Partida Rol por web

| COMEDOR |

La cena seguía su curso, aunque mi apetito seguía sin crecer. Desde el día de la desaparición de Farilynn mi estómago se había cerrado. Probablemente habría muerto de no ser por la insistencia de Fist en que me llevara algo a la boca. Había aprendido a sobrevivir comiendo a duras penas y eso había provocado en mi una delgadez más evidente.

Mi mente siempre estaba con ella, preguntándome dónde estaría y ese momento no era diferente al resto. La imaginaba sentada con nosotros, allí... Ya habría tenido a su hijo y me aterraba pensar que ambos estuvieran muertos. Aquello me revolvió el estómago y sentía deseos de salir del comedor durante unos instantes.

- Con permiso- le dije a Miles, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza. Salí del comedor y cerré la puerta tras de mí. Caminé por el pasillo, pero solo pude dar cuatro pasos antes de que la pena viniera a mi. Apoyé las manos contra la pared, dejando estirados los brazos e inclinando la cabeza entre ellos. Di un manotazo, muerta de rabia.

- Había jurado protegerla...- dije en voz baja, casi en un susurro, mientras las lágrimas recorrían mi rostro.

[Comedor]

Sin duda el viaje no paraba de mejorar.  Además de haber viajado en un barco tan atípico, al bajar nos ponían enfrente de una mesa llena de deliciosas viandas.

Desde luego, me gustaba.

Además, según se comentaba, la batalla podía venir aquí, con lo que encima ahorrábamos esfuerzo.

Cogí un poco de comida de aquí y de allá, disfrutando de todo.

[Comedor]

La cena era agradable, pero contemplé como, una vez más, debía demostrar mi apoyo incondicional.

"Disculpadme, enseguida vuelvo." - dije a Miles y al resto de personas cercanas.

Me levanté y mostrando mis respetos salí tras Dana.  Abrí la puerta que ella misma había cerrado, con el mismo procedimiento y la encontré derrotada por el desánimo.  Siempre tuvimos esa sensación amarga.  Una desazón que a ella afectaba especialmente.

La abracé, aunque sabía que el consuelo sería pasajero.

"Estoy aquí, mi amor.  No te preocupes, es cuestión de tiempo, aunque no sepamos cuanto."

Realmente no me gustaba mentir.  No sabía si era cuestión de tiempo o si nunca la encontraríamos.  No obstante, no soportaba verla sufrir de esa manera.

La alejé unos centímetros de mí y acaricié su rostro, limpiándo las lágrimas.

[comedor]

Kantorias sigue comiendo con apetito, ha visto como salían primero Dana y luego Fistandantilus, pero sa lo que sea lo que hagan dificilmente necesitarán su ayuda

"en cualquier momento puede alcanzarnos la guerra, y entonces dificilmente encontraremos un festin como el de hoy" sin dejar de comer mira a sus compañeros preguntandose que pasara cuando se enfrenten a los horrores de la guerra

[ Comedor ]

Drum no sabía que pasaba.

Escuchó lo que sucedió en el comedor y después, sus oídos percibieron el cuchicheo de Dana y de su tío, aunque no podía enterarse bien de lo que estaban diciendo.

En ese momento, negó con la cabeza y acarició la cabeza de su perro.

- ¿Alguien me puede decir que está pasando? Por que no se vosotros, pero yo ya me estoy poniendo un poco nervioso. Nos traen aquí, nos dejan sólos, no sabemos que está pasando. ¿Qué venimos a hacer aquí? -

 [Comedor]

-hemos venido a comer- responde Kantorias llevándose una rebanada de pan a la boca

-y cuando lleguen los ejércitos de Victoria lucharemos, es bien sencillo- añade con la boca llena, en realidad comprende perfectamente las dudas de Drum, pero dudar no ayuda a nada, cuando tengan que actuar Dana y Fistandantilus les darán indicaciones mas claras, y si no ya se apañaran de algún modo

[Comedor]

Elvie escucha a Drum y sólo entonces decide moverse. Alza una delicada mano hacia un poco de pan y lo lleva a la fuente de Drum, al lado de quien se ha sentado antes.

- Pan.

