Partida Rol por web

Recuerdos fragmentados

Interpretación por web

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02/09/2011, 16:50
Marina de la Torre

Demasiado real.

Esa es la conclusión a la que la mente de Marina (la parte racional, la que continuamente tiene que lidiar con aquel tipo de "certezas" que tiene de vez en cuando) había llegado, mientras se sujetaba la cara entre las manos, incorporada en su cama, esperando a que su corazón dejase de latir desbocado y las lágrimas se secaran. Por que está llorando. En silencio, sí, pero descontroladamente. Y no sabe si se odia o se compadece por ello.
Los minutos pasan lentamente, eternos. Nada ni nadie se mueve, y Marina da gracias a Dios por que Helena duerma tan plácida y profundamente. A fin de cuentas, es una desconocida. ¿Cómo podría alguien que no sabe nada de ella entender porqué está despierta, llorando con desasosiego? ¿Como podía entender NADIE cómo se sentía? No podían, no había nadie en aquel mundo a quién ella pudiera acudir esperando que la entendieran. Hacia muchos años que lo había aceptado, y por lo tanto, cuanto menos preguntaran por ello, tanto mejor.

Tardó lo que pareció una eternidad en lograr suspirar profundamente y retirar las manos. Se secó las lágrimas que todavía mojaban sus mejillas casi con enfado, pero la oscuridad que reinaba en la habitación volvió a encogerle el estomago, casi esperando volver a oír el sonido de las olas al chocar contra las rocas, volver a sentir el mortal abrazo del agua sobre su cuerpo. Se estremeció, más inquieta de lo que quería reconocer, y se palpó los pies bajo las sábanas. No había nada: ni heridas, ni sangre, ni nada. Pero dolían. De un modo impreciso y fantasmagórico, pero dolían.

Tenía que salir de allí.

Se levantó con prisas, intentando no hacer ruido, y salió al pequeño balcón de la habitación. Necesitaba aire fresco y la certeza de estar despierta, o sentía que se iba a volver loca. Prácticamente se derrumbó sobre la barandilla, mientras inspiraba profundamente el cálido aliento de la noche para contener los sollozos que amenazaban con volver a superarla.

Había sido demasiado real.

La idea empezó a tomar forma, lentamente, mientras Marina se sentaba en el suelo de pequeño balcón y se abrazaba las rodillas. El canto de los grillos la envolvió dulcemente, como una nana para un recién nacido, mientras ella permanecía quieta a la espera de que su mente fuera capaz de procesar aquella certeza: aquel sueño había sido demasiado real.
Se preguntó, casi por curiosidad, cuantas veces le había ocurrido aquello mismo. Cuantas noches se había despertado de aquel mismo modo, asaltada por una pesadilla, arrastrada por un pensamiento irracional. Habían pasado muchos años desde la primera vez, y con cada nueva ocasión, se decía y se creía más fuerte que la anterior para sobreponerse al sobresalto y seguir con su vida. Pensando en ello, hacía mucho tiempo que un sueño no la perturbaba tanto, ni mucho menos hasta el punto de superarla de aquel modo. Y desde luego no era por que fueran escasos.
Entonces, ¿por qué se sentía así en esta ocasión? ¿Qué tenía aquella pesadilla de diferente? ¿Por qué había logrado alcanzar la parte más vulnerable de sí misma con aquella facilidad?

- Ángela...

El nombre apenas susurrado le recorrió la espina dorsal con virulencia, un escalofrío inconmensurable. Marina se abrazó a sí misma con más fuerza, intentando imponerse un mínimo de autocontrol mientras recuperaba las riendas de su pensamiento. No había ninguna certeza de que la joven con la que había soñado fuera Ángela. No había ninguna certeza, de hecho, de que realmente hubiera ocurrido lo que sucedía en él. Era más, aunque se tratara de aquella cría... ¿Porqué tenía eso aquel poder sobre ella?
Rememoró rápidamente el encuentro con la chiquilla hacía apenas unas horas. La había visto por casualidad, pero desde ese momento había sabido que ella era "algo" importante. Por eso se había acercado a hablar con ella, y por eso le había tomado la mano y acompañado durante el funeral, aunque el sepelio no fuera con ella realmente ni tuviera la certeza de que Ángela dijera la verdad. A fin de cuentas, no era más que una niña... ¿qué mal había en que participara de los responsorios si quería? Habría tiempo de averiguar si lo que decía era cierto, o si sólo era una curiosa que pasaba por allí...

