Partida Rol por web

JP entró en su habitación. No era un gran lujo pero por lo menos Aldus les había conseguido un sitio acogedor donde descansar, y estaba en pleno centro de Arkham.

Se sacó la chaqueta y la dejó sobre una silla, se aflojó la camisa y metió los zapatos en el armario. Abrió la ventana y el aire frío de la noche de Nueva Inglaterra irrumpió en la habitación sin pedir permiso. El periodista se sirvió la última copa de licor que quedaba en la botella y se encendió un puro. Apoyado en el marco de la ventana, observando los tejados de Arkham, empezó a poner en orden lo ocurrido y en su mente el reportaje comenzaba a tomar forma.

Algo se movió entre las sombras en un tejado cercano, sobresaltando a JP. Durante unos segundos miró a la oscuridad, hasta que un gato apareció apenas un metro más cerca. JP fue consciente de que el día siniestro empezaba a sugestionarle y decidió tratar de dormir.

Pero no pudo, no paraba de dar vueltas en la cama. Las sombras de la habitación le impedían cerrar los ojos. Algo se paró ante la puerta, podía percibirlo de una forma mas intuitiva que sensorial. Permaneció unos segundos tumbado mirando la puerta.

La insistente sensación llevo a JP a levantarse y acercarse a la puerta, se detuvo y la miró. Finalmente se decidió a abrirla. El pasillo estaba vacío, a derecha e izquierda se sumergía en una oscuridad insondable. El parpadeo de una de las lamparas le daba a la escena un aspecto extraño. Puede ser que el hotel que había encontrado Aldus era más cutre de lo que había pensado.

www.goear.com/listen/178b619/puerta-chirriante-efectos-sonido

Volvió a la habitación y cerro la puerta tras de si. Se sentía más relajado y por fin su mente estaba despejada y lista para descansar. Pero no había dado ni un paso cuando ...

es.audiomicro.com/efectos-de-sonido-libre-de-dibujos-animados-clips-de-sonido-llamar-a-la-puerta-s-fred-bajar-736895

Se quedó frio. Podía oír una respiración entrecortada al otro lado de la puerta.

JP entró en su habitación. No era un gran lujo pero por lo menos Aldus les había conseguido un sitio acogedor donde descansar, y estaba en pleno centro de Arkham.

Se sacó la chaqueta y la dejó sobre una silla, se aflojó la camisa y metió los zapatos en el armario. Abrió la ventana y el aire frío de la noche de Nueva Inglaterra irrumpió en la habitación sin pedir permiso. El periodista se sirvió la última copa de licor que quedaba en la botella y se encendió un puro. Apoyado en el marco de la ventana, observando los tejados de Arkham, empezó a poner en orden lo ocurrido y en su mente el reportaje comenzaba a tomar forma.

Algo se movió entre las sombras en un tejado cercano, sobresaltando a JP. Durante unos segundos miró a la oscuridad, hasta que un gato apareció apenas un metro más cerca. JP fue consciente de que el día siniestro empezaba a sugestionarle y decidió tratar de dormir.

Pero no pudo, no paraba de dar vueltas en la cama. Las sombras de la habitación le impedían cerrar los ojos. Algo se paró ante la puerta, podía percibirlo de una forma mas intuitiva que sensorial. Permaneció unos segundos tumbado mirando la puerta.

La insistente sensación llevo a JP a levantarse y acercarse a la puerta, se detuvo y la miró. Finalmente se decidió a abrirla. El pasillo estaba vacío, a derecha e izquierda se sumergía en una oscuridad insondable. El parpadeo de una de las lamparas le daba a la escena un aspecto extraño. Puede ser que el hotel que había encontrado Aldus era más cutre de lo que había pensado.

www.goear.com/listen/178b619/puerta-chirriante-efectos-sonido

Volvió a la habitación y cerro la puerta tras de si. Se sentía más relajado y por fin su mente estaba despejada y lista para descansar. Pero no había dado ni un paso cuando ...

es.audiomicro.com/efectos-de-sonido-libre-de-dibujos-animados-clips-de-sonido-llamar-a-la-puerta-s-fred-bajar-736895

Se quedó frio. Podía oír una respiración entrecortada al otro lado de la puerta.

Una gota de sudor frio se deslizó por la sien de JP. Estaba tenso, el puño derecho apretado y la mano izquierda en el pomo de la puerta. A su espalda la habitación a oscuras parecía ensancharse por momentos, el viento que entraba por la ventana hacia ondear las cortinas y se estrellaba contra su espalda como un cuchillo helado.

Volvieron a golpear la puerta, el visitante al otro lado se movía impaciente, aunque la respiración entrecortada empezaba a desvanecerse. JP no esperó más, preparó su puño para golpear y abrió la puerta de golpe. De pie frente a él se encontraba Angela, afortunadamente la sorpresa fue suficiente como para paralizarlo y que no lanzara su golpe.