Dice sin más. Una sóla sílaba que suena como el cantar del ruiseñor. Luego procede a coger algo de fruta y por cada pieza que coge para sí misma, pone otra en el plato de Drum, nombrándolas en voz alta con la misma frágil voz que siempre había tenido... y que siempre intenta evitar utilizar.

No es que pensara que no podía comer solo... simplemente quería sentirse últil y facilitar las cosas. Poco a poco empieza a comer alguna de las frutas que ha dejado en su plato, cogiéndolas con ambas manos y dando pequeños mordiscos, masticando tan poca cantidad de cada vez, que apenas mueve la mandíbula.

| PASILLO |

Fist apareció tan rápido como pudo y en cierto modo se lo agradecí. Le abracé pero al escuchar sus palabras me separé.

- ¡Eso es lo peor, que no sabemos cuánto tiempo pasará hasta que la encontremos! Y si no la encontramos, Victoria pronto se hará con el poder... Nosotros poco podemos hacer, salvo oponernos a sus deseos. Sin Farilynn estamos perdidos- comenté, siendo presa del pánico-. Muchos elfos han muerto y otros son esclavos ahora de Victoria... No hay nadie que luche por ese trono porque la reina es Farilynn y el heredero legítimo se lo llevó con ella... Tenemos que encontrarla. Hacerlo es tan importante como luchar al lado de Miles para defender la isla-.

| COMEDOR |

- Cálmate, hermano- le dije a Drum, mirando como el hada Elvie le servía comida-. Dana nos ha acogido, nos ha dado casa y comida, nos ha tratado como si fueramos de su propia familia... Creo que debemos confiar un poco más en ella, ¿no crees? Se lo debemos. Además, por una vez tengo que ponerme de lado de Kantorias... Debemos comer, reponer fuerzas y luchar al lado de Miles. Cuando eso suceda, entonces hablaremos-.

Me serví en el plato una manzana y algo de carne. En la copa me puse zumo y bebí un trago largo.

| Comedor - Pasillos |

Comí lo necesario y luego observé como Dana se marchaba, seguidamente por Fist.
Necesitaba hablar con ellos y ese parecía un buen momento.
-Estaba todo fantástico.-dije, con una sonrisa.-Con permiso, me retiro un momento.-me levanté, sonriendo a los anfitriones y salí al pasillo, en busca de la pareja, que no encontré muy lejos.
Dana tenía los ojos algo algo rojizos. Seguramente de haber llorado un momento antes. Me sentí algo incomodo, porque no podía esperar.
-Perdonar...-comencé a decir, mirandolos a ambos.-¿Podría hablar con vosotros un momento?. Es sobre una especie de águila que ví cuando veniamos hacía aqui...-al decirlo me dí cuenta que parecía estúpido y ridículo, pero yo sabia perfectamente que aquello habia significado algo y ellos eran los unicos con los que poder hablar de ello.-Si molesto no me importa hablarlo en otro momento.-dije, en un intento de disculpar mi intromisión.

| JUGADA MASTER |

Dana estaba completamente destrozada. No habían palabras que le sirvieran de consuelo después de tantos años fracasando en la búsqueda de Farilynn. Todos cuantos iban a buscarla no regresaban, ya por encontrarse con aliados de Victoria o por algún trágico accidente. Ninguno conseguía llegar hasta ella. Temía que Victoria la hubiera encontrado, al igual que a su hijo, pero a Dana le servía creer que si así fuera, Victoria ya se lo hubiera hecho saber. Ninguna de las dos disponía de la presencia de Farilynn a su lado. Para Dana era la gran solución a todos los problemas que tenía y para Victoria era el mayor de sus problemas que siguiera con vida. Era la única que podría luchar por el trono de los elfos, pues le correspondía por ley. Ambas tenían el mismo objetivo y ninguna llegaba a alcanzarlo.
Aquella presión le estaba pasando factura a Dana que pensaba sobre todas las cosas, en la vida de su amiga y su hijo al que nunca había llegado a conocer. En ese momento de debilidad en los pasillos del castillo, salió del comedor otra persona más. Era Falathar, uno de los muchachos que habían acogido en Deeteth. Dana se limpió el rostro con el dorso de la mano y sonrió, emitiendo sin querer un sollozo.
- No te preocupes, Falathar... Estoy aquí para resolveros todas las dudas que os surjan, sea cuando sea- dijo la adivina, con una sonrisa amable y con los ojos aún enrojecidos-. Ahora que lo comentas, yo también vi el águila. Me llamó la atención porque he viajado muchas veces por estos mares y nunca había visto a ese animal acompañando a unos viajeros durante un pequeño periodo de tiempo. Estoy tan intrigada como tú y puede parecer una estupidez, pero me da la sensación de que es una señal... Ese animal siempre ha sido la señal de la protección en las diferentes culturas de los elfos y los sabios. En las puertas de sus castillos graban su figura como protección a la ciudad- fue diciendo Dana, mientras le pasaba un brazo por encima de los hombros al muchacho.
Al tocarle, la visión de aquel animal desde el aire le vino a la mente. Veía la silueta del barco a una gran altura y como varios rostros se volvían para mirarla. De repente, volvió a la realidad y se encontró abrazando aún al muchacho. Sintió un mareo y apoyó la espalda contra la pared, cerrando aquellos ojos hundidos y demacrados por el paso del tiempo.

