Partida Rol por web

Sin embargo hay una sorpresa en las siguiente proyección. El sorprendido científico vuelve a estar en pantalla:

- No comprendo nada... Michael ha reparecido arriba. En un primer momento pensamos que durante su enajenación había abandonado el templo sin que me diera cuenta pero él mismo nos ha confesado que usó el cubo para un nuevo viaje. Está muy alterado pero al menos ha recuperado el habla y parece incluso que está lúcido. Dice que en su viaje estuvo en un lugar parecido a Egipto. Ha negado con la cabeza cuando le hemos preguntado si era el egipto faraónico y sólo ha contestado, de forma elusiva, que el pasado es mucho más terrible de lo que creemos. No ha contestado a nuestras preguntas de como y por qué reapareció arriba. No creo que él mismo lo sepa. El comandante Malcombe está preparando todo para la evacuación pese a que Michael sigue afirmando que el cubo debería permanecer aquí. Nada parece tener ya sentido.

La siguiente escena ya la habían visto. Nuevamente el extraño alienígena apareció en la pantalla. Aquello, fuera lo que fuera, no era humano. Como revelaba la miniatura de la escena se trataba de una criatura con un aspecto vagamente humanoide que tenía una cabeza enorme, amorfa y desproporcionada con respecto al resto del cuerpo. Sus brazos eran en realidad una serie de tentáculos que se movían de forma espasmódica, al igual que sus piernas. Toda su piel era grasienta, parduzca. La imaginación de los soldados le dio un aspecto viscoso pero en realidad aquella piel era más bien árida, seca. Quizás por suerte se encontraba de espaldas a la cámara y por lo tanto no podía verse su rostro.

Se encontraba en una posición que permitía imaginarse a alguien postrado ante un altar. El cubo, en su posición habitual, presidía la escena. Si no fuera por el lugar en el que se encontraban podrían pensar que todo era un montaje, una burda película de la Hammer. Pero no. De alguna manera ellos sabían que todo lo que estaban viendo era terriblemente real.

Pero en realidad no sucedía nada. La criatura permanecía postrada ante el cubo delantando su consciencia solamente porque sus tentáculos se movían. Permaneció así un par de minutos hasta que de pronto, de forma lenta y premeditada, cuatro de los tentáculos se elevaron hacia la posición ocupada por el cubo. Lo hicieron lentamente, con cierta reverencia. Aprisionaron la superficie del objeto y pulsaron sobre varios puntos de sus caras. De pronto el curo pareció girar sobre si mismo, como si todas sus piezas fueran móviles. Una luz iluminó la sala, cegando la cámara durante unos segundos.

Al disiparse la figura ya no estaba allí. El cubo permanecía en su posición habitual pero no había ni rastro de la criatura. La grabación, sin embargo, no se paraba. Grababa ahora la cámara vacía con el cubo en medio, desafiante.

Pese a que el desconcierto volvió a la mente de los soldados al revisar la escena del alien Baronetti no apartó la mano del teclado, descubriendo la siguiente escena. El científico miraba a la cámara con un rictus de terror:

- ¡Hemos visto a esa cosa! ¡No es posible! He revisado la grabación una y otra vez deseando encontrar una explicación pero no la hay. ¿Qué era eso? Manipuló el cubo y desapareció. El comandante todavía no lo ha visto, ni Michael... No sé si debo enseñárselo pero... ¿acaso no estamos todos en peligro?

La siguiente grabación reflejaba que el científico había enseñado la proyección a sus compañeros:

- El comandante está rastreando el perímetro. Michael dice que es posible que el cubo traiga cosas del otro lado pero me resisto a creerlo. ¿No era una llave de viaje unidireccional? Si aceptamos que puede traer algo de vuelta entonces... ¿tendrá razón Michael y deberíamos dejarlo aquí? ¿Qué sucedería si lo llevásemos a Washington y algo cruzase a nuestro lado?

En la siguiente escena parecía algo más calmado:

- El comandante está meditando en la posibilidad de que la Clave sea un Caballo de Troya. Sin embargo parece decidido a cumplir su misión. Esta noche dormiremos arriba de nuevo, haciendo guardias. Estoy tan cansado...

La siguiente toma parecía tener lugar al día siguiente:

- Todos hemos tenido pesadillas. Este lugar está acabando con nuestra mente. Yo... estaba... era de nuevo el Area 51. Que dios nos perdone. La autoridad venía de arriba y, después de todo, esos hombres estaban ya condenados... No...- el hombre guardó silencio un buen rato - Yo servía a mi país... No... Veo sus rostros, sus cuerpos momificados... Oh dios mío... ¿Y si lo que hay arriba era lo mismo? ¿Acaso no hacemos más que repetir errores del pasado?

