"Estimado Jack
Soy el representante del gremio de ladrones de Bahía Perdida. Hace poco perdimos a uno de nuestros miembros de nivel más bajo debido al problema con los servidores, a pesar de lamentar su pérdida, no podemos permitirnos tener una vacante en nuestro rooster. ¿Le interesaría reunirse conmigo en la sede gremial?
No supone ningún compromiso, pero quien rechaza una vez al Gremio de Ladrones, no dispondrá de una segunda oportunidad."
- Parece que no tengo nada que perder. - Pensé al leer el mensaje, así que acepté.
- Tengo una reunión. - Le digo a Naga. - Parece interesante, pero no se puede ir si no eres un ladrón. Así que nos veremos después.
Dicho lo cual, me dirijo hacia la Sede Gremial de los ladrones. Supongo que Naga puede acompañarme y esperar en la puerta, si eso es lo que quiere, pero lo dejo a su entera elección.
Naga te miró con cierta preocupación.
- Jack... ¿después volverás conmigo, no? - dijo mientras se acercaba tímidamente.
Miré a Naga y le sonreí. - Por supuesto. - Le respondí. - Aun me debes pasta. - Y le guiñé un ojo antes de continuar hacia el Gremio.
Ella sonrió y se despidió de ti. Parecía que aquella última respuesta por tu parte le había dado seguridad
Tras alejarte de Naga caminaste rumbo al gremio de ladrones. Frente a ti había una enorme puerta de madera. La verdad es que el lugar era un poco... cutre, por decirlo de algún modo. Esperabas algo más apoteósico para un sitio así.
Llamaste a la puerta y nadie respondía, tuvieron que pasar un par de minutos antes de que una voz ronca dijese algo:
- Santo y seña -
Me sorprendí en un primer momento por no saber el "santo y seña", pero enseguida pensé que sería una clave conocida por los miembros del gremio. Al no ser aun miembro no tenía porqué saberlo.
- El Representante del gremio me ha invitado a reunirme con él aquí para cubrir la baja de vuestro rooster. Soy Jack - Respondí con toda la seguridad de que fui capaz en una situación como aquella. No estaba acostumbrado a hablar a una puerta.
La voz de detrás de la puerta respondió
- Sin santo y seña no hay puerta abierta estúpido - comentó en un tono de voz más "acalorado"
- O me dices lo que me tienes que decir o te saco a patadas de la puerta -
Profundamente contrariado, voy a buscar el mensaje y no veo ningún santo y seña que pueda servir. Había creído que aceptando sería suficiente, pero ahora veo que las cosas son algo más complicadas.
Por tanto, miro si hay forma de "responder" el mensaje, para escribir algo como:
"Estimado Representante del gremio de ladrones de Bahía Perdida. Acepto la invitación y me encuentro en las puertas de la sede gremial, pero no me dejan entrar, requeriéndome un santo y seña. Ruego me lo comuniquéis.
Atentamente, Jack."
Y esperé la respuesta al mensaje.
Había sobre-entendido (mea culpa) que en el mensaje de antes habría una especie de botón "Aceptar" de la invitación, por eso no me puse a escribir un mensaje de respuesta y sólo he dicho que "aceptaba" la invitación.
De repente, cuando estuviste a punto de abandonar el lugar creyendo que hiciste algo mal con el mensaje, escuchaste como alguien hablaba con otra persona. Pudiste distinguir que el destinatario de dicha charla era el gorila que te pedía una y otra vez la contraseña para entrar.
Con un leve chasquido la puerta se abrió
Habías entendido bien XDD es que la situación ha surgido así
Ante ti se mostró un tipo alto y fornido. Llevaba un puro en la boca y su cuerpo presentaba cicatrices.
- ¡Eh! - alzó la mano a modo de saludo.
- Perdona esta confusión, mi socio te confundió con un novatillo intentando colarse - se quitó el puro de la boca y lo apagó frente al marco de la puerta.
- Jack ¿no es así? - te tendió la mano.
- Soy el que te ha invitado a una agradable charla en el interior de la sede - sonrió
Le estreché la mano con firmeza.
- Ya comenzaba a pensar que habríais cambiado de idea. - Le respondí con media sonrisa y le seguí adentro en cuanto me ofreció entrar. Cuando pude, le eché un vistazo al otro que no me dejaba entrar, quedándome con su cara, sin mediar sonrisa en esta ocasión.
El hombre te invitó a pasar no sin antes hacer un intercambio de miradas con el que custodiaba la puerta, el cual parecía refunfuñar algo.
- Sígame Jack - comentó mientras te llevaba a un salón repleto de mesas y sillas.
- Verás, como bien te puse en la carta, y con tu permiso me voy a dejar de formalismos, hemos sufrido una baja que ha sido una total putada para nuestro gremio - hizo un cambio demasiado brusco de registro.
