Partida Rol por web

Mientras deciden que hacer con la clériga que les espera en la habitación de al lado. Hendrick registra a Dalirio y encuentra un amuleto de oro con gemas preciosas incrustadas, un mangual pesado de gran calidad, una cota de placas, y un extraño símbolo sagrado (más bien profano).

Hemdrick, ¿te llevo todo eso? Seguro que un enclenque como tu ya tiene bastante con arrastrar esa armadura juasjuasjuas

-Dejádmela a mi, yo la agarro y vosotros la podéis atizar.

Hecho.

Maedros da un largo suspiro y menea la cabeza

- Bueno... al menos tenemos todo eso para sumar a nuestro tesoro y entregarlo en su momento a la sociedad. Opino que hagamos lo mismo con ella, y que sea la jefa de la sociedad en esta sede quien decida lo que hacer con ella. En otras palabras, apoyo lo dicho por Hothar. Tratemos a la sacerdotisa como una parte más de nuestro botín. Ello no obstante... - el chelaxiano mira a Hendrick- ... No hemos venido aquí ni a esclavizar, ni a lo contrario. Hemos venido a cumplir la misión de la sociedad. Y discúlpame, yo no pretendo enmascarar mis actos. Hablas de los druidas malvados... esos que la mitad se desangraron delante tuya, cuando ya no eran una amenaza, sin que pestañearas. Hablas también de que es hipocresía el que... ¿como era? ¿lo que intento hacer yo con la excusa de que pague por lo que ha hecho? Querido compañero, la esclavitud, como dije, es legal, y mas clemente y beneficiosa que la pena de muerte que tanto gustan de aplicar otros pueblos. Pero... - hace un gesto, como restando importancia a la discusión- dejemos que lo decidan nuestros líderes. Por ahora tomémosla presa. Yo la besaré y mientras tanto... ya sabeis - dice con una sonrisa indiscutiblemente... quizás no perversa, pero tampoco bondadosa, eso está claro

Tras estas palabras, y salvo oposición, Maedros abre la puerta y se acerca hasta la clériga malvada, con una franca sonrisa

- Seguro que ya sabías quien iba a resultar victorioso - dice el hechicero que parece no haber sido siquiera tocado en el combate, como así ha sido. Con una mezcla de cortesía y fanfarronería se acerca a la mujer y la toma del talle con suavidad- ¿Un beso para el vencedor? - dice dándole un largo beso en los labios... y dando así tiempo para que Fist la agarre y empiece el espectáculo

- Me temo que podríamos seguir discutiendo de puntos de vista hasta el día del juicio y no nos pondríamos de acuerdo. Sea pues, llevémosla a la Sociedad y que sean ellos quien decidan.

Antes de irnos me tomo un momento para examinar más atentamente el símbolo que Dalirio llevaba al cuello.

Ignorando los gritos de socorro que venían de los cautivos hacinados en las tres habitaciones (aunque sin duda algunos o todos esperábais liberarlos luego) los Pathfinders volvieron donde estaba Luscilia... y Maedros puso en marcha su retorcido plan.

Por una vez Fist logró atrapar a la joven clériga y la mirada de ésta se congeló en el instante que el enano la agarraba. Rompiendo la magia del hechizo.

Inmediatamente, golpeo a la tipa con el canto del hacha para intentar noquearla.

-¡Maldito hijodeputa!-gritó.-¡Me hechizaste! ¡Te voy a hacer tragar erizos de mar y después reventarte el estómago a patadas!

Pero la que así hablaba estaba atrapada por el enano y rodeada por vosotros...

Al no tener una porra o arma parecida, intento darle un puñetazo. La mujer se revuelve como una posesa, impidiéndome acertar.

Vuestros ataques han sido más que pobres, pero Fist esta vez se siente útil. Y logra inmovilizarla.

-Esperad, ¡que yo la sujeto!

Con Fist haciendo bien su trabajo, ya njos es más sencillo acabar con la tipa. Agarro el hacha bien fuerte y lo giro un poco en mi mano, golpeando de arriba abajo con el plano de la doble hoja en la cara. La noqueo un poco, pero aún aguanta la muy cabrona.