Partida Rol por web

Tras lo sucedido en su casa, los hombres informaron a Clive que esa mujer era una terrorista internacional y que debía arrestarles. Le llevaron a un lugar en donde poder interrogarle alejado de la mujer, según le contaron esta quería usarle para poder acercarse a su madre, la mujer por lo visto tenía intenciones oscuras para con la ciudad de Nueva York.

Tras unas horas fue dejado en libertad sin cargos pero le dijeron que estaría vigilado algunos días, Clive sabía que esos días serian más de los que el mismo esperaba. Así fue como tras un par de semanas en el hospital le informaron que sería trasladado a un hospital de España, en un programa de “intercambio” de médicos, aunque el sabia que en realidad era para quitarle de en medio unos meses, los que duraría el intercambio.

Ya llevaba unas cuantas semanas  en el hospital Carlos III de Madrid, no tenía problemas con el idioma y la gente era bastante amable, incluso había entablado cierta amistad con algunas personas. Clive se encontraba en un turno nocturno de guardia cuando entran dos personas corriendo por la puerta, un hombre y una chica asiática

Finalmente la noche había pasado, Sian hizo que los dos se dirigiesen hacia un coche y le informo que tenían que ir a Berlín, que era muy importante, tenían que contactar con varias personas que estaban en serio peligro, también le dijo que se lo contaría por el camino, pero que tenían que marcharse, que necesitaba su ayuda. Así fue como los dos en coche se dirigieron a Madrid.

Sian cada vez estaba peor y finalmente decidieron ir al hospital Carlos III ya que la herida de bala que tenia la chica era cada vez peor. Era por la noche cuando los dos llegaron a urgencias, allí no había mucha gente, lo cual era mejor para los dos ya que sin duda la herida de bala de la chica levantaría sospechas

dExQ� in�6D�>Afalse" Priority="21" SemiHidden="false" UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Emphasis"/>

Tras lo sucedido en su casa, los hombres informaron a Clive que esa mujer era una terrorista internacional y que debía arrestarles. Le llevaron a un lugar en donde poder interrogarle alejado de la mujer, según le contaron esta quería usarle para poder acercarse a su madre, la mujer por lo visto tenía intenciones oscuras para con la ciudad de Nueva York.

Tras unas horas fue dejado en libertad sin cargos pero le dijeron que estaría vigilado algunos días, Clive sabía que esos días serian más de los que el mismo esperaba. Así fue como tras un par de semanas en el hospital le informaron que sería trasladado a un hospital de España, en un programa de “intercambio” de médicos, aunque el sabia que en realidad era para quitarle de en medio unos meses, los que duraría el intercambio.

Ya llevaba unas cuantas semanas  en el hospital Carlos III de Madrid, no tenía problemas con el idioma y la gente era bastante amable, incluso había entablado cierta amistad con algunas personas. Clive se encontraba en un turno nocturno de guardia cuando entran dos personas corriendo por la puerta, un hombre y una chica asiática

Mario entra en las Urgencias del Hospital llevando a  Sian entre los brazos, se acerca al mostrador y marca muchisimo su acento aleman intentando hacerse pasar por un turista.

Me novia y yo visitarrr Museo de Prado,ya? dos homens blacks robar  und dispararr at nosotos, porr far vor ayudar me froilan

La mañana de trabajo no fue del todo mala, si no fuera porque la calefacción parecía no darme cuartel alguno y a cada minuto que pasaba hacía más calor allí dentro. Las condiciones de vida de este país eran realmente fabulosas, sin embargo el sueldo por el que estaba trabajando era una miseria tal que a duras penas llegaba a final de mes y eso que no era muy consumista. La gente era otro cantar, todos muy amables y con pocas o ningunas ganas de causarte inconvenientes.

La guardia era otro cantar, generalmente eran aburridas y monótonas y como tal a veces me podía echar una cabezadita que venía muy bien a mi salud mental que se había tambaleado con los últimos hechos acontecidos en mi vida. La suave brisa de la noche que se filtraba por la ventana entreabierta y el tintineo de un fluorescente medio roto eran mi única compañía sin olvidar los pensamientos paranoicos que acudían a mi mente cada dos por tres, que trataban de poner en orden todo lo que me acontecía como si eso fuera posible.

Sin embargo el caos no hizo más que empezar y mi busca empezó a sonar con aquel desapacible sonido que me amargaba cada una de mis noches. Cogí la bata y el fonendo y fui directamente a ver que sucedía. La escena contemplada era dantesca un hombre claramente turista llegaba a una chica asiática en brazos que parecía sangrar. Aunque en un primer instante la situación me hizo entrar en estado de shock, fueron estos escasos segundos los que me sirvieron para situarme donde estaba. En seguida cogí a la chica y depositándola suavemente sobre una camilla y escuchar la palabra dispararr o como lo hubiera dicho aquel chico, le dedique unas breves palabras:

-No te preocupes, a partir de aquí nos encargamos nosotros- mi acento aunque perfectamente entendible delataba que mi procedencia no era española ni por asomo.

Aquí había algo que apestaba y mucho, ¿Cómo es que no había llamado a una ambulancia? Esto tenía pinta de violencia doméstica o algún tipo de mafia así que tras llevar junto a la enfermera y el auxiliar a la chica a quirófano me dirigí a este último y añadí:

-Llama directamente a la policía y coméntales el caso, herida por arma de fuego asiática acompañada por turista en condiciones bastante anodinas- y sin decir media palabra más ya en la mesa de quirófano exploro a la chica viendo si esta o no consciente tomando pulsos y tensiones y haciendo una valoración general aproximada de ella.

