Partida Rol por web

Como cada noche, el pequeño Dreon, pedía a su padre que le contara alguna historia antes de dormir. Ya eran tres días lejos de casa y aún les aguardaban, como mínimo, siete lunas más. La temporada de caza estaba llegando a su fin.

El calor del fuego se agradecía en la fría noche. Dreon se encogió en su manta, mientras su padre, Orennor, avivaba las llamas produciendo un crepitar en el fuego. Sus dos hermanas, Eli y Dania, también miraban impacientes a su padre.

- Vamos, papá…uno de tus relatos de hoguera, por favor… – pidió Dreon sonriendo con las palmas pegadas a modo de súplica.

El hombre seguía avivando el fuego, las llamas se reflejaban en sus ojos.

- El destino quiso, por fin – comenzó lentamente Orennor, con la gracia que los cuentacuentos poseen -, que los aventureros coincidieran en una noche despejada con una gran luna. Ese encuentro, fue el inicio de una gran amistad. Pero antes de que ese momento se hiciera realidad, sus caminos se forjaban separados… - el padre sonrió levemente, creando unos segundos de incertidumbre –. Hoy, os voy a contar la historia del enano del hacha y la pipa…

“La Sombra siempre ha existido, desde tiempo inmemoriales… desde que se creó la noche, y con ella, los lamentos.

Pero para cada sombra, existe una luz… una luz proyectada por el Bien que aguarda en el interior de cada corazón”

Minartir, posada “La Cruz Blanca”, al atardecer (Gondor)

Ninui (Invierno), 4º día, año 2898 (Tercera Edad)

Sentado en una banqueta y cerca de la barra, Dromri aplaudía a un señor de aspecto serio y misterioso que había terminado de interpretar una pieza musical. La melodía había sido suave, pero con un gran sentimiento para después, finalizar con una fuerza que había hecho que el enano se sorprendiese.

Cogió de nuevo su jarra de cerveza y viendo como el hombre se despedía en aquel escenario, volvió a centrar su atención en la muchedumbre. Había llegado a Minartir hacía varios días en búsqueda de algún encargo para ganarse unas monedas y poder continuar sus aventuras. Era un poblado pequeño y sencillo, por lo que no abundaban los problemas. Si su suerte no cambiaba, estaría un par de noches y seguiría hacia un nuevo destino.

Un hombre risueño de no más de 1, 65 asomó detrás de la barra y le preguntó:

- Señor, ¿desea algo más?

Y otra jarra de cerveza espumeante apareció en la barra de madera. Observó como la noche cayó tras las ventanas y solo las primeras luces de las antorchas y las lámparas en las puertas de las viviendas y establecimientos eran lo único que, junto las estrellas, alumbraban la tierra de los hombres.

De repente, un fuerte ruido le llamó la atención. Cuando giró la cabeza, vio como un hombre acababa de partir un taburete en la espalda otro. El agresor tenía un cuerpo fornido y aunque su musculatura no era muy desarrollada, tenía un aspecto fortalecido. Iba bebido, pues sus palabras a veces no se mostraban claras.

- Ya empiezan los problemas – le dijo el posadero a Dromri, mientras de fondo escuchaba maldiciones y risas desagradables de aquel hombre y sus compañeros -. Siempre que comienza el invierno, hay algún forastero que tiene que molestar a mi clientela. Señor, usted es un hombre fuerte y aunque sé que mi hijo volverá de los establos en cuando oiga el jaleo, no es luchador suficiente para ese tipo de personas. Por favor, ¿podría ocuparse de él? Mi señor le preparará la mejor habitación para hospedarse un par de días en la ciudad, cuenta de la casa.

Dromri miró a aquel hombre de baja estatura y aunque sintió que no tendría que meterse en asuntos de hombres, su corazón le hizo dudar. Mientras, el borracho le propinaba patadas en el costado a su víctima, que se revolcaba por el suelo.

