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Reino de Illiandor

Funeral de Ecbert - 10 de Febrero 822 Anno Dómini

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28/10/2015, 20:51
Director

Los hombres de Harald ya estaban totalmente abrumados e irritados, sobre todo tras la escaramuza fallida del conde pulkriano que solo había logrado enojarlos más de lo que estaban.

Deseosos ya de un buen descanso, donde pudieran beber, comer, follar y quizás golpear a algún borracho infeliz, estaban muy cerca de ya llegar a su hogar en Brunstrack.

 

Y así finalmente tras varias horas después y haber salido ya del bosque, y llegando ya de noche, estaban a la vista del castillo de Brunstrack donde podrían darse el lujo de tranquilizarse un poco.

Pero no sería tan rápido, porque Harald había tomado rumbo hacia los campos y fue solo. Él no necesitaba darle ninguna orden a sus hombres para que todos ellos, y de forma inmediata, entendieran perfectamente a donde se dirigían y le siguieran.

Fue únicamente a uno de ellos que Harald le indicó que fuera al castillo para dar aviso a sus demás hijos y las familias de sus hijos, para que pudieran reunirse con este allí en la parte más alta de los campos.

 

Cuando llegaron, se veía la tumba de Judith y se sintió por unos instantes un poco abandonado. Harald bajó de su caballo y un soldado le acercó una pala. Varios se pusieron entonces a cavar junto a este.

Mientras tanto el mensajero ya había alertado de la llegada de Harald nuevamente al castillo, y que pedía que todos se juntaran en el pequeño lugar que hacía las veces de cementerio para la familia del anciano sabio. Rápidamente estos se juntaron con este, cuando los guerreros de Harald junto a él, ya casi terminaban de cavar un agujero donde iría Ecbert.

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29/10/2015, 00:34
Thorfinn Haraldsson Ynglingeætten

Toda la casa Yngling había salido del Castillo de Brunstrack para acudir rápidamente hacía la tumba donde la esposa de Harald se encontraba, y donde ahora enterrarían al hermano.

Thorfinn cabalgaba con mayor rapidez de la que la caravana en la que venían los demás miembros de su familia podría, por lo que les dejó atrás en cuestión de segundos, siendo el primero en llegar a las tumbas.

Se detuvo cerca de la tumba de su madre, viendo como Harald, su padre, se encontraba terminando de cavar la tumba junto a algunos otros hombres

Su mirada se congelo, lo que pensó era en un principio una mentira, resultó ser verdad. Bueno, ni el era tan estúpido para pensar realmente que uno de los soldados Brutenos mentiría respecto a la muerte de uno de los nobles de la cara Yngling.

Padre.

Dijo esto mientras se aproximaba a Harald, quien apenas había terminado de cavar y se encontraba en la tumba aún. Cosa que consternaba a Thorfinn sin dudas, pues jamás había visto la cara de su padre llena de tanto odio y al mismo tiempo de dolor. Es obvio que el no conoce al Harald de antes, salvo por las leyendas.

Su parche no estaba, pensó. No tenía reacción a esto, aunque jamás había visto la cara de su padre sin este parche y por consecuente no tenía noción de lo que ocultaba este, salvo por una idea y por los comentarios de Harald.

¿Es cierto entonces? Ecbert...Por Tyr. Dijo esto mientras se tomaba de la cabeza mirando hacia los lados, buscando el cadáver de su hermano, el cuál se encontraba cerca del agujero envuelto en unas sábanas blancas.

Se acercó a este y lo tomó de lo que asumía era la cabeza. Inclinó la suya hacia este mientras cerraba los ojos y largó un fuerte suspiro.

No, maldita sea, no tu pequeño cabrón...como coño te atreves a morir antes que yo.

Se levantó bruscamente, llevando sus manos al cinturón, estaba tan sorprendido y dolido que parecía que iba a llorar. Pero el heredero de Brunstrack no se permitía mostrar debilidades, menos frente a su padre y los soldados.

¿Cómo ha sido?