Baronetti levantó su mano al acabar de ver las escenas.

En ese mismo momento un aullido gutural se escuchó a lo lejos. Un aullido similar al que haría una bestia salvaje de proporciones descomunales en la selva. Y pese a estar dentro de un bunker de acero ninguno de los presentes pudo evitar sentir un escalofrío de miedo atávico.

Mavs se puso tenso tras escuchar el aullido. Los videos le inquietaban en menor grado, ya que eran divagaciones, pero el aullido era real, algo fuera estaba enfadado y el creia saber porque... estaban en un lugar que no deberian estar.

-¿Han dicho algo sobre Egipto y el pasado oscuro? El cubo no me llevo a ese sitio... Maldita sea no entiendo nada....-Dio un golpe al aire con frustracion, tras lo cual encendio otro cigarro.Ya habia fumado casi todo su tabaco y eso tambien le ponia nervioso. Dio una gran calada e intento tranquilizarse para luego hablar- Han hablado de la Clave y por como lo han dicho creo que es el nombre del Cubo... Baronetti, pon denuevo la imagen del alien con el cubo, aver si podemos ver que hace con el y deberiamos de repasar lo que decian en otros videos respecto a la Clave suponiendo que sea el cubo, quizas tengan mas sentido ahora...

Se dirigio hacia Mills y se puso en cuclillas mirando hacia la pantalal y luego a la puerta.

Ahora es cuando realmente necesitamos que nos guie sargento...

Baronetti volvió a poner la escena que su compañero le había ordenado. Lo hizo casi instintivamente respondiendo una órden simple, como si nada... Es más, si le hubieran ordenado disparar a la pantalla un tiro lo hubiera hecho sin más... Lo cierto es que estaba algo aturdido, conmocionado. Verán. Largo tiempo había escuchado voces en su interior durante aquella "travesía"; emociones y pensamientos pesonificados que no hacían sino atormentar a aquel pobre desvalido, aquel que nunca había hecho daño a nadie, y sin razón alguna ¿Porqué a él? ¿Porqué desviar su atención de la misión con insondables palabras que le maltrataban?

Pero, ese aturdimiento, en esos momentos, fue diferente. Fue algo más... ¿cómo decirlo? ¿físico? Si, es posible. Aquel aullido le recordaba instantáneamente a los monos que habían acribillado o al ser al que le había hecho estallar una granada en las afueras del templo... Sin embargo, a estas alturas, pese al búnker, cualquier cosa era de esperar... El chico estaba seguro que aquel escalofrio sería un simple eufemismo de lo que podrían esperarles fuera...

Baronetti volvió a colocar la imágen que acababa en luz blanca, la del "alien" manipulando el cubo. Acto seguido, se palpó un bolsillo interior, sacó el paquete de tabaco con su último cigarrillo y se lo lanzó a Maverick.

-¡Atrápalo! -le dijo casi sin tartamudear mientras el paquete volaba haciendo una parábola.

-Es...eso dijo... -respondió Baronetti-, habló de fa...farones y esos si...sitios...ma..madre mia... Pe... pero hay algo que me ha impa...pacientado... y cre... creo que con lo cu...cual se me han... han...ejem...han quitado las ga...ganas de dormir...: las mo..momias... Hab...hablaron del área 51... ese si...sitio...

El chico cogió aire y mirando la pantalla con una vista perdida, mientras el alien manipulaba de nuevo el cubo hasta desaparecer, dijo:

-"Me hu...huelo" a que en a...a...aquel lugar momi... momifican a gen...gente y las con..convierten en lo que...lo que... ejem... lo que hay en la entrada, esas mo...mias... ¿Reos y co...condenados? Sospe...pecho que expe...perimentan con conde...denados a mu..muerte, ¿po...porque no? ¿que ten...tendrían que..p...p...ppperder? ¡¡Maldi...malditos perracos!! Ya en los...los videos habí...había esce...cenas de experimen...mentos... quizá de ese Á...Área... ¿có... cómo se puede ser ttt...t....tan cruel...?

Acto seguido, y de forma inapreciable para sus compañeros, de nuevo una voz se ciñó al pobre chico en su cabeza, respondiendo a su última pregunta en particular.

-(¿¿¿???): ¿Y tu...? Ja ja ja -se hizo notar una voz reverberante-, ¿Y tu te preguntas eso, colega?

El aullido se repitió una vez más aunque ahora parecía más lejano. Luego hubo un silencio nada tranquilizador.