Pero ese era el problema: no sabía si iba a tener tiempo. En aquel momento, si se ceñía a lo que su intuición le dictaba, ya no tenía tiempo. No quería creerlo, ni por un instante, pero la duda y el miedo se estaban enconando en el fondo de su consciencia. Había aceptado cambiar de hotel aún sin saber que Ángela estaba en el otro por el respeto que le tenía a Ned y a sus intuiciones. A fin de cuentas, todos en el equipo habían aprendido a respetar sus corazonadas respectivas, y hasta ahora no les había ido mal. Pero en aquel momento tenía la certeza de que, por lo menos esta vez, se había equivocado. Y que cuando salió sobre la mesa la posibilidad de vigilar a Ángela, tenía que haber actuado de inmediato.

¿Por qué? Porque la chiquilla la necesitaba. No tenía forma de justificar aquella certeza, pero del mismo modo que había visto su necesidad en el cementerio y había actuado siguiendo ese impulso, ahora estaba convencida de que tenía que haber estado a su lado. Sí, le había dado su tarjeta, ¿y qué? ¿Acaso esperaba que realmente una pre-adolescente la llamara en mitad de la noche?
Se dio cuenta de que la respuesta era sí. Estaba convencida de que Ángela la llamaría si la necesitaba, y precisamente por ello aquel sueño la aterrorizaba de aquel modo: no podía comprender ni aceptar que aquel supuesto pudiera ser cierto… y que no la hubiera llamado.

Volvió a suspirar, vencida. Se sentía agotada, física y psicológicamente, y distaba mucho de poder definirse como tranquila. ¿Pero qué podía hacer? Miró el reloj de su muñeca, sorprendida: eran casi las seis de la madrugada, hora local. Enfocó su dispersa atención a su alrededor, corroborando que, efectivamente, el cielo había empezado a clarear. Demasiadas horas perdidas sin hacer nada en concreto, útil o productivo. Iba siendo hora de actuar.
Se levantó con resolución, olvidando el sordo dolor de los pies que ya no existía o sus dudas anteriores. Entró nuevamente en la habitación y se vistió rápidamente y en silencio. Garabateó, a la escasa luz que empezaba a filtrarse por las ventanas, una breve nota que dejó sobre su cama deshecha. Tomó su escaso equipaje y salió de la habitación. La nota rezaba así:


“Helena, he salido a comprobar algo. Supongo que para la hora del desayuno estaré de vuelta. Marina.”


Llegó a la recepción del hotel y se hizo entender con el adormilado conserje de que necesitaba un taxi. Esperó con impaciencia a que este llegara y le indicó a dónde quería ir.
No sabía si tenía tiempo o ya no. No tenía ninguna verdadera prueba ni razón para hacer lo que estaba haciendo. Quizá todo fuera una enorme estupidez y Ángela estuviera tranquilamente durmiendo en la habitación de su hotel, y sus miedos fueran totalmente infundados fruto de una de sus nada extrañas pesadillas. O quizá realmente fuera demasiado tarde y se encontrara con algo que se negaba siquiera a considerar por el momento. No importaba: no podía seguir parada, mucho menos cuando no sabía si le quedaba tiempo o no. No podía ignorar el extraño lazo que parecía haber forjado con aquella chiquilla. No podía quedarse quieta pensando que, tal vez, estuviera en su mano evitar que aquel sueño se hiciera realidad... si no lo era ya.

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03/09/2011, 14:02
Helena Maelle

Mientras Paola los dejaba solos Helena recorrió el periódico de arriba a abajo curiosa por las palabras de la ama de llaves. Finalmente encontró lo que buscaba, desplegó el periódico sobre la mesita de jardín y le indicó a su hermano un artículo.

Helena leyó en voz alta al mismo tiempo que traducía el texto del portugués.

