Partida Rol por web

| JUGADA MASTER |

El invierno se presentaba frío en el pueblo de Pravia, al norte de España. Allí estaban acostumbrados al frío pero el invierno era bastante glaciar, cada año más. Esa noche había nevado por lo que las calles, coches y ventanales estaban cubiertos por un manto blanco. Las Navidades estaban muy próximas, sólo a dos semanas de distancia por lo que todos los locales se apresuraban a tener buenos espectáculos. Entre ellos se encontraba Fran, muy solicitado en aquel mes de Diciembre. Tenía una agenda bastante completa y aquella noche le tocaba cumplir, como todos los fines de semana.

Se encontraba ya en el local. Era frecuentado por gente joven, así se lo había hecho saber el dueño. Quería innovar pues al parecer estaba cansado de contratar a dj's que ponían siempre la misma música pero con bases diferentes. La gente se aburría de siempre lo mismo, querían otro tipo de espectáculo. El dueño no dudó en apostar por Fran Gutiérrez que se estaba ganando su reputación con el paso del tiempo.

Roy, así se llamaba el dueño de aquel local tan famoso, Seven. Adornando la puerta de entrada estaban los siete pecados capitales con diferentes tipos de letra, en diferentes idiomas y en diferentes tamaños. Era original y además era un reclamo pues a la gente parecía gustarle pecar todas las noches. Roy era joven aunque no tanto como Fran. Tendría alrededor de los cuarenta años, los suficientes como para saber llevar bien un negocio nocturno.

- Ese es tu escenario- dijo Roy, señalando con el dedo índice a una pequeña tarima que había al final del local. Todos los clientes estaban ya colocándose frente al escenario, con cubatas en las manos y bailando la música que les había puesto Roy para amenizar la espera-. ¡Ánimo chaval!- dijo dándole una palmada en la espalda.

Roy iba a pagarle mejor que en cualquier otro local y además había sido muy atento con Fran durante los días anteriores al pequeño concierto. Le había permitido practicar e incluso le dejaba el local algunas tardes para componer. Se podría decir que era la persona que más confiaba en el joven.

Cuando Fran se subió al escenario pudo escuchar los aplausos de los allí presentes al mismo tiempo que la música de fondo se detenía por completo. Todas las miradas estaban puestas en él pero una le llamó la atención por encima del resto. Era una joven con unos ojos azules redondos, muy profundos. No tenía cubata alguno en la mano. Su cabello ondulado, de un castaño oscuro, le caía por los hombros. Tenía la tez blanquecina y Fran la reconoció. Era la misma chica que había estado la noche anterior en el otro local donde actuó, la misma del fin de semana anterior... Aquella mirada se la encontraba siempre entre el público cada vez que cantaba y siempre estaba sola en mitad del gentío.

Llevaba puesto un vestido negro de manga larga cuya falda le llegaba por las rodillas. Para cubrir las piernas del intenso frío se había puesto unas medias tupidas negras y unas botas altas que le llegaban hasta media espinilla. En la mano llevaba un pequeño bolso en el que probablemente llevaría lo justo y necesario.

Ella y todos los presentes esperaban su actuación.

| Bar Seven |

No estaba nervioso, nada nervioso. Me apetecía mucho mostrar mi música una noche más y algunas ya conocidas pero versionadas por mí. Empezaría con un tema bastante tranquilo de un grupo español llamado Fábula, no muy conocidos pero que a mi especialmente me gustaban bastante.

Le agradecí con un gesto a Roy su trato y me subí al pequeño escenario. Comencé a tocar y mi mirada se fijo en aquellos ojos azules que ya conocía de noches anteriores. ¿Era una fan? Me sonaba absurdo tener fans. Era cierto que me estaba empezando a dar a conocer, pero nada importante realmente. Ni había conseguido sonar en la radio aún. Mi problema no ayudaba a cerrar ciertas negociaciones... Las discográficas eran víboras que solo quieren hacer dinero de cualquier músico que esté empezando. De todos modos volvamos a aquella chica de ojos azules. Era cierto que me tenía bastante intrigado. Si aquella chica se quedase hasta el final de la primera parte del concierto hablaría con ella, lo tenía claro...