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29/10/2015, 00:44
Harald Björnsson Ynglingeætten

Harald observaba las acciones de su hijo, entendía el cariño que este sentía por Ecbert. Después de todo, ambos eran los más cercanos entre todos sus hermanos. No es que se llevara mal con los demás, es que tenía más empatía con Ecbert. Quizás porque era el menor. Aunque de vez en cuando recordó haberlos visto discutir por temas religiosos, pero segundos después estarían riéndose o burlándose de la primera estupidez que les llegara a la mente.

Tras escuchar la pregunta de su hijo, dirigió su mirada a Ecbert. Salió de la tumba y se levantó del suelo, dirigió su mirada al horizonte y comenzó a relatar.

Unos pulkrianos atacaron Kennemer. Tu hermano luchó contra un Earl pulkriano llamano Kyle de Vincenzo. Casi lo mata, su pelea fue digna de un guerrero...pereció cuando ese Kyle tomó un puñal de su bota y le cortó en el estomago...y luego, la garganta.

No fue el único que cayó...pero sinceramente no estoy del todo consciente de lo que pasó...cuando le vi caer...

Harald se silenció abruptamente. No parecía querer continuar, no quería desahogarse con su hijo. Sin dudas no era la persona con la que sentía que debía hacerlo.

¿Tus hermanos?

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29/10/2015, 00:50
Thorfinn Haraldsson Ynglingeætten

Están de camino. Vienen en una pequeña caravana con el resto de la familia...apenas escuché la noticia tomé un caballo y me dirigí aquí lo más rápido posible.

No quería esperar. Al decir esto se giró mirando a su padre a la cara.

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29/10/2015, 00:55
Harald Björnsson Ynglingeætten

Miró a su hijo mientras dijo esto, asintiendo lentamente a la firmeza que este demostraba sobre su relación con su hermano.

Ya están por llegar.

Dijo al notar el ruido de galopes y ruedas moviendose entre el bosque, los cuales luego aparecerían por la llanura y llegarían hasta estos.

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29/10/2015, 01:03
Einar Haraldsson Ynglingeætten

Este se había bajado de la caravana cuando ya estaban cerca de los campos. Salió corriendo con gran velocidad y se arrojó al suelo al ver la tumba de su hermano Ecbert.

Este parecía muy consternado, y apenas parecía que balbuceaba unas cuantas palabras que se entenderían como plegarias cristianas, cuando había tomado su crucifijo para enunciar las mismas.

 

 

Como puede ser… es de no creer. Él… él era tan fuerte… 

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29/10/2015, 01:06
Ivar Haraldsson Ynglingeætten

Ivar se bajó de la caravana también, pero caminó de forma más pausada aunque parecía que apresuraba su paso por cada vez que sentía que se estaba perdiendo de algo muy importante. Observó a sus hermanos y a Harald, y se sintió un poco sorprendido tras notarle por primera vez sin el parche en su ojo. Tampoco se sintió demasiado abrumado por ello, ya que el es perfectamente consciente de lo que significa tener cicatrices en el rostro que no pueden ocultarse todo el tiempo.

Se rascó su barbilla lentamente y mantuvo silencio, mientras que contemplaba la tumba de su hermano Ecbert. Apenas posaba su mano sobre el hombro de Einnar, mientras este anunciaba sus rezos.

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29/10/2015, 01:08
Gunnar Haraldsson Ynglingeætten

El último de sus hermanos en llegar, con mayor aspecto serio y sobrio.

 

Padre. ¿Son los rumores reales, entonces? Escuché que unos pulkrianos habían invadido el reino, pero desconocía la profundidad de la que trataba esto.

Estoy simplemente asombrado de cómo se han atrevido a generar semejante acto de guerra.

 

Por la memoria de nuestro hermano menor, y vuestro hijo, debemos reunir a todos los hombres lo más pronto posible. Castigaremos y haremos sufrir a todos por esto.

 

Este se golpeaba su puño sobre su otra mano, creando un gesto de fuerza y enojo.

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29/10/2015, 01:14
Erik Olafsson

Este había llegado en la caravana junto a las demás esposas e hijos de toda la familia de Harald. Se mantuvo con ellas todo el tiempo, como dando espacio a los varones de la familia para que puedan decir lo que necesitaban decir, y crear sus planes de ataque si los hubiera.

