Partida Rol por web

"Ah, ¿Vas a venir a mi barco a decir lo que és o no és?" - Contesta el capitán algo malhumorado por las palabras de Dothur.

"Vuestro enano es un bocazas follatroles y quiere que su nidito de amor le salga más barato." - Los marineros de alrededor se rien con una sonora carcajada ante las palabras de su capitán.

"Deja que los hombres de verdad hagan negocios..." - Dice mientras coge el dinero de Bael.

En un afán de no complicar las cosas, Dothur se queda callado. Finalmente conseguís atracar en el puerto y bajar a Gulog en su jaula.

El registrador os para y os hace algunas preguntas sobre el lugar de donde venís. Le explicáis que sois una especie de circo y parece no importarle mucho, ya que Gulog está bajo control en su jaula. El puerto está a rebosar de comerciantes y guardias. La mayoría os miran con una mezcla de curiosidad y miedo, pero no parece que os vayan a molestar.

El troll de vez en cuando se despierta, pero vuelve a dormirse al instante, el efecto de la droga no durará más que unas horas.

Sigue pasando el tiempo. Todo es confuso y siempre estás adormilado, no te das cuenta de la mayoría de cosas que ocurren a tu alrededor. Últimamente Dothur se ha quedado a dormir contigo y a contarte cosas que no te interesan, pero las ignoras debido al sueño y confusión que tienes.

Una mañana sientes como te mueves sin mover un musculo, la luz del Sol incide en ti por primera vez en días. Abres los ojos y está todo borroso, hay muchos colores y ruido. Vuelves a dormirte.

-Bueno, ¿a dónde vamos?

- "Deberíamos proveernos ya mismo de una jaima o alguna tienda de campaña mientras terminamos de planear la ruta o conseguir viajar junto a alguna caravana. ¿Quizás tendremos que dormir en las afueras? No creo que haya habitaciones para troll en las posadas"

Me acerco a cualquier grupo de estibadores que haya cerca y les pregunto: -Buenas tardes, ¿Sabéis donde podemos conseguir un carro para transportar a la bestia?

Presto atención a la multitud de personas que se mueven por el puerto. Los que parecen locales, los que parecen marineros o mercaderes de otros lugares...

 ¿Distingo distintas razas? ¿alguien con aspecto interesante para lo que necesitemos?

¿algun vendedor de camellos o monturas similares? ¿alguien nos observa?

Los estibadores le señalan a Dothur una calle por donde veis que comienza el mercado.

Hay todo tipo de razas, bastante exóticas además. Desde humanos hasta imponentes loxodones. Lo que no veis son elfos ni drows.

Todo parece exóticos y os miran de forma extraña, en parte por el troll.

El comercio se extiende por la calle indicada a Dothur.

-¡Vamos! -digo adelantándome.

Busco algún puesto o tienda que vendan cuchillos o dagas. También busco algún botín fácil de robar mientras mis compañeros llaman la atención. 

Hay algunos puestos donde venden armas, hay de todo, incluso cuchillos. Referente a robar algo, los guardias patrullan constantemente, eso hace que los mercaderes solo se fijen en los clientes con los que negocian, realmente no les preocupa que alguien intente robar de los expositores.

La zona está saturada de gente sobretodo en los laterales, aunque en el centro de la calle se abre un pequeño y estrecho canal por donde pasar.

Voy hacia el puesto donde aparentemente venden cuchillos con intención de preguntar el precio. 

Yador se acerca a una tienda en cuyos estantes hay armas. Al ver que se acerca un cliente, uno de los comerciantes de la tienda se acerca rápidamente. Los demás vais con él tirando de la jaula de Gulog, la gente se aparta al veros pasar.

"¡Tienes buen ojo amigo!" - Le dice a Yador cuando se acerca. - "Bienvenidos a mi tienda, soy el gran comerciante Kazad, ¿Que necesitáis?" 

Yador le pregunta sobre dagas y cuchillos arrojadizos, por lo que rápidamente el comerciante coge una tela enrollada y la despliega, mostrando dagas exóticas y de alta calidad.

"¡Estas dagas son del mejor acero de Kan! Tengo un acuerdo comercial con las minas subterraneas de Un'Darash, no encontrarán este tipo de acero en ningún lado."

Las dagas son de una calidad excelsa, os invita a cogerlas y probarlas, son muy cómodas además de parecer que las heridas que dejan son mortales.

Mientras contempláis las dagas, saca otra tela enrollada con muchos cuchillos iguales.

"¡Estos cuchillos arrojadizos, aunque son de un acero calidad algo menor, tienen unas propiedades y unas formas que son idóneas para alcanzar a los objetivos sin desviarse!"

"¿Desean ver algo más o ya le han echado el ojo a algo de lo que les he enseñado?"

-¿Cuál es el precio de cada artículo?

Miro detenidamente la tienda del comerciante.

“¿Tienes espadones?”

Para las dagas en el mismo orden: 47 monedas de oro,  42 monedas de oro, 52 monedas de oro.

Los arrojadizos, cada set (es decir, ocho cuchillos) son 24 de oro.

Kazad se gira para contemplar a Bael.

"!Claro, espadones para caballeros como usted, sí!" - Rapidamente se gira y va a la trastienda.

Me mareo un poco al ver el precio y me tambaleo levemente.