El cabo Morriset negó con la cabeza sin decir palabra. Empezaba a ponerse nervioso y le picaban los ojos de tanto fijarlos en la pantalla con aquella luz ambiental tan reducida. Se los frotó con fuerza utilizando dos dedos, mientras pensaba en todo lo que acababan de escuchar. Por encima de todo, le inquietaba el ser repugnante que habían podido ver en las grabaciones. Si hacía falta alguna prueba más de que no estaban solos en el universo, ahí estaba. Pero además... ¿Egipto? Llevaban todo el día viendo símbolos sumerios y ahora les hablaban de faraones egipcios. ¿Sería casualidad? El cabo lo dudaba...

Y de pronto, ese aullido. Un aullido que le devolvió a la realidad más cruda, y le gritó a su mente que aún seguían en aquella maldita selva, dentro de un maldito búnker y con aquél espantoso Cubo. Nada había cambiado, excepto el hecho de que ahora eran uno menos. Sí, ese científico tenía razón. Aquella cosa, fuese lo que fuese, tenía el poder de torcerlo todo a su alrededor...

- ¿Qué coño habrá sido eso...? -preguntó a nadie en particular. Entonces respiró profundamente para calmarse un poco-. Bien, ¿qué vamos a hacer? ¿Seguimos viendo vídeos hasta que algo nos momifique a nosotros también? Empiezo a morirme de ganas de actuar y además, el sargento necesita atención médica...

-Si, deb...deberíam...amos movernnn...nos, cabo... -dijo el chico. Sea lo qq...q... que sea eso, puede ma, matarnos, pero ya nos he, hemos cargado a otro de esos... bueno, o pa...parecido... aun...aunque lue...luego supi..pi...ejem...supiéramos que reviv...vivía... Pero an...antes de ha...hacer na..da, Morris...set... ¿de ver...verdad que ust...usted no sabe usss...usss...ejem...usar ese cubo? An...antes abrió la pu...puerta de este si...sitio como si...si...ejem...si nada.

En eso momentos, mientas la escena repetida del hombre y la luz blanca se repetían, Baronetti cogió su cuchillo de caza.

-Se...será mejor que nos pre...preparemos...no de...deberíamos fi..fiarnos... y lo de dorm...dormir... mm...he cam...cambiado de id... id...idea... ¿y bi...bien, cabo?

Mavs repaso el video que habia puesto Baronetti y se guardo el cigarro.

Siguio en cuclillas escuchando a sus compañeros debatir y mientras esperaba la respuesta de su Sargento, que parecia que estaba mas muerto que vivo, se dirigio al cuerpo de Bings y se puso a la espalda el lanzagranadas y recogio la municion. Baronetti tenia razon, debian estar preparados. Parecia que el "Chico" estaba aprendiendo a marchas forzadas el oficio del soldado y parecia que su iniciativa, aunque "entrecortada" por su tartamudeo, hizo que Mavs se relajara un poco. Estaba con buenos soldados, si seguian juntos no habia nada que no pudiesen superar, aunque aquel pensamiento se frustro rapidamente cuando elevo la mirada y vio la cara de Bings.

Buenos soldados...

Apuro la ultima calada del cigarro y volvio junto al sargento, tirando la colilla hacia una esquina de la sala, seguia sin moverse ni contestar.

-¿Sargento?...-Dijo suavemente mientras le daba unas tortitas en la mejilla- ¿Sargento?....

orthanc dijo:

En realidad quise poner Baronetti (el post no me deja editar).

El sargento salió de su estupor con un gruñido. Estaba dándole vueltas a los vídeos, sin lograr sacar nada en claro. Cada poco de luz que arrojaban lo tiraban a un profundo agujero oscuro cuya existencia desconocían hasta entonces...

- Mmm... sí, aún no se porqué se dejó convencer el comandante para quedarse aquí. Este lugar... - torció el gesto, recordando el aullido. - Nos iremos de aquí. - aunque titubeó un segundo ante la tentación de ver cómo evolucionaban los vídeos, por más que sabía el desenlace.

-Sa...sa...sargento, ¿qué barrun...rrunta? -replicó el chico-, Esos videos sss...son lo que son, "ba...ba...ejem...basura incomp...pr...prensible" de las altas esfff, feras, no hay duda... Creo que nu, nu... nuestra prioridad es a...a...ahora salir de aq...quí, y, Dios no lo qui...quiera -asombrosamente no dijo esto último como un frase hecha...-, enfr...fr...frentarnos a esa cos...cosa...

