Partida Rol por web

Ante él y de nuevo se volvía a extender aquella aburrida llanura de hierba anaranjada. Seguía sin haber rastro de pokémon, criatura o vegetación alguna...

Ante él y de nuevo se volvía a extender aquella aburrida llanura de hierba anaranjada. Seguía sin haber rastro de pokémon, criatura o vegetación alguna y ni rastro de Max.

Pero las huellas parecían desaparecer en un determinado punto y daba la sensación como que alrededor de las últimas huellas hubiese una especie de marcas circulares y concéntricas. Quizá Max había desaparecido y se había desvanecido de ese lugar. El caso era que ya no había ni rastro de sus huellas y seguir buscándole iba a ser absurdo.

Franek quedó completamente desconcertado, de pié frente a esas marcas circulares que le recordaban un poco a los círculos del maíz en las películas de ciencia ficción, entonces pensó:

"Será posible que haya regresado? Cuando se desapareció la otra chica en la playa también dejó esas marcas? O es que acaso..."

Corto sus pensamientos al darse cuenta que ni siquiera se podía imaginar que estaba pasando en ese lugar, que ni siquiera era el hogar, capaz ni siquiera el mismo planeta o la misma dimensión y que todas las leyes de la física conocida podían tener sus propias reglas. 

-Helen, es inútil buscarlo y no me quiero separar de ti para ordenarte que le rastrees y menos de noche. ¿Te animas a llevarnos volando hasta donde nos separamos con los otros?-

Franek le regalo una pequeña sonrisa traviesa a su Flygon más que ordenandole, consultando si se animaba a volar de regreso al otro lado del volcán, aunque fuese de noche, ya era un camino que su Pokémon había recorrido y conocía, así que nada perdía con intentarlo, lo peor que podía pasar era que les tocase volver a caminar. 

Ante él y de nuevo se volvía a extender aquella aburrida llanura de hierba anaranjada. Seguía sin haber rastro de pokémon, criatura o vegetación alguna y ni rastro de Max.

Un rastro de huellas parecían desaparecer en un determinado punto y daba la sensación como que alrededor de las últimas huellas hubiese una especie de marcas circulares y concéntricas

-Maldita sea, ¿es que en esta isla o lugar no hay nada normal? Más llanura, más llanura, y ahora, solo estás tú, pequeño Flubber. -Dice, antes de ver las huellas y los círculos. Cuando los ve, se acerca corriendo, aunque con cuidado de no dejar que el Ditto se caiga. 

-¿Qué serán estás huellas? ¿De donde vendrán? -Le pregunta a Ditto y a si mismo. Esperaba que al verlas de cerca algo se le aclarase.

Pittien no fue capaz reconocer aquellas huellas. Lo único que pudo apreciar eran huellas de pisadas humanas, dos diferentes. Unas que llegaban hasta el centro de los círculos y desaparecían y otras similares a las suyas que habían estado analizando la zona exactamente igual que estaba haciendo él. 

Esas huellas venían del sur y se volvían por el mismo sitio.

Estas huellas... Que extraño, casi parece que unas desaparecen en los círculos, amigo... ¿Y la otra persona? Vayamos a ver si lo encontramos, ¿no te parece?

El joven empezaba a estar incómodo de no ver gente, y de comprobar las cosas extrañas que pasaban. De ese modo, decidió seguir las huellas, pero antes, como había hecho en el resto del camino que iba haciendo, dejó una pequeña señal, de nuevo indicando aproximadamente hacia dónde estaba la cueva donde tenían su base y las camas. 

En su fuero interno, deseó ver a alguien pronto

Ante él y de nuevo se volvía a extender aquella aburrida llanura de hierba anaranjada. Seguía sin haber rastro de pokémon, criatura o vegetación alguna...

El agua de la playa anterior no tenía nada de especial, la arena en cambio sí, y era totalmente maleable, como si se tratase de arcilla en lugar de arena de playa.

Las palabras de Franek le tenían preocupado. Echó el pie a tierra y valoró sus opciones durante un momento. Quería volver, quería volver con sus nuevos compañeros pero... eso suponía renunciar a la exploración demasiado pronto. 

Solo un poco más... solo un poco más. 

Pietro comenzó a pedalear de nuevo hacia el Oeste. Estaba muy atento a su alrededor, quería fijarse en cada detalle, en cada cosa que pudiera parecer extraña... si no encontraba nada, daría la vuelta, era lo más sensato.

Ante él y de nuevo se volvía a extender aquella aburrida llanura de hierba anaranjada. Seguía sin haber rastro de pokémon, criatura o vegetación alguna...

El agua de la playa anterior no tenía nada de especial, la arena en cambio sí, y era totalmente maleable, como si se tratase de arcilla en lugar de arena de playa.