Mientras tanto, en el comedor seguían disfrutando del desayuno. Comentaban, especulaban sobre lo que les estaban ocultando Dana y Fistandantilus. Otros, sin embargo, se dedicaban a llenar sus estómagos sabiendo que pronto llegaría la gran batalla en la que podía decidirse el destino de la Tierra Media.
- Muchachos, me alegro mucho de que os hayáis ofrecido voluntarios para reforzar nuestras defensas y nuestras líneas de ataque, si alguno prefiere estar ahí- comentó Miles, levantándose de la silla y sonriendo abiertamente para enseñar sus dientes blancos-. Alynna y Naty se encargarán de la defensa mientras que yo lo haré del ataque. Sí, ella viene a atacarnos pero tenemos pensado tenderle una trampa y morirá todo aquel que se encuentre dentro de ella- añadió Miles, aumentando el tono de voz para aumentar también la moral de los allí presentes, alzando el puño-. ¡Si piensa que va a poder con nosotros, es porque no nos conoce enfurecidos! ¡No nos conoce defendiendo nuestras vidas y las de nuestras personas queridas! ¡Eso es lo que le ha llevado a hacer todo esto, la decepción de no haber defendido como era debido a su persona amada!- gritó de nuevo, soltando una carcajada final.
Por todos era sabido que Victoria siempre había estado perdidamente enamorada de Markwolf, su antecesor. Cuando todavía eran unos niños, ella lo había dejado todo para ir tras él y el precio a pagar había sido siempre el desprecio por parte de Markwolf. La había engatusado, mostrándole sus encantos para engañarla, y aún así ella nunca había dejado de amarle. En una batalla sufrió un duro golpe y su consecuencia fue un coma del que pensaban que nunca saldría. Así lo pensaba él, que se fue hundiendo en la miseria al ver que en realidad siempre la había querido, pero por mantener su frialdad había decidido permanecer solo para siempre. Los soldados que sobrevivieron a la última batalla así se lo hicieron saber a Victoria en cuanto salió de su estado y no dudó en tomar el mando.
- ¡El dolor y la impotencia por no haber sabido hacer nada, le está reconcomiendo y pretende acabar con la vida de todos aquellos que alguna vez hayan sido felices! ¡Pero no se lo permitiremos!- gritó una vez más, llegando a la cumbre de su discurso.
Naty y Alynna alzaron el puño, emitiendo un grito de guerra, esperando que todos los demás les siguieran.

 [comedor]

Kantorias escucha la historia que cuenta Miles, le importa poco lo que le haya pasado a Victoria y sus escusas, lo unico que importan son los hechos y la bruja pagara. Cuando acaba levanta el puño y se une al grito de guerra de Naty y Alynna

-yo participare en el ataque, no me apetece quedarme detras de la muralla-

[ Comedor ]

Drum escuchó las palabras y los gritos de todos, que pretendían ir a combatir sin un plan, sin una táctica, vamos, sin absolutamente nada. Además, estaba claro que no tenían mucha idea de lo que iba a pasar. Aunque el chico tenía entendido que Dana podría atizbar el futuro, hasta ahora no había dicho nada de nada.