Angela arqueó una ceja, ladeando ligeramente la cabeza hacia la derecha

-Tranquilo, fiera... ¿Hace una copita?-

Esbozó una sonrisa divertida, mientras hacía tintinear dos copas de cristal en su mano izquierda, al mismo tiempo que con la derecha mostraba una botella de vino

-Invito yo-

 Aguardó la respuesta de J.P, sin dejar de sonreír

 Mi corazón dejó de latir a gran velocidad ¿sería que toda esta investigación estaba afectándome más de lo necesario? esta vez no era un escándalo sexual o un tema de corrupción política, eran cosas macabras y eso me hacía sentirme inseguro, eso no era bueno para mi ni para mi carrera.

- Eres tu..., nunca me había alegrado tanto de verte - comenté forzando una sonrisa, intentando disimular el miedo que se había apoderado por momentos.

- Créeme que es justo lo que necesito, una buena copa y una mujer hermosa - tras esas palabras abrí la puerta por completo y la dejé pasar, no dudé en mirar antes al pasillo para comprobar que no había nadie ni nada sospechoso y la cerré.

 Vaya, que halagador Comentó Angela mientras pasaba dentro. Dejó las copas sobre la mesilla, junto a la botella, y luego se giró a tiempo de ver como J.P. repasaba el pasillo con la mirada, antes de cerrar la puerta

Te noto algo paranoico esta noche. Relájate. Parece que creyeras que ese perturbado va a venir a buscarte

Llenó una de las copas, y luego la otra. Le ofreció la primera al periodista, mientras alzaba la suya

Chin chin...

 Respondí agradecido al brindis mientras le sonreía de nuevo, pero estaba claro que se había dado cuenta que mi estado actual se alejaba de ser normal.

- No sé que me pasa, parezco un crío de 14 años teniendo miedo a la oscuridad, menos mal que estás tu aquí - comenté mientras deslizaba mi mano libre sobre su brazo.

- Todo este asunto me pone los pelos de punta, escuché ruidos y mis sentidos se bloquearon por momentos, a este ritmo me veo en un par de meses visitando a un loquero - tras esas palabras dio un largo sorbo a su copa y después suspiró.

 Mmmmm...

Angela se sentó en la cama de J.P. sin pedir permiso, y le observó pensativa durante unos segundos

Quizás deberías olvidarte de este caso. Puede ser una gran noticia, pero no puedes dejar que tu trabajo acabe por influir en tu salud mental

Tomó un sorbo de vino, y luego volvió a sonreír

Como si yo fuera la más indicada para darte estos consejos

 Esbocé una media sonrisa a raíz del comentario de Angela.

- ¿Abandonar? no he llegado tan lejos rindiéndome, llegaré hasta el final del asunto, me cueste la cordura o medio pulmón, la noticia es lo que importa querida, al igual que para ti lo importante es saber transmitir con tus historias - no tardó en servirse más alcohol.

- Además, esto te viene bien tanto a ti como a mi, no pude evitar pensar que era una gran oportunidad para la inspiración volviera a ti, eres grande Angela, muy grande, pero estás por una mala racha, este empujón es justo lo que necesitas y sé que puedes hacerlo - parecía que poco a poco se iba animando, ¿era por ti o quizás por la bebida?

 Lo sé, créeme. Ya tengo un par de ideas en mente, aunque nada demasiado claro. De todas maneras, creo que te excedes con tus alabanzas

Sonrió

Solo soy una escritora más. Con mis rachas, mis virtudes y mis defectos. No me considero una persona especialmente talentosa. Puede ser cierto o no, pero la verdad es que ayuda a esforzarse más, así que prefiero no replanteármelo

Se levantó y se acercó a la ventana, observando la calle. Allí, bajo las sombras, algunas figuras rondaban ocultas bajo el manto del silencio. Arkham respiraba, aun durmiendo. Si es que esa ciudad estaba durmiendo realmente

Allí, en algún lugar, algún degenerado probablemente planeaba su próxima injuria hacia los difuntos

Suspiró

Respecto a este asunto del ladrón de tumbas... He estado pensando... Hizo una pausa, para enfatizar Quizás no lo estamos enfocando de manera adecuada. La policía no quiere que metamos las narices, pero nosotros seguimos actuando a plena luz del día sin tomar precauciones

Estaba realmente guapa. Esa noche llevaba un vestido negro, no demasiado elegante, pero si lo suficientemente atrevido como para intuir que se lo había puesto intencionadamente para esa visita nocturna. Dejaba parte de su espalda y hombros descubiertos, y brillaba con una extraña intensidad, realzando las curvas de su cuerpo

No digo que nos volvamos paranoicos, pero quizás deberíamos ganarnos un par de amigos... Quién sabe, puede que ir a ver a las familias de alguno de los difuntos, o algún soborno a algún policía poco estricto... Tener acceso a los registros policiales sería una gran ventaja

Ladeó la cabeza, aún dando la espalda a Jonah, mientras dejaba la copa ahora vacía colgando en su mano

 Las palabras que mostraba Angela eran sabías, al igual que su humildad, quizás por eso llegó a llamarme tanto la atención, no como esos patanes que solo buscan la fama sin que importe el contenido.

- He de reconocer que visitar a los familiares era una idea que tenía en mente, nadie mejor que ellos pueden contarnos más sobre las víctimas y todo lo acontecido alrededor, lo complicado será elegir a un policía para sobornar, habrá tantos corruptibles donde elegir - comenté riéndome levemente.

