Partida Rol por web

Ante la llegada de el novio, los ojos del genio comienzan a crecer, desmesuradamente, como solo en los dibujos podia ocurrir, y llegan a ser tan grandes como su propio el cuerpo mientras las señales de alarma saltan en su mente.
De nuevo dividiendose y adaptando distintos papeles(camareros, acomodadores, fotografo, el de la camara del reportaje e incluso el niño de las arras, con unos tirabuzones rubios monisimos), se reparte por toda la sala y comienza a hablar a casi todo el mundo a la vez, en susurros, para no interrumpir la entrada del radiante novio y de la que pronto será su mujer, la bellisima Jasmine

- Por favor, vayan tomando asiento - digo a Aladin
- Despejen el camino central, por favor - susurro a unos cuantos que no se habian percatado de la presencia de Jaffar
- Niño, no toques esas flores - Uno de los hijos de Cenicienta, en verdad me ponia de los nervios
- Señor - de nuevo hablando a Aladin - Tome asiento y alejese de la mesa, por favor
- Encantado de verte, Quasi, te veo mucho mejor....te veo mejor.....te veo.... - Me caia bien, pero era dificil de ver
- Señoras, están ustedes radiantes, deliciosas, espero que disfruten de esta boda - la verdad es que el tiempo no pasaba por algunas
- Señor - por tercera vez hablo a Aladin - le ruego que deje de mirar la mesa del banquete, el novio está entrando
- No, no, no, no, no, el arroz es justo despues del enlace, no ahora, estropeariais el enlace - otro hijo de Cenicienta, es que esa mujer, tan mojigata como parecia y resulto que despues de todo, era como una coneja....
- Flynn, viejo amigo, guapiiiiiiiiisimo, como siempre, luego tomaremos algo, cuando todo esté en orden.
- Por última vez, Aladin, se que has sido tu el que has empezado la bandeja de los canapés, no me obliges a echarte del enlace, creo que eso desagradaria a Jaffar y a la dulce Jasmine, seguro que si....
 

-Mulán?? Ten lo ojos abiertos tengo el presentimiento de que nos vamos a hacer de oro en esta boda - 

Cuando llego Jaffar note un escalofrío por todo el cuerpo, agarre a la mano de Mulán en señal de protección. Todo el mundo miraba el báculo que tenia el novio agarrado como si de ello dependiera su vida.

Sabia que algo iba a pasar, lo intuía y como buena guerrera que soy, ese instinto no me falla nunca.

- Princesa, porque no nos cambiamos de sitio? Mulán me miró de reojo. Es casi imposible que yo pueda engañarla, pero cuando mi intuición me dice que puede estar en peligro soy la mejor actriz y le puede mentir como una bellaca que me cree de cabo a rabo. - No me mires de reojo princesa, lo digo porque en breves nos dará el sol de pleno durante toda la ceremonia y dios sabe cuanto va a durar y con una lagartija de color rojo ya tenemos bastante. No quiero que acabes quemada, no soportaría no poder tocarte por que estés churruscada. Claro que soy buena mintiendo :)

Abrí los ojos todavía más y ahora mas que nunca estaba atenta a todo lo que pasaba a nuestro alrededor y al final seguro que no me iba a aburrir como había pensado, podría apostar mi arco a que esto se iba a poner muuuuy interesante y resultaría una boda por todo lo alto por los líos que se iban a formar.

Hice caso a mi pelirroja y nos movimos a otro asiento de su eleccion. Pobrecita mia, zanahoria como es ella, en cuanto la besa el sol se pone como una gamba...

Mushu se acomodo entre mi recogido y mi cuello y yo le di la mano a Merida.
Me acerque a su oreja y le susurré.

- Cielo, el apreton de mano cuando aparecio Jaffar...?- dejé la pregunta abierta como si hubiese añadido un "a qué vino?" - A ti tampoco te gusta el tipo este, no? Si es que estas heteros estan como jodidas cabras...lo que hacen por un pito, madre...

Senti un tiron de pelo y le di un nicle a Mushu.

- Siii, ya lo seeee...pero ya no estoy casada con el... - le dije al lagarto

Me quedé de piedra cuando mi princesa me formulo la pregunta, si me dan una bofetada no la siento.

