Partida Rol por web

Las tres muchachas cierran su trato de juntarse a las 7 de la mañana en la terminal de colectivos y salir para Alicurá. 

Toman el colectivo que dice Piedra del Águila y viajan por alrededor de una hora y media hasta llegar a la intersección que las lleva hasta el pueblo. 

Son las 10 de la mañana y el colectivero las ve extrañado de que tres chicas quieran bajar en un lugar tan inhóspito. 

Hay un viento muy fuerte, y viento blanco (*), lo que les hace complicado poder ver bien. A duras penas empiezan a caminar, la nieve les llega a las rodillas.

Luego del aburrido trayecto en colectivo al bajar y encontrarme con este ambiente la emoción de la aventura vuevle. 

-¿Qué les parece si empezamos por el centro de la ciudad?- Pregunté entusiasmada -Tiene que haber una iglesia o un pequeño periódico....o una escuela u hospital. Lo mejor es ir donde haya registros para poder hacernos una idea de la situación y de los últimos momentos, de allí trazamos hacia el pasado- Propuse según mi experiencia.

Al fin habíamos llegado, a pesar del frío y la dificultad de visión, estaba alegre de empezar esa aventura. Supuse que era normal la reacción del conductor, pues no era normal que alguien se acercase a ese lugar y menos tal y como estaba el tiempo en aquel día, aunque tenía la esperanza de que el tiempo mejorase a lo largo del día. Sin embargo, una vez llegamos seguía todo igual, busqué mi brújula y la saqué, tratando de localizarnos dentro de la pequeña posibilidad que teníamos de movernos tranquilamente por la dificultad que nos ofrecía el viento blanco.

Miré la brújula y los mapas que teníamos, aunque no se veía gran cosa. Me mantuve pensativa por un momento y miré a Samantha, quizás mi idea no era del todo descabellada.

- Podríamos seguir hacia la represa y refugiarnos allí para idear un plan o trazar una ruta más sencilla para no perdernos y poder tener la posibilidad de regresar. Sin el viento nos será más fácil realizar dicha ruta en el mapa ¿no? - miré hacia el horizonte blanco tapado por los copos de nieve que envolvían todo mi campo de visión - son unos 4 km, creo que es lo mejor que podemos hacer por el momento, tampoco tenemos prisa y se encuentra en la misma dirección que el pueblo, luego sí, podemos comenzar buscando registros, me parece una idea genial.

Empecé a andar con un brazo tapando mi rostro en lo posible para bloquear algo el viento blanco mientras miraba la brújula para no perdernos ni equivocarnos de dirección. Lo mejor era ir poco a poco, no quería perderme en aquel lugar.

Algo me estaba molestando y no podía deducir el qué. Era una sensación antigua, pero no extraña. Estaba convencida de que ya la había sentido pero no recordaba dónde ni cuándo. Caminar 4 km hacia la represa quizá pudiera ayudar pero tal vez no. ¿Y entonces? ¿Qué vamos a hacer? El clima era horrendo.

"debí comprobar el estado del tiempo"

Saco mi smartphone y veo si tengo señal.

Solo había dado unos pasos cuando paré en seco. Reí levemente ante el fallo que había tenido, creí haber visto la presa más cerca y era un copo de nieve. Me di la vuelta y miré a las chicas.

- Perdonad, me equivoqué, el pueblo está más cerca. Solo tenemos que bajar por... - fui girando alrededor de mí la brújula buscando el punto exacto - allí y en breve llegaremos al pueblo, cualquier casa será buena para refugiarnos y tratar de visualizar los edificios importantes como los que nombró Samantha. A ver si encontramos algún registro, será un buen comienzo - sonreí, estando totalmente de acuerdo con Sam y tratando de disculparme ante el casi posible error que habría cometido si no me llegase a dar cuenta.

Continué siguiendo la brújula esperando ver algún edificio en el horizonte, aunque con el viento blanco estaba bastante difícil verlos si no estaban más cerca.

El frío cada vez se hacía más intenso, y el viento no paraba de soplar ni por 2 segundos. Al final las comunicaciones entre las tres era a los gritos y la visibilidad se reducía cada vez más, quizás deberían haber visto el pronóstico de la zona antes de embarcarse en esta aventura, pero ya era tarde para dar marcha atrás.