El hijo de Sirius no sabía que iba a pasar allí fuera.

Lo que si sabía que iban a luchar y tal vez, muchos resultarían heridos... o algo peor...

- Yo lucharé. - Dijo seco mientras comía lo que le habían puesto en el plato.

| Pasillos |

Escuché atentamente a Dana, para luego preocuparme muchísimo al ver como se apoya en la pared, aparentemente mareada.
-¡Dana!.-exclamé, acercandome a ella, al igual que Fist.-¿Qué te sucede? ¿Quieres agua?.-le preguntaba, mirandola de arriba a bajo, como si así pudiese descubrir el motivo de aquel mareo. Luego permanecí en silencio un momento, pensando.-Has visto algo, ¿verdad?.-me puse serio.
Conocía a Dana desde que tenía memoria y aquello le ocurría a veces. La pobre tenía que pagar caro aquel don que poseía...

| PASILLO |

Le puse una mano en el hombro a Falathar para que se tranquilizara, haciéndole saber que no había sido nada y que estaba bien. Le sonreí, amargamente. No entendía qué significaba aquella visión ni por qué la había tenido justo en el momento en que mi piel entraba en contacto con la suya. Era extraño.
- Sí... Creo que ese águila está más conectada a ti de lo que todos creemos... Tu pasado, tu presente y tu futuro está ligado a ese animal, pero no llego a comprender por qué... Jamás había visto algo semejante- comenté mientras analizaba mis palabras. Sí había visto algo igual antes, en el pasado, con los anteriores aprendices, muchos habían tenido animales de compañía que resultaban ser sus protectores. ¿Y si ese águila era el protector de Falathar? Aún así, seguía sin entender por qué mi visión había sido desde los ojos del animal-. Parecía estar dentro de su cabeza, verlo todo desde las alturas... Eso solo significa una cosa, y es que hay una conexión humana entre los dos sujetos, pero es un animal... Es lo que no consigo entender- expliqué, mientras me ponía la mano en la frente. Empezaba a notar un dolor punzante en la sien.

Respiré hondo y expulsé el aire lentamente, cerrando los ojos.
- Lo consultaré con los sabios en cuanto pueda... Aquí residen algunos, además de elfos. Seguro que ellos pueden confirmarme mis sospechas- dije, recuperándome-. No puedo decirte nada aún pero creo que detrás de ese animal hay algo muy interesante y muy gordo. Volvamos a la cena- les dije a Falathar y Fistandantilus, abriendo de nuevo la puerta para ocupar mi sitio. Había revuelo y Miles me informó de inmediato sobre el discurso que acababa de dar. Aún teníamos pendiente la conversación con su consejo sobre lo que haríamos en batalla.

| JUGADA MASTER |

El desayuno llegó a su fin. Miles y Naty agradecieron su asistencia a todos los presentes y les invitaron a la cena de ese mismo día, la que probablemente sería la última de muchos de ellos. Al día siguiente se tenía previso que Victoria atacara la isla. No sabían cuál sería su estrategia a seguir, pero Miles ya tenía algo pensado para la defensa.

En el bosque, al norte de la isla, se había habilitado una enorme cabaña de madera donde podrían descansar los aprendices. En los alrededores tenían mucho espacio para poder entrenar si así lo deseaban, ayudándose de los árboles o incluso de un equipo que les había prestado Miles. Algunos sirvientes estaban cerca por si necesitaban cualquier cosa.

Pasaron las horas y llegó la reunión tan importante que tenían pendiente Dana, Fistandantilus, Alynna, Miles y Naty. Se iba a producir en un enorme salón de la segunda planta. Allí ya les estaban esperando los miembros del consejo, un grupo de personas que opinaba sobre lo que debía hacer o no el pueblo, aunque la decisión final era de Miles.
El líder del consejo era una mujer y aparentemente colaboraba también en las batallas que se produjeran en su isla. Era rubia con el pelo largo y su mirada era penetrante. Iba acompañada de dos hombres que eran sus secretarios y guardias.