 

Observó con atención lo acontecido, mientras sentía un gran dolor y odio gestándose de a poco dentro suyo. Tiene una gran amistad con Thorfinn, además de servirle como mano derecha para los asuntos de guerra. Por lo tanto su dolor es compartido con este a menudo, y este caso no es una excepción.

 

Ya comenzaba a generar en su cabeza algunas ideas de ataque, apresuradas, y sin siquiera saber quién había sido el culpable. Tenía deseos de tomar un mazo y partir cráneos.

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29/10/2015, 01:15
Harald Björnsson Ynglingeætten

No. Aún no, Gunnar. He decubierto, aparentemente, quién está detrás de que los pulkrianos causaran desastres en Illiandor...y merece castigo. Tengo a mi testigo, y con el será más que suficiente. Pero esto se los contaré en casa, ahora hay que darle sepultura a vuestro hermano antes de que se siga pudriendo el cuerpo hasta los huesos.

Buscó entre los familiares a un padre, el cual había solicitado al enviar al mensajero para que oficiara el entierro. Le hizo una seña para que se acercara y comenzara con la ceremonia.

 

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29/10/2015, 01:17
Director

La familia se había reunido en el lugar. Habían traído a un padre cristiano para que realizara la sagrada sepultura según los preceptos y los deseos de Ecbert.

Finalmente todos estaban ahí, observando la ceremonia mientras el cadáver era enterrado.

TODO lo que el Padre me da, vendrá a mí: y al que a mí viene, no le echo fuera.

El que levantó a Jesús de entre los muertos: vivificará también nuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en nosotros.

Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: también mi carne reposará segura. Me mostrarás la senda de la vida; hartura de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.

El cuerpo sería enterrado con delicadeza dentro de la tumba, mientras el padre continuaba recitando versos que se utilizaban para oficializar un entierro.

AL Dios Todopoderoso encomendamos el alma de nuestro difunto hermano, y entregamos su cuerpo a la tierra; tierra a tierra, ceniza a ceniza, polvo a polvo; en esperanza segura y cierta de la resurrección a la vida eterna, mediante nuestro Señor Jesucristo; a cuya venida en gloriosa majestad, para juzgar el mundo, la tierra y el mar darán sus muertos; y los cuerpos corruptibles de los que duermen en El, serán transformados y hechos semejantes a su glorioso cuerpo, según la obra poderosa por la cual puede sujetar a sí mismo todas las cosas.

A pesar de que ninguno de los presentes era estrictamente cristiano, respetaban a esta religión y actuaban de acuerdo a como se expresaba el cura y lo que tenían que hacer o como se tenían que comportar. Lo más importante, era que le debían respeto a su hermano y por tanto no armarían tontería en una ceremonia a la que algunos pensaban que no pertenecían.

Otros simplemente ignoraban el hecho de que era una ceremonia cristiana, más les importaba el hecho de que estaban dándole una despedida eterna a su hermano, amigo o pariente. Ecbert no tenía esposa o hijos. Puesto que su esposa había muerto años atrás de neumonía y jamás pudo darle un hijo.

Se sentía la angustia entre los presentes. Algunos de los hijos de los hermanos de Ecbert se encontraban llorando en silencio y algunas de las mujeres no ocultaban su deseo de que la lluvia corriera por sus mejillas. Sin embargo sus hermanos no. Sus hermanos se quedaron ahí, junto a su padre. Con una mirada de ira acumulada. Como si todos estuvieran planeando una enorme masacre.

Quien no parecía tener intenciones de controlarse era Ivar quien estaba exhalando de una forma exagerada, pelando sus dientes, esperando a que terminara la ceremonia para correr a matar a todos los pulkrianos que se encontrara en la frontera. Su ira fue detenida por su padre, que había notado los ánimos que se estaban creando entre sus hijos y trató de calmarse y cambiar la mirada. Finalmente, miró a su hijo, quien era más alto que él y le tomo del hombro. Ivar voltearía, y al notar la expresión de su padre comprendió. Comprendió que no era el momento para tener reacciones exageradas, y que debía calmarse mientras la ceremonia continuaba.

