Partida Rol por web

¿Cuando supiste que nunca perdonarías a la Reina?

¿Por qué?

Tamara mira por una de las ventanas del dirigible. Bajo ellos, unas altas montañas, con sus cumbres coronadas de nieve, se extienden a lo largo de muchas millas. Los espesos bosques de pino negro y los grandes lagos de montaña tiñen de verde y azul el paisaje blanco y gris de la gran cordillera. Ningún rastro de civilización en toda la zona. Millas y millas de terreno virgen... Al menos en su superficie...

- Ya os expliqué los planes de la reina. No quisisteis creerme, igual que yo tampoco quise creer a Lidia cuando se sinceró conmigo. Ella quiere hacer las paces con los rebeldes, pero eso a mí me da igual. Quiere encerrar a su pueblo en la oscuridad, bajo la montaña y hacerle trabajar con extrema dureza durante muchos años. Un plan digno de una gran tirana, pero que debo aceptar. Pero hay algo que no puedo perdonarle...

La mujer observa algunos jirones de nubes altas enroscados en las cimas más altas y parece quedarse meditando durante unos momentos.

- La reina... la reina va a pedir a nuestros rivales algo a cambio de la paz. Esclavos, centenares de hombres y mujeres de los reinos del Sur, capturados ex-profeso para satisfacer el pago y convertirse en obreros forzosos de su ciudad subterránea. Yo... de verdad que aprecio a la reina... pero no puedo entender que haya pedido eso a los rebeldes. Sus sueños megalómanos la están volviendo loca... 

Guadalupe se atraganta con la copa de vino cuando oye hablar a la "anciana".

- ¡Pero que decís! - dice elevando excesivamente la voz. La reina Lidia de Siempreviva no sería capaz de algo así, ¿verdad?

El silencio que recibe como respuesta es de lo más inquietante.