Partida Rol por web

NOCHE 2

Los huéspedes del Victorian bajan de sus habitaciones al salón de baile de uno a uno, evitando a toda costa ser vistos con sus respectivas parejas. Procuran por todos los medios salir de sus alcobas con cautela para evitar que aquellos que moran en la misma planta los identifiquen como matrimonio. Al llegar al salón y comedor, los hombres se asombran de la impecable limpieza, que no dejaba evidencia alguna de la escena que habían presenciado la noche anterior en esa misma estancia. Para mayor sorpresa, un gran banquete había sido servido; toda clase de finísimos platos fríos se disponían en las mesas a un lado de la pista de baile, mientras la banda del hotel interpretaba magníficamente el Kaiserwalzer de Strauss.

Gertrudis recibe uno a uno a los huéspedes en la entrada del salón, deseándoles una satisfactoria estadía y quedando a su entera disposición. Todo comentario que le es hecho sobre lo acontecido la noche anterior pareciera no ser audible para ella ni para ninguno de los numerosos empelados; seguían sumidos en un profundo trance.

Era fácil olvidar los horrores pasados ante la opulencia del salón del Red Victorian, las espectaculares interpretaciones musicales, los sabrosísimos bocadillos y la indiferencia del personal. Aún así, los huéspedes estaban inquietos: ¿Qué era lo que estaba pasando?, ¿a quiénes se refería Gertrudis al decir: "ellos están entre vosotros"?, ¿qué tenía que ver la edición de Drácula encontrada entre los restos del director?, ¿cómo harían para evitar que se descubra la verdad sobre quién es su pareja?, ¿seguirían ocurriendo asesinatos?, ¿por qué sólo podían conciliar el sueño durante el día?
Esas dudas y otras más no paraban de rondar por las mentes de los angustiados huéspedes, hombres y mujeres. Los señores, una vez reunidos y habiéndose recuperado del estupor, se organizaron con el objetivo de salir del hotel... Solo para toparse con lo que presentían obvio: todas las salidas estaban bloqueadas desde fuera. No había manera de forzarlas, el trabajo de tapiado había sido realizado con suma diligencia y cuidado. El exterior era inaccesible a través de ninguna puerta ni ventana.
 

John había asistido a muchas escenas de crímenes, pero aquello era demasiado.

Esto sólo puede ser obra de un grupo de lunáticos dispuestos a Dios sabe qué atrocidades - pensó - Estamos encerrados y rodeados por unos locos que se comportan como si nada hubiese ocurrido.

Intentó ser racional y reflexionar más pausadamente, por lo que se sentó en una de las sillas contiguas a la mesa del banquete y, aún sin probar bocado, se concentró, dejándose arrastrar por la belleza de la música y sin perder de vista las reacciones de los demás invitados.   

Nervioso y desubicado por lo sucedido la noche anterior, me dirijo al gran salón. Un lugar que si tuviera que describir con una sola palabra sería: LUJOSO. Allí, sentado en la mesa repleta de ricos manjares, se encuentra un señor bien vestido y que desprende al igual que yo cierta incertidumbre.

-Buenas noches, Señor... soy Bastian Prideux, pero no hacen falta formalismos. ¿Dónde se encuentran los demás huéspedes? tenía entendido de que debíamos venir aquí.- gracias a mis recientes estudio sobre los miedos y fobias, sé que no es oportuno sacar el tema de la noche anterior, solo podría poner nervioso al señor y no es mi intención. "Esperaré cauto a que alguien hable sobre ello", tampoco hago mención sobre mi mujer con la esperanza de que nadie sepa de su existencia y podamos pasar desapercibidos, total soy joven lo mismo se piensan que soy soltero.

Nada de esto tenía sentido, buscaba en mi cabeza explicaciones lógicas y racionales a todo lo que había sucedido, pero no, no las encontraba sin importar lo que tardarse. Lo que se supone que debía ser una estancia de ensueño en un elegante y lujoso hotel se convierte en una aterradora y angustiosa pesadilla en una jaula de oro. Porque eso éramos, aves atrapadas. No importaba las veces que intentáramos salir, era un malgasto de energía. Así que resignado cojo asiento esperando ver la función, aunque mi cuerpo estaba en la sala, mi mente estaba lejos, muy lejos.