 

Y así estuvieron...

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29/10/2015, 01:27
Director

La ceremonia había terminado y finalmente ya era momento de partir. Mientras todos se dirigían a la caravana para regresar a Brunstrack, Thorfinn y Harald se quedaron atrás, para que luego este se marchara hacia su caballo. Ninguno se movió de donde estaba. Todos observaban al Señor de Brunstrack y Pramia observar la tumba con desdicha y tristeza. El hombre dirigió unas palabras en susurro a la tumba, algo que nadie pudo escuchar y por la oscuridad algunos ni notaron su acción.

Harald se dirigió a su carruaje y finalmente todos partieron al Castillo. Una vez ahí, sus hijos y Erik se dirigieron con algunos hombres hacia las partes bajas del Castillo donde se encontraban las celdas y una sala de torturas. Entraron acá junto al pulkriano, amarrándolo a una silla. Este aún se encontraba inconsciente, por lo que era tratado por algunos sirvientes para evitar que este muriera a pesar de que no se encontraba desangrándose, al haber sido heridas muy superficiales.

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29/10/2015, 01:40
Ivar Haraldsson Ynglingeætten

Observó a este y su ira ya estaba apoderándose de él. No podía controlarse más, así que apenas se adentró a la celda, tomó un poco de envión.

 

¡Hijo de puta! – proporcionaba un golpe contundente al rostro de Frank -.

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29/10/2015, 01:41
Erik Olafsson

¡No, por favor tranquilízate!

 

Se había parado frente a Ivar, y lo empujó con fuerza hacia afuera.

 

¡Vas a matarlo, y lo necesitamos vivo! ¡Estás totalmente fuera de ti mismo, necesitas calmarte!

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29/10/2015, 01:41
Geruntius Fraunk

Escupe al suelo, se había medio despertado tras el gran golpe. Este se veía muy mareado y no lograba incorporarse en sí mismo.

¿Dónde estoy? ¿Eh…?

 

Eh…

 

Su cabeza iba de un lado para otro, sin lograr percatarse donde se hallaba

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29/10/2015, 01:43
Gunnar Haraldsson Ynglingeætten

Se tomaba de los brazos lentamente, mientras que se acercaba a Frank y con su mano levantó el mentón de este. Buscaba que sus ojos dieran con los suyos.

 

¿Puedes verme? ¿O necesitas un cuchillo en tu ojo para abrírtelo?

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29/10/2015, 01:56
Harald Björnsson Ynglingeætten

Muy bien...le vamos a tapar la boca y lo dejaremos amarrado. No quiero que este anormal se muerda la lengua para suicidarse y luego me arruine los planes. 

Los sirvientes siguieron las ordenes de Harald y amarraron un trapo en su boca, bastante ajustado por lo que sería imposible quitárselo.

Según este bastardo, hay un infiltrado en el Reino. Mejor dicho, un traidor. Algedrian, ¿os acordáis de él, no? Ese hombre que consideraba mi amigo y que luchó conmigo durante la guerra.

Joder, solo pensarlo me dan ganas de romperle la cara. ¡Algedrian! De todos los malditos nobles que hay en este puto reino tenía que ser uno de los que más confiaba.

No podemos dejar que esto siga así. Quién sabe si decida escapar o planee algo más. Si es cierto lo que este tipo dice, no hay tiempo para dejarlo pasar. Algedrian podría intentar algo contra Su Majestad y no podemos esperar a ese momento. Así que por hoy descansaremos y mañana al medio día partiremos a Kennemer nuevamente.

Thorfinn e Ivar vendrán conmigo esta vez. Me llevaré unos cincuenta hombres a Kennemer por si acaso. Gunnar se quedará a cargo de todo lo que suceda en nuestros feudos. Einar, asistirás a tu hermano en esto. No podemos dejar nuestras tierras indefensas siendo los más propensos a un ataque Pulkriano.