- Que cosa más asquerosa. - dijo retorciendo la nariz -¿Te lo imaginas? ¿Que clase de enfermedad mental puede llevar a alguien a hacer algo así? -

En la cabeza de Helena un par de piezas, apenas relacionadas, del puzzle se acercaron. Lo que acababa de leer le resultaba vagamente familiar, pero no con los asuntos que les habían llevado a Portugal, sino sobre algo más intimo del pasado. Pero, ¿Qué?. Se quedó pensativa unos instantes.

- Bueno ya lo recordaré. - Pensó, zanjando el tema.

Fue a sentarse junto al rosal de Elisabette, cerró los ojos y respiró profundamente, intentando captar el aroma de las flores. -¿Que opinas del socio y el notario? ¿Crees que pueden tener que ver con la muerte del tío?- soltó, mirando al cielo.

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03/09/2011, 14:29
Tom

Tom esbozó una mueca. Aquella era una manera muy cruda de morir e imaginarse la escena con todo lujo de detalles no ayudaba a parar la náusea que le subía por el estómago. Sin embargo, había algo...algo relacionado con la noticia. La conexión era innegable, pero era imposible.

-No lo se, hermanita-Respondió Tom, sin poder quitarse la corazonada de la cabeza-Pero es una manera muy asquerosa de morir.

Tragó saliva. De pequeño había visto un par de cuerpos en estado de putrefacción, todos ellos animales, pero la idea de que alguien pudiera matar de aquella manera, cuando matar ya era algo asqueroso de por sí, hacía que se le pusiesen los pelos de punta.

-En cuanto al notario...No, no creo que tuviesen nada que ver en la muerte del tío, pero si que creo que saben algo. ¿Cuando se ha visto que un notario vaya a un funeral? Su trabajo se limita a leer el testamento y repartir la herencia-Tom guardó silencio un segundo-Es posible que conociera a Anuska de antes, que fueran amigos o cualquier otra cosa, eso explicaría que estuviera en el entierro.

Por otro lado, el socio dudo bastante que tenga algo que ver con todo ésto. Como ha dicho Paola, su relación se limitaba a lo profesional...a no ser que Paola nos haya mentido.

Tom se quedó mirando a su hermana.

-¿Que opinas?

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03/09/2011, 16:18
Director

El taxi avanza, lentamente, por la ciudad, llevándoos de vuelta hasta el hotel con una parsimonia algo molesta. Daría incluso la sensación de que el taxista está tomándoselo con calma deliberadamente, para cobraros un par de euros más al final del viaje. Suspiras, algo exasperada, pero no dices nada. Simplemente, no tienes ganas. Es verdad que hay prisa, pero en aquellos momentos no tienes ganas de discutir, o de que te respondan una bordería

Entonces, una voz suena a tu izquierda

-Marina...

Te giras hacia Ángela, que te mira, pensativa, con las manos entrecruzadas sobre su regazo. Haces un gesto afirmativo para invitarla a hablar

-He estado pensando... Sabemos mucho sobre la familia de Anuskha, pero... ¿En qué nos ayuda eso a descubrir al asesino?

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03/09/2011, 16:23
Director

Miércoles, 19 de Agosto del 2010. 4:03 de la mañana

"-Quieto ahí, tío..."

"-Joder... No te muevas..."

"-No me cogerán..."

"-¡Quieto, he dicho!"

"Un disparo rasga el silencio"

Te despiertas con un grito ahogado en la garganta, que no llega a salir. Tus sábanas están empapadas de sudor

Al principio, no sabes donde estás. Luego, se va perfilando. Se perfila la habitación, y tu compañero, Rikoru, que aún duerme plácidamente. Se perfila el hotel, y se perfila Coprica. Tras unos segundos, te ubicas. Luego te dejas caer de nuevo sobre las sábanas, suspirando. Tus ojos escuecen, los párpados te pican. Allí, en el techo, la mirada de Michael Oxfit sigue clavada en ti, acusándote...

"Tenía hermanos, Ned. Tenía alguien a quién cuidar. Tú no tienes a nadie"

Cierras los ojos, intentando abstraerte. La cabeza te da vueltas

"¿Qué derecho tenías, eh? ¿Qué derecho tenías para matarme, maldito cerdo arrogante?"