- Bien, estamos aquí reunidos porque la isla va a sufrir un ataque inminante- anunció la mujer, haciéndose escuchar por encima de las voces-. Lo que pretendemos tratar aquí es si debemos solo defendernos o contraatacar en caso de que la defensa diera resultado-.

Se escucharon voces de aprobación. La única que permanecía en silencio era Dana. No solo estaba implicada en lo que iba a decidirse sobre el futuro de la isla, sino que también estaba dándole vueltas al animal de Falathar. Aprovecharía al final de la reunión para pedirles opinión sobre ese asunto. Freya, la líder del consejo, era una mujer muy sabia y seguro que podría ayudarle.

- De acuerdo, basta- dijo Freya, con el rostro totalmente serio. Todos estaban sentados alrededor de una mesa rectangular de roble-. He estado analizando la situación antes de reunirnos y creo que lo principal es defendernos de su ataque-.
- Si vienen más de los que pensamos acabarán con nuestras defensas- comentó Naty, que estaba sentada al lado de Miles.
- ¿Y qué pretendes que hagamos? ¿Salir de la isla y hacer la guerra fuera de nuestro territorio?- preguntó Freya-. Sólo me preocupa la vida de nuestros habitantes y la de nuestros guerreros-.
- Pero atacar antes que ellos nos da la ventaja de la sorpresa. Ellos no esperan que lo hagamos, es un factor a tener en cuenta- comentó Alynna, a lo que Dana respondió con una mirada severa para silenciarla. No estaban allí para llevarle la contraria a nadie ni tampoco pertenecían al consejo.
- Freya, sabes perfectamente que al final haremos lo que yo diga... Y creo que ellas tienen razón- comentó Miles, señalando con la cabeza a Alynna y Naty-. Si podemos aniquilar a algunos enemigos antes de defendernos, que así sea-.
- Miles, lo lamentarás si lo haces... Mucha gente morirá, Dana también lo sabe- comentó la consejera, mirando a la adivina, aunque estaba algo despistada-. ¿Hay algo que te preocupa, querida?-.
- Bueno... Es algo que prefiero tratar en privado después de la reunión, si no te importa- dijo Dana, intentando ser lo más amable posible.
Freya asintió. Al final de la reunión, la consejera había decidido limitarse a defender la isla pero Miles no estaba de acuerdo, de modo que se decidió atacar por sorpresa utilizando el barco con el que se habían transportado a los aprendices. Desde ahí se atacaría y desde la isla se defendería, esa era la estrategia. El barco permanecería sumergido hasta que llegara el ejército de Victoria.
Todos salieron del salón, menos Freya que retuvo a Dana para que le contara lo que le estaba rondando por la cabeza. Se quedaron solas durante unos minutos y la consejera le hizo saber lo que pensaba sobre el asunto de Falathar.
- Creo que en ese águila hay mucho más del pasado de Falathar de lo que crees, Dana. ¿No hay nada que puedas relacionar con ese águila?- preguntó Freya.
- No... Es un chico huérfano, no tiene a nadie en este mundo, solo a mi y a sus compañeros... No sabemos nada de su pasado, ni siquiera donde nació, así que no puedo relacionarlo con nada- comentó Dana y de repente algo le vino a la mente. Desde el primer momento que vio al animal, creyó haberlo visto en algún otro lugar. En ese momento cayó en la cuenta-. ¡Ese águila perteneció a un antiguo aprendiz que murió! Iba a convertirse en rey, pues iba a casarse con Farilynn... Murió cuando ella estaba embarazada y...- su voz quedó ahogada por un suspiro.
- Puede ser una respuesta- comentó Freya, mostrándole una sonrisa radiante.
- Pero eso significa que podría ser... Pero, ¿cómo sería posible? No hemos encontrado a Farilynn- añadió Dana, mientras ambas salían del salón. Fistandantilus estaba esperando fuera, al igual que Alynna. Los demás ya se habían marchado. La siguiente en hacerlo fue Freya, que les dejó solos en el pasillo-. Fist, creo que tenemos la respuesta al enigma de Falathar y el águila, pero es algo tan absurdo y tan remoto...-.

| BOSQUE |

Estaba bastante nerviosa. En esos momentos estaban decidiendo qué iba a ser de nosotros, qué estrategia íbamos a seguir en batalla y qué iban a hacer el resto de habitantes. A nosotros se nos habían concedido algunas cabañas para descansar del viaje si lo necesitábamos, pero no me dejaban los nervios. Necesitaba entrenar, así que cogí mi arco y unas cuantas flechas, para practicar con uno de los árboles.

