Partida Rol por web

Reinos de Ceniza: Coliseo de Sangre

LUGAR: Joya de la Arena

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12/08/2008, 16:40
Deseo

-Algo he oído yo también en el Coliseo... No mucho, la verdad. Pero eso que decís parece grave. Y puede desatar la fúria de los Jueces contra los humanos, lo que puede poner a las dos razas en pie de guerra... ¡Hay que encontrar a Lorithen y detenerle!

Su mirada se dirige alternativamente a Morkhalee y a Olshva.

-¿Qué busca el Alto Elfo, qué Orbe es aquel que persigue? Quizá podría ser engañado... tenderle una trampa... un señuelo. Porque tenéis un plan, Mi Señora... ¿me equivoco...?

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13/08/2008, 09:21
Morkhalee

Para acabar con la muerte, y recuperar a su hermana, Lorithen precisa viajar a la Ciudad del Cataclismo, el lugar en el que el estúpido humano desencadenó la condena de la nigromancia sobre el mundo. Pero para ello necesita ciertos elementos. Uno de ellos es el orbe de Waboob, que Khurgle conservaba para su movimiento, los Constructores.

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13/08/2008, 09:23
Olshva

No imaginaba que Khurgle pertenecía a esos amantes de los esclavos.. el tono de Olshva no contenía, sorprendentemente desprecio. Cruzó los brazos ante sí, mirando a la hechicera. Casi podían oirse los engranajes de su cerebro, analizando la situación.

Y buscando su posición más ventajosa.

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13/08/2008, 09:24
Morkhalee

Sospecho que Lorithen terminó con Khurgle para arrebatarle el objeto. Pero no lo obtuvo, o ya habría huído. Y sigue en la ciudad. Puedo sentirle. Esa... esa parte de nuestro vínculo aun está intacta. A pesar de los años. Una sonrisa amarga cruzó su rostro. Si conozco a los constructores, Khurgle debió esconder el orbe en su casa, en algún lugar. Debemos recuperarlo. Volvió su mirada a Deseo, ferrea. Tú debes recuperarlo.

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13/08/2008, 15:44
Deseo

Deseo manutuvo su mirada fija en la Dama Oscura durante un buen rato. Pensativa. Parecía calibrar, sopesar todo lo que acababa de escuchar, y aquilatar las posibilidades de lo que ello suponía. Al cabo, habló lentamente, poniéndose en pie con solemnidad, como si estuviera en una Ceremonia.

-Morkhalee. Todo cuanto habéis dicho es terrible, y tiene sentido. Un sentido desgarrador, debo decir. Comprendo vuestros sentimientos, y comprendo la dimensión que puede llegar a tomar este asunto, la envergadura de las acciones de Lorithen, y lo que puede suponer el éxito en su empresa si llega a alcanzarlo.

Se giró levemente hacia Olshva, y le miró también directamente a los ojos, apretando los labios. Midiéndole. Luego regresó la mirada a su Anfitriona.

-Sin embargo hay algo que debo saber por mí misma. Sois de una raza distinta a la mía, de la que sólo he oído comentarios duros. Los Elfos Oscuros son malignos; no son palabras de mis labios, sino que están en muchos más. Vuestro pueblo ha esclavizado y ha torturado, mata sin piedad, comercia con la buena fe de otras razas. Se vanagloria de satisfacer todos sus deseos, por grotescos y crueles que éstos puedan llegar a ser con el resto de habitantes de éste Mundo...

Deseo sabía que estaba diciendo frases por las que quizá debería pagar un alto precio. Pero en cualquier caso debía estar segura de que sus acciones, si decidía emprenderlas, iban a estar movidas por un motivo alto y justo, una causa real y digna, no por un interés erróneo y malvado, no quería ser el instrumento de la satisfacción propia de nadie.