Después de discutir unos segundos sobre la dirección a tomar, deciden ir hacia donde supuestamente está el pueblo. La nieve que antes les llegaba a las rodillas ahora les está llegando a los muslos, cada vez haciéndose más complicado avanzar y un desgaste físico que no se habían imaginado podrían haber tenido.

Unos pocos metros más allá de donde iniciaron (no más de 75 metros) se traban cuando chocan contra un alambrado, tapado ya por la nieve, que afortunadamente no tiene puas, sino vaya uno a saber las lastimaduras que podrían haberles causado.

Hacía mucho frío y era muy difícil caminar. 

-¿Creen que podrían saltarlo o lo seguimos hasta encontrar una puerta?- Pregunté a las chicas gritando. El viento y el frío no nos permitían hablar bajo. -¿Por qué esta cercado? -Pregunté a nadie en particular.

"Aquí hay gato encerrado" Pensé "Nadie cerca un pueblo fantasma a no ser que quieran que nadie entre....."

Miré alrededor, pero debido a la dificultad de visualización asentí ante la primera pregunta de Samantha, no quedaba de otra, si nos quedábamos allí nos congelaríamos y si andábamos alrededor buscando una puerta seguramente sería peor, pues lo mismo no había ninguna puerta abierta.

- Creo que la opción más sencilla será saltar, no podemos arriesgarnos a dar vueltas bajo este frío y este viento sin tener claro que habrá un modo fácil de entrar... - suspiré - la verdad es que no tengo ni idea de por qué está cercado, lo mismo lo averiguamos ahí dentro. Bueno... ¿saltamos?

Esperé la respuesta de las demás chicas para avanzar y buscar un refugio entre las casas o lo que fuese que estuviese detrás de aquel alambrado. No iba a ser fácil, pero no podíamos hacer otra cosa, suerte que había venido preparada para pasar la noche en aquel lugar, puesto que parecía que iba a ser imposible avanzar mucho. Aunque de momento debíamos buscar refugio y mientras planeasemos el siguiente paso podríamos esperar por si el tiempo mejoraba y el viento aflojaba.

Yo voy con los brazos cruzados contra mi pecho, el frío es muy fuerte y no estoy acostumbrada. Como extraño el calor de España. ¿En que estaba pensando al venir a este lugar? 

Agarro fuerte las tiras de mi mochila donde tengo mis queridisimos patines, aunque es claro que de poco me van a servir en esta ocasión. Me cuesta mucho escuchar lo que mis compañeras dicen, el viento es muy fuerte y ya me comenzaron a doler los oídos. Lo único que alcanzo a notar es que dicen que hay que cruzar el alambrado. Sin pensarlo, tratando de sacar mis piernas de la nieve, hago pie sobre uno de los alambres y cruzo hacia el otro lado, esperando que mis compañeras hagan lo mismo.

Afortunadamente la nieve todavía no se ha escarchado, así que la movilidad para cruzar el alambrado no es muy complicada. 

Cruzan las tres al otro lado y continúan caminando. Para su sorpresa cada vez se les hace más fácil moverse a pesar de que las condiciones climáticas no han cambiado, pero lo más llamativo es que, cuando avanzan un par de metros, todo desaparece.

Así es, la nieve y el viento desaparecen, no logran comprender como, pero dieron un paso adelante y todo se fue, frente a ustedes hay un sol radiante y el terreno tiene pasto de un verde muy vivo. A no más de 500 metros ven claramente el pueblo... O lo que queda de él. A pesar de la distancia logran ver que la mayoría de los edificios están en ruinas.

Y hace calor... bastante calor. Con lo que sus pesadas camperas ya las están haciendo transpirar.

Casi en el centro se alcanza a ver una gran bandera flameando, a pesar de que no sienten que haya ninguna brisa siquiera, cosa que notarían clara y fácilmente después del tremendo viento del que misteriosamente se acaban de deshacer. 

Saltar el alambrado no representó un reto muy difícil, a pesar del entumecimiento de mis piernas por el frío. Seguimos caminando contra el viento y la nieve aunque parecía más fácil. Luego de unos  metros todo desapareció. 

-Toto, creo que ya no estamos en Kansas.- Fue lo único que pude decir. Ante mi, el cielo brillaba azul y hacía mucho calor. El pueblo (o lo que quedaba de él) se encontraban a unos cuantos metros de distancia aún así se podían ver los edificios semi-derruidos excepto por uno, en el cual ondea una bandera a pesar de que no hay viento.