Mi semblante es serio, y no es para menos, aunque intento mantener la compostura dada la situación, una cabeza fría ayuda analizar la situación. Al menos estoy vestido adecuadamente, con un elegante traje de color crudo.

- Parece que no nos queda otra que seguirles el juego por mal que nos pese. Por cierto, mi nombre es Abraham, Abrahahm Novotny. - Digo en tono serio aunque algo forzado ya que mis nervios están a flor de piel.

Reconozco a los dos caballeros de ir juntos a la escena del crimen, la primera escena desagradable aunque no fue la única. Quien me iba a decir que todo esto pasaría.

Vuelvo de mi ensimismamiento para saludar a los dos caballeros que tengo enfrente.

- Mi nombre es John Malkovich. Siento que tengamos que conocernos en unas circunstancias tan terribles - Me intento sobreponer a mi timidez y al nerviosismo que me invade - Efectivamente, señor Novotny, parece que tendremos que bailar al son que nos marquen. No sé si compartirán mis impresiones - me acerco a ellos y bajo la voz - creo que somos víctimas de un grupo de locos que han organizado una elaborada puesta en escena inspirada en cuentos de terror.

Me tranquiliza la reacción, en apariencia natural (nervios, cierta suspicacia) de los invitados.

-Diría yo que son un grupo de psicópatas, esto ocurrido es un asesinato de los grandes. Buenas noches señor Novotny- miro al nuevo huésped con bastante agrado. -Si de una cosa estoy seguro es que esto no puede quedarse así, tenemos que hacer algo, esperemos a que llegue el resto y decidamos ^^

Me sirvo una copa de vino. -¿Gustan mientras esperamos? parece un buen vino francés

Era surrealista más no poder. Después del terror vivido no se nos ocurre otra que cosa que seguir el juego. Era absurdo, un sinsentido, pero no teníamos otra opción.

- Se lo agradezco señor Prideux. - Acepto encantado la copa ofrecida por él, necesitaba algo de alcohol para hacer la espera más soportable a pesar de que no estaba del todo incómodo con desconocidos. Al menos ambos señores compartían mis impresiones ante la situación actual y eso me aliviaba no ser el único fuera de lugar. - Habrá que pensar en algo. Aunque por ahora lo mejor será esperar.

- Muchas gracias, señor Prideux. Esperaremos, entonces.

Me levanto y paseo por el salón.

- Todo está tan impecablemente limpio que resulta inútil buscar restos. Se están tomando muchas molestias para tenernos encerrados como animales en un matadero. Está claro que esto es fruto de una mente demente, o varias, que quieren jugar con nosotros, pues si su propósito fuera matarnos directamente, ya lo habría hecho. Por otro lado, es difícil saber si el autor de la trama está entre nosotros. Han muerto los directores del hotel, pero el personal está participando en la farsa, o al menos se adapta a ella, como nosotros, de modo que son conscientes o intuyen la presencia de su amo en el hotel. Hay muchas estancias y habitaciones, pero, a menos que el criminal o criminales sean unos voyeurs, no se privarán de contemplar personalmente nuestras reacciones a su obra - pensó - Un largo pensamiento que no conduce a gran cosa, salvo esperar.

- Recuerdo que ayer fuimos unos seis hombres, pero, ¿saben cuántos invitados hay en el hotel? - pregunto a mis compañeros.

Lincoln llegó justo detrás de Abraham pero no hizo ningún ruido, se quedó apoyado en la puerta sin que los huéspedes notaran su presencia, una vez habían hablado y se habían servido una copa decidió entrar al gran salón, una zona preciosa, lujosa, con muchísimos detalles que no habrían pasado desapercibidos si no estuvieran todos absortos en las muertes de anoche.