-No era nada, simplemente para que te fijaras, es el colmo de la ostentación, no soporto a este tío, no entiendo como Jasmín puede contraer núncias con ese esperpento- Menos mal que pienso rápido, un día de estos me pilla la muy jodida.

-Cuanto durara esto? Ya empiezo a estar cansada de estar aquí haciendo el jilipollas. Solo pienso en que al final se va liar porque no hay manera de arreglar esto. Quien crees que la liara antes?

Mientras hablaba con Mulán seguía con los ojos puestos en Jaffar y su báculo, de verdad cuanto mas lo veía mas altas sonaban las alarmas en mi cabeza. De vez en cuando echaba una visual al resto de los invitados.

Cada vez que veía a Aladin tenia los ojos puestos en la comida, el bueno de Quasi esta viendo a Ariel con ojos de corderillo degollado y como era de esperar el simplón del príncipe azul esta buscando a su próxima victima ya sentía compasión por la mujer que tendría que aguantarlo toda la boda. Pocahontas creo que ya se estaba frotando las manos con el próximo divorcio, era una buena ardilla para los negocios la jodía. Ariel estaba a lo suyo viéndose uno de sus tatuajes supongo que sería el último que se había echo, pienso en como reaccionaria su padre si la viera (como dicen en mi tierra: Muito che cambiou o conto) Pero después de revisar con la vista a los mas allegados volví las vista a Jaffar y estaba viendo a alguien que no reconocía con una mirada casi asesina.

-Cariño, reconoces a ese tío al cual Jaffar parece que lo va a matar con la mirada??

Tras la miríada de comentarios que Jaffar provocó con su ostentosa aparición (cosa que, para ser ciertos, satisfizo al mago sobremanera, que por algo se había puesto tan guapete) el novio hizo un leve gesto a la banda de instrumentos animados, para que dieran comienzo a la tan esperada (y manida) marcha nupcial que anunciara a la exhultante novia.

Todos y cada uno de los instrumentos comenzaron al unísono una perfecta melodía (chanchanchaaachaaaan chanchanchachaaaaan chanchanchancha chan chachan chanchachaaaaan) haciendo que los rostros de todos los presentes se girasen para recibir a la bellísima novia...

...

...

...

pero allí no había Jasmine ninguna.

Jaffar enarcó una ceja, e instó a la banda a seguir tocando.

chanchanchaaachaaaan chanchanchachaaaaan chanchanchancha chan chachan chanchachaaaaan

Y nadie apareció.

Jaffar enarcó una segunda ceja y sonrió nervioso, comenzando a sudar.

chanchanchaaachaaaan chanchanchachaaaaan chanchanchancha chan chachan chanchachaaaaan

La tos nerviosa del fraile Tuck rompió el momento de tensión por un instante, pero allí...seguía sin haber novia.

La cara del hechicero era todo un poema que comenzaba a tornarse violeta...

Esos piscolabis tenían una pinta espectaular. Pero mucho mejor era la cara del "novio" a ver que su "novia" no llegaba. Una unica pregunta rondaba sin cesar la cabeza de Aladdin.

Oye, Quas, una priegunta, que yo sioy un pioco inexperto en biodas y siolamente me he casiado una viez. ¿Si no hay bioda, hay bianquete?  Y aunque no haya bianquete, ¿habriá biarra libre? Porque tiener que aguantar tiodo éstio, y no pioder tomiar ni siquiera unas cuantas copias, puede sier, cuánto mienos lamentable, además, con éste calor..

En el fondo Aladdin sonreía por dentro. Jasmin estaba dando una lección a ese malnacido embustero, hipocrita, hijo de una hiena de Jaffar, y eso, alegraba en exceso a Aladdin, que revelaba, que aunque fuera remota, muy muy remota, podría haber una posibilidad de recuperar a su ex, y de comer gratis a la salud y dinero de su rival. Una comida gratis siempre es bienvenida.

Pues la verdad no lo creo, Aladdin. Respondió el contrahecho muchacho. Y menos que llegue a la barra libre.

Quasimodo estaba un poco sorprendido, no esperaba que Jasmine no se presentara a su boda. ¿Acaso no quería casarse con Jaffar? ¿O quizás ocurría algo más oscuro? Se mantuvo al lado de Aladdin por si las moscas y le susurró ¿Quieres que me acerque va ver que ocurre? Ya sabes que puedo ser muy... discreto.