Una cosa estaba clara, saber que aquella chica me miraba una vez más me animaba a tocar y cantar mejor. "Aparte del sol" de aquel grupo desconocido y que yo intentaba dar a conocer.

| JUGADA MASTER |

El concierto de Fran fue de maravilla. La gente aplaudía cada vez que acababa una canción o cada vez que alargaba un grito afinando a la perfección. La gente estaba encantada con Fran Gutiérrez y aquella joven de ojos azules no era menos. No apartaba la mirada en ningún momento, al contrario que el resto pues la mayoría se acercaba de nuevo a la barra para pedir bebida o para hacer algún comentario entre los amigos. Pero aquella chica estaba sola, era evidente.

Llegó el descanso del concierto y Roy se subió al escenario para dar aviso de que Fran volvería en breves instantes. Mientras tanto volvió a sonar música variada, más bien comercial, y la gente se animó a bailar mientras comentaban el concierto. La chica se acercó a la barra y le pidió al camarero una coca-cola, con un tono de voz que acompañaba a la dulzura de su rostro.

Se quedó allí esperando a que le sirvieran, de espaldas al escenario. Era el mismo procedimiento de siempre. Sólo se pedía algo de beber en el descanso del concierto y después regresaba cuando empezaba la segunda parte. ¿Aquella noche sería igual? Por el momento dio un pequeño trago a su coca-cola mientras la camarera le cobraba.

| Bar Seven |

Estaba realmente contento con el resultado de la primera parte del concierto. Después de unas cuantas canciones en castellano pasé a cantar algo mucho más animado en inglés. No podía evitar mirar a aquella chica de ojos azules cada varios segundos. La intriga me estaba comiendo por dentro. ¿La conocía tal vez? ¿Por qué venía a verme siempre sola?. No dudé ni un segundo en acercarme a ella una vez se levantó y fue a la barra. Alcé la mano a la camarera para que no aceptase el dinero de la chica y si cogiese el mío.

-Por favor, déjame pagar a mí.-comenté, para luego mirar aquellos preciosos ojos de más de cerca.-Una cerveza para mí.-pedí también, pero sin apartar mi mirada de ella.-Te he visto en otros conciertos míos. No sabía que tenía algún fan.-comenté, sonriendo.

| BAR SEVEN |

El concierto me estaba encantando, como siempre. Fran Gutiérrez nunca defraudaba en los locales. Aún no había visto un sólo concierto en el que la gente hubiera acabado aburrida, bostezando u obviando completamente sus canciones. Era normal, su timbre de voz era peculiar y su toque con la guitarra era inconfundible.

Estaba en la barra pidiendo la coca-cola. Cuando quise pagarle a la camarera alguien se acercó para decirle que no me cobrara a mí sino a él. Cuando giré mi rostro me encontré de pleno con el de Fran. Allí estaba, hablándome. Me giré para comprobar que no le hablaba a otra persona, que me hablaba a mí, y no pude evitar sentirme un poco estúpida.

- Oh, es a mí... Emmm... Sí, se podría decir que soy algo así como una fan. Me llamo Lucía - dije con una pequeña sonrisa mientras notaba mis mejillas enrojecerse-. Me gustan mucho tus conciertos. ¿Alguna vez has pensado dar un paso al mercado?

| Bar Seven |

La voz dulce de aquella chica me cautivó al escucharla. Que ojazos, que cara, que voz, ¡que todo!. Para colmo le gustaban mucho mis conciertos y eso era el mejor halago que se me podría hacer.

-Encantado, Lucía, yo soy Fran.-contesté, para luego acercarme y darle dos besos. ¿Era cosa mía o se estaba sonrojando?.-He hablado con muchas discográficas, pero es complicado. Me gustaría ser algo más que un simple producto e intento evitar que me expriman como quieran, sacándome todo el dinero posible y...-entonces me di cuenta que ya iba a empezar otra vez a dar la chapa con mis cosas. Siempre que alguien me preguntaba por mi música, mis aspiraciones, era difícil hacerme callar, pero en aquel momento si que guardé la compostura.-Perdona.-dije riendo un poco.-¿Siempre vienes sola?.-me di cuenta que al preguntar aquello reconocía haberla visto antes, haber reparado en ella. 

| BAR SEVEN |

Asentí con la cabeza mientras me explicaba. Realmente me interesaba pero de repente se detuvo, como si no quisiera hablar demasiado o enredarse en sus cosas. En el fondo le entendía pues debía ser emocionante empezar una carrera musical, aunque la estuviera empezando en los bares. Era un comienzo.