- Buenas noches señores- Dice haciendo acto de presencia desde la puerta - No he podido evitar escuchar su conversación... y no me parece un grupo de lunáticos señor Malkovich, a mi forma de ver son profesionales... y no se si su objetivo eran o no los dos difuntos de ayer noche, porque de ser así... ¿Porque encerrarnos? ¿Quizás su objetivo es algo mas complejo? y aún mas importante... ¿Cómo sabemos que son un grupo y no una sola persona? - Mientras los 3 huéspedes le están mirando pasa entre ellos hacía donde estaban las bebidas y el señor Prideux - Y dicho esto... ¿Podría servirme una copa señor Prideux a mi también?-

Me muestro sorprendido por las palabras del nuevo invitado. Esa actitud tan directa me cohíbe un tanto.

- Verá, señor ... La verdad, sería conveniente que nos presentáramos. Usted ya conoce ... nuestros nombres y nosotros desconocemos el suyo. Hablo de lunáticos porque no me dirá que montar esta parafernalia para matar a alguien es obra de unas personas equilibradas, por muy astutas que sean. Y que haya incluso una orquesta tocando como si nada hubiera pasado... En fin, desde luego no es muy normal. En cuanto al grupo, puede que sólo haya un cabecilla, pero al menos todo el servicio del hotel participa de esta ... - Me acelero por los nervios - Carnavalada.

Linc hace una sonrisa con su cara y se acerca al señor Malkovich ofreciéndole la mano- Estoy de acuerdo, mi nombre es Lincoln Siral - Quería evitar decirlo, pero ese hombre no dejaba pasar un detalle... ¿Sería policía?- Como ustedes también me quedé sorprendido, pero he tenido demasiados momentos de tensión en mi trabajo como para haber aprendido a mantener la calma y pensar fríamente...- después de darle la mano se aleja un poco y se vuelve a girar a los huéspedes -Pero tiene razón... lo de la sirvienta y la orquesta de ahora... parece cómo si supieran lo que ocurre y no quieren decirnos nada... aún así creo que es mejor no hablar del tema mientras estemos todos por aquí no conviene empezar a asustar a todo el mundo...- Se saca la mano de los bolsillos y mirando al señor Malkovich - Lo siento si le ha podido ofender algo de lo que he dicho o hecho señor, no estoy acostumbrado ha este "alto standing"- pensó que lo mejor era cambiar de tema lo antes posible para evitar problemas - ¿Han dormido bien? o al menos ¿Han dormido? -

-Claro, aquí tiene una copa.- le sirvo una copa de vino a nuestro nuevo compañero, y sigo escuchando atento a lo que van diciendo, por ahora me mantendré a la expectativa y cuando estemos todos veremos.

-La noche muy bien pese al incidente- "ahora que lo pienso, es raro que tras un incidente así la noche siguiese como si nada hubiera ocurrido..."

Mientras me dirigía hacía el comedor principal, por supuesto, acompañado por un empleado del hotel después de lo ocurrido la anterior noche, escuchaba como el pequeño murmullo de una conversación. Al abrir la puerta contemple a 4 hombres con una presencia elegante algo nerviosos. 

No sabía de que estaban hablando aunque lo podía suponer. No los conocía de nada salvo de vista ayer en lugar del asesinato, a pesar de ello no me involucre en la conversación, simplemente me coloqué cerca de un caballero que estaba sirviendo vino y agarré una copa y me serví.

-Muy buenas noche, caballeros.- Dije con voz firme mientras me acomodaba en un muy cómodo sillón.

Lincoln cogió la copa que el señor Prideux le había dado, sonrió y dijo - Merci -

Mientras tanto entró un hombre, pulcro, parecía serio... se fijó por encima mientras le saludaba - Buenas noches -

Más tranquilo por la respuesta del señor Siral, le estrecho la mano.

- Encantado. No me ha ofendido en absoluto. Por el contrario, le ruego que me disculpe si le he parecido impertinente.

Vuelvo a sentarme y bebo tranquilamente el vino.

- Vaya, parece que van llegando los demás invitados.

Tenía interés por saber si alguien conocía cuántos invitados había en el hotel, pero como mi pregunta se había perdido en el aire, no insistí. Era mejor esperar e intentar relajarse.