Te incorporas, sentándote sobre tu cama. No, ahora no. No estás de humor para los remordimientos

Necesitas un trago

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04/09/2011, 10:57
Eddard Miles

El estallido había logrado rasgar las barreras oníricas de su subconsciente, pues aún retumbaba en su cráneo adolorido por la pena y la necesidad de una dosis. Sonaba como si fuera un drogadicto, y no le costó darse cuenta que no era diferente. Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano. Una ráfaga de aire fresco proveniente de las playas de Coprica le arrancó un escalofrío mientras recordaba escenas que más de una vez hubiera borrado con una bala de manera gustosa, si tan sólo hubiera tenido las agallas.

Sintió la necesidad de calentar el cuerpo, aunque no era más que su adicción camuflada, un producto de su mente acostumbrada a mimarlo, a engañarlo; pero no era ninguna víctima: Edward se había acostumbrado. Alcanzó la petaca en el interior de su chaqueta, y atinó a darle un trago largo. Le embargó el desasosiego cuando unas gotas insulsas le endulzaron la lengua. Miró por la ventana, desconsolado, mientras las voces dentro de su cabeza entonaban la misma melodía que todas las noches le cantaban en sus sueños. ¿Por qué estaban cada vez más cerca de la realidad?

Se vistió rápidamente, silencioso como el susurro de las hojas en una noche de viento. No le importaba si debía sobornar al recepcionista por un poco de whisky.

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04/09/2011, 12:25
Marina de la Torre

Marina observó a la joven mientras meditaba la respuesta con cuidado. No tenía muy claro porqué, pero aquella muchacha le recordaba mucho a sí misma. Era impulsiva y decidida y desprendía aquella sensación de seguridad en sí misma casi continuamente... pero tenía también su lado débil, su punto flaco y sus momentos de duda. ¿Era por todo eso por lo que había decidido incorporarla a la investigación, pese a no saber nada cierto de ella?

Ángela levantó la mirada ante su silencio, expectante, y la detective empezó a hablar.

- En primer lugar, recuerda que todavía no sabemos porqué murió Anushka. La versión oficial es que fue un accidente. Por oposición, podemos partir de la hipótesis de que se tratara de un asesinato, y por lo tanto, que exista un asesino. Pero lo cierto es que no tenemos ni podemos todavía descartar que no se tratara de un suicidio.

Marina perdió la mirada más allá de los cristales del vehículo. Le dio por pensar que la conversación que estaban teniendo hubiera sonado muy rara al taxista si este las hubiera entendido. O quizá lo hacía... pero tenía la educación de fingirse demasiado ocupado entreteniéndose para cobrarles de más...

- Por otra parte, no conocimos al difunto. No sabemos nada de él más allá de lo que sus familiares, sus amigos y sus conocidos puedan contarnos. Si tuviéramos la certeza de que se trata de un asesinato, quizá podríamos obviar el cómo era él y centrarnos en el cómo murió para averiguar el porqué y el quién. A fin de cuentas, tal como comentabas antes, todavía no hemos mirado siquiera el informe policial sobre su muerte ni hemos visitado el lugar de los hechos. Pero como no podemos descartar las otras dos posibilidades (que realmente fuera un accidente o que se tratara de un suicidio), nos interesa conocer a la familia y a los amigos para, a través de ellos, hacernos una imagen lo más fiel posible del difunto. Imagínate una gran tela de araña, muy intrincada, con muchos nudos y sin un centro preciso, sino todo lo contrario. Si cada uno de esos nudos es una persona, los hilos que unen los distintos nudos son sus relaciones. Si tu tiras de un nudo, los vecinos reaccionan. Nosotros estamos intentando conocer esa tela de araña: conociendo a la familia y los seres allegados a Anushka (los nudos vecinos a él) tenemos la posibilidad de hacernos una idea de las relaciones que tenían con nuestro nudo en particular, y podemos hacernos una idea de cómo era el difunto. Todo lo que le ocurriera a Anuskha en vida afectó de forma más o menos directa a sus allegados, y a través de los recuerdos de éstos podemos hacer una retrospección de cómo influyeron en él todas las desgracias que nos contaba Vera que han ocurrido en su familia, por ejemplo. Sin ser tan trágicos, el día a día está lleno de anécdotas y vivencias que se experimentan y se comparten, y que forjan el carácter de cada uno. Ver cómo hablan de él su hermana, su madre, sus familiares o sus amigos, sus compañeros de trabajo y sus clientes si los tenía, nos permite recrearlo en vida e intentar... "colarnos" en su mente para comprenderle en la muerte.