Reconozco que me sonrojé cuando se presentó, aún sin hacer falta, y se acercó para darme dos besos.

- Sí, bueno... Tampoco es que tenga muchas amigas con las que venir. Ellas siempre prefieren ir a discotecas, hacer botellón en el típico parking cutre y coger los números de teléfono de los chicos más atractivos- dije para darle después un trago a la coca cola. A continuación la volví a dejar en la barra-. Yo prefiero ir a un pub a escucharte cantar, me parece mejor plan y mucho más sano, tanto para mis oídos como para mi hígado- comenté soltando una pequeña risa nerviosa intentando disimular cuánto me gustaban sus conciertos.

| Bar Seven |

Me gustaba mucho escucharla hablar, tal vez por ver lo mucho que le gustaban mis conciertos o por el simple hecho de escuchar su voz. Que chica más dulce y simpática, joder.

-Bueno, para gustos colores, aunque me gusta saber que este tipo de planes te gustan más, la verdad.-le dije, aún con una sonrisa en mis labios.-Tomar una cerveza de vez en cuando tampoco viene mal, ¿eh?.-le comenté, alzando un poco mi cerveza para que la viese y luego dando un trago.-Es raro ver a cualquier persona sola en cualquier bar. Es de admirar que tu si que lo hagas. Yo lo solía hacer mucho antes también, ¿sabes?. Me pasaba algo muy parecido a ti. Esto me a llevado a conocer muchos sitios distintos, incluso a dueños y camareros que ahora me ayudan a darme a conocer un poco.-vi a Roy recogiendo un par de vasos y le saludé alzando la mano, agradecido.

| JUGADA MASTER |

Lucía asintió con la cabeza y bebió coca cola de nuevo, para volver a dejarla después en la barra.

- Sí, la cerveza también está bien pero para tus conciertos me gusta estar sobria- dijo la joven con una amplia sonrisa en sus carnosos labios-. Siempre podemos quedar algún día para tomar una cerveza y me sigues contando qué tienes pensado para tu carrera musical.

Automáticamente la joven se sonrojó y empezó a titubear, intentando disimular sus palabras o quitarle importancia. Pero justo en ese momento llegó un chico que aparentemente era más mayor que Fran. No sabría calcular su edad exacta pero debía tener alrededor de treinta.

Le dio un empujón a Fran para abrirse hueco en la barra, ignorando por completo a Lucía.

- Apártate, moñas- dijo aquel chico mirando a Fran con repugnancia.

Lucía fue la primera en pronunciarse antes incluso de que lo hiciera Fran, sin mostrar temor alguno por ese rostro que habría hecho temblar a cualquier mujer. Eso o cautivarla. Lucía no parecía pasar por alguno de esos momentos, al contrario.

- Cuidado con lo que haces y dices- le advirtió Lucía con un tono amenazante que en nada se parecía a ese tono dulce que utilizaba hablando con Fran.

- ¿Y me lo dices tú, chiquilla? No te engañes, preciosa, esos ojos no te servirán para ablandarme como a otros- comentó dirigiendo después la mirada a Fran para dedicarle una mueca de asco-. Retírate de la música, no vales ni para calmar a los perros.

- Cállate- dijo Lucía, frunciendo el ceño.

- ¿Acaso eres fan de éste pringado? Pobre, ni siquiera puede cantar en otro sitio que no sea este antro- dijo aquel chico, con la intención clara de provocarles.

- ¡He dicho que te calles!- bramó Lucía.

| Bar Seven |

Lo estaba pasando realmente bien. Quedaban aún unos diez minutos para empezar la segunda parte del concierto pero todo se fastidió. Mierda, mierda... A penas escuchaba a Lucía y aquel tipo hablar. Mi mente se nubló, como otras muchas veces me había pasado. Mi cara se comenzó a encender, cerré los ojos, los puños e intentaba tranquilizarme, por Lucía, por Roy y su local, pero no podía... Cuando abrí los ojos me encontraba con mis manos encima de la cabeza de aquel tipo, dispuesto a destrozar su cara en la barra del bar mientras que mis ojos se abrían cada vez más, descontrol absoluto en lo que hacía.