- Fue una noche terrible. Me resulta difícil conciliar el sueño cuando estoy agitado. En cambio, he estado durmiendo todo el día, lo cual es muy extraño... ahora que lo pienso.

- Qué respuesta tan extraña la del señor Prideux. ¿Muy bien? ¿Después de presenciar esos crímenes? Desde luego, o tiene nervios de acero o es una pose. ¿Y qué han hecho durante el día los demás? ¿O hemos dormido todos?

Con las imágenes de lo ocurrido la noche pasada y extrañado por haber podido dormir a pierna suelta todo el día, era un buen momento para tomar un trago. Para mi sorpresa, ya se encuentra un grupo de hombres en el salón, charlando probablemente del suceso ocurrido. Ya estaba claro, no había sido ningún sueño, había pasado realmente. Ahora sí que necesitaba un trago. Me aseguré de dar una buena imagen, revisando que todo estuviese perfecto en mi vestuario, especialmente la corbata.

-Buenas noches -digo sin más y me voy directo a la mesa donde están las bebidas alcohólicas-

Preparo un vaso ancho y dejo caer un par de cubos de hielo, tintineando sobre el cristal del vaso. Luego me sirvo una generosa cantidad de whisky y apuro medio vaso con el primer trago. Nunca me había sentado tan bien ni lo había necesitado tanto.

-Buenas noches -repito una vez más al acercarme al grupo con el vaso en la mano-. Coincido con usted señor -me integro en la conversación con las palabras del último hombre que acababa de hablar- a mí también me parece muy extraño que tras lo vivido anoche haya podido dormir a pierna suelta, y todo el día... Perdón, soy Alexander Morley, con todo esto me cuesta tener las ideas claras en la cabeza. Encima la orquesta sigue tocando, como si nada, y nos sirven este banquete ¿qué esperan que hagamos? ¿que miremos hacia otro lado? Es absurdo -doy otro trago del whisky-.

Aún aterrada por las cosas que mi maridito me había contado que sucedieron ayer entro al salón, afortunadamente está mi esposo con otros caballeros que podrían socorrerme en caso de necesidad. No quiero interrumpir su conversación ya que sin duda estarán hablando de cosas importantes en las que una dama recatada y bien educada no debe meter su curiosa naricita, así que sin causar mucho revuelo los saludo y me siento discretamente en el sofá más cercano a mi conyuge.

Buenos días caballeros, espero que se encuentren todos bien.

Girándose escuchando los pasos de alguien se dio cuenta de que entró un hombre, saludando y dando su opinión sobre lo ocurrido, visto que aquí todo el mundo iba a hablar de la noche anterior... pues no merecía la pena pasar del tema - Buenas noches- Y rápidamente contestó a su pregunta - Pues no sabemos que ocurre con el servicio... una pregunta, cuando yo llegué ya estabais todos por aquí en el salón, me quedé en la puerta sin tocar nada, por si acaso...- "No quiero dejar mis huellas" pensó - ¿Visteis algo raro antes de que yo llegara? -

En ese instante entro una mujer, dándonos los buenos días - Querrá decir buenas noches señorita - Dijo sonriendo.

Doy la bienvenida a los nuevos con una copa de vino.

-Bonsoir. Monsieur, Madame. Tomen un trago con nosotros.

Dicho esto me alejo discretamente me sirvo otra copa y me alejo de la botella no vaya a ser que finalmente me tomen por un camarero...

-Cuando llegué ya estaba el Señor... ¿Malkovich era su nombre?

- ¡Vaya, hay presencia femenina! ¿Habrá venido sola? - pienso

- Buenas noches, señorita... - Me sonrojo y evito su mirada.

Creía que ya había controlado mis nervios, pero esta novedad vuelve a desestabilizarme. Además, empiezo a notar bastante hambre.

Discretamente me sirvo un emparedado que como discretamente hasta que Prideux se dirige a mí.

- Efectivamente, señor Prideux. Llegué el primero, pero eso no me sirvió para otra cosa que para ver el panorama que hay ahora mismo: una limpieza y decoración impecables, una orquesta que sigue tocando y un servicio que parece ausente de la realidad, aunque, eso sí, absolutamente eficaz.