Marina se detiene, como si se diera cuenta que está divagando. Vuelve a encauzarse ella misma.

- Quizá me digas que hacer eso no es fácil, ni seguro, ni preciso. Quizá valores la posibilidad de que Anushka pasara toda su vida mintiendo y fingiendo ser quién no era o estar mejor de lo que estaba. Bueno, nadie dijo que fuera a ser fácil, y aunque el fallecido siempre hubiera sido sincero con todo y con todos (algo sumamente improbable), las personas siempre tienen una... "imagen" imperfecta y/o distorsionada de los demás, por lo que existe un margen de error inevitable ahí. A modo de ejemplo: el concepto que yo tengo de ti ahora mismo no tiene por qué ser una descripción fiel de lo que tu eres, y podemos decir lo mismo de ti hacia mi, o hacia mis compañeros, o incluso de mi hacia mis compañeros, etc. Habitualmente el tiempo, la confianza y la familiaridad ayudan a que esa "imagen" se defina y se acerque a la realidad, aunque esto no siempre se cumple, ni mucho menos. Pero en cualquier caso es un punto de partida por el que empezar... y en mi experiencia, suele bastar para distinguir a un suicida de un superviviente enconado empeñado en vivir pese a cargar con una montaña a cuestas... Además, volviendo a la hipótesis del asesino, es una excusa perfecta para conocer a posibles sospechosos a través de las incongruencias que puedan darse entre testimonios. Ya sabes lo que suele decirse: se pilla antes a un mentiroso que a un cojo...

Marina vuelve a detenerse, suspirando. La idea de "verdad y mentira" podría dar para otra larguísima disertación a cerca de lo evidentes o no que pueden ser las mentiras, o las verdades a medias, o las verdades falsas que se creen realidad y que por lo tanto ni son fáciles de descubrir ni suponían una verdadera mentira para quien la dijo.

Esboza una sonrisa ladeada en ese momento. "Verdadera mentira". Que expresión tan deliciosamente irónica.

- Resumiendo. Que una vez hayamos recompuesto al "marco" donde está tejida esta "red" y tengamos una cierta idea de nuestro "nudo", entonces podemos empezar a especular y a hacernos preguntas del tipo... ¿La muerte de su hija y la desaparición de su mujer fueron realmente superadas por el difunto y por lo tanto no tienen nada que ver con su muerte o ahora, años después, ha decidido ir tras ellas? ¿Existe alguien que necesitara o quisiera a Anushka muerto para sus propios fines o su muerte supone un duro golpe para algún proyecto o negocio? Suponiendo que hay alguien involucrado en la muerte, ¿fue realmente un asesinato intencionado o se trata de un homicidio involuntario? Será en este momento en el que los datos policiales y la escena del crimen entren en juego y le den a ese marco un "lienzo de fondo" y unos "detalles". Pero antes de llegar a eso, necesitamos conocer el "terreno de juego" en el que nos movemos... o si no, suponiendo que haya alguien intentando controlar los hilos de esta historia para que creamos lo que le conviene, jugamos con más desventaja de la que de por sí tendremos que enfrentar.