Aquella boda no me hacía mucha gracia, quiero a Jasmine, no en vano es mi mejor amiga y me preocupa su felicidad, pero ese tipo, Jaffar, no me gusta nada de nada, además no me da buena espina. Siempre he creído que no tramaba nada bueno queriendo hacerla pasar por la vicaría. Además, y pensando en mí, esta ese pequeño detalle sobre mi futuro próximo, si Jasmine se casa ¿dónde voy a vivir? no podremos seguir siendo compañeras de piso con Jaffar de por medio y se me acabará el chollo... 

Justo tenía eso en mente cuando hace su entrada triunfal en la boda ese Jaffar -¿qué le ha podido ver Jasmine? porque mira que es feo y desagradable. Algo raro ha pasado aquí para que la engañe de este modo. No hay más que verle con ese aire de superioridad con el que se aproxima al altar. Alguien debería explicarle que la protagonista del día es la novia.

La música comienza a sonar y espero la aparición de mi querida amiga, pero para sorpresa de todos los presentes, incluido el novio, Jasmine no aparece. No puedo evitar que una leve sonrisa invada mi rostro. Al final Jasmine va a dejarle plantado en el altar. Esta sí que no me la esperaba.

Pero un pensamiento me invade. Probablemente he sido la última persona en ver a Jasmine antes de venir hacia aquí. La dejé en casa ya preparada y vestida de novia. -Vaaaaaaaaaaaaale, cierto es que intenté quitarle la idea de casarse de la cabeza... y muchas veces... pero no me hace mucho caso últimamente, sobre todo porque no le gusta mi cambio desde el divorcio. -Me inquieto un poco -Seguro que Jaffar pensará que es cosa mía y vendrá a preguntarme por ella y no tengo ni idea. de qué le ha podido pasar. -me enfurruño sola -Agh, no me apetece enfrentarme con aprovechado.

Me pego hacia la silla que tengo justo a mi derecha, la de Pocahontas y le susurro -¿Qué crees que puede esta pasando con Jasmine?

Todo iba de maravillas, hasta que la novia decidió no presentarse.

Oye, que lo veo fantástico. Esto de casarte para toda la vida y ser felices y comer perdices no es para mi. Y si la muchacha no quiere casarse, pues perfecto, que no se case.

Aunque decidirlo el mismo día de la boda, ha sido un poco duro para el novio.

Aunque siendo quién es el novio, que le folle un pez.

Y no un pez como Ariel. No. A esa si que me la...

¡Eh! ¡Seguro que ha sido cosa de los nervios!

El Príncipe Azul se levantó de la silla, para ponerse de pie allí en el lugar, con los brazos levantados.

- ¡Jaffar! ¡No te preocupés, macho! Seguro que a Jasminsita le dio el miedo escenico de ese. ¡Lo he visto mil veces en las bodas! - Fue abriéndose paso hasta salir al pasillo. - ¡Dejalo en mis manos! ¡Seguro que estará toda nerviosa esperando salir! - Miró a su amigo Aladdin y le guiñó un ojo. - ¡Paso! ¡Paso! ¡Voy a por la novia! ¡Paso! -

La cara del hechicero supremo ya estaba lívida y morada de por sí, pero escuchar las palabras del maldito Príncipe Azul fue la gota que colmó el vaso, haciéndole estallar.

¡AAAAARGH! gritó elevando su mirada al cielo, los puños crispados por la tensión. ¡TODOS FUERA! ¡SE ACABO EL ESPECTACULO, QUE TODO EL MUNDO SE MARCHE DE MI CASA!  ordenó abandonando él mismo el altar, al despistado fraile Tuck que no se enteraba de nada, y a todos los presentes. No contento con eso, según pasaba al lado de la orquesta animada, que seguía tocando porque nadie les había pedido parar, realizó un pase mágico con furia y desdén, que hizo que todos los instrumentos enmudecieran, perdieran la vida, y cayeran al suelo inertes.

Justo antes de dar un portazo, se pudieron escuchar sus últimas y furiosas palabras

¡GENIO!¡VEN AQUI INMEDATAMENTE!

no me gusta el aspecto que estaba tomando esto y menos aún cuando jaffar me llama a mi, especificamente, a su presencia, pero no es la primera vez que estoy frente a él a solas, por lo que, sin hacer ninguna gracia ni movimiento a los que estoy acostumbrado, sigo a jaffar a tan solo dos pasos, hasta que él decida detenerse

El genio entró en la casa de Jaffar tras el hechicero, que ya estaba destrozando cosas para descargar su frustración. COsas muy caras y valiosas, muchas antigüedades irremplazables. Pero cualquiera decía nada...