- ¿Oíste lo del ataque Hacker? pues ese chaval creo que fue la primera víctima, murió en una misión y desde ese momento no le hemos vuelto a ver conectado, con lo cual entendemos que su personaje se ha borrado del servidor - se encendió un nuevo puro
- La cosa es que me puse a echar un vistazo al registro de jugadores por nivel y clase y ¡voila! te vi a ti, que por cierto, ¿menuda velocidad no? subes rápido y eso es bueno, con lo cual te has ganado la oportunidad de ocupar el puesto del pequeño Kimmi - te sonrió efusivamente
- ¿Qué te parece?¿Te gustaría trabajar para nosotros? no somos un clan ni nada por el estilo, pero tenemos nuestros propio NPC que nos asigna tareas, solo exclusivo para ladrones de Bahía Perdida ¿no es un chollo? -
Te pongo aquí el aspecto del "gorila"
Asentí a sus explicaciones, con gestos de aquiescencia.
- Suena muy bien. Pero, verás, no quiero parecer descortés y, como tú bien dices, mejor dejarse de rodeos y formalismos. Ya sabes que he subido rápido, lo cual es bueno pero hace que haya algunas dinámicas del juego que aun no conozca a pesar de ser nivel 24.
A pesar de mis palabras, di un rodeo sin pretenderlo.
- Lo que quiero decir es, ¿qué me aporta el pertenecer al gremio? ¿Qué significa que un NPC "nos" asigne tareas? ¿Son como quests que aportan recompensas? En ese caso, ¿Cómo se decide quién hace cada quest? Y, lo que no es menos importante, ¿Qué debo hacer una vez dentro? Supongo que pertenecer al gremio también representa alguna responsabilidad para con él ¿Me equivoco?
El tipo rió
- Veo que eres un hacha, no se te escapa una - sacó un puro, invitándote a que lo probases
- Verás muchacho, este juego es "relativamente" nuevo, de modo que hacerse "notar" es lo importante. Yo estuve ahí cuando intentaste participar en la raid para matar el dragón, que por cierto ¿sabías que fracasaron? a ninguno de los míos los quisieron añadir porque decían que los ladrones en este juego son inútiles. Yo me río en su cara - ahora parecía más serio.
- Lo único que debes hacer para ser un miembro útil para el gremio, es hacer todas tus acciones en nombre de él, que tus éxitos se conviertan también en éxitos para nuestro gremio, pero también que tus fracasos te condenen. Ahora con todo el rollo ese del hackeo, hasta que lo resuelvan está todo el ambiente muy... crispado. La competitividad ha crecido y la búsqueda de la Corona bueno... se ha vuelto aún más deliciosa -
- La ventaja que recibes ya no es solo el pertenecer a un grupo al que podrás considerar familia, sino que ese NPC nos asignará misiones solo a nosotros. Nadie más podrá tener acceso ¿no te parece suficiente? -
Acepté el puro que me ofrecía. Asentí a su explicación, le ofrecí mi mano para sellar el acuerdo con un apretón y respondí.
- Me parece bien. ¿Alguna otra norma que deba tener en cuenta?
- Que como nos traiciones o nos dejes tirados iré directamente a por ti a partirte las piernas - dijo en tono serio para después comenzar a reírse a carcajadas
Haz una tirada de aguante dificultad 10, si no la superas no podrás fumar el puro con tu personaje.
Encendí el puro y le dí una calada, exhalando el humo en amplias bocanadas. Le guiñé un ojo cuando acabó de reír.
- ¡Trato hecho!
Me sentí satisfecho de pertenecer al Gremio. En poco tiempo había conseguido una compañera y un gremio. No estaba mal, después de todo. Este juego se me estaba dando bien, aunque también es verdad que aun no había tenido que enfrentar una misión importante. Pero, de alguna manera, creí que ese momento estaría cerca.
Motivo: Físico + Aguante
Dificultad: 10
Habilidad: 8
Tirada: 1 4 9
Total: 4 +8 = 12 Éxito
Finalmente se despidió de ti y te invitó a salir, indicándote que a partir de mañana tendrías ya tu propia contraseña para entrar en el gremio a tu libre albedrío.
Saliste del lugar y buscaste a Naga, sin embargo no la veías por ningún lado ¿dónde se había metido esa chiquilla?
A partir del próximo salto temporal contará con el libre acceso al Gremio de Ladrones
Me doy una vuelta a ver si la veo. Si no es algo inmediato, le escribo un mensaje. Supongo que al ser grupo, habrá un método sencillo de comunicarnos, así que exploro esta opción.
"Naga, ya he salido. ¿Dónde estás?"
Lo impactante para ti fue comprobar como en el preciso instante que le enviaste el mensaje privado a Naga, ésta desmanteló el grupo que había hecho contigo.