Notas de juego

Acabo de darme cuenta de algo. Si Ángela es portuguesa y yo soy española... ¿Cómo diablos nos entendemos? xD Sospecho que diste por adjudicado que ella hablaba español también, por que si no llevamos toda la partida entendiéndonos por ciencia infusa... xD

Y perdón por los escarceos con el meta-juego xD

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04/09/2011, 18:29
Director

Notas de juego

Al post, respondo luego. A lo de angela, es casi bilingue... Si no, no podria haber hecho de interprete entre irene y tu... Y ya no digo mas, que al final se me escapa algo ... XD

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12/09/2011, 16:49
Director

No te cuesta mucho conseguir que el recepcionista te venda una botella de alcohol barato. Aunque al principio te pone alguna que otra pega, tras hacer bailar un par de billetes frente a su nariz se muestra mucho más solícito. Subes arriba, de nuevo, dudando de si abrir o no la puerta de tu habitación. El hotel está cerrado a estas horas, y nadie puede entrar, así que la opción de salir a la calle no parece viable. El recepcionista te llamaría la atención en el hall, y la azotea permanece cerrada a esas horas, por lo que no te queda mucha alternativa. Pero en la habitación duerme tu compañero, y quizás le despiertes. Lo último que necesitas en ese momento es que el bueno de Rikoru te eche una charla sobre el asunto de empinar el codo a las cuatro de la mañana en días laborales. Así que permaneces unos segundos en el pasillo, dando un trago a la botella, mientras que decides que hacer

Entonces las luces se apagan

No es que el lugar estuviera muy iluminado. Apenas un par de lámparas mal colocadas, que ofrecían una luz más bien teórica que realmente útil. Pero cuando las bombillas dejan de lucir, te da la sensación de que el pasillo se queda más frío, más inhumano, más... Un escalofrío. Joder, lo que te faltaba

Allí, en la ventana. En el alfeizar, hay algo. Durante unos segundos contienes el aliento, temeroso incluso de respirar. Luego tu vista se enfoca, y contemplas con nitidez como aquella mariposa aletea perezosamente sus alas, mientras se mantiene pegada al cristal, como si esperara algo. La ventana, al final del pasillo, se mantiene como la única fuente lumínica, mientras la pálida luz de la luna se une a los débiles resplandores de las escasas farolas de Coprica, dando al lugar un aspecto algo fantasmagórico y poco acogedor. No es hasta después de unos segundos que te das cuenta de cierto detalle, que solo llegas a advertir gracias a la proximidad de vuestra puerta hacia la ventana, apenas unos cuatro metros

En silencio, entras en la habitación. Acabas tu botella, en silencio. Y, también en silencio, te vas a dormir. No te cuesta mucho conciliar el sueño de nuevo, ahora que el ardiente líquido calienta tus entrañas. Un último pensamiento cruza tu mente, antes de que Morfeo te acune entre sus brazos

La mariposa tenía las alas totalmente negras

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12/09/2011, 17:02
Director

Miércoles, 19 de agosto del 2010. 1:46 de la tarde

Luces. Blancas. Tus pupilas se dilatan. Todo a tu alrededor parece distorsionarse durante segundos. Ves borroso

Duele. Todo tu cuerpo duele. Muchísimo. Estas empapado en tu propia sangre. Y esos insectos siguen allí. Los oyes...

Figuras. Borrosas. Su cuerpo, verde, sus caras, blancas. No, son mascarillas. Llevan mascarillas. ¿Donde...?

Voces. Oyes voces, gritando. Gritan palabras que no entiendes, que no quieres entender. Estas tumbado. Y sientes...

Frío. Hace frío. Tu espalda reposa sobre una superficie fría, muy fría. También es lisa. Y mojada: Mojada por tu sangre

Pitidos. Suenan pitidos. Luego alguien empieza a tocarte. Varias manos... O algo metálico. No lo sabes. Duele. Gritas

Silencio. No puedes gritar. No tienes fuerzas. Lo intentas de nuevo. Tu corazón, palpitando. Luchando por sobrevivir

Cierras los ojos

...

...

...

Allí, delante. Una luz

Abres los ojos de nuevo. Estas... Estas en ese piso. Otra vez. En ese piso maloliente, desordenado y viejo. El piso donde te convertiste en un asesino. Miras a tu alrededor, sorprendido. Los insectos, Rikoru, el coche... Todo ha desaparecido. Pero no. Cualquier lugar menos ese. Cualquier lugar...