TURNO 1

Dromri bebia tranquilamente y aunque una buena pelea de taberna no le era ajeba, aquella no era su lucha ni tenia nada que defender, justo cuando pretendía dejar de prestar atención escucho aquellas palabras... Listo esa era la razón que necesitaba, de inmediato su cuerpo se tenzo presto para el combate y su mente comenzo a olanificar diversas maneras de resolver aquello de manera rapida y preferiblemente sin armas, amarro firmemente su martillo pars llevarlo pero evitar que se callera o se lo quitaran, le dijo al posadero Guardame esto que tampoco quiero matar a nadie​​ mientras entregaba el hacha, y al momento se bajo de la silla, se movio entre las mesas buscando una linea recta hasta el atacante, poco importaba si era por detras, de frente o por algun costado, lo importante es que fuera recto, en lo que dio con el camino suficiente comenzo una carrerilla para llegar atacando al enemigo con el hombro directamente a las piernas, a la altura de las rodillas preferiblemente buscando tumbarlo de inmediato, esperando eso fuera suficiente. 

TURNO 2

El enano, miró su jarra, pensativo. Por un momento aquellas palabras no ablandaron su corazón. En el fondo, sabía que no tenía por qué inmiscuirse en rencillas ajenas y más cuando era un asunto entre gente alta. No obstante, miró a los ojos al tabernero y pudo ver una sinceridad que le hizo dejar su bebida y levantarse de la butaca. La posada era un lugar sencillo y humilde, al igual que el pueblo, y su bondad le decía que aquel tipo de abusos por parte de forasteros fuesen justos en establecimientos como el que se encontraba.

Dromri se despojó de sus armas, pues no quería que la sangre llegara al río por un simple encontronazo de taberna. El posadero, con las manos temblorosas, cogió las armas y las dejó a buen recaudo dentro de una alacena que se perdía tras la barra. El ruido de ambiente se calmó en el salón principal y todos los parroquianos y viajeros miraron la escena. Un pequeño silencio se hizo, solo se podía escuchar el crepitar del fuego de la gran chimenea que caldeaba el ambiente y el murmullo de los presentes.

- ¡¿Cómo se te ocurre intentar robarme a mí?! - gritaba aquel hombre mientras observaba al recién pateado en el suelo.

- ¡No era mi intención, señor, he debido confundirme de bolsa, la había dejado aquí también! - replicaba mientras se cubría de los golpes como podía.

El enano comenzó su carrera y embistió a su contrincante, que no pudo evitar el ataque del enano. Aquel golpe hizo que el tipo cayera rodando hacia un lado mientras paraba contra una mesa de dos viajeros que se levantaron rápidamente para evitar ser embestidos.

Confundido, por la bebida y por el golpe, el borracho se levantó sacudiéndose y mirando hacia los lados. Tardó un instantes en dar con su agresor, que se encontraba a pocos metros de él, mirándolo seriamente. En unos pocos segundos, se había hecho un corro en el salón de la posada.

- ¿Quién eres tú, maldito enano? - dijo mientras se acercaba lentamente hacia Dromri - ¿Acaso eres el héroe del pueblo? ¿Qué habrías hecho tú si te estuvieran robando, eh?

TURNO 2

En silencio total y sin decir nada esboza una media sonrisa, Dromri mira su entorno por el rabillo del ojo, asegurándose que sera un combate justo de uno contra uno, mueve su cuello como estirándolo mientras se atraviesa entre el cuerpo en el suelo y aquel abusón, la mirada a los ojos directamente con intención de amedrentar a aquel hombre, sabia que el alcohol "protegeria" al borracho de las intenciones del enano pero era lo mínimo que se merecía aquel hombre, finalmente el enano hablo, pero no contra su oponente sino contra el hombre en el suelo...

Espero que realmente seas inocente, porque de lo contrario seré yo el que termine lo que este bruto comenzó y conmigo no tendrás tanta suerte. Dicho esto levanto sus puños y se preparo para la lucha, observando a su oponente y de inmediato lanzando un gancho al hígado de su oponente...

TURNO 3

Todos los presentes se fueron apartando levemente del centro del salón, dejando al enano y al borracho en un mano a mano. El enano pensó que convencer a aquel forastero ebrio en ese estado sería una pérdida de tiempo, pues su orgullo estaba en entredicho. Si se iba de allí no sería por unas cuantas amenazas, sino por un par de puñetazos que lo hicieran escarmentar.  