-Chicas, creo que ya sabemos donde empezar.- Comenté decidida mientras me desprendía la campera. 

El frío empezaba a helarme, pero en cuanto cruzamos la alambrada y dimos unos pasos todo el viento, la nieve y el frío desaparecieron. Me quedé desconcertada, no entendía qué acababa de ocurrir, lo único que sabía era que estaba fuera de lo normal y no podía explicarse por medio de la ciencia ni nada similar. Miré embobada a mi alrededor, todo estaba verde y no hacía ni pizca de frío.

- Bueno... está claro que esto no tiene explicación... - tras varios minutos pensativa, finalmente me encogí de hombros y miré a las demás - ya no es necesario buscar refugio, pero sí deberíamos empezar por donde dijo Samantha, el centro del pueblo, para poder encontrar los archivos que nos indiquen lo que haya podido ocurrir, si tenemos suerte, claro.

Esperé a que alguien iniciase la marcha mientras miraba la brújula y señalaba la posición aproximada donde estaba la alambrada en el mapa, por si acaso nos perdíamos o cuando tuviésemos que volver en algún momento.

Mientras comienzan a caminar hacia el pueblo Alice se fija en su brújula y cae en la cuenta de que la misma no para de dar vueltas, no pudiendo encontrar un norte.

A medida que se adentran comienzan a notar cosas que desde lejos no habían notado, o piensan que no habían notado porque son demasiado grandes como para pasarlas por alto, pero están seguras de que cuando vieron en pueblo no las distinguieron.

Ya en la zona perimetral vislumbran varios edificios, a lo lejos (unas 10 cuadras) se ve un pequeño embarcadero, con una pequeña playa, el edificio donde ondea la bandera Argentina, varios negocios pequeños, la mayoría con tablones en sus ventanas y puertas, otros con mucha tierra en sus vidrios y otros tantos sin aberturas directamente. 

Pero lo que más les llama la atención es una especie de carpa gigante, con un cartel desgarbado y desteñido por el paso del tiempo, no se alcanza a leer bien el nombre completo, la única palabra que se lee es "Circo".

Miré a mi alrededor y le di un par de golpecitos suaves a la brújula, aunque al ver que no se arreglaba la guardé. Prestando atención a los edificios el único que creí que deberíamos visitar antes era el que ondeaba la bandera, pues seguramente sería el que podría contener información y archivos en su interior. Aunque la carpa de circo me llamaba mucho la atención, no creía que fuese a contener mucha información, por lo que en todo caso podríamos dejarlo para más tarde.

- Quizás deberíamos tratar de entrar en aquel edificio - dije señalando el que tenía la bandera- probablemente fuese el ayuntamiento o algo similar y, como dijo Samantha, sería buena idea buscar archivos allí... Luego podríamos explorar el resto. Pero esta es solo mi opinión ¿Por donde queréis empezar vosotras?

Solo quedaba ponernos de acuerdo y organizarnos para poder empezar tranquila y ordenadamente.

-Por supuesto, por supuesto Alice. Más que de acuerdo. De la única forma que entraría a ese lugar...- (señalando la carpa de circo) -... sería con un palo o caño para defenderme....me da mala espina.-Dije un poco más que nerviosa había algo demasiado extraño en aquel lugar y no me gustaba ese sentimiento que me generaba. Empezé a mirar para todos lados en busca de alguna señal de vida o algo por el estilo. La quietud raramente es buena señal.

Miró la carpa del circo muy extrañada "¿Cómo es que haya un circo en un pueblo fantasma? Lo primero que debieron de hacer es irse..." . Asintió a Alice -Estoy de acuerdo...Además podremos resguardarnos.

Se puso en marcha lentamete mientras miraba de reojo aquella carpa de circo que le resultaba siniestra.

A medida que van avanzando van observando con más detalles las características de la desolación del pueblo.

Cuando se acercan al edificio con la bandera pueden apreciar que es un bar, el cual está abierto y se puede escuchar música adentro como así también ven que sale humo de la chimenea y un agradable olor a carne asada. Es un edificio de 2 plantas bastante bien cuidado en relación a cualquier otra infraestructura que hayan visto mientras caminaban, con un color verde muy llamativo y aparentemente pintado no hace más de 1 mes.

La bandera sigue flameando a pesar de que no hay viento en el ambiente.