Partida Rol por web

Maedros conjura uno de sus hechizos mas sencillos, y lanza un rayo de escarcha contra la rata terrible mas cercana

El enano, al ver el obstinamiento del humano, le aprieta un poco más el cerrojo hasta que se escucha un crujido bastante desagradable de alguna articulación del desgraciado.

-Mejor será que te rindas, chaval. Este dolor va a ir a mas, te lo asegura el Dr. Fists.

Maedros congela la cola de la rata más cercana mientras Fist estruja a su enemigo hasta arrancarle un grito de dolor.

Con la ballesta en la mano y dos blancos a elegir, opto por la rata a la que el hechicero ha "refrescado". La penumbra del edificio no me deja ver claramente al animal, con lo que el virote se clava en el suelo a su lado. Sin perder un segundo, recargo mi arma.

Las ratas avanzan y tratan de morder a Hendrick, consiguiendolo sólo una. Mientras tanto el humano furioso, trata de golpear a Fist, volviendo a fracasar miserablemente.

¡Por las hijas de Baba-Yaga! ¡Qué hostia me di!

Resoplando me levanto de nuevo, y esta vez avanzo despacio, moviéndome sobre los tablones intentando no caerme de nuevo.

Hothar avanza ésta vez con pie firme despacio sobre las tablas mientras ve como la rata trata de salvar al humano mordiendo brutalmente a Fist en la espalda.

Si algo funciona.... y con esa idea en la mente Maedros repite su anterior conjuro, nuevamente sobre la misma rata que la primera vez. Sin embargo en esta ocasión el rayo sale muy desviado

Fist sintió el dolor como una señal de que había que cambiar la estrategia. Liberó al humano de su llave, secó una poción de su zurrón y se la bebió. Se sintió totalmente restablecido.

-Bueno, ya estoy listo otra vez para la acción. -hizo una especie de kata con los brazos terminando en una posición eminentemente ofensiva hacia el humano- ¿Por donde íbamos?

Cuando Fist saca la poción el tipo aprovecha para tratar de golpearle con su bastón, sin embargo falla el golpe... pero su compañera animal, mucho más avispada, no lo hace. Volviendo a morder justo donde la carne se acababa de cerrar.

El humano furioso grita- ¡Voy a sacarte el cerebro por las orejas!.-

- Condenado bicho - aullo cuando me muerde - , ¿quieres estarte quieto?

Doy un paso atrás para tener mejor perspectiva y vuelvo a disparar a la misma rata. Esta vez el tiro es certero. A tan poca distancia, la saeta atraviesa al animal, clavándolo al suelo.

Hendrick logra clavar a una de las ratas al suelo, el roedor chilla y se estremece mientras se retuerce en convulsiones agónicas.

Mientras la otra rata ignora a su compañera y vuelve a tratar de morder al inquisidor, sin mucho éxito.

Pero Fist, que acaba de soltar a su enemigo se lleva la peor parte de los golpes, su aversario grita-¡Por el Cataclismo de la Naturaleza!- y le aporrea el cráneo con su garrote mejorado mágicamente.

Ya voy compañero!

Me muevo hasta el grupo y tengo listo el urgrosh para lo que pueda venir...

Fist esquiva el enésimo intento de la rata de desgarrarle las corvas, justo cuando Hothar llega a su lado.

Mareado y tambaleante, Fist da un paso atrás mientras rebusca torpemente en su zurrón otra de las pociones.

-Oh.. uf... necesito un trago...

Al sacar la poción le dice a su compañero:

-Eh... -estaba apunto de perder el conocimiento, y eso le obligaba a pensar dos veces en el nombre de su compañero antes de aventurarse a decirlo- Hothar... si me caigo... dame esto que tengo en la mano, ¿eh?

Maedros sabía moverse.... y por un instante pensó en pasar junto a la rata y ganar la espalda de los enemigos que luchaban contra sus compañeros. Pero finalmente renunció a tal idea y se limitó a dar un paso atrás, protegiéndose con su compañero, y lanzar nuevamente un rayo de escarcha. El riesgo de ser atacado si abandonaba la protección del grupo era demasiado grande, y sus habilidades de combate eran, despues de todo, nulas.

Su rayo acertó a la rata, aunque sin causarle demasiado daño

Ese tipo habla demasiado y se queja poco, mala cosa.

La urgencia es grande, ya que parece que los compañeros en la otra entrada no lo están pasando muy bien. Vuelvo a separarme un paso atrás de la gigantesca rata para a una distancia mínimamente segura, disparar y recargar de nuevo.

Lamentablemente de nuevo sin éxito.

El proyectil de Maedros solo roza y Hendrik no alcanza a atravesar al sucio roedor que persiste en sus infructuosos intentos de atravesar la armadura del inquisidor con sus mandíbulas.

Por su lado el hombre andrajoso del garrote lo blande contra Hothar mientras grita. -¡Otro enano! ¡Da igual, podrían venir todos los putos enanos del condenado mundo y la madre que los parió y aún así los mataría!. ¡MUERE!-

El golpe que sigue a tal declaración sin embargo es fácilmente esquivado por Hothar que apresta su arma...

¡Pues no hacen falta todos los putos enanos del mundo! ¡Con uno basta! ¡Y deja a mi madre en paz!

Con los nudillos blancos de apretar con rabia el mango de mi urgrosh, descargo con todas mis fuerzas un golpe con la cabeza del hacha que dibuja una linea roja en el pecho y las entrañas del condenado, desde el hombro hasta la cadera. Cuando cae al suelo, le escupo.

¡Que te jodan, cabrón!

Me preparo después para el posible ataque de la mierda de la rata que estaba con él.

Cuando su dueño cae al suelo sujetándose las tripas sin mucho éxito, la rata duda unos segundos si cumplir su última voluntad y volver a morder la blanda piel de Fist. Pero al final se decide por Hothar.

Su vengativo golpe, sin embargo, no logra rozar ni la barba del enano con pelo en la cabeza.