Partida Rol por web

El segundo grupo de soldados vuelve a abrir fuego sobre Erf'ea, viendo que Deecan ahora es un objetivo muy difícil. Aprovechando que sus oponentes se cubren para evitar los disparos, ellos toman posiciones también para evitar el fuego enemigo.

Sin levantarme del suelo, me asomo por un lado de mi parapeto y, concentrándome mucho en mi objetivo, trato de lanzar una roca contra el comandante, que es el blanco más fácil. Sin embargo, el adversario de Ighar está demasiado lejos, y no consigo concentrar la Fuerza suficiente como para alcanzarle, por lo que la roca pierde potencia y cae a medio camino, distrayendo ligeramente al comandante y creando cierta confusión entre los soldados.

Los soldados se posicionan para que el despegue de la nave no les derribe, y abren fuego contra Rolen'oedd, pero parece que su cobertura y el súbito movimiento del carguero hacen que fallen miserablemente.

Rolen dirige la nave como puede hacia el grupo de soldados de asalto que dispara desde el suelo, mientras intenta hacerse con los controles desconocidos para él, y al tiempo evitar los disparos de los soldados que se encuentran en el interior de la nave. Cuando la nave choca contra las rocas, el chirrido del fuselaje hace que se estremezca, pero espera que la distracción ayude a sus compañeros

Ighar exhausto tras sus heridas es incapaz de golpear a Brazo de Hierro.

Insisto en disparar a los soldados, pero con el polvo y los movimientos de esquiva de los soldados, no consigo acertar a nada. Aprovecho las distracciones para inyectarme el stimpack.

Los soldados consiguen esquivar el carguero, que se mueve con lentitud hacia ellos. La nave pasa cerca, rozando el suelo con el vientre, pero no a la suficiente velocidad como para suponer una amenaza real para los soldados.

Los soldados intentan devolver el fuego contra Erf'ea, pero la Fuerza del Destino bloquea las líneas de tiro, y son incapaces de plantear un buen ataque. Así que optan por ponerse a cubierto.

Brazo de Hierro sigue luchando contra Ighar en su duelo. Es incapaz de herir a su oponente, pero con un giro de muñeca, consigue lanzar por los aires el sable de Ighar y mandarlo al suelo, dejando al Mon Calamari con las manos vacías.

Viendo que la situación de Ighar es crítica, corro para acercarme al combate y vuelvo a intentar usar la fuerza para atacar a los soldados. En esta ocasión, la piedra impacta en su objetivo.

La piedra que lanza Deecan se lleva por delante a uno de los soldados. Sus compañeros, desde su cobertura, apuntan a esta nueva amenaza y abren fuego contra el humano.

Acribillado en mitad de mi carrera por una andanada aún mayor de disparos, me desplomo exánime.

No parece ser mi día, continuo realizando disparos sin demasiado tino, aunque desorientan ligeramente a mis objetivos.

Ighar desesperado se mueve para recuperar su arma.

Los soldados a bordo de la nave, disparan a Rolen'oedd, intentando evitar que arrolle a sus compañeros fuera.

Brazo de Hierro se acerca hasta Ighar y le vuelve a atacar con su espada. Bastante convencido de que queda poco combate por delante.

La nave empieza a hacer maniobras extrañas, mientras que en el suelo el combate prosigue. Aunque ahora sólo Erf'ea está en pie para enfrentarse a los imperiales. Los soldados de asalto abren fuego contra él, pero a pesar de la cobertura, su duro entrenamiento demuestra su eficiencia, y consiguen impactar al nautolan.