Luego el chico se acercó a Mills, se agachó y le tendió el hombro y el brazo.

-Está herid...o, de eso no hay d...d...duda, le ayudare...re...ayudaremos a salir de aquí, pu...puede agarrarse si quiere... aún me queda otra ma...mano con la agu...agujerear carne ex...extrate...te...ejem...terrestre...

Baronetti, mientras se estaba agachando esperando la reacción del sargento, se dirigió a Maverick mientras miraba el cuerpo de Bings fijamente.

-Mav... ¿po...porqué no revi...revisas bien el cuerp...cuerp...ejem... cuerpo de Bings? Nos lle... llevaremo sus ar...armas, no só...no sólo el lanza...za...zagranadas...

- Tranquilo muchacho, creo que... ngh... podré sólo. - El sargento conservaba su orgullo - Y tu no es que estés mucho mejor.

Baronetti tenia razon, podrian usar el C4 y el subfusil de Bings. Mavs se aproximo denuevo al cuerpo y le quito la mochila, en al que tras cachearle guardo todo lo de posible valor.

Al acabar, llevo la mochila al lado del sargento y se quedo mirando, como esperando instrucciones. Mavs preferia probar suerte con el cubo denuevo ya que la idea de encontrarse con "La Bestia" no sonaba muy bien. Sin embargo el plan de usar el C4 para matarla seguia ahi.

Depronto cayo en la cuenta de un pequeño detalle.

-¿Como narices abriremos la puerta? Por alguna extraña razon el otro grupo podia pulular sin problemas y abrir y cerrar la puerta.

Se aproximo a la entrada buscando algun panel, pomo o manivela de apertura.

-Pulsan...san... sando des...des dentro, co...como hizo el ca...ca...ejem...cabo ¿no creé...éis? Eso es tar...tarea pa...papa...para Morris...set... -el chico miró al cabo. Ten cui...cudado, Máverick.

Morriset se acercó a la puerta despacio y se quedó mirándola. Algo dentro de él le preocupaba, algo que sabía y que no había dejado de carcomerle el subconsciente desde que habían entrado en aquella sala.

- La cuestión no es como la abrimos -dijo, respondiendo a Maverick-. La cuestión es que ahí fuera puede haber de todo aún y quizá no sea seguro salir. ¿Habéis olvidado la luz...?

Sólo de recordar la huida frenética a las entrañas de aquél templo se le revolvía el estómago. A pesar de que aquél ambiente y la situación le agobiaban cada vez más, no estaba seguro de querer abandonar la seguridad que les había proporcionado ese extraño refugio subterráneo.

Suspiró profundamente con fastidio.

- Menuda mierda... -dijo simplemente, mirando aún la puerta de salida.

Entre huir hacia dentro del templo y huir hacia algún lugar lejos de ese, Mills tenía pocas dudas de qué prefería.

- No es que las haya olvidado pero... ¿Podemos estar seguros de que no entraran aquí en algún momento? - recordaba uno de los vídeos en el que un científico era atacado por las luces ahí dentro, tras, aparentemente, haber hecho algo o manipulado el cubo.

-E... esa co...cosa estuvo aqu...aquí dentro una v...v...ejem...vez... pues la he...la hemos vist...isto. No esta...taremos seguros en nin...ninguna parte, por mu...mucho bunker que sea ést...éste... Sargento, mi opini...nión respecto a es...es...ejem...eso que dice es que ....NO.

Baronetti se mojaba los labios con la lengua, mientras pasaba su cuchillo una y otra vez por la tela de la manga, intercalando cada una de las caras de la hoja entre cada pasada.

-Mi tio, mi... tio Pelucho me envi... envió aquí para de...mostr...mostrarle mi capa...pacidad... No querr...querría defrau...fraudarle... no qui... quiero morir aquí, y me...menos amargado entre un ma...ma...ejem...mar de dudas hip...hiperbólic...bolicas...

Al chico le daba la sensación que el Sargento Mills había perdido esa parte de liderazgo que tanto le caracterizaba. Claro que, quizá fuera porque estaba herido, y era comprensible...

-Sargen...gento, ¿e... está seguro que pu... que pu, puede guiarnos?

Morriset volvió a suspirar. Finalmente asintió, sus compañeros tenían razón. No lograrían nada ahí dentro, ahora que sabían que estaban tan poco a salvo como fuera.

- Bien, pues larguémonos... -dijo al fin.

Temía el momento en el que aquella puerta se abriera, pero no podían hacer otra cosa. Sólo había dos salidas, la puerta o acabar uniéndose a Bings y a esos pobres desdichados que yacían en el suelo.