Todo se había jodido. La dulce Lucía se asustaría de mí, Roy me prohibiría la entrada de por vida y todos los presentes verían lo loco que realmente estaba y no volverían a escucharme.

| JUGADA MASTER |

Aquel chico sonrió de forma triunfal. De repente todo sucedió muy rápido. Los altavoces del escenario comenzaron a arder. Lo mismo hacía el ordenador con el que la camarera cobraba. Las bebidas alcohólicas que había en las estanterías detrás de la barra empezaron a estallar una a una y cundió el pánico. El bar empezó a ser evacuado y cuando Fran quiso darse cuenta el chico desconocido se había esfumado.

Lucía se quedó inmóvil en la barra viendo cómo la gente se empujaba para salir. Al parecer la joven tenía claro que así jamás saldrían y empezó a ponerse nerviosa. Mientras la gente iba saliendo saltó el detector de incendios y el agua luchaba para apagar el fuego que se había originado en el bar. Roy llegó rápidamente para instarles a que abandonaran el local de forma ordenada, sin prisa pero sin pausa. Era la mejor forma de no morir aplastados.

Tras varios minutos de confusión, todos estaban ya fuera. Los primeros en salir no llegaron a mojarse pero los últimos sí. En ese grupo estaban Fran, Lucía y Roy. Pero cuando salieron al exterior se escucharon relámpagos sobre sus cabezas. Tenían una tormenta justo encima que empezó a descargar de inmediato. La lluvia era muy intensa y la gente se fue dispersando.

- ¿Qué demonios ha pasado?- preguntó una Lucía empapada.

Mientras tanto Roy llamaba a los bomberos y a la policía a través de su móvil.

| Bar Seven - Calle |

Todo ocurrió demasiado deprisa y no pude entender donde se había metido aquel capullo que me hizo perder los nervios una vez más. ¿Fue él el causante de aquel incendio? Es lo que parecía, porque huyó muy deprisa, tanto que ni le vi.

-No tengo ni idea...-dije, mirando el bar y luego a Roy que hablaba por teléfono rápidamente.-Maldita sea, Roy...-dije en un susurro, sintiendo lástima por él. Me coloqué junto con Lucía debajo de un balcón para cubrirnos de la lluvia. Aquella lluvia tan repentina también me pilló de improvisto.-¿Decían algo en las noticias de esta tormenta?.-pregunté, mirando el cielo.

En cierto modo agradecí que no se viese mi actitud de forma tan clara, aunque lo lamentaba por Roy.

| EXTERIOR |

Una vez fuera empezó a llover. Era todo tan extraño y yo estaba tan nerviosa... Intentaba tranquilizarme cuando nos pusimos debajo de un balcón para cubrirnos de la lluvia.

- Pues en principio iba a hacer frío, mucho frío pero no habían anunciado precipitaciones- dije, encogiéndome de hombros-. No sé qué intentaba ese tipo pero claramente buscaba provocarte. ¿Le conocías? ¿Le habías visto en alguno de tus conciertos?

Intentaba averiguar qué había pasado porque en la barra había sitio suficiente como para acercarse a pedir sin tener que empujar a nadie. Era obvio que buscaba provocar a Fran.

Me puse el abrigo que aún llevaba en la mano. Tenía frío.

| Calle - Seven |

Yo también pensaba que aquel tipo quería provocarme, al menos ahora si lo veía así. Intenté pensar porqué, pero no lo entendía. ¿Envidia? No me lo tenía tan creído, no lo creía. Negué con la cabeza tras las preguntas de Lucía y suspiré.

-¿Qué vas a hacer ahora?.-le pregunté, para luego instintivamente caer en la cuenta de que mi guitarra aún estaba dentro, mi objeto más preciado, la guitarra que llevaba conmigo más años que ninguna otra persona u objeto.-¡Un momento!.-exclamé de repente y entré al en llamas, sin pararme a pensar en nada, solo en el estado de mi preciada guitarra.

Me fui directo al escenario, sabiendo que fue allí el último sitio en el que dejé la guitarra. Si se había quemado jamás me lo perdonaría...

| JUGADA MASTER |

Fran se dio cuenta de que la guitarra se había quedado en el interior del local y no dudó en entrar de nuevo para intentar recuperarla.

- ¡Fran!- bramó Roy al verle entrar, pero antes de que pudiera seguir sus pasos la propia Lucía se le adelantó y también se dirigió al interior del local que seguía en llamas-. ¡Muchacha, no! ¡Detente!

Sin embargo nada pudo hacer.

Cuando Fran esquivó las llamas hasta llegar al escenario se dio cuenta de que la guitarra había quedado en aquella tarima, intacta. Sin embargo el fuego amenazaba con acercarse más y más.