Me levanté de la cama y me acerqué lentamente hasta Angela, la abracé por detrás juntando mi pecho contra su espalda.

- ¿No te recuerda este encuentro a la primera vez que estuvimos juntos?¿cuanto tiempo habrá pasado ya? - le di un rápido beso en el hombro, su piel era tan suave y sedosa...

 Juntó sus manos sobre las de Jonah, acariciando el dorso de estas, mientras ladeaba el cuello para dejar espacio a los besos del periodista, mientras apretaba su cuerpo con el del periodista. En su rostro, una expresión algo ausente, incluso podría decirse que melancólica

Una vida Sonrió Y, al mismo, tiempo, no más que un par de minutos. Según pasan los años, el tiempo se vuelve caprichoso

Soltó una risita por lo bajo

¿Te acuerdas de la escenita en el baño? Tuvimos que salir a hurtadillas, tapándonos con las toallas. Creo que nunca se me olvidará la cara de ese chico

Giró suavemente su rostro, encarándolo al de J.P.. Su perfume estaba presente en el aire, sus ojos verdosos y oscuros insinuaban placeres ocultos más allá del envoltorio que la rodeaba, su piel. Misteriosa, distante. Y, al mismo tiempo, capaz de quitar el aliento con solo una mirada

 Lentamente fui subiendo la dirección de los besos, ascendía desde los hombros hasta el cuello, pero no por ello iba a dejar de seguir hablando.

- Aquel muchacho no podría ni imaginarse lo que era estar con una mujer así - con las manos intentaba lentamente acariciar su cuerpo, me encantaba sentirlo, podría estar así toda la noche, creo que hasta la máquina de escribir es afortunada ante el honor de recibir sus sutiles dedos a ritmo de mecanografía.

- Las personas de hoy en día no saben disfrutar de la vida, y de la pasión - en un brusco gesto, junté mis labios con los suyos. No podía resistirme a sus encantos, a su mirada, a su cuerpo, ella era increíble en todos los sentidos, pero a la vez teníamos mundos muy distantes, pero nunca nadie fue capaz de hacer que mi mente se liberase de preocupaciones en tan poco tiempo, ella era única para eso.

Sus labios sabían a vainilla y menta. Mantuvo el beso durante unos segundos, luego se apartó lentamente, antes de girarse para encararse completamente a J.P.

No diría eso de tu prima. Me parece que entiende bastante de las dos cosas. Si te soy sincera, me cae bastante bien. Aunque es un poco cabra loca...

Le dio otro beso, sintiendo el musculoso cuerpo de J.P. contra el suyo, mientras notaba como sus propios instintos comenzaban a dominarla

A diferencia de ese chico, Bialy... Un poco extraño, ¿No crees?

Comenzó a llevar a J.P. hacia la cama, de forma tan disimulada como inconsciente

¿Viste como se asustó cuando conté la historia de la fiebre?

Sonrió de forma malevola, mientras volvía a besar a J.P., esta vez de forma algo más apasionada. Sus manos recorrieron el cuerpo del periodista, comenzando a desabrocharle la camisa lentamente...

 Mientras seguía el juego de besos y caricias de Angela junto con un par de gemidos, no pudo evitar hablar de su prima y su acompañante.

- Una cosa... una cosa es la pasión y otra cosa la irresponsabilidad, esa chiquilla no hace más que dar bandazos de un lado a otro, no sabe asentar la cabeza y ponerle empeño a las cosas, tan solo espero que aprenda algo de todo lo que estamos haciendo con esta investigación - mientras tanto ayudaba a desabrocharse la camisa y el elegante vestido de su acompañante.

- Y ese chico, bueno, estoy seguro que será un capricho de la pequeña Marion, seguro que en un par de meses no le vuelvo a ver el pelo, espero que no siga asustándose con tus bromas - reí mientras cerraba los ojos dejándome llevar, sin embargo a pesar de hablar sobre miedos, yo sentía que mi valentía se quebró aquella noche.

 Oh, dala un respiro Murmuró Angela mientras el vestido comenzaba a deslizarse lentamente, mostrando su lisa piel. Besó de nuevo a J.P. Seguro que no tardará mucho en sentar cabeza...

Se separó unos centímetros, y jugueteó con la hebilla del cinturón del periodista

¿Te apetece otra copa de vino?

Dejó la pregunta en el aire, como tanteando a su oponente, mientras le dirigía una pícara mirada y se mordía el labio inferior

 Angela tenía la virtud además de saber excitarme con una facilidad y una velocidad que cualquier otra mujer tardaría bastante en conseguir.

- ¿Vino? Por supuesto... ¡pero que sea de la viña Regina! - y al igual que un león se abalanza contra una gacela para devorarla, me lancé contra ella haciendo que nuestros cuerpos chocase sobre la cama, hacerle el amor a aquella mujer no era solo el mejor desestresante, si no que nunca era igual y siempre dejaba un buen recuerdo, ah... la vida, siempre con sus cosas buenas y sus cosas malas.