Al oir la palabra policia, saco mi movil y busco en google alguna imagen buena de una placa de la interpol, asi podre hacer una copia para intentar explicar a Clive que estamos en cubierto.

No tardas demasiado en encontrar una imagen muy detallada

La chica mira al doctor y a su acompañante y dice:

- No te vayas muy lejos, doctor ...

Se queda mirando a Clive, este sentía que era como si alguien que lo conoce a él, pero el no a ella le estuviera mirando fijamente, la chica se queda callada unos segundos y a continuación dice:

- Doctor, cuando termine la operación por favor quiero hablar con usted

Mira al otro hombre y dice costándole bastante ya que se notaba que estaba cansada y dolorida:

- Cuéntale todo...conoció a Verónica

Verónica?  Que Verónica?

Mario miro raro a Sian mientras toma del brazo al doctor, Bueno… si ella dice de contárselo todo , creo que mejor será que hablemos en un sitio mas reservado, le importa?

Mario lleva a las escaleras al doctor, menos transito de gente y mas intimidad, además al haber escaleras no se sentiría tan intimidado como en una habitación a solas.

Bueno, no se como se llama usted, ella es Sian y yo soy Mario, nada de nombres raros y nada de falsas identidades, vale?

Bien punto uno conseguido, uhmm ahora ver como le explico el punto dos doctor? Uhmm que numero usa de calzado?

Mario saca el móvil y  se lo muestra.

Digame talla y modelo de unas zapatillas o bien unos vaqueros, un dibujo de la infancia… algo por favor y de ese modo ahorrare mil palabras.

Aquella situación se estaba poniendo cada vez más obtusa y no sabía por donde venían los tiros, aunque ... Sian... ese nombre me sonaba... ¿ Donde lo habría escuchado?  Sin embargo la respuesta me la dio al hablar de Verónica, ese nombre si que no sería capaz de sacármelo de la cabeza, entre esto y las peticiones extrañas del joven turista tenía más que claro que empezaba a sobrepasarme y estaba enfadándome, igual ellos no tenían la culpa de nada, pero Verónica si, me había metido en un gran problema y por su culpa me habían alejado intencionadamente de mi familia entre otras muchas cosas, así que no, no quería hablar de ello:

-¡NO! No quiero hablar de otra cosa que no sea la herida de bala de mi paciente, nada de camisetas pantalones ni zapatos. Les diré lo que haremos - dije visiblemente enfadado por el devenir de la situación-  Voy a tratar de ayudar a Sian con su herida de bala y cuando lo hagan no volverán a verme, ¿Está claro?- jamás había sonado tan agresivo y yo mismo me sorprendí de mi mensaje y el tono de este, pero es que la última vez que personas extrañas se habían acercado a mí toda mi vida se había ido literalmente por el retrete, ¡Ahora mismo estaba en un país extraño por lo mismo!

Mario agarro al Doctor con fuerza del brazo y le miró a los ojos, deme solo un minuto doc...., necesito que vea algo,es de vida o muerte, entonces saco una foto de la acreditación del doctor con la camara del movil, levantó un dedo pidiendole un minuto antes de concentrarse y poner una mano encima de la pantalla del telefono.

Me llamó mucho la atención la fuerza con la que aquel hombre me agarró de la bata, era tarde, estaba de guardia y no era mi mejor día y encima alguien osaba ponerme la mano encima tras una herida de bala. Estaba empezando a cabrearme con aquel hombre y estuve a muy poco de llamar a seguridad para que lo echaran de allí, sin embargo decidí darle una oportunidad a ver si con esas conseguía quitármelo de encima:

-No tengo mucho tiempo, si con esto me deja en paz... - dije mientras ponía la mano encima del teléfono.

Mire Doctor, dice Mario al sacar una zapatilla Nike del movil, la china dijo que le mostrara y le muestro, puedo sacar objetos de fotos y hacerlos  ehmm, bueno ya lo ve, 3D y tocables.

Se podía contemplar en mi cara de perplejidad el asombro que había producido en mi aquel truco de Mario, era sorprendente, sin embargo aun estaba algo confuso y en principio pensé que sería un gran truco de magia y habría alguna cámara oculta por la zona pues aquello no podía ser posible. Por otro lado podría ser que realmente al igual que yo tuviera algún tipo de poder oculto que era el que me estaba  mostrando, sin embago de ser esta última opción tenía claro que no quería acercarme lo más mínimo a este tipo de gente, la última vez que me sucedió algo así acabé "desterrado" de mi pais forzosamente tras haber sido interrogado en varias ocasiones:

-Vaya... increíble...- dije mientras tocaba las zapatillas para tratar de creermelo aún más- Trataré de ayudar a su compañera, en cuanto termine hablamos... ¿le parece?- era lo máximo a lo que iba a acceder, y sin embargo tenía mis dudas, ¿Por qué si no quería saber más nada de ellos les daba la oportunidad de quedar más tarde? Igual era el estrés del momento y las ganas de terminar el duro día de trabajo

Estoy a su disposición, pero por favor no diga nada, la vida de ella y la mía están en peligro ,entiende? ella me dijo que confiara en usted, es por ello que dejo nuestras vidas en sus manos Doctor.

Hice un gesto con la cabeza asintiendo a su última afirmación y tras esto me meto en el quirófano a ver que había sucedido y que podía hacer por ayudar.