-¿Cómo puedo saber que todo eso es verdad? ¿Cómo puedo estar segura de que eso que decís es así, y que el Orbe que queréis que busque es para evitar un mal mayor que afecte a todos los habitantes de los Reinos, y no para la satisfacción de algún velado propósito personal? Sé que es arriesgado pediros una prueba, una garantía. Pero yo soy una insignificante mota en este mar de humanos, mi desaparición, si llega a darse, no será sentida ni por mis padres. Sin embargo, si os creo sin más, y me engañáis, las consecuencias de mis actos las pagarían muchos de esos a los que ahora decís que defendéis.

De nuevo clavó su mirada desafiante en el rostro del Elfo, a su lado.

-Y que, sin embargo, están luchando en el Coliseo como esclavos... ¡vuestros! Vertiendo su sangre para vuestro deleite. No, no haré nada de lo que pedís si no estoy segura de con qué fin lo hago...

Se sentó de nuevo, levantando la barbilla, mirando a Morkhalee con una mezcla de decisión y de aceptación de las consecuencias.

-El Destino, mi Destino, se escribió en secreto cuando nací. No puedo desbaratarlo. Por lo tanto es lícito que me asegure de lo que hago: aún así, no dejara de ser lo que tenga que ser...

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13/08/2008, 16:17
Morkhalee

Morkhalee se levantó con violencia ¿Como te atreves? chilló. Su presencia llenaba la sala, que cada vez parecía más pequeña, mientras ella parecía ser un gigante. Incluso el fuego del hogar retrocedía ante su furia. ¿Tienes idea de a lo que he renunciado para salvarnos a todos? A mi lugar entre los Altos Elfos, a la misma inmortalidad. ¡He dejado todo aquello que me definía atrás por salvar vuestras míseras existencias! ¡Voy a causar la muerte del hombre al que he amado durante milenios para que las razas jóvenes podáis mirarme con desprecio! Y tú... tú, pequeña cosa, a la que acogí en mi casa e incluso presté mi amistad... Morkhalee se deja caer de nuevo en la silla. La sala parecía volver a la normalidad. De hecho, a Deseo le pareció que jamás había cambiado. El fuego del odio se apagó en los ojos de Morkhalee. Parecía ahora cansada, triste. Como si luchase por mantener viva una esperanza que la vida ha ido machacando con crueldad.

Sea. Tu padre contrajo una celda conmigo, pequeña. En caso de que no cumplas tu cometido, yo se lo retiraría. Y todo aquello que le dí desaparecería en instantes. La hechicera levantó el rostro, clavando la mirada en Deseo. Creeme, niña, que no es algo que desearías.

Después, la despidió con un gesto de la mano. El orbe está oculto en la casa de Khurgle. Ve y recupéralo. Defiendelo con tu vida, o la humanidad, tu pueblo y el mío, estarán perdidos.

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13/08/2008, 16:28
Olshva

Paz, hechicera, todos somos aliados, dijo Olshva, levantando conciliador los brazos. La joven es inexperta y conoce poco del mundo. Sí, pequeña, tu pueblo nos llama demonios y no sin razones. Sin embargo, muchos viajan a nuestras ciudades y vuelven intactos, mientras que nosotros no podemos visitar otros reinos si no es en la noche. Para nosotros, los humanos y orcos son hipócritas. Todos sienten los mismos impulsos que nosotros, todas las razas matan, violan y saquean. Sin embargo, nosotros no negamos nuestra Bestia Interior, sino que la abrazamos. En nuestro pueblo hay gente virtuosa, llena de disciplina y honor, a pesar de que tienen carta blanca para saciar sus apetitos ¿No son pues más nobles que aquellos que contienen sus ansias solo por miedo al castigo?

Personalmente, no dudo de la historia de Morkhalee, y siempre hemos sido el uno para el otro un directo enemigo. con un chasquido de sus dedos, un esclavo le trajo un pergamino. Tomad, entregadelo a Parnassus, mi siervo. Me informan que se encuentra en el puerto. Con él, os protegerá de todo mal, día y noche.