Espero que realmente seas inocente, porque de lo contrario seré yo el que termine lo que este bruto comenzó y conmigo no tendrás tanta suerte.

El enano habló seriamente al aldeano. El hombre, que lo miraba con los ojos muy abiertos asustado por la situación, retrocedió como un cangrejo hasta que se pudo esconder detrás de una mesa volcada. Tenía una herida en la frente y un gran dolor en el costado por el golpe con la silla.

- ¡No, señor, le juro por mis hijas que no! - solo podía verse una cabeza por encima del borde la mesa. Unas lágrimas se perdían entre el sudor de su cara - ¡No tengo nada en contra de este señor y mucho menos nada que robar, mi familia es una familia humilde y trabajadora!

ASALTO 1

Dromri, tras escuchar las palabras balbuceantes del aldeano, puso de nuevo su atención hacia aquel hombre que le sacaba más de dos cabezas. Al primer paso que dio el borracho el enano le lanzó un golpe al hígado, con la intención de tumbarlo.

Resultado: 8 pv, "T".

El crítico "T" tiene -50 a la tirada de crítico, que en este caso es el tercer dado (29). No hay daño extra.

El puño del Dromri sale con fuerza directo al lateral del abdomen del borracho, que grita de dolor mientras se encoge lateralmente. Aún así, no es suficiente para hacerle caer y rápidamente contraataca con su brazo derecho.

Resultado: 9 pv, "T". No hay daño de crítico.

Dromri, sorprendido por la velocidad aquel tipo incluso en ese estado, recibe un golpe en la sien que consigue desviar un poco con el brazo. De lo contrario, podría haber caído al suelo.

El murmullo de los presentes empieza a ser cada vez más alto, expectantes de la situación.

El enano escucho aquellas palabras, así que el borracho si era el busca pleito, apretando fuertemente los puños arremetio nuevamente pero esta vez nada de hígado, era hora de llevar ese combate a la altura adecuada, de inmediato otro gancho, pero en esta ocasión al lateral externo de alguna de las rodillas, la que tenga mas cerca de mi. La intención que algún golpe a la rodilla le haga arrodillarte y una ves a la altura correcta...

ASALTO 2

Dromri lanzó su puño contra la rodilla de su contrincante. Pero aquel hombre de pelo largo y gran barba, se adelantó a sus intenciones y con un paso hacia atrás, evitó el golpe.

Resultado: 0 PV. (Ronwar 8/?pv)

El enano, casi a la altura de las rodillas del borracho, intentó recuperar el sitio, pero el rodillazo que se dirigía a su cabeza impactó duramente. En un intento por cubrirse con los brazos, la rodilla golpeó parte del antebrazo y de la frente. Los parroquianos en la taberna soltaron un unísono quejido de dolor. Un impacto directo hubiera dejado aturdido al enano, que agitaba su cabeza mientras volvía a colocarse en guardia.

- ¡Ha, ha! - rió el borracho - ¡No debías de haberte metido en los asuntos de Ronwar el viajero!

Resultado: 9 pv, T. Crítico: 2 pv y -5 a la actividad durante 2 asaltos. (Dromri 21/55pv)

El enano estaba comenzando a molestarse, realmente ya se estaba enfadando, no se quería meter en aquella querella pero sel o pidieron, acepto y ahora estaba recibiendo una tunda, veamos si este humano tiene la barba en el la mente dicho esto comenzó a insultar al hombre El viajero... uf que orgullo, disculpe usted su grandeza... supongo que sois el primero en salir del jardín de vuestra casa dijo mientras hacia un pequeño gesto burlesco con las manos...

Acto seguido y esperando que la moda distrajera aunque fuese un poco al humano, se acerco y en su mente pretendía tomarlo por la barba con la mano izquierda y la derecha estamparsela en la cara con todas sus fuerzas... pero algo no salio tan bien como esperaba... 

