ya tienes un pokémon que vas a hacer?

 - Gracias, me sentaré un rato a esperar... - Le respondo con una sonrisa amable.

 Me siento en una de las sillas y espero a que terminen.

Después de charlar un rato, finalmente mi madre realizo la tan temida pregunta. Me sabía mal dejarla sola, y más después de que mi padre no volviera, pero viajar con pokémon siempre fue mi sueño, eso sin contar que le di la palabra al profesor de convertirme en un entrenador pokémon, en uno de los mejores para ser exactos.

La miro con determinación en mis ojos, ya sabrá que decisión he tomado y que no pensaba dar marcha atrás, y menos teniendo a mi nuevo compañero.

- Mamá, voy a partir. Quiero hacerlo. Quiero convertirme en uno de los mejores entrenadores pokémon, te haré sentirte orgullosa.

Al sentarte ves a una niña de pelo rosa que se te acerca timidamente.

Hola....¿Eres un entrenador pokémon? ¿Tienes muchas medallas?

La niña se sonroja al preguntartelo y se queda mirandote con cara de fascinación.

Tu madre sonrie al escucharte.

Yo ya estoy orgullosa se verte tan crecido, estoy segura que a ustedes dos nada los va a detener si trabajan juntos.

Luego se ríe en voz baja.

Y de eso estoy segura porque yo te crié.

Una vez que terminan de desayunar, tu madre te despide con tu equipaje ya preparado.

Bueno, este es el comienzo de tu viaje, pero no olvides llamar a casa, quiero saber como te está yendo.

 - Soy un entrenador, pero la verdad es que no he conseguido ninguna... - Respondí con educación. - ... Me llamo Gabriel, por cierto...

- No te preocupes mamá, tendrás noticias mías, iré avisándote de mis progresos. Cuídate mamá. Te quiero. - Una vez dicho esto abrace a mi madre, un emotivo y fuerte abrazo de despedida. Era duro separarme de ella, y más duro el dejarle sola, pero mi determinación era férrea y mi meta estaba lejos de ser alcanzada. Después de todo, esto era el principio de un largo viaje.

Una vez desdedido de mi madre, y con el equipaje listo y acorde a lo que era posible que necesitara durante la aventura, me dispuse a abandonar mi pueblo natal, Hojaverde. No tenía razones para quedarme, pero eso no significaba que no las tuviera para regresar, pero eso sería mucho más adelante.

Y por fín comencé mi largo y duro camino a convertirme en uno de los mejores entrenadores de Sinnoh, pero antes de nada era necesario hacer más amigos y fortalecerme junto a ellos.

Lucca espera que su compañero se retira, despues de eso abraza a su madre "llego la hora madre que haga algo por lo que siempre he querido, ser un entrenador Pokemon...tu has sido un pilar fundamental para este camino" le dice abrazandole.." debes entender que debo comenzar un duro camino, acuerdarte de mi madre..porque siempre estaras en mis pensamientos" le termina de abrazar " debo preparar mis cosas para partir...." 

Asi entra a su casa para preparar su maleta 

Ahhhhh...

La cara de desilusión de la niña es notoria, cosa que no debe sorprender debido a la corta edad que parecía tener, de todas formas al cabo de unos segundos cambia de actitud y vuelve a sonreir.

¡Mi nombre es Jenny y voy a ser la mejor entrenadora de la región de Sinnoh!

Mientras dice esto empieza saltar por los sillones del centro pokémon, hasta que te mira y con un brillo en sus ojos pregunta.

¿Como son tus pokémon fuertes? Yo quisiera tener uno, pero me dicen que soy muy pequeña...

La cara de Jenny volvio a cambiar, esta vez mostrando claramente tristeza.

Empezas a caminar por la ruta 202, el viento empieza a soplar moviendo las copa de los árboles suavemente, ves como el sol sigue subiendo en el cielo y a medida que te adentras en la ruta ves como los sonidos a tu alrededor empiezan a darle vida al paisaje.

Mientras tu vista se empieza a acostumbrar en la naturaleza empezas a ver varios pokémon pequeños, entre ellos varios Starly, Bidoof y Shinx.

Al cabo de unos minutos tienes todo preparado para salir del pueblo, tu madre se encargó de prepararte algo rápido de comida, quizás por la emoción o quizás porque ambos saben la importancia de lo que está por pasar, tanto tu madre como tu logran estar en la puerta en menos de 1 hora.

Bueno Lucca, ya te lo dije un monton de veces, pero estoy orgullosa de vos y el día de hoy no es la excepción, se que vas a ser un gran entrenador.

Te abraza y se despiden, ella se queda en la puerta de tu casa a ver como te alejas y te pierdes en el horizonte.

Empezas a caminar por la ruta 202, el viento empieza a soplar moviendo las copa de los árboles suavemente, ves como el sol sigue subiendo en el cielo y a medida que te adentras en la ruta ves como los sonidos a tu alrededor empiezan a darle vida al paisaje.

Mientras tu vista se empieza a acostumbrar en la naturaleza empezas a ver varios pokémon pequeños, entre ellos varios Starly, Bidoof y Shinx.

  - La verdad es que he empezado mi viaje hoy mismo, pero acabo de capturar mi primer Pokémon... Si quieres te enseño los dos que tengo, a ver que te parecen. - Le respondo, sonriente, tratando de animarla.

Lucca camina tranquilamente por el bosque cuando ve a lo lejos un Pokemon, "Esta es la mia," camina lentamente hacia este para que no huya, toma en su mano la Pokebola... y la lanza..."Turtiwg...a combate"

El Starly te queda mirando como la vez pasada, de todas formas este parece menos violento, por lo menos a simple vista.

Starrr...

Te mira un par de veces moviendo la cabeza para un costado y para el otro.

El Starly te queda mirando como la vez pasada, de todas formas este parece menos violento, por lo menos a simple vista.

Starrr...

Te mira un par de veces moviendo la cabeza para un costado y para el otro.

Cuando la niña va a preguntarte escuchas la voz de la enfermera que te llama, en la cesta tiene las dos pokébolas preparadas.

Bueno, ya están listos, Chimchar y Shinx están curados y saludables.

Al escuchar esto la niña abre los ojos bien grande.

¿Tienes un Chimchar y un Shinx? ¡Chimchar es un pokémon muuuuuuuyy raro, y Shinx es uno muy lindo!

Le agradecí a la enfermera los cuidados de mi equipo y luego le pregunté a la niña, sonriente:

 - ¿Quieres que te los presente?. Tengo algo de tiempo antes de seguir mi camino...