Mientras tanto, la dama Morkhalee y yo tenemos que discutir, a solas. Su sonrisa resultaba encantadora... y peligrosa. Ningún hombre había mirado así a Deseo. La mayoría de su vida había sido entre instructores y maestros. Era perturbadora.

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13/08/2008, 16:34
Deseo

No se movió. Y no se inmutó cuando Morkhalee estalló llena de furia. No podía decir que le hubiera sorprendido. No, había sido necesario, y era necesario que Deseo viera la reacción de la Elfa con sus propios ojos, la sintiera.

Esperó.

Las aguas, finalmente, volvieron a su cauce. Pero Deseo había captado, asimilado cada mínimo cambio, cada vibración, cada empuje de sentimiento, de ira, de miedo, de pasión. Los había absorbido con avidez, incorporado a su mente, a su corazón, dejó que atravesaran su consciencia, su espíritu.

Y entonces, se levantó de nuevo. Sonrió con una infinita tristeza asomando en sus labios, con la amargura de aquel que está predestinado fluyendo en su mirada.

-Gracias. No es una amenaza, y lo sé. Lucharé por nuestros pueblos. Iré a por el Orbe, y detendremos esto.

Asintió con la cabeza, y salió. Justo antes de cruzar la puerta, sin embargo, se giró hacia Olshva, que se había dirigido a ella, y estaba suavizando las palabras de la Dama Oscura. Cuando él acabó, se inclinó, en agradecimiento, y le respondió:

-Imagino que tenéis razón al pensar que necesitaré vuestra ayuda para llegar a la Mansión del Juez. Buscaré a Parnassus, y ambos actuaremos conjuntamente. Deseadnos... Buena Suerte.

Pero cuando partió por fin, un estremecimiento la recorrió en respuesta a la mirada del Elfo. Una extraña sensación... más extraña aún por indefinida...

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13/08/2008, 16:42
Morkhalee

Un criado os indicará como llegar. Ni siquiera la miraba. Todo el cariño que la había transmitido en sus breves encuentros parecía haber muerto.

Y ahora, Olshva, hablemos de lo que vos podéis hacer por el destino del mundo.

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13/08/2008, 16:44
Olshva

El elfo rió levemente. Curiosos campeones ha elegido el destino para salvar la vida, ¿verdad? luego adoptó el tono serio de costumbre. Decidme que necesitáis de mí, fue lo último que Deseo escuchó mientras subía las escaleras.

Notas de juego

Y... san se acabó. A menos que Deseo necesite algo más, nos vamos al puerto.

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29/08/2008, 11:15
Director

Deseo cruzó el salón acompañada de un sirviente hasta una ancestral biblioteca. En ella, sentada con las piernas cruzadas entre sí, Morkhalee meditaba envuelta entre los hilos de los incensarios blancos que tenía repartidos por el suelo. Su respiración, lenta y acompasada, parecía emanar tranquilidad.

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29/08/2008, 20:19
Deseo

Me acerqué a ella en silencio, y con respeto. Sabía que la última conversación que había tenido con ella la había disgustado profundamente. Pero también sabía que ella comprendía, era una mujer excepcionalmente inteligente, y perceptiva. Con seguridad sabía mis motivos para actuar como lo hice, y la explosión tenía que haber pasado.

Envuelta en la bella capa de seda negra, eché la capucha atrás, para que mi rostro quedara completamente al descubierto, y mis ojos a la vista y a la espera de la revisión a la que sin duda sería sometida. Mi Guadaña había quedado fuera, y aunque usualmente me sentía desnuda sin ella, con curiosidad comprobé que en La Joya, entre estas paredes, lo más próximo a un Hogar que nunca había tenido, no echaba el arma de menos. Me sentía segura.

Avancé, lentamente, y me detuve a un metro de sus piernas, de su vestido. Respeté su meditación, por lo que esperé a que diera señales de que me atendería, con recogimiento, a pesar de la excitación que aguijoneaba mi voluntad...