Allí estábamos todos, incluído Falathar que parecía preocupado. Mientras entrenaba podía entablar una conversación con él.

- ¿Qué te preocupa, Falathar?- le pregunté, concentrada en el objetivo.

[Bosque]

Rios de sudor descienden por el torso desnudo de Kantorias mientras entrena una y otra vez los ataques y defensas con Hacha de batalla y Martillo de guerra. Desde que acabo la comida entrena incansablemente pese al dolor en los brazos y el cansancio "nadie te da un descanso en el campo de batalla"

Mientras entrena piensa que le habria gustado asistir a la reunión para decidir la estrategia, no por decir nada sino para aprender "¿como esperan que seamos algo mas que peones en la batalla si solo nos educan para eso?"

Escucha como Lëilyn se preocupa por el estado de Falathar, pero no hace el menor gesto al respecto aunque el ya se habia dado cuenta de que parece distraido

"chica tonta, mañana lucharemos a muerte en una batalla y le pregunta que si algo le preocupa". El martillo vuelve a descender sobre el tronco que usa para el entrenamiento que se parte finalmente con un sonoro crujido, eso solo entretiene al enano un momento antes de buscar un nuevo tronco y empezar de nuevo el entrenamiento

[ Bosque ]

Cómo era de esperar, ahora toca entrenar, cosa que no tengo ganas. ¿Entrenar antes de una batalla? ¿Qué puedes aprender en 24 horas que no hayas aprendido antes? Nada, cero, absolutamente nada. Lo mejor, según yo, claro está, para antes de una batalla es meditar y pensar en como pueden darse las cosas mañana. Anticipar las acciones del enemigo es mucho mejor que sudar y gastar energías.

Aunque seguro que muchos dirán que energías les sobran.

Drum se sentó bajo un árbol, con las piernas cruzadas, su perro a un lado sentado y el bastón sobre sus rodillas. Allí, cerró los ojos y apoyando su espalda en el tronco del árbol, comenzó a meditar y a relajarse, preparándose para lo que vendrá mañana.

- No siempre se puede estar atento a todo. - Dijo mientras palmeaba la cabeza a su perro. - Pero tu me darás una gran mano. -

| CASTILLO - BOSQUE |

Las horas pasaron, concentrada en buscar una respuesta lógica a lo que acababa de decirme Freya. En el fondo de mi ser sabía que podía ser cierto, eso explicaría el sentimiento tan maternal que se me despertó al verle. Sin embargo, no lograba a entender cómo él se había salvado mientras que Farilynn aún no había aparecido.

Me encaminé hacia el bosque, donde los muchachos estaban entrenando o preparándose para la batalla que tendría lugar al día siguiente. Me presenté junto a Fist y Alynna.

- Muchachos, dejar de entrenar... Quiero comunicaros algo- anuncié, haciendo que todo el mundo se detuviera en su tarea-. Bien... Hemos decidido que, después de la batalla, iremos a buscar a Farilynn... Puede que tengamos una pista de donde se encuentra, un lugar al que nadie se ha atrevido a ir porque es demasiado peligroso. El que no quiera acompañarme podrá quedarse aquí, sin ningún problema, pero quiero que sepáis una cosa... Ganar la batalla de mañana no nos va a devolver el reino que nos ha quitado, sino que evitaremos que lo expanda... Para arrebatarle el reino y devolvérselo a su legítima dueña, tenemos que encontrarla. Solo así ganaremos la guerra y destruiremos a Victoria- comenté, mirando los rostros de cada uno de los presentes-. Mientras no la encontremos, cualquier batalla resultará inútil. Seguro que no hay nadie en el mundo al que le duela tanto enviaros en esa misión... No soportaría que os hicieran daño, pero confío en vosotros porque el valor de una persona no se mide por su estatura o su edad, sino por sus actos y sé que vosotros rebosáis de valentía-.