- ¡Fran! ¡No lo conseguirás!- exclamó Lucía.

De repente todo el agua que caía del techo por el detector de incendios parecía haber cobrado vida propia. Se creó una cortina que rodeó a Fran y Lucía, protegiéndoles de las llamas. Ambos miraron extrañados la escena y Lucía instó a Fran para que cogiera cuanto antes la guitarra y salir de allí cuanto antes, pues el fuego estaba derritiendo el agua convirtiéndola en vapor.

- ¡Vamos!- exclamó Lucía tendiéndole la mano para que se la cogiera y pudieran salir juntos del local.

| Seven - Calle |

¿Qué diablos estaba ocurriendo? ¿Qué pasaba aquel día? No dudé en coger la guitarra, luego la mano de Lucía y salir de allí rápidamente. Sabía que Roy me daría una buena charla. Le enseñé la guitarra, intacta, una vez fuera.

-No podía dejarla, Roy, es mi sustento.-le dije, esperando que aquello no le sentase mal, pues su propio sustento estaba en llamas ahora mismo.-Lamento mucho lo sucedido, de verdad.-le dije, mirando el local y esperando la llegada de los bomberos.-No me explico como pudo ocurrir.-aquel día había muchas cosas que realmente no podía explicarme. ¿La bebida tenía algo?.

Miré a Lucía y parecía estar bien. Estaba muy agradecido por haberme seguido, pero no tenía que haberlo hecho realmente.

| JUGADA MASTER |

Roy tenía el ceño fruncido debido a la preocupación cuando ambos salieron del local.

- ¿Estáis locos o qué? ¡Me importa una mierda tu sustento y el mío! ¡Yo mismo te hubiera regalado una nueva, insensato!- exclamó Roy, guardándose el teléfono móvil en la chaqueta-. Es una guitarra, es un local... Todo eso puede volver a reponerse pero tu vida no. ¿No os dáis cuenta que podríais haber quedado atrapados?

Roy parecía tener muchas cosas más por decir pero la sirena de los bomberos le silenció. Rápidamente sacaron la manguera y comenzaron a apagar el fuego desde dentro y desde fuera. La policía también llegó y empezó a hacerle preguntas a Roy sobre el estado del local, sobre lo que pudo iniciarlo, pero no tenía respuesta alguna para todo ello. Fue de repente y nada podían aportar Fran o Lucía, pues tampoco entendían nada.

- Demasiado extraño todo... ¡Y tú no vuelvas a hacer eso, jamás!- saltó Lucía al caer en la cuenta de lo que Fran había hecho, alzando un poco la voz-. ¡Por recuperar tu guitarra a punto has estado de perder la vida!

| Calle |

No me gustaba que me gritasen, ni Roy, ni Lucía, ni nadie. No duró mucho, así que me calmé antes de que pudiese ir a más. Les comprendía, pero aquel instinto mío pensaba por si solo.

-Está bien, déjalo.-dije de forma algo cortante, intentando que no siguiese con el tema.-¿Te acompaño a casa?.-le propuse, mientras se me notaba bajo de ánimos. ¿Perder la vida? No quería eso, pero mi guitarra era parte de mi vida y parecía ser el único que lo entendía. Era única para mí.

| CALLE |

Escuché la manera en que me cortó y no me gustó. ¿Acaso no tenía razón? ¿Acaso me estaba sobrepasando con él? No, estaba segura de que tenía toda la razón al igual que Roy, el dueño del local.

- No, puedo ir sola- le respondí, de la misma forma cortante en que me hablo a mí. Fruncí el ceño y empecé a caminar, alejándome del lugar sin importarme que la lluvia estuviera empapándome. Por suerte tenía las botas y el agua no llegaba a calarme en las medias pero sí se filtraba el frío, de modo que caminaba encogida y refugiada en el cuello de mi abrigo.

| Calle |

Me quedé mirando como Lucía se marchaba y resoplé. De unas largas zancadas la alcancé.

-¿De verdad vas a ir andando?.-le pregunté, expuesto a la lluvia como ella.-Venga, va, cojamos un taxi juntos.-imaginé que estaba molesta por mi contestación, pero prefería no sacar el tema vaya que su contestación me alterase demasiado. Si veía que la conversación se podría volver discusión me iría sin decir nada. Era mejor aquello a que mis nervios ganasen la batalla otra vez.