ASALTO 3

Dromri tras intentar sacar del combate a Ronwar, dio un pasó intentar coger su barba y así poder golpear con más fuerza a su contrincante. Pero todavía dolorido por el rodillazo anterior, calculó mal los tiempos y Ronwar esquivó la maniobra del enano.

Resultado: 0 pv, (Ronwar 8/?)

Aprovechando la inercia del paso adelante del enano, Ronwar agarró del brazo a Dromri y lo lanzó hacia una de las mesas cercanas. El estallido de la madera fue ruidoso, pues aunque el enano no fuera muy alto, su constitución era robusta y compacta. Los clientes que se encontraban cerca de esa mesa dieron varios pasos hacia atrás, tapándose la boca, preocupados por el enano. Pero Dromri, se levantó de nuevo. Había que hacer algo más que darle unos cuantos puñetazos para hacer mella en su orgullo.

Resultado: 6pv, T. No hay daño crítico. (Dromri 27/55)

- ¡El viajero está dando una lección al... ¿guerrero? ¡HA, HA! - los efectos del alcohol eran evidentes en él, pero aun así le estaba sonriendo el destino.

ASALTO 4

Ante el golpe contra la mesa comienzo a acariciar el martillo que esta atado en mi muslo pero desistió de la idea, levanto sus brazos en posición defensiva pues había decidido actuar con calma, de modo reactivo, buscando contra atacar.

Nada de guerrero, simplemente alguien pretendiendo disfrutar la velada. Un golpe mas y prometo que este bastardo conocerá a mi martillo

ASALTO 4

El Enano se paro en aquella posición defensiva, esperando el ataque, pero ante el ataque de su oponente pretendio hacer una maniobra de contrataque, pero en lugar de esquivar y golpear se comio una finta y quedo mucho mas expuesto a lo que venia. 

ASALTO 4

El combate no estaba yendo todo lo bien que el enano esperaba. Su contrincante, a pesar de su estado golpeaba duro y no fallaba ningún ataque. Dromri comenzó a sopesar usar su arma, pero su orgullo le decía en el interior que hacerlo sería "perder" la pelea. Se avalanzó con fuerza su contrincante pero su puñetazo solo rozó el aire.

Resultado: 0 p, (Ronwar 8/?)

Los primeros segundos del combate fueron para Ronwar y aunque Dromri falló en su ataque, la suerte no iba acompañar en todo momento a aquel grandullón. En el intento exitoso de dar un paso atrás para esquivar el puñetazo del enano, Ronwar pisó un charco de cerveza procedente de una jarra caída de una de las mesas que habían volcado con la pelea.

Resultado: 0 pv, (Dromri 27/55). Recupera su actividad normal.

Asalto 5

El enano aun un poco desequilibrado por el resbalón del charco de cerveza no se cree que no le hayan partido la cara con aquel descuido, era hora de ponerse serio...

Se planto firme en el suelo, piso firme apoyo todo su cuerpo en el pie delantero y puso la fuerza el giro de cadera apuntando un upper directo a la mandibula.

Calla ya mald*** borracho... deshonra de la cerveza... 

ASALTO 5

Ronwar, todavía buscando la mejor posición para incorporarse al combate, no vio venir el duro golpe que el enano le tenía preparado. Dromri, dolorido y con heridas sangrantes que comenzaban a dejarse ver en moratones en su rostro, gritó con coraje y estrelló su duro puño en la mandíbula de su contrincante. Los presentes celebraron el ataque con un aullido de sorpresa, pues por un momento pensaban que el enano perdería el combate.

Resultado: 12 pv, A - Crítico: no hay daño extra. (Ronwar 20/20pv)

Fue tal el impacto en la cara, que Ronwar retrocedió un par de metros hacia atrás, cayendo en una mesa y despilfarrando todo por los aires. Platos de restos de comida y jarras a medio llenar se derramaban por encima del humano, que yacía inconsciente en el suelo.

TURNO 4

El hombre al que Dromri había sacado del aprieto comenzó a salir poco a poco de detrás de la mesa donde se había escondido. Cojeaba lentamente sujetándose el costado golpeado. Su presencia era humilde y Dromri supo al instante que no era ningún ladrón y que no había hecho ninguna maldad.