Encargaros de reforzar las defensas y los patrullajes. Habrá un toque de queda al anochecer por los próximos diez días. Cualquier persona que veáis en las calles de los pueblos, o en la ciudad de Brunstrack debe ser retenida y será interrogada. En el caso de los castillos, los sirvientes también deberán atender a este toque de queda una vez finalizadas sus tareas diarias.

Me llevaré a la basura esta a Kennemer. ¿Algo que quieran acotar?

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29/10/2015, 02:07
Thorfinn Haraldsson Ynglingeætten

¡Ivar, cálmate ya! Entiendo tu dolor y tu frustración, pero necesitamos a este tipo vivo.

Miró a Geruntius por unos segundos, extrañado, preguntó a Harald.

¿De donde lo sacaste? No creo que se haya ofrecido voluntariamente para recibir una paliza y ser capturado.

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29/10/2015, 02:09
Harald Björnsson Ynglingeætten

Miró a su hijo con sobriedad y calma. Es cierto, no les había explicado nada de lo que pasó y les debía una explicación detallada de lo que ha pasado hasta ahora. Estaba dispuesto a hacerlo, no es como que quisiera esconderlo, pero su mente se encontraba en otro lado en todo momento y debido a ello no fue capaz de responder a las inquietudes de sus hijos.

Iré desde el principio. Durante el torneo en Kennemer, llegó un Earl llamado Kyle de Vincenzo. Es un señor de Pulkria. Se infiltró con una pequeña hueste en Kennemer, con un tono desafiante. Eliminó al hermano de Nikómedes, de Elisea de un corte en la cabeza. Ecbert consideraba a Ageslao, el hermano de Nikomedes, como su rival debido a un duelo que tuvieron que fue prácticamente un empate. Ecbert se vio molesto por esto y se lanzó a matar a Kyle. Casi lo logró, pero este tomó un cuchillo cuando Ecbert le iba a dar el golpe final y acabó con la vida de vuestro hermano.

Realizó una pequeña pausa en este punto, mirando las caras de cada uno en la sala, luego dirigió su mirada hacia el suelo y continuó

En ese punto yo no sabía que hacer. Estaba más consternado por la muerte de mi sangre que por lo que pasaba a mi alrededor. Caminé hacia la arena y me tumbé al lado de su hermano mientras se desataba una batalla en todo Kennemer. Murieron muchos, incluyendo a Lord Connor. El hijo menor del Rey fue secuestrado...todo se convirtió en un desastre.

No pude ignorar más la batalla. Arrastré a Ecbert hacia un punto donde no fueramos un blanco fácil, pero fui rodeado de un momento a otro. Algunos de los hombres que llevé llegaron a defenderme y pude salir del aprieto, tomé una ballesta y me uní a la batalla. Se estaban aproximando unos jinetes por la puerta sur de la arena, donde nos encontrabamos. Pudimos repelerlos, pero a costa de algunas bajas.

Al final, no pudimos tomar a Kyle pues se había escapado. Murieron muchas personas, nobles, soldados, gente común y corriente. Y apenas y pudimos salir del aprieto.

Entonces me dispuse a partir de Kennemer para darle sepultura a vuestro hermano y ahí fue cuando me encontré con este tipo.

Dijo mientras le daba un golpe a mano abierta en la cabeza a Geruntius

Quería capturarme, o matarme, o algo por el estilo. Dijo algo de que Brunstrack y Pramia habían sido invadidas. En medidas desesperadas, pues nos superaban en número, ataqué al caballo de este hombre y lo tomamos prisionero. Combatimos a algunos soldados de él y los hombres terminaron por eliminar a los que restaron. Tomamos algunos caballos ademas del carruaje, así como algunas de las armas de estos tipos, y nos regresamos acá.

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29/10/2015, 02:24
Geruntius Fraunk

Observaba a Gunnar mientras este estaba siendo amordazado, a la vez que este le amenazaba. El miedo corrió dentro de si. La habitación, los hombres, las heridas que Harald le había propiciado, además del golpe de Ivar.

Negó con la cabeza fuertemente, lo más que pudo, pues aún se encontraba atontado por los eventos recientes.

N...mi...mutis...purfuvur

Decía entre sollozos y una respiración agitada.