Miras hacia atrás. No hay puerta. Estás atrapado

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12/09/2011, 17:22
Director

Ángela escucha, atenta y en silencio. Luego parece reflexionar sobre tus palabras, y al final se limita a comentar

-Sabes mucho sobre todo esto. ¿Cuanto tiempo llevas siendo detective?

Antes de que te de tiempo a responder, tu móvil suena. Disculpándote ante la niña, lo sacas del bolsillo y echas un vistazo para ver quién llama. Pero no hay nadie al otro lado: Es un mensaje. Lo lees una, dos veces. Luego comprendes su significado, y sientes que te quedas sin aliento

"De: Destinatario oculto

No está bien remover entre los secretos del pasado. Os aconsejo que os vayáis y olvidéis vuestra investigación, mientras aún sigáis vivos"

El taxista se detiene. Habéis llegado a vuestro destino

Notas de juego

Me ha encantado ese post, apúntate un diez por él. Casi me parecía el típico monólogo de novela policíaca :)

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12/09/2011, 17:38
Director

-¡Su corazón está fallando!

-Aplícale una descarga!

Tu cuerpo se retuerce

-¡Venga, rápido!

-¡Avisad al doctor Campos!

Hablan en portugués

-Rápido, el catéter

-¡¿Vas a intervenirle?! Es demasiado peligro...

-¡El catéter, joder!

Pero tú no entiendes portugués...

-Estoy entrando en la aurícula derecha, por válvula tricúpside

-El pulso disminuye, doctor...

-Resistirá

Luces de quirófano, borrosas, cada vez más oscuras...

-¡Detecto una arritmia!

-¡No tiene p...!

Negro

De repente, electricidad. Tu cuerpo se convulsiona

-¡Vuelve a tener pulso!

-¡¿Pero quién cojones le ha hecho esto...?!

Sangras. Mucho

-Esta consciente

-Oh, joder...

Caras mirándote. Llevan mascarillas. Uno de ellos lleva un extraño aparato en sus manos. Te miran

-Dale isoflurano...

-Voy

Ahora lo recuerdas. Los insectos. El coche. Ned

Te ponen una mascarilla. Luego, el mundo vuelve a ser negro

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12/09/2011, 20:12
Director

Silencio y frío. Un frío mortal. Un frío sepulcral

Sí. No hay duda. No habría que ser un genio para deducir donde estás

Una morgue. Un depósito de cadáveres

¿Como has llegado aquí?

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19/09/2011, 15:12
Director

Beeeeeeep

"Mensaje de Texto

De: Vera

Fecha: Miércoles 19 de Agosto

Hora: 20:28

Texto: Hola, cariño. Qué tal estáis? Estoy algo preocupada después de la charla de esta tarde. He encontrado algo que quizás os interese, ojeando en el álbum familiar. Volved pronto, y tened cuidado. Besos"

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19/09/2011, 15:21
Director

Miras a tu alrededor, desesperado, sin saber qué hacer. Temes girarte bruscamente y encontrar a Michael allí, mirándote de forma acusadora, tirado en el suelo como un muñeco inerte. Intentas no pensar en ello. Pero tienes que salir de allí... Tienes que...

La ventana. Está abierta. Pero es demasiado arriesgado. Te acercas, sudando, mientras, por el rabillo del ojo, ves como las paredes comienzan a adquirir un tono rojizo. Asomas la cabeza justo para ver una escalera de incendios, pintada de negro, que baja hasta la ventana inmediatamente inferior

Miras hacia atrás. Y ahora lo ves claramente. Como las paredes comienzan a llenarse de chorros de sangre, que caen perezosamente hasta el suelo. Oyes un llanto, procedente de la puerta que va a dar al baño. El llanto de un niño. Pronto se añade otro llanto más, esta vez femenino. Sabes quienes son. Los has visto en fotos, y han poblado tus sueños durante mucho tiempo. El llanto casi parece una acusación iracunda, una sentencia de muerte a aquel que les arrebató a...