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29/08/2008, 20:41
Morkhalee

¿Lo tienes? Deseo ni siquiera pudo ver como movía los labios, si es que los había movido. Las estanterías se desdibujaban tras la figura de la hechicera. El humo parecía jugar entre sus brazos, mientras los movía trazando extraños glifos en el aire, de una forma casi hipnotica.

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29/08/2008, 20:54
Deseo

-No. Había allí dentro un Ejecutor. Y llegó otro. Ni con diez Parnassus habríamos podido entrar. Por eso estoy aquí, ¿quién puede haber desatado la alarma como para hacer que dos Ejecutores hayan sido movilizados? Necesito tu consejo, Mi Señora.

Y aguardó de nuevo.

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29/08/2008, 21:00
Morkhalee

Los ojos se abrieron con violencia, clavándose en la joven. Lorethien. Solo él tiene ese nivel de poder. Se levantó lentamente, su vestido negro fluía a su alrededor mientras lo hacía. Miraba hacia el techo, ahora. Pero aun está aquí. Una sonrisa cruzó su rostro. Aun no lo tiene. Pero si no lo tiene él... ¿Quien?

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29/08/2008, 21:07
Deseo

-Antes me hablaste de los Constructores. ¿Pueden tener ellos el Orbe? Y en ese caso, ¿con qué fin? Y... ¿cómo llegar a ellos?

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30/08/2008, 10:56
Morkhalee

Apenas he tenido tratos con ellos. Pero su naturaleza no es agresiva. Todo lo contrario, su único deseo es hacer prospero el Imperio a base de crear nuevas estructuras y el libre comercio con los demás Reinos. Creo que desean más alejar el orbe de manos más... violentas.

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30/08/2008, 21:48
Deseo

-Entonces... ¿en quien piensas...? ¿Crees que alguien pudo robar el Orbe antes que nosotros? Y si es así, ¿quién puede estar enterado? ¿Y cómo localizarlos? ¿Quien puede tener tal poder? Quizá sería interesante hablar con los de Obsidiana, ¿no te parece...?

Notas de juego

Desde luego Deseo está dudando si contarle o no a Morkhalee que encontró en la Casa a Anat y a Ricardo. Y que es posible que los Hakhim estén intentando hacer se con el Orbe... o ya lo tengan. Pero no acaba de fiarse de nadie, ni siquiera de la Dama Oscura, ni siquiera de Parnassus, al que tampoco ha dicho nada.
Es un poco borde, lo comprendo, pero toda su vida ha sido así, golpes y sacrificio.

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31/08/2008, 19:07
Morkhalee

Tal vez la Casa de Obsidiana me haya traicionado. Después de todo, Parnassus fue contigo a la casa... y veo que ahora no te acompaña. ¿Le dejásteis en algún momento solo en la mansión? ¿Pudo sustraerlo y después ir a darselo a sus amos? No creo que Olshva lo hiciese, pero su hermana es menos... razonable Morkhalee camina lentamente mientras habla. Extraña sociedad aquella, en la que la traición se esperaba tanto como un saludo.

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01/09/2008, 00:11
Deseo

-No, Parnassus no pudo entrar en la Casa. Cuando llegamos, un Ejecutor, por lo menos, ya estaba dentro.

Deseo afirma con la cabeza, y se decide. La lealtad requiere sacrificios, y a pesar de su desconfianza natural, la luchadora decide poner en Morkhalee la suya. Así que le dirá lo que vió.

-Pero había alguien más, estaban una Hakhim, del Coliseo, esa Sacerdotisa de la Luna, con un muchacho de su raza. La mujer salió por una ventana de la Mansión. Quise saber qué estaba haciendo ahí dentro, pero la llegada de un nuevo Ejecutor hizo que decidiéramos irnos antes de que nos vieran. Ella envió al muchacho para que "contara lo que había visto" a alguien. Espero que mañana podamos hablar, pero no parecía demasiado dispuesta a depositar su confianza en mí. Sin embargo, sí que la tiene, y ciega, en Parnassus. Pero él no sé hasta qué punto me dirá lo que ella le cuente. Me obedece. Pero eso es todo.