Al final de su arrebato el hechcero se giró con los ojos inyectados en sangre, observando fíjamente a su subordinado, en teoría, más leal.

¿Tú sabías algo de esto? ¿Sabías lo que iba a hacer esa maldita muchacha alocada?

Mientras Flynn sacaba de sus casillas a Jaffar, Quasimodo fue dando pasitos para, poco a poco, salirse del plano. Intentaba que nadie se diera cuenta, pero si los demás no le delataban lo importante al final sería que Jaffar no reparase en él. Una vez llegó cerca de la parte trasera de las mesas de banquete se marcó un Will Smith. Fuera de la vista del hechicero empezó a acercarse furtivamente hacia la mesa más cercana a la puerta por la que había entrado el arrogante visir. A mitad de camino Jaffar estaba echando a gritos a los invitados.

El brujo llamó a gritos al desdichado genio de la lampara mientras giraba en redondo.

Agazapado, Quasimodo aguardó su oportunidad...

Flynn se encogió de hombros.

Al final, la novia no se había presentado y por lo tanto, el novio se había puesto muy furioso y comenzó a tirar a los invitados fuera de la ceremonia.

Pero el Príncipe Azul no había recorrido un largo trecho sobre un glorioso corcel para no ver a la novia, o ligar con alguien mientras bailaba, o comer algo de lo que allí había. Por eso, aprovechó el momento de confusión, mientras Jaffar echaba a la gente, mientras todos salían de allí por patas, para acercarse a la mesa de las tartas y pillar una rápidamente.

¡Eh! Que su amigo Aladdin tenía hambre. Por lo menos, tenía que probar la tarta de chocolate. Que menos por haberse venido hasta aquí, oye.

Y con la tarta en la mano, salió del lugar.

Primero, iba a llenarse el estómago y después... bueno, después ya vería que hacer.

Mire Ariel y eleve una ceja ante todo el espectáculo - Quizás no quiera tener que pagarme un segundo divorcio... - Pues una cosa era no casarse con el primer hombre que aparece en tu vida como hacían todas las princesas, pero casarte con el malo egocéntrico eso tampoco era muy inteligente.

- Vamos a buscarla.. - Le susurre y me acerque a Mulan y Merida - Chicas... vamos a ver si encontramos a Jasmine - Tras ello comencé andar hacia la casa, evidentemente no por donde entro en enfadado Jafar, si no rodeándola y buscando otra entrada, lo ultimo que me apetecía era discutir con un novio plantado en el altar, y mas con uno como Jafar, que solo hay algo en el mar largo que su perilla y es su ego.

Esto no pinta nada bien...

Buscar a Jasmine... -lo veía una opción lógica -¿Dónde se habría metido?

Opté por llamarla al móvil. Ya que Jaffar nos echaba de la boda con tan malas pulgas, decicí salir en dirección a la puerta mientras marcaba el número de teléfono.

El teléfono daba señal...

Intentaba contenerme, pero era demasiado increíble como para no poder mostrar mis emociones. Jasmin había dejado plantado a Jaffar en el altar, y eso, era magnífico. Puede que lo más divertido que haya visto en años. La cara de Jaffar fue, simplemente, de recordatorio, además de que la gente hablaría de ello durante decadas, y eso lo enfurecería aun más.

Vi como el el Principe Azul se acercaba a la mesa del banquete, y entre la confusión, intenté seguirle. Cuándo arrancó un par de trozos de tarta me quedé totalmente pasmado, eso era algo que se hubiera esperado de, digamos, yo, así que para quitarle hierro al asunto, me hice con 3 copas y un par de botellas de lo que fuera, siempre con intencion de que fuera lo más caro de la mesa, para corrernos una buena juerga, el Principe, Quas y yo.

¿Pero donde se había metido Quas?

No creo que tenga que precuparme por él ahora mismo, en teoría debería ser el chico al que todas querrían echar el anzuelo, pero por alguna razón que desconozco, no lo es. Raro, muy raro.