Sales de allí. No puedes estar un segundo más dentro de ese piso. La sangre ya llega al suelo, y el charco está a punto de tocar tus pies cuando te arrastras por el hueco de la ventana, cayendo en la escalera con los dientes apretados y los ojos desorbitados. No, no mires atrás. Baja, peldaño tras peldaño. Allí, otra puerta. Rápido, ábrela. Cierra tras de ti. Apóyate, respira. Ya ha pasado

Luego miras la escena que hay delante de ti, y de nuevo te quedas sin respiración

Una morgue. En el centro, está Rikoru, que se gira hacia ti, sorprendido

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19/09/2011, 15:30
Director

La luz del techo parpadea. Luego se oye un ruido, y Rikoru se gira, con el corazón en un puño

Allí está Ned. Pero... ¿Qué hace allí? ¿Qué significa todo esto?

Ned observa el lugar, pálido, con los ojos abiertos de par en par. A sus espaldas, solo hay una pared. ¿Por dónde diablos ha entrado?

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19/09/2011, 15:29
Tom

A Tom le dio un vuelco el corazón cuando su móvil vibró. Con las manos temblorosas abrió el mensaje de texto y lo leyó rápidamente, sintiéndose algo decepcionado al descubrir que lo mandaba su madre.

Respiró hondo, intentando calmarse. "Se ha cortado la conexión. Llamará dentro de nada. Cálmate"

Pero Tom no podía calmarse. Si al menos le hubiesen dejado alguna dirección podría haber intentado algo, pero la conexión se había cortado justo en el momento en el que Helena le iba a decir donde estaban. Parecía casi como si estuviera premeditado, aunque eso era una tontería, por supuesto.

Intentando aparentar normalidad, el chico respondió a su madre.

"Hola mamá. Por aquí todo marcha muy bien. ¿Que es lo que has encontrado? Creo que no voy a poder pasarme por casa hasta dentro de un rato, pero toda ayuda es buena. Espero estar allí para cenar. Un beso."

Esperó mientras se mordía las uñas hasta que en la pequeña pantalla del aparato apareciese el aviso de "Mensaje enviado".

"Sólo es una broma de Marina. Nada mas..."

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19/09/2011, 20:49
Director

Beeeeeeep

"Mensaje de Texto

De: Vera

Fecha: Miércoles 19 de Agosto

Hora: 20:33

Texto: Algo extraño, desde luego. Faltan fotos. No sería tan relevante si no fuera por una anotación que hizo mi abuelo al margen. Pero mejor que lo veas por ti mismo. No vengas muy tarde. Te quiero :)"

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19/09/2011, 20:55
Director

Beeeeeeep

"Mensaje de Texto

De: Vera

Fecha: Miércoles 19 de Agosto

Hora: 20:30

Texto: Hola, cariño. Estás con Marina? Estoy algo preocupada después de la charla de esta tarde. He encontrado algo que quizás os interese, ojeando en el álbum familiar. Se lo enseñaré a Tom cuando vuelva esta noche. Si no podéis venir, ya os llamaré para comentároslo mañana. Besos. Pd: Si queréis venir a cenar, esta noche tenemos comida de sobra :)"

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22/09/2011, 06:03
Eddard Miles

Ned apenas puede respirar. Su pecho se infla y desinfla a un ritmo alarmante, y la garganta le quema, así como las venas le arden pidiéndole un trago, como si su sangre no fuera suficiente alimento. ¡Un trago le ayudaría a llevar las cosas con más calma! Pero no hay nada que pueda aliviar aquel tormento. Ni una gota.

-Ni una puta gota- balbucea, mientras se palpa todos los bolsillos en la infructuosa búsqueda de su petaca. Alza la vista, finalmente, pero no es la presencia de su colega lo que le perturba, sino la de los muertos. El hedor a cadáver le llena las fosas nasales y trepa hasta enredarse en su cerebro, atrapándolo en una espiral de terror y desconcierto. Los ojos desorbitados otean la habitación, y retrocede un paso para chocarse contra una pared. Voltea, incrédulo, y golpea el muro con los puños. -¡Aquí había una puerta! ¡Mierda!- vocifera, mientras el sudor de su frente se estrella contra el suelo.

-¿Dónde estoy Rikoru?- inquiere, incapaz de mirar a su amigo, como si le creyera una presencia espectral producto de su subconsciente. -Déjame salir-