- Gra... Gracias, señor enano - dijo inclinándose levemente a modo de agradecimiento - No sé como pagarle... Somos una familia humilde y trabajadora, solo vengo una vez a la semana para distraerme, no causo problemas... - parecía avergonzado.

En ese instante, el posadero se acercó al grupo.

- Déjalo, yo le devolveré el gesto, Ettir - le tranquilizó mientras le ponía una mano en el hombro -. No te culpes por esto.

- Gracias, Daran - le contestó Ettir, avergonzado, mientras agachaba la vista. Salió poco a poco de la posada.

El posadero se giró hacia Dromri. Mientras, algunos de los presentes se encargaban de levantar a Ronwar. Estaba empapado y con la cara ensangrentada. Tuvieron que ser varios hombres los que se unieron para sacar de allí a Ronwar, a plomo era realmente pesado.

- Señor, está sangrando - le dijo el posadero a Dromri echando un vistazo a su estado. El enano se tocó la ceja y notó el calor de la sangre. La tensión del combate había hecho que olvidara el dolor por unos segundos -. Acérquese a la barra, una de mis hijas podrá curar sus heridas. Le estoy agradecido, al menos así se correrá la voz y pasará un tiempo hasta que tengamos problemas - y miró al suelo - o eso espero...

TURNO 4

Antes los comentarios de Ettir, el enano solo pude sonreir y ponerle una mano en la espalda mientra se marchaba... No te preocupes que a ese bastardo había que ponerlo en su sitio.

Mientras escucho al posadero doy un vistazo al desastre que provoque... hubiese preferido no crear este desastre... necesitare esa habitación pero la pagare, guarda tu dinero para tus reparaciones. Ante las palabras de que me acerque para curarme responde un segundo Luego me acerco a la mesa o escombros donde estaba sentado Ronwar y comienzo a rebuscar alguna pertenencia que quedara por ahí, su bolsa, alguna mochila, arma o algo que se le cayera...

Luego vuelvo a la barra, si consigo algo de valor se lo doy al posadero, esto es tuyo, seguro sabrás convertirlo en dinero para pagar los arreglos, si consigo alguna pertenencia que no considere sea de valor monetario la conservo solo por si acaso, hasta que me valla de ese pueblo. Y no te preocupes que si vienen buscando pleito nuevamente ya no serán mis puños lo que se consigan sino que conseguirán directamente mis armas, por cierto mi hacha y una cerveza por favor digo mientras estiro mi mano y me siento para que alguna hija me cure la herida...

TURNO 5

El hombre encargado de la pieza musical de la posada, volvió a tocar notas tímidas iniciando de nuevo la actividad de aquella noche. Mientras algunos feligreses abandonaban el lugar por lo ocurrido, otros volvían a sus sitios y hacían comentarios mientras miraban de reojo al salón.

Dromri acompañó al posadero hacia la barra, pero el enano se desvió un segundo hacia el lugar donde Ronwar había iniciado la pelea. Su intención era buena, pues aunque se había dado aviso a los maleantes, los daños eran visibles. El enano encontró un zurrón de cuero desgastado. No abultaba mucho, por lo que intuyó que no tendría muchos objetos. Se pudo escuchar el tintineo de monedas, y aunque no sabía cuantas había, buena eran para cubrir gastos.

- Gracias, señor - dijo el posadero cogiendo tímidamente la bolsa -. No tenga en cuenta esto, el que está agradecido soy yo por lo que ha hecho. Aquí en el pueblo poca guardia hay, y la que hay no se entromete en estas trifulcas privadas de taberna.

Una de las hijas del posadero llegó con una tinaja de agua caliente y varias vendas. Del delantal sacó una tela envuelta. Al abrirla, Dromri pudo ver un par de hojas que la muchacha introdujo en el agua. Un olor fuerte entre romero y menta se desprendió del vapor. El enano sintió un alivio cuando la chica cubrió los cortes y golpes de su cara con la venda impregnada.